ANTONIO D. LUSSICH
LOS TRES GAUCHOS ORIENTALES
COLOQUIO ENTRE LOS PAISANOS JULIÁN
GIMÉNEZ, MAURICIO BALIENTE Y JOSÉ CENTURIÓN SOBRE LA REVOLUCIÓN ORIENTAL EN
CIRCUNSTANCIAS DEL DESARME Y PAGO DEL EJÉRCITO
ÍNDICE
PERSONAJES
JULIÁN
GIMÉNEZ.
MAURICIO
BALIENTE.
JOSÉ
CENTURIÓN.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Dios lo guarde! Ha madrugao
esta mañana
aparcero,
ya tiene al
juego un puchero
¡y un
churrasquito ensartao!
MAURICIO
BALIENTE
Don Julián, ¿cómo le va,
5
de su cuerpo
contra el suelo,
agarró el
pájaro al vuelo
¿qué anda
haciendo por acá?
JULIÁN
GIMÉNEZ
A visitarlo venía
pues nos van
a licenciar,
10
y no me
quiero marchar
sin que
hablemos este día.
¿Y usté cordial no Baliente,
pero siempre
muy prolijo,
¿a que tiene
ya de fijo
15
también el
agua caliente?
MAURICIO
BALIENTE
¡Cuando nada me ha faltao,
soy gaucho
muy albertido,
y como
hombre prevenido
siempre
estoy bien empilchao!
20
Arrime aquella carona
amigaso y
siéntese,
si algo
sabe, cuénteme
de esta paz
tan comadrona.
JULIÁN GIMÉNEZ
¡Como no, cuñao Baliente,
25
vaya usté
ensillando el mate,
para que
ansí mi gasnate
pueda correr
delijente!
MAURICIO
BALIENTE
Tratemos pues de matiar
¿quiere
dulce o cimarrón?
30
De los dos
tengo ración
como poderlo
agradar.
JULIÁN
GIMÉNEZ
No soy gaucho resongón
como usté
guste aparcero,
pero pa
elejir prefiero,
35
al amargo,
el con terrón.
MAURICIO
BALIENTE
La helada ha sido muy juerte
de campo no
mudaremos,
ansí es
mejor que prosiemos
de nuestra
tan triste suerte.
40
JULIÁN
GIMÉNEZ
Algo serio le he de hablar,
ponga el
oído compañero,
que es
bastante lastimero
lo que le
quiero contar.
MAURICIO
BALIENTE
A su mancho aquí estoy
45
tiene pronta
mi atención,
córrase más
al fogón
porque a
echarle leña voy.
JULIÁN
GIMÉNEZ
El guacho voy a largar
y oigame
amigo Mauricio,
50
que es de
este horrible desquicio
lo que usté
me va a escuchar.
Hoy de nuevo la Nación
vuelve a
cerrarnos la puerta,
que sólo se
encontró abierta
55
por nuestra
revolución;
otra vez es
la ocasión
de emigrar
al extranjero,
esto por acá
está fiero
pa el blanco
puro y lial,
60
y como güen
nacional
a otra
tierra dirme quiero.
¿Qué les importa a esa gente
nuestros
grandes sacrificios,
o si hemos
prestao servicios
65
a nuestra
causa, fielmente?;
usté ha de
estar bien corriente
con quien
vamos a tratar,
y yo, como
he de olvidar
a los que
han muerto a mi hermano;
70
y antes de
darles la mano
mejor me
mando mudar.
Si amigaso don Mauricio
nos han
engüelto y boliao,
lindaso nos
ha pialao
75
el General
Aparicio;
ya se acabó
el sacrificio
y el desarme
va a venir,
yo de acá
quiero salir
de este
enrriedo o barajusta,
80
y usté
aparcero, si gusta
me puede
tamién seguir.
Seis años de emigración
en suelo
extraño tuvimos,
penurias,
males, sufrimos
85
con grande
risinación;
cuando vino
la invasión
nos encontró
decididos
y hoy
desgraciaos y vendidos
cono
hacienda por dinero,
90
volvemos al
extranjero
dejando
bienes queridos.
MAURICIO
BALIENTE
Don Julián, ansí es la suerte
fortuna o
albercidá,
¡unas veces
gloria da
95
y otras
veces da la muerte!
Yo una haciendita tenía
y un rancho
de material;
la suerte de
en par en par
tuitas seis
huertas me abría.
100
Y sin mermar trabajaba,
pasando
alegres los días,
¡cuando yo
me pensaría
que ansí mi
suerte acababa!
Tuito, tuito se perdió
105
lo tuve que
abandonar,
saqué lo que
pude alzar
y a lo
demás, dije adiós!
¡La guerra se lo comió
y el rastro
de lo que jue,
110
será lo que
encontraré
cuando al
pago caiga yo!
Y una prenda yo tenía,
su ricuerdo
me entristece,
la vista se
me humedece
115
al acordarme
tuabía,
triste para
mi jue el día
que tuve que
separarme,
para dir a
presientarme
a mi causa
voluntario:
120
¡siempre
traigo el relicario
que ella
medió al ausentarme!
La guerra cuñao siguió
y la que
ansí me quería,
vivir sin mi
no podía
125
y la pobre
se murió;
dende
entonces ando yo
echando al
aire lamentos,
que son
quejosos acentos
de un alma
de amor partida;
130
que en esta
tan triste vida
sólo
encontró sufrimientos.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Ha sentido usté esa muerte!
El ricuerdo
lo ha abatido,
está
tristaso, aflijido
135
¡que quiere
cuñao! ¡la suerte!
MAURICIO
BALIENTE
Don Julián, si usté sabiera
Lo que se
sufre en amando,
¡uno vive
suspirando
aunque
suspirar no quiera!
140
Ella es su prenda querida
ella es su
sueño durmiendo,
sin ella
vive sufriendo
sin ella ¡pa
que es la vida!
Pero vamos a dejar
145
eso amigo,
en la ocasión
yo no
encuentro una razón
en lo que
acaba de hablar,
lo he
sentido a usté culpar
al General
Aparicio,
150
el que tanto
sacrificio
ha hecho
dende la invasión;
voy a darle
mi openión
y causa de
este desquicio!
¡Usté se acuerda, cuñao!
155
el suelo
patrio pisamos,
y a poco
andar lo golpiamos
a Frenedoso
el mentao;
de allí
juimos a otro lao
tierra
adentro cabriolando,
160
de vez en
cuando sentando
lindo la
gama, aparcero;
es decir a
lo certero
porque
díbamos triunfando.
Y el que no aflojaba a uaides
165
en crudaso y
terutero,
jue a
golpiarse con su apero
hasta la
gran Güenos Aires;
diciendo que
por desaires
de su pago
se había alsao;
170
mienta
criollaso a otro lao,
cuente lo
que ha sucedido,
que en el
Rincón jue vencido
don Másimo y
redotao.
Tamién con Carabajal
175
lindamente
nos topamos,
¡pucha digo!
si lo arriamos
como yeguas
a un corral;
y don Castro
el General
nunca
olvidará a Espuelitas,
180
pues le
dimos tortas fritas
hasta que
quedó atorao;
¡ese día si
he carchao
prendas de
plata nuevitas!
Dispués vino Ceverino
185
allí rayamos
los pingos;
que día de
matar gringos
si era
lansiar a lo fino:
ricuerda
cuando se vino
aquel
batallon a un flanco
190
que cargaba
quepi blanco,
ahí si jue
berenjenal
y vieron que
el nacional
no había
sido ni era manco.
En Mercedes, Corralito,
195
en Soriano,
y en la Unión,
siempre y en
tuita ocasión
sabimos
pegarle al frito;
pero por
Cristo bendito
se vino el
dotorerio,
200
de bombilla
y tinterio,
y ya empezó
el barajuste,
sin que
habiese más ajuste
peliaban po
el poderío.
Andaban como manada
205
los ases en
esa Unión,
haciendo la
división
y basa con
la gauchada;
hasta con la
muchachada
pueblera que
había venido,
210
les hablaban
de un bandido
tal o cual
pa su interés;
ansí que
dende esa vez
jue
cayéndose el partido.
De allí templamos cuñao
215
pa con
Suárez retozar,
cuando
juimos a acordar
el pájaro
había volao;
Se nos había
eclisao
de la Sierra
ese gilguero,
220
y hasta el
Sauce compañero
no se nos
quiso sentar:
¡más vale no
ricordar
lo que pasó
allí aparcero!
Que retirarnos tuvimos
225
dispués de
esa grande aición,
ese día la
opinión
por casi,
casi perdimos,
pero pronto
nos golvimos
otra vez al
gran montón,
230
y vivando a
la Nación
estubimos
disponidos,
pa peliar a
los bandidos
con valor y
decisión.
Ya se estaban desgranando
235
tinterillos
delicaos,
y los de en
silla, montaos
tamién se
estaban sentando;
sólo nos
juimos quedando
los güenos y
parejitos,
240
lanciadores
probaditos
y nada de
entreveraos,
otra bez
ansí cuñaos
nos juntamos
los puritos.
Pero pa más estrupicio
245
los letraos
se nos golvieron,
y ya tamién
disunieron
a Munis con
Aparicio;
ay empesaron
su oficio
de entregas
y plumería,
250
ansí que de
día en día
la cosa se
jue mermando,
y el
patriotismo acabando
con esa
ambición que había.
