AMADO NERVO

 

 

POEMAS

 

 

 

·        Amable y silencioso

·        Éxtasis

·        Hoy he nacido

·        Como el venero

·        Si una espina me hiere...

 

 

 

 

Amable y silencioso

 

 

Amable y silencioso ve por la vida, hijo.

Amable y silencioso como rayo de luna...

En tu faz, como flores inmateriales, deben

florecer las sonrisas.

 

Haz caridad a todos de esas sonrisas, hijo.

Un rostro siempre adusto es un día nublado

es un paisaje lleno de hosquedad, es un libro

en idioma extranjero.

 

Amable y silencioso ve por la vida, hijo.

Escucha cuanto quieran decirte y tu sonrisa

sea elogio, respuesta, objeción, comentario,

advertencia y misterio...

 

 

 

Éxtasis

 

 

Cada rosa gentil ayer nacida,

cada aurora que apunta entre sonrojos,

dejan mi alma en el éxtasis sumida...

¡Nunca se cansan de mirar mis ojos

el perpetuo milagro de la vida!

 

Años ha que contemplo las estrellas

en las diáfanas noches españolas

y las encuentro cada vez más bellas.

¡Años ha que en el mar, conmigo a solas,

de las olas escucho las querellas,

y aún me pasma el prodigio de las olas!

 

Cada vez hallo a la Naturaleza

más sobrenatural, más pura y santa.

Para mí, en rededor, todo es belleza;

y con la misma plenitud me encanta

la boca de la madre cuando reza

que la boca del niño cuando canta.

 

Quiero ser inmortal, con sed intensa,

porque es maravilloso el panorama

con que nos brinda la creación inmensa;

porque cada lucero me reclama,

diciéndome al brillar: "¡Aquí se piensa

también, aquí se lucha, aquí se ama!"

 

 

 

Hoy he nacido

 

 

Cada día que pase, has de decirte:

"¡Hoy he nacido!

El mundo es nuevo para mí; la luz

ésta que miro,

hiere, sin duda, por la vez primera

mis ojos límpidos;

la lluvia que hoy desfleca sus cristales

es mi bautismo."

 

"Vamos, pues, a vivir un vivir puro,

un vivir nítido.

Ayer, ya se perdió: ¿fui malo?, ¿bueno?

... Venga el olvido,

y quede sólo, de ese ayer, la esencia,

el oro íntimo

de lo que amé y sufrí mientras marchaba

por el camino"

 

"Hoy, cada instante, al bien y a la alegría,

será propicio;

y en la esencial razón de mi existencia,

mi decidido

afán, volcar la dicha sobre el mundo,

verter el vino

de la bondad sobre las bocas ávidas

en redor mío."

 

"Será mi sola paz la de los otros;

su regocijo, su soñar mi ensueño;

mi cristalino

llanto, el que tiemble en los ajenos párpados;

y mis latidos,

los latidos de cuantos corazones

palpiten en los orbes infinitos."

 

Cada día que pase, has de decirte:

"¡Hoy he nacido!"

 

 

 

Como el venero

 

 

Recibe el don del cielo, y nunca pidas

nada a los hombres; pero da si puedes;

da sonriendo y con amor, no midas

jamás la magnitud de tus mercedes.

 

Nada te debe aquél a quien le diste;

por eso tú su gratitud esquiva.

Él fue quien te hizo bien, ya que pudiste

ejercer la mejor prerrogativa,

 

que es dar, y que a pocos Dios depara.

Da, pues como el venero cristalino,

que siempre brinda más del agua clara

que le pide el sediento peregrino.

 

 

 

Si una espina me hiere...

 

 

Si una espina me hiere, me aparto de la espina,

...¡pero no la aborrezco!

Cuando la mezquindad

envidiosa en mí clava los dardos de su inquina,

esquívase en silencio mi planta, y se encamina

hacia más puro ambiente de amor y caridad.

 

¿Rencores? ¡De qué sirven! ¡Qué logran los rencores!

Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.

Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,

y no prodiga savias en pinchos punzadores:

si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,

 

se llevará las rosas de más sutil esencia;

y si notare en ellas algún rojo vivaz,

¡será el de aquella sangre que su malevolencia

de ayer vertió, al herirme con encono y violencia,

y que el rosal devuelve, trocada en flor de paz!