Español Sexto Grado

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LECCIÓN 2

FRANCISCA Y LA MUERTE

Onelio Jorge Cardoso

-Santos y buenos días -dijo la Muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer.

¡Claro!, venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla en el bolsillo.

-Si no molesto -dijo-, quisiera saber dónde vive la señora Francisca.

-Pues mire -le respondieron, y asomándose a la puerta, un hombre señaló con un dedo rudo de labrador:

-Allá por los matorrales que bate el viento, ¿ve?, hay un camino que sube la colina. Arriba hallará la casa.

"Cumplida está" pensó la Muerte, y dando las gracias echó a andar por el camino aquella mañana en que, precisamente, había pocas nubes en el cielo y todo el azul resplandecía de luz.

Andando pues, miró la Muerte la hora y vio que eran las siete de la mañana. Para la una y cuarto, pasado el meridiano, estaría en su lista, cumplida ya, la señora Francisca.

"Menos mal, poco trabajo; un solo caso", se dijo satisfecha de no fatigarse la Muerte y siguió su paso, metiéndose ahora por el camino su paso, metiéndose ahora por el camino apretado de romerillo y rocío.

Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de las ceibas eran pura caoba transparente. El tronco del guayabo soltaba, a espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla.

Verde era todo, desde el suelo al aire y un olor a vida subiendo de la flores.

Natural que la Muerte se tapara la nariz. Lógico también que ni siquiera mirara tanta rama llena de nidos, ni tanta abeja con su flor: Pero, ¿qué hacerse?; estaba la Muerte de paso por aquí, sin ser su reino. Así pues, echó y echó a andar la Muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca:

-Por favor, con Panchita -dijo adulona la Muerte.

-Abuela salió temprano -contestó una nieta de oro, un poco temerosa aunque la parca seguía con su trenza bajo el sombrero y la mano en el bolsillo.

-¿Y a qué hora regresa? -preguntó.

-¡Quién sabe! -dijo la madre de la niña-. Depende de los quehaceres. Por el campo anda, trabajando.

Y la Muerte se mordió el labio. No era para menos, seguir dando rueda por tanto mundo bonito y ajeno.

-Hace mucho sol. ¿Puedo esperarla aquí?

-Aquí quien viene tiene su casa. Pero puede que ella no regrese hasta el anochecer.

"¡Chin!, pensó la Muerte, "se me irá el tren de las cinco. No, mejor voy a buscarla". Y levantando su voz, dijo la Muerte:

-¿Dónde, de fijo, pudiera encontrarla ahora?

-De madrugada salió a ordeñar.
Seguramente estará en el maíz, sembrando.

-¿Y dónde está el maizal? -preguntó la Muerte.

-Siga la cerca y luego verá el campo arado detrás.

-Gracias -dijo secamente la Muerte y echó a andar de nuevo.

Pero miró todo el extenso campo arado y no había un alma en él. Sólo garzas. Soltóse la trenza la Muerte y rabió: "¡Vieja andariega, dónde te habrás metido!" Escupió y continuó se sendero sin tino.

Una hora después de tener la trenza ardida bajo el sombrero y la nariz repugnada de tanto olor a hierba nueva, la Muerte se topó con un caminante:

-Señor, ¿pudiera usted decirme dónde está Francisca por estos caminos?

-Tiene serte -dijo el caminante-, media hora lleva en casa de los Noriegas. Está el niño enfermo y ella fue a sobarle el vientre.

-Gracias -dijo la Muerte como un disparo, y apretó el paso.

Duro y fatigoso era el camino. Además ahora tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo sentar el pie sobre el suelo irregular y tan esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del esfuerzo. Así por tanto llegó la Muerte hecha una lástima a casa de los Noriegas.

-Con Francisca, a ver si me hace el favor.

-Ya se marchó.

-¡Pero, cómo! ¿Así, tan de pronto?

¿Por qué tan de pronto?-respondieron-. Sólo vino a ayudarnos con el niño y ya lo hizo. ¿De qué extrañarse? -Bueno... verá -dijo la Muerte turbada-, es que siempre una hace sobremesa en todo, digo yo.