¡Don Julián! sólo un dotor
255
salió güeno
y guapetón,
ese no
afloja al botón
es letrao y
escrebidor;
güen gaucho
como el mejor
pa
entreverarse en pelea,
260
su lansa
remolinea
como culebra
enojada;
siempre sale
ensangrentada
¡jue pucha!
que colorea.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Que me bá a decir Baliente!
265
lo conosco
de piapa;
MAURICIO
BALIENTE
¡Pucha! nada se le escapa
conoce a
tuita la gente.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Cómo no conocer yo
al Coronel
más mentao,
270
que ande
quiera que ha peliao
de siguro
que triunfó!
Dolores,
Tacuarembó,
Cuñapirú y
los Queguays,
y en tuitas
partes del país
275
Salvaña, es
tan conocido,
como ese
pasto estendido
que en tuita
tierra echa rais.
¡Y qué mozo! da calor
verlo montao
en su flete,
280
bien aperao
y paquete
y peine para
el amor;
tenía un
bayo rayador
como benao
de lijero,
siempre con
él el primero
285
dentraba con
bisarría,
¡ay juna!
daba alegría
el ver a ese
compañero.
MAURICIO
BALIENTE
Aura si que me ha tirao
dos cuerpos
en la carrera,
290
será por la
vez primera
que otro me
haiga aventajao.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Quien me ha ganao a prosiar
a bailarín
ni a cantor,
ni a manates
de mi flor
295
le he sabido
recular.
MAURICIO
BALIENTE
Ansina yo me he esplicao
por la queja
que usté dio,
no es el
general, crealo
quien nos
deja tan tiraos;
300
son unos
cuantos letraos
mala plaga
de este país,
que el
diablo les diera mais
en vez de
pluma y tintero;
o alfalfa de
algún potrero
305
y otras
yerbas, ¡e ainda mais!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Tamién medio portuguez
amigaso es
por lo visto;
¡no tiene
nada de cristo
cuando canta
alguna vez!
310
MAURICIO
BALIENTE
Ansí soy yo, dibertido,
pero cuando
el lomo hincho,
¡sambullo
como el capucho
que de cerca
es persiguido!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Tiene razón y no miente,
315
mejor
habiéramos ido,
si nunca
habiese venido
a
enviedarnos esa gente;
que se llama
inteligente
y nos quiere
enbozalar,
320
para
hacernos cabristiar
y servirles
de estrumentos,
por que
tienen el talento
de las
lauchas pa uñatiar.
A la raya acérquese,
325
¿que le gusta,
paz o guerra,
o emigrar
para otra tierra?
sin tapujo
esplíquese;
bien se
sabe, ya se ve,
la patria es
mejor dejuro,
330
pero tamién
le asiguro
que
tranquilo no va a estar,
pues se lo
van a limpiar
y yo, por
eso me apuro.
Como quedar no va a haber
335
van a
enlasarnos mansitos
y como a los
corderitos
pialar nos
han de querer;
conmigo no
han de poder,
soy arisco
pa promesas,
340
¡que no me
vengan con esas!
¡Es falso
ese oro aparcero!
¡Enjaulen a
otro jilguero,
no son para
mí esas presas!
MAURICIO
BALIENTE
Yo no sé que retrucar
345
estoy como
un ay de mí,
es tanto lo
que sufrí
que no sé ni
ande dentrar:
¡dese
güelta! va a llegar
nuestro
amigo Centurión,
350
de juro en
esta ocasión
su parecer
nos va a dar;
¡llámelo!
¡se va a acercar
y paremos la
atención!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Qué es eso Don Centurión?
355
de largo
pasa este día,
está la
mañana fría
¡alléguese a
este fogón!
¡Aprosímese a está yunta!
¿Y como va
ese valor?
360
véngase al
calentador
y chupará
por la punta.
JOSÉ
CENTURIÓN
Aunque voy medio apurao
quiero
acetarle el enbite,
pues ya he
tomao el desquite
365
en lo mucho
que he trotiao.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Está gordaso su flete!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Como no, le doy gramilla,
pa que no
afloje en la orquilla
si lo monta
algún paquete!
370
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Qué quiere decir usté?
¡Ya lo
piensa regalar!
JOSÉ CENTURIÓN
Me lo acaba de comprar
Pelais el de
San José.
Como es
gaucho paquetaso
375
le gusta
ensillar güen pingo;
¡pa montar
ni es medio gringo
sino paisano
amachaso!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Qué se dice por su cancha
qué tal está
con la paz,
380
yo creo que
es nada más
pa nuestra
causa otra mancha?
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Déjemne, ya prosiaré
dispués de
desenfrenar;
le voy la
sincha a aflojar
385
que el
pellisque, y yo hablaré!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Tiene estaca?
JOSÉ
CENTURIÓN
Y de mi flor,
¡cuando yo
ando desprovisto,
siempre
tengo tuito listo
390
de la jerga
al maniador!
Soy gaucho lindo y parejo
de bosal,
laso y coyunda,
poco me
enrriedo en la junda
de mi
reborber ¡canejo!
395
JULIÁN
GIMÉNEZ
Dejémonos de parola,
vamos al
frito, que ya
estamos con
ansiedá
pa que nos
largue la bola.
JOSÉ
CENTURIÓN
Que tienen para empinar
400
que el
garguero está en ayuna,
dende que
salió la luna
que no sé lo
que es chupar;
mas hoy nos
van a pagar
y las botas
nos pondremos,
405
pucha ¡que
le pegaremos
al trago
fiero! ¡cuñaos!
Vamos a
quedar mamaos,
porque ya la
paz tendremos.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Sabe que es usté ladino,
410
no se cansa
ni un momento;
¡su lengua
es el movimiento
de la rueda
de un molino!
Si me hace acordar a un pion
estrangis
que yo tenía,
415
era labia
tuito el día
en su idomia
aquel nación.
Y pa mi era una ceguera
sin poderlo remediar,
tuito se
golvía hablar
420
que en su
tierra rico era.
Que tenía
allí que tanto
¡trigo,
mais, verdulería;
y pienso que
si tenía
sería en el
camposanto!
425
JOSÉ
CENTURIÓN
Y sabe que uste no mengua
ya andamos
medios parejos,
nunca le
faltan consejos
y sin pelos
en la lengua.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Ya me tiró en la parada!
430
Pero
lárguese por fin,
¡No está
oyendo este el clarín
que está
tocando carniada!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Tráiganse pues el porrón
que a flus
no quiero quedar,
435
por la
prenda he de empinar
que me roba
el corazón!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Quién es la favorecida?
JOSÉ
CENTURIÓN
Eso sí quiero contar;
¡me gusta
desembuchar
440
y hablarles
de mi alma y vida!
Cuando juimos a la Unión
a sitiar
Montebideo,
¿recuerdan
ustedes creo
que mandaba
medio tristón?
445
Como no, mi
corazón
del cuerpo
se me saltó,
y tan juerte
relinchó
como bagual
sin bastera,
pialao por
la vez primera
450
que un
domador ensilló.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Pero por qué corcobiaba
tan juerte
don Centurión,
desembuche
la razón
de lo que
ansí lo atristaba.
455
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Saben que cuando un puñal
dentra con
juerza en el pecho,
caí al suelo
uno derecho
sintiendo un
agudo mal!
El amor es como un tajo
460
que a fondo
va al corazón,
si antes con
prebisión
no le dice
¡aquí te atajo!
¡Y como podrá pararse
el tajo para
librarlo,
465
si no se
siente clavarlo
tampoco
podrá quitarse!
¡Pero cuando ve que aprieta,
usté se
larga sin más;
ni vuelve la
cara atrás
470
dejándolo al
muy sotreta.
Pero siguiendo mi cuento
empriéstenme
su atención,
sino esta
linda ocasión
se la va a
llevar el viento.
475
Cerca del Paso Durana
una manguera
se hallaba,
y una
quinta, donde estaba
la que ha
sido mi tirana;
jui por allí
un mañana
480
y oí un
canto, ¡que si viera,
del Cielo
creí que saliera
y haí no más
paré la oreja
haciéndome
comadreja,
me quedé
oyendo de ajuera!
485
¡Pero que tiernos lamentos!
¡Qué
tristesa! ¡qué aflición!
Si el más
duro corazón
debiera
sentir tormentos,
al escuchar
los acentos
490
de aquella
voz lastimera,
si alzar el
vuelo pudiera
me le había
emparejao,
y algo le
habiese cantao
a esa mujer
hechisera.
495
Dispués se salió a la puerta,
entonces más
me almiré;
¡le asiguro
que quedé
con tamaña
boca abierta!
¡Qué brillantes rilumbrosos!
500
¡Ni en el
cielo las estrellas
alumbran
nunca tan bellas
como la luz
de sus ojos!
¡Qué cutis! Dios nos dejara
como
escarcha blanco era,
505
si hacerme
pulga pudiera
lo sangre yo
le chupara!
Otra también se salió
¡madre mía!
que gran cosa,
linda como
mariposa
510
que en un
rosal se perdió.
A dos más bide benir
de Cristo ya
me pasaba,
¿por qué de
allí no templaba
quedrán
ustedes decir?
515
¡Es que estaba tan pegao
como la
mugre a sus güesos!
¡Como al
tacaño los pesos!
¡Como el
engrudo colao!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Ya se nos volvió a ladiar
520
con su prosa
compañero,
¡sujete más
el garguero
y deje de
retozar!
