CRISTÓBAL DE CASTILLEJO

 

 

SONETO

 

 

Garcilaso y Boscán siendo llegados

al lugar donde están los trovadores

que en esta nuestra lengua y sus primores

fueron en este siglo señalados,

los unos a los otros alterados

se miran, demudadas las colores,

temiéndose que fuesen corredores

o espías o enemigos desmandados;

y juzgando primero por el traje,

pareciéronles ser, como debía,

gentiles españoles caballeros;

y oyéndoles hablar nuevo lenguaje,

mezclado de extranjera poesía,

con ojos los miraban de extranjeros.