-Entonces usted no conoce a Francisca.

-Tengo sus señas -dijo burocrática la impía.

- A ver, dígalas - esperó la madre-. Y la Muerte dijo:

-Pues... con arrugas; desde luego ya son sesenta años.

-¿Y qué más?

-Verá... el pelo blanco... casi ningún diente propio... nariz, digamos...

-¿Digamos qué?

-Filosa.

¿Es todo?

-Bueno... además de nombre y dos apellidos.

-Pero usted no ha hablado de sus ojos.

-Bien, nublados... sí, nublados han de ser.... ahumados por los años.

-No, no la conoce -dijo la mujer-. Todo lo dicho está bien, pero no los ojos. Tiene menos tiempo en la mirada. Ésa a quien usted busca, no es Francisca.

Y salió la Muerte otra vez la camino. Iba ahora indignada sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio se le asomaba bajo el ala del sombrero.

Anduvo y anduvo. En casa de los González le dijeron que estaba Francisca a un tiro de ojo de allí, cortando pasto para la vaca de los nietos.

Mas sólo vio la Muerte la pastura recién cortada y nada de Francisca, ni siquiera huella menuda de su paso.

Entonces la Muerte, quien ya tenía los pies hinchados dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más que sudada, sacó su reloj y consultó la hora: "¡Dios! ¡Las cuatro y media! ¡Imposible! ¡Se me va el tren! " Y echó la Muerte de regreso, maldiciendo. Mientras, a dos kilómetros de allí, Francisca escardaba de malas hierbas el jardincito de la escuela. Un viejo conocido pasó a caballo y, sonriéndole, le echó a su manera el saludo cariñoso:

-Francisca, ¿cuándo te vas a morir?

Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las rosas y le devolvió el saludo alegre: -Nunca -dijo-, siempre hay algo que hacer.


INTERPRETACIONES DEL TEXTO

Después de leer el texto, respondan entre todos las siguientes preguntas. Apoyen sus opiniones leyendo algunos fragmentos del cuento.

    ¿Por qué la Muerte buscaba a Francisca?
    ¿Cómo se sentía la Muerte en ese lugar?
    ¿Cómo pensaba la Muerte que era Francisca?
    ¿En qué tuvo razón la Muerte y en qué aspecto se equivocaba?
    ¿Qué se puede decir acerca del carácter de Francisca?
    ¿Qué opina Francisca acerca de la muerte?
    ¿Por qué la Muerte no pudo llevársela? ¿Será solamente porque la Muerte tenía alguna otra razón?
    ¿Creen que algún día la Muerte dará con ella? ¿Por qué?


LAS PALABRAS Y SU SIGNIFICADO

  • Con tus compañeros, identifica en la lectura anterior las palabras que están en negritas y búsquenlas en el "Glosario".Lean lo que significan y después vuelven a leer las partes donde aparecen.

  • Si hay otras palabras en el texto que no entiendas, escríbanlas en el pizarrón. Relean los fragmentos donde se encuentran y entre todos traten de explicar su significado.

  • Busquen en el diccionario aquellas palabras que nadie conozca.

  • Trabajen con las siguientes expresiones:

  • Todos conocen el verbo batir, por ejemplo: Rosa bate el chocolate. ¿Qué significa "...por los matorrales que bate el viento"?

  • ¿Qué significan las palabras "humo" y "ahumar"? Expliquen por qué la Muerte dice que Francisca tiene los ojos "ahumados".

  • LAS PARTES DEL CUENTO

    Estas son algunas actividades para que conozcas la estructura de los cuentos.

      En los cuentos, los personajes se relacionan entre sí; además se dice el lugar y el tiempo en que ocurren los hechos. Lee el cuento poco a poco. En tu cuaderno escribe los nombres de los personajes que vayan mencionándose; a un lado anota el momento y el lugar en que aparecen, si es que se mencionan. Fíjate en el ejemplo:

      Personajes

      momentos

      lugares

      la Muerte y un hombre

      en la mañana

      en una puerta

      Las narraciones tienen un principio, una parte central y un final. A estas partes se les llama planteamiento, nudo y desenlace.