La mugre aunque cosa fiera
siempre se
puede lavar;
525
¿y usté como
va a sacar
del cuerpo
su madriguera?
JOSÉ
CENTURIÓN
Se equiboca mi criollaso
ni un
tubiano yo ya tengo,
en este
momento vengo
530
de darme un
bailo amachaso.
Siguiendo mi rilasión,
otra salió
¡qué lucero!
más brilloso
y hechicero
que aquel de
la madrugada.
535
Ellas en mí se fijaron
y una a la
otra dijo ansí;
¡Qué andará
haciendo po aquí
este moro, y
me miraron!
¿Cómo lo pasa, señor?
540
No gusta
unté descansar,
puede a la
sala pasar
¿quiere
hacernos tal honor?
Nada me hice del rogar
y el pellón
le refalé
545
a mi flete,
y lo dejé,
sujeto en un
matorral.
Pero sin saber por qué,
ni en lo que
en mí yo sentí,
sé que a las
mosas seguí
550
y fue a la
casa dentré.
Allí tuitas cariñosas
quién era
yo, me dijieron,
y a una
viejita trajieron
aquellas muy
güenas mosas.
555
Sentada estaba y sufría
una grande
enfermedá,
era el
ritrato en verdá
de nuestra
Virgen María.`
La pobre me saludó
560
de güen modo
y cariñosa,
había sido
muy hermosa
en su
mocedá, creo yo.
Muy mucho me agasajaron
y una tocó
un estrumento;
565
¡qué manos!
qué movimiento
del tuito me
intusiasmaron.
¡Qué guitarra! ¡qué acordión!
¡qué flauta!
¡ni qué pandero!
¡Si aquello
diba certero
570
al medio del
corazón!
Otra de ellas me ofertó
colijo jue
la cantora,
¡una debisa
dotora,
que
bordadita me dio!
575
Dende entonces les tomé
pasión
grande y hermanal,
amor puro y
sin igual
que en mi
pecho lo encerré.
No es ese amor quemador
580
como brasa
que está ardiendo,
y tuito va
consumiendo
con su juego
matador.
¡Es el amor que en el alma
suavesito va
creciendo,
585
y nunca
vamos perdiendo
por él, la
paz ni la calma!
¡Es la pasión adorada
que tiene la
flor de rosa,
cuando ve
salir briosa
590
la aurora
tan esperada!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Acabe no Centurión
que esa
yerba ya ha cansao,
en tuabía
usté no ha hablao
de la paz de
esta ocasión!
595
JOSÉ
CENTURIÓN
Tiene razón, pondré fin
al amor,
penas, dolores,
¡dejaremos
esas flores
pa dentrar a
otro jardín!
Aunque el amor y la guerra
600
son casi de
un parecer,
nos hiere el
uno sin ver
nos echa la
otra por tierra.
¡Yo prefiero un entrevero
ande se
pueda chusiar,
605
que con
polleras peliar
para
decirles te quiero!
JULIÁN
GIMÉNEZ
No es cristo don Centurión
¡ah grullo
que ha pelechao,
el amor lo
ha refinao
610
dele pues al
pericón!
Vea si viene el mercachifle
de la caña,
mi aparcero,
que hacer
gárgara yo quiero,
y echar un
poco en el chifle.
615
Yo no entiendo más pasión
ni más
requiebros ni amores,
que respirar
los olores
de jinebra
un güen porrón.
¡Ella pa mí es la razón!
620
¡y el anís
el sentimiento!
¡el licor es
mi lamento!
¡y la caña
el corazón!
JOSÉ
CENTURIÓN
Si el barbijo más aprieta,
don Julián
hoy va a salir,
625
compositor
de a pedir;
e
intelijente pueta.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Ya me quieren engolver
no son
lauchas pal menudo;
nunca naide
pa mí pudo
630
¡cuando el
querer es poder!
JOSÉ
CENTURIÓN
Óiganme, voy a empezar
lo que si ya
les aviso,
que es más
largo que chorizo
lo que
quiero rilatar.
635
En mi puesto me encontraba
con un terne
divertido,
pegándole
decidido
a una jugada
de taba;
cuando
siento se acercaba
640
un soldao de
polecía,
el que a dos
laos se venía,
y hasta el
cerco se allegó
sin tapujos,
y me dio
un papel que
me traía.
645
Lo mandaba el comisario
de nuestro
pago el Minoano,
medio
diablón el paisano
y pa los
blancos corsario.
En el papel me decía,
650
amigo Don
Centurión,
es llegada
la ocasión
de
amostrarse en este día;
Aparicio y
compañía
nos acaban
de invadir,
655
apróntese pa
venir,
limpie su
lansa y el sable,
que mañana
es muy probable
que en su
busca hemos de dir.
Sin querer nada esperar
660
las pilchas
a luz saqué,
el sable y
muarra limpié
y me dispuse
a marchar.
De un facón que tenía allí
y de tacuara
una caña,
665
hice una
lanza tamaña
poniéndole
un tongorí.
Dejé el puesto al capataz
con la
haciendita y el rancho;
y dije, ¡ya
está el carancho
670
que se
vengan los demás!
Me alzé con tuito mi apero,
freno rico y
de coscojas,
riendas
nuevitas en hoja
y trensadas
con esmero;
675
linda carona
de cuero
de vaca muy
bien sobada,
jergas,
bajeras, ni nada
de las
carchas olvidé
hasta mi
chapiao cargué
680
de pura
plata labrada.
Copas, fiador y pretal
estribos y
cabezadas,
con nuestras
armas bordadas
de la gran
Banda Oriental;
685
no he güelto
a ver uno igual
recao tan
lindo y paquete,
¡ay juna!
encima del flete
como un sol
aquello era,
ni
recordarlo quisiera
690
pa que ¡si
es al santo cuete!
¡Qué cojinillo llevaba!
de hilo puro
y tan tupido,
para hacer
un lindo nido
cuando la
gente campaba;
695
y un poncho
que me quedaba
de paño fino
lo alcé,
al fin casi
completó
del tuito mi
pilcherío,
lo que si
del platerío
700
otras cosas
más saqué.
Mis espuelas macumbés,
mi rebenque
con birolas,
rico facón,
güenas bolas,
y linda
manea, llevé;
705
para el tirador
me alcé
diez pesos
en plata blanca
pa llegar a
cualquier banca,
pues soy
medio jugador;
¡no me
arrolla ni el mejor
710
ni tengo la
mano manca!
Monté un saino brasiador
pingo grande
y parejito,
para andar
muy asiadito
y bastante
escarciador,
715
¡su cuerpo
daba calor!
y el herraje
que llevaba
como la luna
brillaba
en noche de
escuridá;
yo con
orgullo en verdá
720
en su lomo
me sentaba.
A los tientos del recao
puse el
poncho y até el laso,
tamién
arreglé de paso
un maniador
muy sobao,
725
con
presillas, bien cortao
estacas, y
una maceta,
tuito sampé
en mi maleta,
y además até
al bozal
una mordaza
oriental
730
bien hechita
y muy paqueta.
JULIÁN GIMÉNEZ
Amigo Don Centurión
¿pa tantas
pilchas colijo,
llevaría
usté de fijo
carguero con
tal montón.
735
JOSÉ
CENTURIÓN
En la vida andar tirando
me ha gustao
un mancarrón;
y menos en
la ocasión
llevar uno
cabristiando.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Vamos dejuro aparcero
740
a tarjarle
el chiripá,
tantas
tarjas tiene ya
que se
parece a un arnero.
No se empaca
pa contar
ni es lerdo
en la rilasión,
745
ya va largo
el pericón
acabe pues
de prosiar.
JOSÉ CENTURIÓN
¡Ya le albertí antes de ahora
que el
petardo era largaso,
como tres
tiros de laso,
750
y una
consulta dotora!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Si siempre tiene salidas
este
fantasma embrujao;
hasta a el
diablo lo hace a un lao
con tan
juertes embestidas.
755
JOSÉ
CENTURIÓN
Ansina soy, y seré
ansina
marcho viviendo,
el mesmo
seguiré siendo
y el mesmito
moriré.
Pero no
corten la hilada
760
de la
historia que seguía,
sino ni
basta este día
pa que se quede
acabada.
Me salí de
aquel tirón
con tantas
prendas de plata,
765
que del
cogote a la pata
era un vivo
rilumbrón.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Usté va a sacar de aquí
más de
veinte rajaduras,
tarjas y
melladuras
770
si sigue
prosiando ansí.
¡Si no
quedará esquilmao
pa mentir
Don Centurión!
¡que labia
al santo botón,
va
pareciendo un letrao!
775
JOSÉ
CENTURIÓN
No soy criollo de esa gente
llamada
letra menuda,
pero usté no
ponga duda
que soy
gaucho entiligente.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Cómo es eso amigo Mauricio?
780
Como su
labia sujeta,
¡haber pues
tamién si aprieta
o habrá ya
dejao el vicio.
MAURICIO
BALIENTE
¡Cuando diantre yo he apretao!
Siempre me
gusta escuchar,
785
y dispués
que oigo prosiar
abro
entonces mi candao.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Con que quedrá ser alcalde
pero su ley
será poca!
MAURICIO
BALIENTE
Me gusta verle la boca
790
cuando
quiere hacer alarde.
Denle duro
al mancarrón
que no afloje
en lo parlero,
en tanto que
yo el puchero
voy a sacar
del fogón.
795
¡pucha! que
esta espumadito,
¡qué
churrasco bien asao,
córranse
para este lao
y corten del
calientito.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Si este Baliente, es matarse!
800
Pa tuito
tiene albertencia,
y una grande
conocencia
pa siempre
desempeñarse.
MAURICIO
BALIENTE
¡Están hablando de hambre
y quieren
que los combiden;
805
de los que
ni dan ni piden
es este rico
matambre.
JOSÉ
CENTURIÓN
Y yo
que no me iba a piar
¡pucha!
sonso habiese sido,
porque me
habiera perdido
810
poder de
arriba embuchar.
MAURICIO
BALIENTE
¡Qué Don José, tan diablón
siempre
tiene dicharachos,
y algunos
dentres amachos
pa chantar
cada ocasión!
815
JULIÁN
GIMÉNEZ
El puchero y el asao
hay de juro
que asentar,
¿quién me
quiere convidar
con un negro
bien armao?
MAURICIO
BALIENTE
Cigarro le voy a dar
820
pero si
quiere ármelo,
porque este
lo arreglo yo
a mi modo de
pitar.
JULIÁN
GIMÉNEZ
En la comida perdimos
nuestra gran
conversación.
825
JOSÉ
CENTURIÓN
Voy a
limpiar mi facón
y ya otra
vez la seguimos.
Siguiendo la
rilasión
salió mi
flete escarsiando,
y yo una
copla cantando
830
de la guerra
al pericón;
la pierna en
esa ocasión
lindamente
me gustaba,
y hasta el
saino relinchaba
de contento,
créamelo;
835
por eso
colijo yo
que el
batuque le agradaba.
Un tiro largo, trotié
pa de paso
visitar,
un viejaso
melitar
840
en la barra
del Cufré;
cuando a la
estancia llegué
con gusto me
recibieron,
y
desencillar me hicieron
pa que mi
flete pastiara;
845
y ya sin
finas que dentrara
entre tuitos
me dijieron.
Pregunté por mi tocayo,
y mi comadre
me dijo,
que había
ensillao de fijo
850
al primer
canto de gallo;
llevando el
mejor caballo
que en su
tropilla tenía,
pa llegar
con sol tuabía
a la
estancia de Carrión,
855
ande había
una riunión
de blancos
para ese día.
Entonces me dio pesar
y quedé
medio tristaso
ella me dijo
de paso
860
lo que yo
voy a contar.
Compadre Don Centurión,
esto en
confianza le digo
yo sé que
usté es nuestro amigo
y no nos
hará traición;
865
a más es de
la opinión
y por eso le
he albertido,
pa que quede
prevenido
que Aparicio
ya invadió,
y mi marido
marchó
870
a riunirse a
su partido.
¡Pobre viejo mi tocayo
siempre
guapo y tan patriota,
no andaba
espiando a la sota
para
ensillar su caballo!
875
JULIÁN
GIMÉNEZ
En los juegos de la tierra
hay que
andar muy delijentes,
no hacen
basa los suplentes
en los
naipes de la guerra.
JOSÉ
CENTURIÓN
Otro paisano llegó
880
con el pingo
muy sudao,
y venía tan
trasijao
que al
llegar se le aplastó;
uno pa mudar
pidió,
se echó al
corral la manada,
885
y a la
primer reboliada
un oberito
enlasó,
ahí mesmito
lo sentó
de una solo
rastrillada.
Forastero
ser debía
890
de un pago
medio lejaso,
pues
preguntó por el paso
que más
cerquita estaría;
diciéndonos
que tenía
de dirse,
gran presición,
895
de baqueano
en la ocasión
me oferté
para endilgarlo,
y en la
picada dejarlo
a seguir su
comisión.
Yo me fijé en el apero,
900
sencillito,
y sin chapiao,
eso sí,
poncho forrao
como para un
aguacero,
un facón muy
terutero
le bide yo
de un gataso,
905
y un
pistolón trabucaso
de su
cintura colgaba;
en guascas
no le faltaba
dende los
tientos al laso.
Mi comadre
lo embitó
910
pa que un
rato descansase,
y un
matesito tomase
que aunque
de priesa acetó.
Comenzamos a
prosiar,
y del paso
le abisé,
915
que estaba muy
bola a pie
y difícil de
pasar;
más que lo
diba a llevar
a una picada
matrera
en donde
pasar pudiera,
920
si él me
quería endilgar
pa que rumbo
iva a tirar
si curiosidá
no era.
Como el apero me vio
el sable,
trabuco y lansa,
925
Colijo, que
gran confiansa
no tuvo, y
me receló;
Ansí lo
malicié yo,
y le dije,
mi aparcero
usté de acá
es forastero
930
pero entre
amigos está,
tal vez no
conocerá
otra cosa
compañero.
De la orilla
del Cufré
a la más
alta cuchilla,
935
naide lo
afrenta ni humilla
a este
gaucho que usté ve;
he sido, y
siempre seré
el taita
entre los de aquí;
pero siempre
fiel le jui
940
al que de
amigo le hablé;
y de hoy
suyo lo seré
¡y esos
cinco deme a mí!
Ande quiera es Centurión
amigo de sus
amigos,
945
terror de
los enemigos
y criollaso
de riunión;
no soy manso
pa el facón
y lo que es
pa barajar,
como pulga
en el picar
950
de listo,
soy rajacuero;
y pa más,
soy el puestero
del
estrangis más bosal.
Don Fruto me retrucó
con voz
rellena y muy juerte,
955
¡alabo mucho
su suerte
y sépase
quién soy yo!
Me llamo Fruto de nombre
y Costa de
apelativo,
de gaucho
guapo y altivo
960
tengo en mi
pago renombre,
le asiguro
que no hay hombre
más mentao
en el Chaná,
ni la mesma
autoridá,
me lleva con
el encuentro,
965
ellos saben
que ande dentro
respetao
tuito será.
Aunque me ve medio viejo
tamién me
gusta el amor,
y soy pa
compositor
970
peine que ni liendres dejo;
en tuito yo
soy parejo
soy gauchaso
y soy dotor,
pa bailar
soy volador
y en el eje
soy lijero,
975
¡es al fin
un terutero,
Don Costa,
su servidor!
Y ya que nos
relinchamos
¿vamos a
desembuchar?
Si se quiere
emparejar
980
de esta
cancha nos ladiamos.
Con tapujos
jamás ando
y ande
quiera decensillo;
¡ni me
engüelbo en el obillo
y tuito a
guardar lo mando!
985
¡Con qué Don Fruto sea franco
ahí mesmo le
pregunté;
¿De que
opinión es usté,
será colorao
o blanco?
Aunque el viejo era matrero,
990
me dijo, le
tengo fe,
y ahora
mesmo empesaré
¡y ansí se
vino al pandero!
Usté me parece lial
amigo Don
Centurión,
995
¡voy a
abrirle el corazón
como lo hace
el Oriental!
Paisano soy y he de ser,
y de la
blanca debisa,
no es
bordada, sino lisa
1000
pero la sé
defender;
ande quiera
lo hago ver,
y ahora voy
a la riunión
a ofertar a
mi opinión
este brazo
en su servicio,
1005
para ayudar
a Aparicio,
en su gran
rebolución.
¡De este compinche la mano
que la
apriete usté yo quiero,
de hoy más
tiene un compañero
1010
para peliar
al tirano!
Nunca José
Centurión
pelió contra
su partido,
jue siempre
muy decidido
pa ayudar a
su opinión;
1015
ya que
empieza el pericón
para el
frito nos iremos,
y allí
juntos bailaremos,
vamos pues a
presientarnos,
y ante
Aparicio mostrarnos
1020
que
recibidos seremos.
¡Y eché al diablo al comisario
que la carta
me escribió,
pa mi causa
me iva yo
como blanco
partidario!
1025
Y a Don
Fruto le conté
del cristo
que me escribió,
muy mucho lo
dibertió
el modo que
lo engañé.
A esas horas
ya la cruz
1030
de juro que
me habría echao
lo había al
sonso madrugao,
¡y con patas
de avestruz!
Seguimos siempre marchando
en un bajo,
y por la orilla,
1035
de una machasa
cuchilla
la que
estábamos costiando;
cerca
digamos llegando
a una
estancia y pulpería;
el hambre
nos perseguía
1040
y era tiempo
de embuchar,
allí fuimos
a buscar
por si algo
pronto tenía.
¡Llegamos a la ramada
de la
esquina o del boliche,
1045
pedí al
pulpero un espiche
pa tomar la
convidada!
¡Jue pucha! que mostrador
pintao de
negro por junto
¡como cajón
de dijunto
1050
de tamañaso
grandor!
¡Y qué le parece hermano!
Le dije, ¿hay
que churrasquiar?
Aber patrón
nos va a abiar
con algo que
tenga a mano.
1055
Sino, es cosa de un ratito
armarnos de
un asador,
de ese
membrillo cantor
y chantarle
un churrasquito.
Que entre los gauchos cumplidos,
1060
pocas
güeltas debe haber,
pedir,
pagar, y querer
son siempre
güenos partidos.
Pero el gringo no era lerdo,
y no se
enredó en las cuartas,
1065
pronto llegó
con dos sartas
de chorizos,
¡puro cerdo!
Ansí me gusta amigaso
usté está
bien engrasao,
de juro ha
de estar sobao
1070
en la
mordasa de un laso.
Les asiguro en verdá
que don
Fruto era parlero,
como loro
barranquero
de primera
calida.