    • El planteamiento es la parte donde se introduce la situación del cuento, ya sea indicando cuándo ocurren los hechos (por ejemplo: "Hace muchos años, en el pueblo de mi papá..."), presentando a algún personaje ("Galo era un niño que..."), o entrando directamente en la acción ("Después del recreo, Jorge descubrió una..."). Esta parte siempre es breve.

    • El nudo es la parte más importante del relato; en ella se presentan las aventuras o problemas a los que se enfrentan los personajes.

    • El desenlace es el final o el cierre del cuento: en esta parte se resuelven las aventuras de los personajes presentadas en el nudo de la historia.
    • Lee el primer párrafo de "Francisca y la Muerte" y copia en tu cuaderno las expresiones que indiquen de qué trata esa parte.

      • Se dice cuándo y dónde empieza el cuento.

      • Se habla de un personaje.

      • Se indica lo que está ocurriendo.

    • En tu cuaderno escribe brevemente de qué trata el nudo del cuento y cuál es el desenlace.

    • Busca en el índice de tu libro de Lecturas el cuento "El leve Pedro". Lee el texto atentamente y discute con tus compañeros los siguiente:

      ¿Cuáles son los personajes del cuento?
      ¿Cuáles son los momentos y lugares en que se desarrolla?
      ¿De qué trata el planteamiento?
      ¿De qué trata el nudo del cuento?
      ¿Cuál es el desenlance de la historia?


    ORTOGRAFÍA

    En los relatos, el narrador va contando la historia, presenta a los personajes, describe los lugares. Otras veces los personajes hablan en los diálogos. Por ejemplo:

    (Narrador) Así pues, echo y echo a andar la Muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca.

    (Diálogo) -Por favor, con Panchita.

  • Para indicar cuándo comienza un diálogo, se usa el guión largo. Cuando el narrador interviene para dar alguna explicación dentro del diálogo se introduce otro guión largo. Marca en la línea este segundo guión en el siguiente diálogo:

    __ Por favor, con Panchita __ dijo adulona la Muerte.

  • Si en un diálogo el narrador interviene y después sigue hablando el personaje, se usa un guión más para indicar que el narrador terminó. Localízalo en el siguiente diálogo:

    -Tiene suerte -dijo el caminante - media hora lleva en casa de los Noriegas.

  • En equipos cuenten algunos chistes. Escojan aquéllos que tengan diálogos y escríbanlos utilizando guiones largos.

  • Las comillas tienen varios usos, uno de ellos es cuando un personaje piensa algo y no lo dice. Identífica dos ejemplos en el texto "Francisca y la Muerte" y escríbelos aquí:


    LOS DETALLES DE LAS NARRACIONES

    Al contar una historia, el narrador va agregando detalles sobre cómo ocurren los hechos, cómo son los personajes, los lugares y los objetos que van apareciendo. Así, las narraciones parecen más reales y bonitas.

    • Lee los siguientes fragmentos y escribe sólo los detalles que se piden. Observa el ejemplo:

      ¿Cómo es el personaje, qué características tiene?

      -Abuela salió temprano -contestó una nieta de oro, un poco temerosa...

      ¿Cómo es la mañana?

      ...echó a andar por el camino aquella mañana en que, precisamente, había pocas nubes en el cielo y todo el azul resplandecía de luz.

      ¿Cómo habla la Muerte?

      -Gracias -dijo la Muerte como un disparo, y apretó el paso...

      ¿Cómo es el camino?

      ...siguió su paso, metiéndose ahora por el camino apretando de romerillo y rocío.

    • Lee los fragmentos sin los detalles que escribiste. ¿Cómo sería la historia sin ellos?

    • Aquí hay una serie de hechos y personajes que juntos podrían ser el inicio de un cuento.