1075
JULIÁN
GIMÉNEZ
El sartén le dice a la olla
quita que me
has ensuciao;
Don Fruto y
usté a su lao
¡cuál de los
dos más embrolla!
JOSÉ
CENTURIÓN
Dicen que es escrebidor
1080
y pa versos
como trucha,
al fin
amigos, ¡jue pucha!
¡Es viejo
medio dotor!
Siguiendo lo que dejamos,
aboné el
gasto a los gringos,
1085
pronto
arreglamos los pingos
y una limeta
compramos,
que con caña la llenamos
pa los
güesos calentar,
pues
teníamos que marchar
1090
hasta
ponerse la luna;
trotiada
largara ¡ay juna!
Le díbamos a
pegar.
Los fletes iban chupaos
a una
aguadita llegamos,
1095
y los frenos
les sacamos
que bebiesen
descansaos.
Dispués que beber le dimos,
salieron
llenos, briosos,
como soles
rilumbrosos
1100
y a la
marcha nos pusimos.
¡Qué trotiar aquella noche
quedé tuito
embaretao!
¡Qué suerte
la del letrao
poder
pasiarse de coche!
1105
Don Fruto empezó a jugar
espuelas a
su oberito,
en tanto que
mi sainito
ni pensaba en
aflojar.
Ni siquiera lo había hincao
1110
en el tiempo
de la marcha,
diba rayando
la escarcha
siempre
escarciando y armao.
Dispués de un trote deshecho
la luna se
nos dentró,
1115
mi viejo el
monte aguaitó
detrasito de
un repecho.
Hasta allí pronto llegamos
con silencio
y precaución,
pastoriamos
un rincón
1120
y al punto
desencillamos.
Até el flete con el laso
cerca de mi
cabecera,
para si algo
sucediera
poder
ensillar de paso.
1125
Y tamién allí a su lao
ató su obero
el palomo,
y le echó
una jerga al lomo
dispués de
haberlo rascao.
Y como hermanos juntamos
1130
su recao al
lao del mío,
y por si
acaso habia frío
los dos
ponchos aprontamos.
Me eché, y ya quedé dormido
como tronco
le asiguro,
1135
me habiese
visto en apuro
si me
habieran sorprendido.
Y ya a soñar me agaché
amigo con
los galones,
me vía con
rilumbrones
1140
porque a ser
gefe llegué;
y con orgullo
tomé
el escuadrón
en que estaba,
y a la carga
lo llevaba
a dos laos,
y con juror,
1145
¡ay juna con
que valor
al enemigo
arrollaba!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Dispués que se dispertó
como
quedaría usté?
JOSÉ
CENTURIÓN
De eso mesmo le hablaré,
1150
¡como el
diablo quedé yo!
Entre sueños me oí decir,
los güesos
de punta pare,
hermano,
antes de que aclare
de acá nos
hemos de dir;
1155
es preciso
ya salir,
no sea
gaucho tan confiao,
porque algún
día boliao
si sigue
ansí se verá
¡mi obero
ensillao está
1160
y apúrese
pues cuñao!
Mis güesos sin más paré
y sin
esperar desquite,
¡quiero le
dije al embite
y pronto al
saíno aperé!
1165
Mi sueño recordaba
¡y verdá me
parecía!
¡Pueda ser
que venga un día
que llegue a
serlo, pensaba!
Rumbiamos para la sierra
1170
cuando el
alba aparecía,
y encima se
nos venía
a dos laos
en su carrera;
y ya
cubriendo la tierra
brillaba
blanca la helada,
1175
oyéndose la
cantada
del pájaro a
sus amores;
y hasta el
capullo a los flores
entreabría
la madrugada.
Al fin el sol ya sacó
1180
su cabeza
del nidal,
¡y con
brillo sin igual
tuita la
tierra alumbró!
Ya muy cerquita quedaba
el campo de
Don García,
1185
que su
hacienda en ese día
pa la manga
la llevaba.
Pronto con él me encontré
que allí
tamién ayudaba,
me preguntó
cómo estaba
1190
y con él me
relinché.
Pa las casas nos llevó,
Don Fruto
que iba apurao
quedó medio
retobao,
pero ansí
mesmo siguió.
1195
Bido que estaban marcando,
y como güen
oriental;
¡se jue
derecho al corral
su lazo
desarrollando!
Mas yo me largué a matiar
1200
con la gente
de la estancia,
era tuita de
confianza
¡y me habían
de agasajar!
A la cocina dentré,
¡bien aiga
el haber llegao
1205
de juro
habiera ganao!
¡oigan lo
que me encontré!
Dos mosas allí paraban
sólo el
contar ¡da calor!
se abría el
pecho al amor
1210
a tuito
aquel que miraban.
Una rubia macumbé,
de pelo
fino, amarillo
como el oro
de un anillo
que en una
banca empeñé.
1215
Sus ojos color de cielo
en la tarde
de verano,
era tan
blanca su mano
como el
jazmín de este suelo.
La otra, formada a pincel
1220
morenita y
agraciada
de boquita
bien arqueada
¡fresquita
como un clavel!
Sus ojos eran dos perlas,
¡que mirada
centellante,
1225
esa mujer
¡juna amante!
¡me hizo
palpitar al verla!
Ustedes ven el fogón,
que el juego
se va apagando,
¡y esta
solita quedando
1230
la braza de
aquel tisón!
Aquella brasa encendida
en cenizas,
sin hoguera,
la soplan, y
la humadera
nos muestra
que está prendida.
1235
¡Eso es lo que le pasó
a la brasa
de mi alma,
y yo ya
perdí la calma
como el
tisón que se ardió!
¡Me quedé como el fogón
1240
mi amor
estaba ocultao,
las cenizas
han soplao
y se prendió
el corazón!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Medio crudo es D. José
pa tan
pronto amoriscarse,
1245
cuidao no
vaya a pialarse
sin saber
cómo, y por qué.
JOSÉ
CENTURIÓN
Lo mesmo que berdolaga
me estiendo
en cualquier terreno,
y todo para
mí es güeno
1250
dende que el
amor lo paga,
dispués de prosiar un rato
la guitarra
descolgué,
y ahy
mesmito les canté
una copla de
barato,
1255
¡tierno era aquello por Dios!
¡Qué
bordona, ni qué prima!
Si no sonaba
más rima
que los ecos
de mi voz!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Pucha! ¡si es alabancioso!
1260
hasta más ya
no poder.
MAURICIO
BALIENTE
Déjese pues de moler
que retruca
de envidioso.
JOSÉ
CENTURIÓN
Si al nudo es que yo presiga
no quieren
dejarme hablar,
1265
y si me
hacen bellaquiar
aprétense la barriga.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Déjese de compadriar
Don José, y
siga la dansa.
JOSÉ
CENTURIÓN
Seguiré hasta donde alcanza
1270
que allí la
verán parar.
Aber pues Don Centurión
dijo no
Fruto si bamos,
que en un
ratito llegamos
al punto de
la riunión.
1275
Con pesar y con tristeza,
aquellas
mosas dejé,
¡pero es
mejor yo pensé
sino pierdo
la cabeza!
Por fin ya nos despedimos
1280
y de allí a
lo de Carrión,
lo trotiamos
de un tirón
hasta que la
gente vimos.
Como allí estaba Aparicio
¡que de
gente se riunía!
1285
¡Si aquello
ya parecía
que llegaba
el día del juicio!
Ya nos hicieron dentrar
y tuitos nos
abrazaron,
debisas nos
regalaron
1290
Ejército
Nacional,
me fi a ver
al General,
y estos
cinco me apretó,
les asiguro
que yo
hasta lloré
de alegría,
1295
en mi vida
tuve un día
que más mi
pecho gozó.
Y ahy nos acollaramos
a tuitos los
compañeros,
con mi
tocayo Cisneros
1300
al punto nos
relinchamos,
allí entre
los dos juramos
no deshonrar
nuestra lanza,
mejor quedar
con la pausa
al aire en
una cuchilla,
1305
¡que nunca
aflojar la orquilla
ni mermar en
la pujansa!
Con algunos de su cancha,
Don Fruto se
entreveró,
y de míse
separó
1310
sin pedirme
la revancha.
¡De entonces siempre seguí
la patriada
intusiasmao!
¡Y va ven
como he quedao,
pobre como
un ay de mí!
1315
Herraje y
chapiao perdí
en milongas
y jugadas,
tan sólo las
cabezadas
como
ricuerdo he salvao,
y ni poncho
me han dejao
1320
para pasar
las heladas.
Hasta traiba un par de botas
medias cañas
de primera,
pa lucirlas
ande quiera
en realidá,
y sin chacota,
1325
tamién las
perdí a la sota,
por meterme
yo a tallar,
y hoy me
tengo que alegrar
con las de
potro sobadas,
que las dejé
ansí aujereadas
1325
pa que puedan
resollar.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Pero si usté es tan lanudo
¡pa que se
mete a jugar
pelao lo
habían de dejar
si lo
agarraban peludo!
1330
JOSÉ
CENTURIÓN
Y pa mejor, me oigo ajar
¡jue pucha!
que soy suertudo,
no hay
amigos, es al ñudo
¡sino pa
mortificar!
¡Y que más he yo sacao,
1335
pasar frío
al gran botón,
quedar como
chicharrón
de viejaso y
arrugao,
nunca pasé
de soldao!
Siempre en
pelea dentré,
1340
en la vida
me quedé
atrás en las
caballadas,
¡y en tuitas
las agarradas
el primero,
me encontré!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Pero si es tan curtido
1345
que de las
bancas no sale,
¡un hombre
ansí nada vale
y es por
todos mal querido!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Déjeme por Cristo hablar
que está
viniéndome el gusto
1350
porque en
verdá, nunca es justo
en lo mesmo
machacar!
¡Qué se saca con la guerra
Don Julián,
dígamelo,
ella si
sigue créalo
1355
va a acabar
con esta tierra;
dende la mar
a la sierra,
tuito el
país quiere la paz,
basta de
sangre, no más,
alcemos los
campamentos,
1360
se jueron
los sufrimientos
gritemos
¡viva la paz!
Acuérdese esa mañana
cuando a
Mercedes dentramos,
que en tuita
parte encontramos
1365
recebida
canpechana,
aquella
triste mañana
en mi vida
olvidaré,
jue día
aquel que lloré
con dolor y
sentimiento;
1370
¡sufrí el
más triste momento
que en la
tierra pasaré!
Ya el invierno se benía
haciéndonos
tiritar,
cuando
podimos llegar
1375
al pueblo
que más quería;
En tuitas
casas hablan
mujeres que
nos llamaban,
debisas,
flores nos daban
con mucho
gusto lo hacían;
1380
¡ellas tan
pobres nos vían
que lástima
les causaba!
Tuito era bulla y contento,
campaneo
atronador,
no se oía
del dolor
1385
la amargura,
ni el tormento,
cuando en el
mesmo momento
una señora
pasaba,
de siguro
triste estaba
y estas
palabras sentí
1390
¡tuitos
dentran, yo perdí
la esperanza
ya de verlo,
el cielo
debe tenerlo
allá arriba,
en su favor!
Otra, con
grande dolor,
1395
¡tuitos
dentran, no ha venido,
creo que lo
habré perdido,
Grande
Virgen de mi amor!
Una señora
mayor
tamién
llorando venía,
1400
y con
tristeza decía
¡cuándo esto
se acabará
nunca un día
llegará
que
concluyan estos males,
y todos los
orientales
1405
sin
destinción de color
vivan en
paz, y al calor
de su
rancho, o trabajando,
dejar de andarse
matando
uno al otro
coya juror!
1410
De tales
dichos yo oidor
Don Julián
me entristecí,
de mis ojos
yo sentí
dos lágrimas
resbalar,
y por mi
barba pasar
1415
perdiéndose
en el pellón,
¡pero que en
mi corazón
siempre
frescas han de estar!
MAURICIO
BALIENTE
Siga ansí, que truco quiero,
cuenta cada
rilación
1420
que nos deja
el corazón
¡si me muero
o no me muero!
JOSÉ
CENTURIÓN
Hoy tenemos garantías
colguemos
nuestros aceros,
ansí verán
compañeros
1425
que llegarán
otros días,
de gustos y
de alegrías
en que
unidos viviremos,
y juntos
trabajaremos
por la paz y
por la unión;
1430
eso espera
la nación
y tuitos la
ayudaremos.
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡A pucha! criollo cantor
dele a la
dansa aparcero,
¡si canta
como el silguero
1435
cerca de la
linda flor!
MAURICIO
BALIENTE
Si Gomensoro el gobierno
nos quisiera
embozalar,
lo saldremos
a campiar
pa largarlo
hasta el infierno;
1440
colijo que
no es muy tierno
en la
primera aflojada;
hoy vendrá
aquí a la parada
para
hacernos desarmar,
¡veremos si
va aportar
1445
con liendres
de su camada!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Con que será ese señor
el que nos
vena a pagar,
aber si
guelvo a llenar
otra vez mi
tirador!
1450
que está que
causa dolor
sin tener
como alegar,
¡pero que
nos han de dar
a tan
disgraciaos paisanos;
tal vez nos
unten la mano
1455
si algo les
pueda sobrar!
MAURICIO
BALIENTE
Y eso, tan poco será,
que entre
velas y candil
se irán los
quinientos mil
y pa el
gaucho nada habrá,
1460
se acabó el
pango, y verá
por los
güesos de mi agüelo,
que con la
pata en el suelo
vamos a
tener que andar,
¡ansí nos
han de dejar
1465
eso de lejos
lo huelo!
Los grullos han de quedar
entre la
gran manporrada,
que poco
hicieron o nada,
pa su
partido ayudar;
1470
y saben
aprovechar
cuando el
caso se presienta,
ni anda
lerdos en la cuenta
cada cual de
sus perjuicios,
y con
papeles y oficios
1475
por uno, le
dan cincuenta.
JOSÉ
CENTURIÓN
Sólo cuando nos precisan
entonces si
son cumplidos,
¡pero
dispués de servidos
si nos
encuentran, nos pisan
1480
ni siquiera
nos avisan
para
podernos salvar,
¡a mí no me
han de agarrar
en otra les
asiguro,
ansí trataos
es muy duro
1485
el poderse
contentar!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Al gaucho siempre lo quieren
cuando
tienen precisión,
entonces, de
corazón
le pintan
que lo prefieren,
1490
y que hasta
por él se mueren,
¡yo por esas
no me pierdo!
y pa
creerles soy muy lerdo
ni les
quiero sus favores,
ansí trato a
los dotores,
1495
¡si te bide,
no me acuerdo!
JOSÉ CENTURIÓN
Y yo que ya me he quedao
como relluno
bichoco,
y me ha
largan medio loco
ese andar de
lao a lao,
1500
eso es lo
que yo he ganao
en esta
patria querida,
pero si
salvo la vida
de este
merengenal,
¡como aperiá
en un pajal
1505
busco en el
monte guarida!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Sonsaso, está pareciendo
Don José, en
esta ocasión,
¡hoy habló
de paz y unión
y ahora de
vivir juyendo!
1510
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Cómo no! me da impacencia
el verme tan
despilchao,
sin rancho,
pobre y ladiao
¡quién me
diera alguna cencia!
pero hay que
tener pacencia
1515
con la paz
tuito vendrá,
y si en mi
destino está
el morir
abandonao,
¡por ahí
quedaré tirao
que no sabe
una ande va!
1520
Hasta si mucho me apura
la disgracia
compañero,
¡abro yo
mesmo el ahujero
que me ha de
dar sepoltura!
MAURICIO
BALIENTE
Triste está Don Centurión
1525
y tamién yo
me he aflijido,
de mis ojos
ha corrido
un tremendo
lagrimón,
otra su suerte ha de ser,
deje correr
al destino,
1530
¡que ha
marcao en su camino
que otra
estrella ba a tener!
¡Bido el día como estaba,
el cielo
triste y nublao!
¡y en que
rato se ha cambiao
1535
cuando menos
lo pensaba!
¡Ansí es la suerte en la vida,
hoy se
ausenta de su lao,
y a veces se
le ha aportao
cuando la
cree más perdida!
1540
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Baliente, tiene razón,
sus palabras
me calmaron,
y de mi
pecho ahuyentaron
las penas
del corazón!
¡Volveremos a empezar
1545
al cuidao de
una manada,
ya que no se
salvó nada
volvamos a
trabajar!
¡La paz nos dará valor
pa el
espinaso doblar,
1550
ella nos
hará encontrar
lo que ya
perdido está!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Usté cree Don Centurión
que esto
ansí podrá durar,
como podrán
olvidar
1555
los odios de
lo opinión?
JOSÉ
CENTURIÓN
Escúcheme Don Julián
y usté
tamién ño Baliente,
cada cual su
idea siente
que dispués
ritrucarán.
1560
¡Muchas veces yo pensé
si era un
castigo del cielo,
ver vestir
de luto y duelo
tanta
familia oriental,
en grande
lucha hermanal
1565
despedasarse
esta tierra;
maldición
para la guerra,
viva la
"Unión Nacional"
grita hoy
tuito oriental
dende el
bañao a la sierra!
1570
En un cañadón echemos
las armas de
lo pasado,
que el odio
quede olvidado
si vivir en
paz queremos,
ansí
orientales seremos
1575
pa nuestro
país de provecho,
que está tan
triste y deshecho
que nos
llama pa alludarlo,
y volver a
levantarlo
para que
otra vez quede hecho.
1580
JULIÁN
GIMÉNEZ
Dispense D. Centurión
no sé como
podrá hacerse,
con el
tiempo podrá verse
mejor que en
esta ocasión;
yo no soy de
su opinión
1585
ni vivo con
esperanzas,
van a haber
muchas venganzas,
¡y ya verán
compañeros,
de sangre
charcos, regueros
hechos a
punta de lanza!
1590
Si el domingo va a pasiar
un rato a la
pulpería,
estará la
polecía
y lo
empezará a chuliar,
¡quién se
dejará insultar!
1595
Al flamenco
apelaremos
ansí
entreveraos saldremos
hasta el
resuello perder,
¡qué más va
a quedar que hacer
ajar, no nos
dejaremos!
1600
Y si va a ver la carrera
que un amigo
va a jugar
allí vd. se
oirá gritar
¡es blanco,
salga pa juera!
Anque
hacerlo no lo quiera
1605
la juerza lo
hará salir,
¡cómo
podremos vivir
tranquilos
en nuestra tierra!;
¡por eso
quiero la guerra
hasta vencer
o morir!