      1. Un niño entra a una tienda

      2. Está obscuro y se tropieza con un hombre

      3. El hombre sale corriendo.

      4. Falta algo en el estante.

      5. El dueño de la tienda entra de repente.

      6. Los dos se miran sorprendidos.

    • En tu cuaderno escribe y completa el cuento, agregando detalles que enriquezcan cada parte. Puedes plantearte algunas preguntas que te ayuden a imaginar la situación, por ejemplo:

      Un niño entra a una tienda. ¿Es de noche o de día? ¿Por qué entró en la tienda? ¿Cómo es la tienda? ¿Conoce al dueño?

      Cosas maravillosas, terribles y extraordinarias

      Graciela Montes (adaptación)

      Muchas veces, en los once años que tengo, me dije que lo que más quería yo en el mundo era que me pasaran cosas maravillosas, terribles y extraordinarias.

      Pero a una chica de once, más bien chaparrita, más bien flaquita y un poco dientuda, casi nunca le pasan cosas maravillosas, terribles y extraordinarias.

      Esta historia empezó un lunes. A mí los lunes no me gustan y, además, ese lunes me fui para la escuela con un poco más de bronca porque mi mamá quiso, a fuerza, que me pusiera el suéter amarillo, y las cosas que a mí menos me gustan son los lunes y el amarillo.

      Ese día en el recreo le había contado a Paula que Martín, el niño nuevo, me parecía muy agradable. Y ella me preguntó si me gustaba. Yo no supe qué decirle porque nunca he entendido qué quiere decir que a uno le guste alguien. Yo lo que sé es que si Martín se me acerca de sopetón, se me caen las cosas y se me mezclan las palabras.

      Bueno, esto venía a cuento porque el día del suéter amarillo yo me dije: "Lo único que me falta es que se me aparezcan la sangrona de Verónica y Martín, los dos juntos". Y ahí fue cuando empecé a pensar que ése era un día especialmente espantoso, porque fue mucha casualidad: mi amiga Paula y yo estábamos subiendo el escalón de la puerta de entrada cuando casi nos tropezamos con Verónica y Martín. Cuando los vi "se me vino el alma al suelo" y sentí como un frío en la garganta. "Ya está, ya se pescó también a Martín", pensé,

      En la tercera hora tuvimos Historia, y ahí sí que estalló todo. Hacía como una semana que veníamos organizando el acto del 15 de mayo. Entre Federico y yo inventamos una obrita de teatro que por suerte no nos salió demasiado tonta; yo estaba contenta porque iba a hacer de Gerónima, una mujer que no le tenía miedo a nadie.
      En ésas estábamos cuando oí la voz chillona de Verónica que le decía a la maestra que, en una de ésas, era mejor que ella, y no Inés (que soy yo, por si no se han dado cuenta), hiciera de Gerónima, porque había conseguido un traje verdadero para disfrazarse. La maestra dijo que era una idea sen-sacio-nal. Yo no dije nada. Últimamente los grandes me están fallando. No se dan cuenta. Mi alma rodaba por entre las patas de los bancos. Ahí fue donde metí las manos en las bolsas del delantal y sentí algo peludo, tibio y que además, mordía...


      INTERCAMBIO DE IDEAS

    • Forma un equipo y comenta con tus compañeros:

        ¿Cómo se llama la niña de la historia? ¿Qué problemas tiene?

        ¿Qué piensa de los adultos? ¿Quiénes son sus amigos?

    • ¿Cómo creen que continuaría la historia? Imaginen qué tenía Inés en la bolsa del delantal. Piensen si es posible que a una niña como ella le pasen cosas maravillosas, terribles y extraordinarias, y si resuelve sus problemas con los demás. Imaginen un desenlace y escríbanlo.

    • El fragmento que leyeron forma parte de la novela Tengo un monstruo en el bolsillo. Si quieren leerla completa, búsquenla en los Libros del Rincón.

      Las novelas son narraciones extensas en las que se cuenta una serie de hechos que se van enlazando y complicando. Además, en las novelas, los personajes se presentan detalladamente, de manera que parezcan reales.