1610
Y si a alguna banca asomo
y me vieran
empilchao,
mandarán
algún mamao
para que
diga palomo;
¡si se
empaca le dan plomo
1615
o si no lo
desgarretan,
las clavijas
le sujetan
por ser blanco,
y nada más;
¡qué baya al
diablo esta paz
lo que es a
mí, no me aprietan!
1620
Llega a un baile, va a bailar
le quitan la
consentida,
y como a
cosa vencida
lo
pretienden atrasar;
¡y quién los
va a soportar
1625
teniendo
sangre en las venas,
al primer
embiste apenas
los candiles
se apagaron,
y entre
tuitos lo doblaron
lo mesmo que
baina agena!
1630
¡Cuando no, viene un cantor!
Y en la
guitarra le canta
ya el blanco
no se levanta
y aquí vive
de favor,
usté que es
escuchador
1635
no tiene más
que callar,
sólo sufrir
y llorar
es lo que
hoy nos espera,
que se quede
aquí el que quiera,
lo que es
yo, voy a emigrar.
1640
Y para fin de junción,
dicen que
nos van a dar
un día para
votar
en las mesas
de elisión,
que pa
cualquier opinión
1645
habrá gran
seguridá.
¡Lo que es
Giménez no irá
a servirles
de carnada,
pa quedar en
la estacada
creyendo en
su libertá!
1650
Y pa que sea más sigura
la paz en
esta ocasión,
se dice que
la nación
nos da
cuatro gefaturas,
de pelar han
de ser duras
1655
aura nos
podrán contar,
mas dispués
de desarmar
otras
embrollas tendremos,
¡leís,
decretos mil veremos
como
podernos burlar!
1660
JOSÉ
CENTURIÓN
¡No amigaso D. Julián!
Está muy
equivocao,
va a quedar
tuito olvidao
las pasiones
calmarán;
y todos
comprenderán
1665
que semos
unos y hermanos
y que
apretarnos las manos
debemos con
emoción,
gritando
"Viva la Unión"
¡y que
mueran los tiranos!
1670
Baliente, es necesidá
que nos diga
su pensar,
hable pues,
para escuchar,
que nuestra
atención tendrá.
MAURICIO
BALIENTE
Amigos en la ocasión
1675
ni sé lo que
he de decir,
y no
quisiera mentir
traicionando
mi opinión,
no sé quien
tenga razón
D. Julián,
la guerra quiere
1680
y D.
Centurión prefiere
la unión y
tranquilidá,
que siempre
el país ganará
de cualquier
modo que juere.
Pero diré de seguido
1685
que no me
gusta esta paz,
habiera
querido más
el triunfo
de mi partido,
por el que
tanto he sufrido
en su triste
albercida,
1690
y de las
glorias que da
tanto gocé
en la vitoria;
¡que nunca
de mi memoria
el tiempo
las borrará!
Pero ya que se firmó
1695
es un deber
sujetarse,
el soldao no
puede alsarse
contra el
Gefe que ordenó;
lo que sí,
no entriego yo
las armas
con que pelié,
1700
y un hoyo en
mi pago haré
pa allí
poder enterrarlas,
y si es
menester sacarlas
pronto
encontrarlas sabré.
Con eso quiero esplicar
1705
que si nos
faltan al pato,
con la suela
del zapato
de juro se
han de encontrar,
¡y allí
verán retosar
a estos
gauchos desididos,
1710
que tuitos
juntos y unidos
han de
hacerse respetar!
¡ansí es
mejor esperar
pa estar los
guenos riunidos!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Tiene razón, ño Baliente,
1715
yo lo
respeto pa hablar
por usté voy
a quedar
pa estar
junto con mi gente,
cuando la
vez se presiente
me tendrá
siempre a su lao,
1720
¡ya lo sabe,
no ha aflojao
éste su
amigo en pelea,
su banderola
flamea
siempre en
lo más apretao!
MAURICIO
BALIENTE
Ansí me gusta cuñao,
1725
el mesmo
siempre será
no pide pero
ni da,
sólo cuando
está mamao.
JOSÉ
CENTURIÓN
Y yo también, aparceros,
si el
gobierno nos faltara,
1730
Centurión
siempre se hallara
al lao de
sus compañeros,
de juro
entre los primeros
en las filas
pa peliar,
y de una vez
castigar
1735
a esos
letraos ambiciosos,
que nos
llaman revoltosos
¡y ni sirven
pa pu...ntiar!
Pero creo que la paz
será guena y
duradera,
1740
sin que se
encienda la hoguera
en esta
patria jamás;
¡ansí
adelantará más
la campaña y
su ganao,
el paisano,
el hacendao
1745
podrán
tamién trasquilar,
y el canario
trabajar
su tierra
con el arao!
Entre blanco y colorao
tuito se
repartirá,
1750
el color se
acabará
y el odio
quedará a un lao,
ya no
encenderá el soldao
el fogón del
campamento
ni se oirá
el triste lamento
1755
de la madre
por su hijo,
al que verá
muy prolijo
con su
trabajo contento.
El rancho se cambiará
en casa de
material,
1760
y la mujer
oriental
descansadita
estará,
su sueño no
turbará
el recuerdo
del marido,
que jue a
serbir a un partido,
1765
y que tal
vez haya muerto,
¡dejando
triste y desierto
aquel techo
tan querido!
¡Ah guerra! tú eres maldita
por las
madres orientalas,
1770
cambia por
favor tus balas,
en
tranquilidá bendita;
ellas
pagarán la dita
aunque
viviendo entre abrojos,
con los
últimos despojos
1775
que les queda
en este suelo,
¡dales
guerra ese consuelo
calma el
llorar de sus ojos!
Sólo se ve destruición
sólo ruinas
has dejao,
1780
tuito en tu
marcha arrasao
se encuentra
por tu cañón,
cerco,
ramada y galpón
se han visto
disparecer,
¡y la casa
que era ayer
1785
una estancia
de primera,
es una
triste tapera
que da
lástima de ver!
Y ese monte tan cerrao
que leña
daba a montones,
1790
sólo troncos
y raigones
de su
grandeza han quedao;
hasta el
pájaro ha mermao
sus gorgeos
y lamentos,
ni se
escucha ya su acento
1795
alegre al
salir la aurora,
¡hoy al
cantar, sólo llora,
echando
quejas al viento!
Ni de la oveja el balido
se siente al
rayar el día
1800
que al alma
daba alegría
y calma al
entristecido:
¡hoy sólo se
oye el quejido
del cordero
descarriao
que busca
por tuitos laos
1805
su madresita
querida;
la que se
encuentra tendida
y ni el
cuerpo le han sacao!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Pucha! con el Centurión
que se nos
largó letrao.
1810
JOSÉ
CENTURIÓN
Tengo el garguero secao
alcansen mi
cimarrón.
MAURICIO
BALIENTE
¿Vean aquel que está domando
es medio
crudaso el potro
¡ah grullo!
que lo dome otro
1815
pero ya se
va aplastando,
no es muy lerdo en su junción
aquel que va
apadrinando;
que diantre
¡si es ño Fernando
hecho y
derecho un gauchón!
1820
¡Qué teme, bien orquetao
si es como
cojinillo,
parese que
aquel rosillo
en la maca
no ha mermao!
JOSÉ
CENTURIÓN
Pero lo hará caminar
1825
aquel es
guen domador,
se le ha
sentao a otro peor
y lo ha
sabido amansar:
ansí el soldao amigaso
siempre la
costancia tiene,
1830
pero si la
juerza viene
se enrieda
en su mesmo laso:
usté ve ese nubarrón
que jurioso
se presienta,
¡verá como
se rebienta
1835
o se va pa
otra nación!
¡Es que el viento mi cuñao
tiene más
juerza de juro,
y se lo
lleva siguro
con su suplo
pa otro lao!
1840
Hoy quiere el cielo la paz,
y como
hermanos unirnos
¡a qué
querer resistirnos
sino
podremos jamás!
¿No han visto ustedes de día
1845
toparse el
sol con la luna,
y quedar sin
luz ninguna
hasta que el
sol se volvía?
Y en noche triste y lluviosa
como
esperanza perdida,
1850
¿no ven
salir colorida
la luna bien
majestosa?
Y entre rayos tronadores
y el cielo
negro, enojao
¿no ven
venir por un lao
1855
el arco con
mil colores?
Con eso quiere mostrar
nuestro Dios
su gran poder;
¡tenemos que
obedecer
lo que nos
quiera mandar!
1860
Sino mire ese arbolito
en la lomada
creciendo:
¡y la
tormenta sufriendo
salvando muy
derechito!
¡Y aquel grande membrillal
1865
cerca del
monte nacido,
y que el
rayo lo ha partido
saliendo
libre un nidal!
¡Y más allá un pajarito
de rama en
rama saltando,
1870
y de frío
tiritando
sin
encontrar su nidito!
Tuita es cosa del Señor,
¡la tierra!
¡el cielo! y la mar,
y lo que
vemos andar
1875
es obra de
su favor.
JULIÁN
GIMÉNEZ
Está otra vez medio tierno,
empínese la
limeta;
¡fíjese en
esa carreta,
tal vez ahí
venga el gobierno!
1880
MAURICIO BALIENTE
¡Y sabe que puede ser,
pero tan
grande amigaso!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Y no sabe por si acaso
que el
dinero va a traer!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¿Vamos a ver, y es verdá?
1885
Parece que
con soldaos.
JOSÉ
CENTURIÓN
La escolta será cuñaos
¡qué pa
guardarlo traerá!
MAURICIO
BALIENTE
¡Y ya se viene acercando!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Y yo me voy a aprontar
1890
para dir a
reclamar
lo que me
vaya tocando!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Pero es de gueyes hermanos
andubimos
poco listos;
es la
cambada de castos
1895
tacheros
lapolitanos.
MAURICIO
BALIENTE
El gobierno se vendrá
en coche
emperifollao,
y de juro
acompañao
con la gente
que tendrá.
1900
JULIÁN
GIMÉNEZ
La escolta del presidente
de puros
ases va a ser,
milicos ha
de tener
pa que le
guarden el frente;
tendrá gente
inteligente,
1905
letraos,
naciones, señores,
y también de
lambedores,
la camada se
vendrá,
¡qué
procerío no habrá
entre
estrangis y dotores!
1910
El uno al otro dirá
vamos a ver
desarmar,
que
contestasa al pagar
la gauchada
se pondrá;
que tal
barullo haberá
1915
con esos
diablos de ajuera,
si lo hay
¡será cosa fiera!
Malos
juguetes son esos,
¡no quiero
dejar mis guesos
donde uste
su polvadera!
1920
JOSÉ
CENTURIÓN
¿Don Julián? porque es ansí
ay manates
muy cumplidos,
¡y que muy
mucho han querido
a este pobre
que ve aquí!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Quién sabe! pero será
1925
como el
clavel entre abrojos,
¡que anque
busque con diez ojos
muy pocos
encontrará!
JOSÉ
CENTURIÓN
De tuitito hay gran porción
en los
surcos de la tierra;
1930
oro se
encuentra en la sierra
¡y veneno en
el cedrón!
MAURICIO
BALIENTE
¡Don José voy a acostarme
para
esperarlos roncando!
Y cuando
vayan llegando
1935
¡si gustan,
pueden llamarme!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡Qué güen modo de tratar
báyanse pues
al caracho!
¡Qué paisano
tan amacho
si es lindo
pa visitar!
1940
JOSÉ
CENTURIÓN
Con qué de nuevo les digo
soy el mesmo
Centurión,
¡aporten por
mi fogón
que siempre
seré su amigo!
MAURICIO
BALIENTE
¡Si creo que hoy ya templamos
1945
cada cual
para su pago!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Estoy que ya me deshago
pa saber
cuándo nos vamos!
JULIÁN
GIMÉNEZ
¡El clarín tocó llamada
la gente
está por montar!
1950
JOSÉ
CENTURIÓN
¡Pues yo me voy a ensillar
a de ser pa
la parada!
JULIÁN
GIMÉNEZ
De salto montó su flete,
¡que está
quiebra Don José!
JOSÉ
CENTURIÓN
¡No soy boliao como usté
1955
dende chico
jui ginete!
JULIÁN
GIMÉNEZ
Yo pa tuito soy lijero
ni lerdeo en
el machete;
¡pero usté
es como soquete
no sirve ni
pa puchero!
1960
JOSÉ
CENTURIÓN
Mil gracias por el cumplido
es lo que
podía esperar;
¡ronque
fiero en el cantar
pero respete
querido!
MAURICIO
BALIENTE
A caballo ya tocaron,
1965
y la sincha
no ha apretao
¡Don José ya
ba atrasao
fíjese, que
allí montaron!
JULIÁN
GIMÉNEZ
La consulta fue largasa.
JOSÉ
CENTURIÓN
Y ya es mejor acabar.
1970
MAURICIO
BALIENTE
¡Báyase pues a aprontar
no ve que el
tiempo se pasa!
JOSÉ
CENTURIÓN
Amigos hasta más ver,
mi cancha no
les oferto
porque no
estoy más que cierto
1975
no la han de
favorecer.
Y Don José
se largó
derecho a su
debisión,
ño Baliente
del fogón
caldera y
olla sacó;
1980
ya su
caballo montó
y al trote
salió marchando;
Don Julián
se jue quedando
con otro más
de chacota,
que con
tientos a una bota
1985
se la estaba
remendando.
A poco ya se ladiaron
tranquiando
para su gente,
raspándome
por mi frente
destraidos
ellos pasaron,
1990
yo sentí lo
que prosiaron
metido en un
matorral,
y aquel gran
merengenal
escuchaba y
lo escrebía,
¡pa
ricordarlo algún día
1995
como un
cuento nacional!
¡Y hoy en letra bien moldada
lo sacó en
presientación!
Para que
vean un gauchón
que no
afloja en la plumada,
2000
ni se
enrieda en la tirada
como muchos
entre tantos;
¡yo si
quiero hasta levanto
el vuelo
como el chajá;
porque hasta
las nubes va,
2005
el gaucho
Luciano Santos!
Pero me llaman matrero
porque no
quiero servir,
nunca pude
yo sufrir
que me
pusieran los cueros;
2010
libre soy
como el pampero,
y siempre
libre viví,
libre jui
cuando salí
del dominio
de mi padre;
sin más
perro que me ladre
2015
que el
destino que corrí.
Tengo en el dedo un anillo
de una cola
de peludo,
pa peliar
soy corajudo
y ande
quiera desencillo;
2020
le enseño al
gaucho más pillo
de cualquier
modo a chuzíar,
y al mejor
he de cortar
si se
descuida un poquito,
le he de
enterrar yo tuitito
2025
mi alfajor
hasta pasar.
La hoja de mi enbenao
tiene en el
lomo un letrero,
que dice, no
es al primero
que al
cuerpo me le he dentrao;
2030
y es la que
duerme a mi lao
siendo el
ángel de mi suerte,
con ella
siempre jui fuerte
y altivo
como el león,
¡no me salta
el corazón
2035
ni le recelo
a la muerte!
Soy amacho tirador
enlaso lindo
y con gusto,
tiro las
bolas tan justo
que más que
acierto es primor;
2040
no se
encuentra otro mejor
pa reboliar
una lanza;
soy terne
como pujanza
respetao
como valor,
el sable a
mi alrrededor
2045
¡jue pucha!
¡que hace matanza!
Pa bailar soy envidiao
y enamoro
hasta el querer,
no conozco
una mujer
que a mí me
haiga despreciao;
2050
siempre
tuitas me han amao
al
rreclarármeles yo,
Dios esa
suerte me dio
por no
faltarme advertencia;
pa payar y
tener cencia
2055
¡cuando
naide me arrolló!
Del campo soy el querido,
del monte
soy el adorno,
al pajonal
lo trastorno
y en el
guayabo hago nido;
2060
como culebra
he vivido
a un
camalote ensimao,
carne nunca
me ha faltao
de hacienda
agena con cuero,
¡he enlasao
siempre el ternero
2065
que los
puntos le había echao!
Viviendo ansí siempre andaba
este gaucho
terutero,
no piense
ningún pueblero
que mi
palabra me alaba,
2070
no tiro al
ñudo la taba
que es la
pura rialidá,
y en esa
conformidá
pueden creer
lo que les digo,
tuito el
mundo es guen testigo
2075
que yo hablo
la verdá.
Y a todos en general
presidentes
y dotores,
menistros,
gobernadores
les va a
hablar este oriental,
2080
óigame bien
cada cual
y présteme
su atención,
que no ha de
ser al botón
lo que aquí
voy a decir:
¡y lo juro
hasta morir
2085
que hablaré
de corazón!
Bien al gaucho trátenlo
no le
aprieten la coyunda,
no es el
guen que tanto abunda,
es
cristiano, créamenlo,
2090
que trabaje
déjenlo
en paz y
tranquilidá,
y ansina se
le verá
vivir feliz
y contento,
sin nunca
echar un lamento
2095
siempre los
bendecirá.
A sus hijos le han de hacer
que
apriendan la educación,
que el
inorante es porrón
y el sabio
porrón de miel:
2100
ansí podrán
pronto ver
a esta gente
agradecida,
que hasta
les dará la vida
si alguna
vez la reclaman,
y
probándoles que la aman
2105
pueden ganar
la partida.
Y en lugar de armas comprar
pongan
escuelas de balde,
¡y en la
casa del alcalde
que haiga un
mestro pa enseñar!
2110
Y al que no
quiera estudiar
que se le
prienda arriador,
y de
redondo, en dotor
el gancho se
volverá,
¡y mil veces
rogará,
2115
por ustedes
con amor!
Y en vez de haber enganchaos
pa formar
los batallones,
cargando
contribuciones
a los pobres
hacendaos;
2120
paguen
tuitos los ganaos
que la
guerra hizo acabar,
hasta las
viudas saldar
sus
cuentitas atrazadas,
ansina,
estas paisanadas
2125
¡qué de
gracias le han de dar!
Y pa acabar mis dotores
perdonen a
este matrero,
que anque
parece tan fiero
tamién sufre
sus dolores;
2130
mentí al
decir, sólo flores
en mi rastro
yo dejé,
mil cardales
encontré,
en este
charco de penas,
¡y he visto
tantas agenas
2135
que
olvidarlas no podré!
Almita ño Gomensoro
de este
gaucho la opinión,
que es de
tuito corazón
y ella es
firme como el oro;
2140
sepa que el
mejor tesoro
es hacer
bien al hermano,
¡quiera Dios
pueda al paisano
con sus
obras convenser,
yo al irme,
le hago saber
2145
que soy su
amigo Luciano!
Buenos Aires, Junio 21 de 1871.