      En la biblioteca hay cuentos y novelas que les van a gustar mucho. En este libro les daremos algunas sugerencias, pero seguramente hay más libros en su escuela que los que podamos mencionar. ¿Qué esperan? Este es el momento de ir corriendo a la biblioteca. tomar un libro que les guste y llevárselo a la casa, ¡Alto! Una cosa más: no se preocupen si los libros son extensos, los pueden leer poco a poco; con el tiempo y la práctica, su lectura será cada vez más rápida.


      EL NARRADOR:
      ¿TESTIGO O
      PROTAGONISTA?

    • En el texto "Francisca y la Muerte", el narrador es testigo de la historia. Como si estuviera viendo una película, él observa y describe lo que hace cada uno de los personajes. Localiza en la última página del cuento el párrafo donde dice: "Y salió la Muerte otra vez al camino". Imagina que la Muerte es quien cuenta la historia. Escribe en tu cuaderno el párrafo. Comenzaría así: "Y salí otra vez al camino".

    • En el texto "Cosas maravillosas, terribles y extraordinarias", la narradora es protagonista de la historia, es como si a ella misma le ocurriera. Cambia el tercer párrafo del texto, de manera que la narradora esté fuera del relato. El párrafo comenzaría así: "esta historia empezó un lunes. A ella los lunes no le gustan...".

    • Observa el dibujo. ¿Quiénes son los personajes? ¿Qué hacen?

      Escribe dos cuentos de la misma historia. En el primero, la agente de tránsito observa y narra los hechos. En el segundo tú serás el conductor y contarás lo que te ocurrió.


      ESCRIBE UN CUENTO

      Con lo que has aprendido en esta lección ya puedes escribir un cuento. ¿Te animas? Para hacerlo, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

      • Decide qué tipo de historia quieres contar. Puede ser, por ejemplo, de policías y ladrones, de misterio o de amor.

      • Escoge los personajes y piensa cuáles serán sus características físicas y su comportamiento.

      • Antes de que comiences a escribir debes tener una idea cuál va a ser el planteamiento, el nudo y el desenlace de historia.

      • Decide los lugares y momentos en que se desarrolla.

      • Cuando tengas el cuento escrito, agrega detalles para que narración sea más bonita. Después corrígelo con ayuda del anexo "Más ideas para revisar tus escritos".


      ACERCA DE LA LENGUA

    • Lee las siguientes oraciones y escribe en las líneas los verbos que están conjugados.

      Inés dice que buscará al monstruo que la mordió.

      Algo mordía el dedo de la niña.

      Los niños piensan que tendrá éxito la obra que prepararon.

      Ellos mismo preparaban los disfraces.

      Ese día sentí una gran tristeza.

      Creo que no olvidaré lo que sentía.

    • Recuerda que los verbos conjugados expresan acciones que ocurren en el pasado, el presente o el futuro. Copia el siguiente esquema en tu cuaderno, y complétalo utilizando los verbos que localizaste en las oraciones anteriores. Fíjate en el ejemplo:

      PASADO

      PRESENTE

      FUTURO



      mordió-mordía



             dice



      buscará

      Observa que en el esquema que hiciste hay dos maneras de expresar el pasado: en pretérito, que indica acciones terminadas, por ejemplo, "mordió"; y en copretérito, que indica acciones no terminadas, o que ocurrían en el pasado, por ejemplo, "mordía" y "paseaba".

    • Con los verbos de las primeras oraciones haz dos listas en tu cuaderno: en una escribe los verbos que están en pretérito y en la otra que están en copretérito. Haz lo mismo con los siguientes verbos:

      brinqué
      comías
      bibieron

      mirábamos
      bebían
      abrían

      brincaba
      comiste
      salía

      miramos
      salió
      abrieron

    • Conjuga los verbos: comprar, correr medir en copretérito, y fíjate cómo terminan, por ejemplo: yo compraba, tú comprabas.

    • Escribe un texto donde narres lo que hacías cuando estabas más chico y subraya los verbos que estén en copretérito.
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