RAFAEL HERNÁNDEZ

 

 

JOSÉ HERNÁNDEZ

BIOGRAFÍA

 

 

 

      El Consejo Municipal sancionó este nombre con exclusión de mi voto, por

      razones claras de comprender. Pero si en el seno de una corporación

      oficial, tratándose de una resolución destinada a honrar la memoria de mi

      hermano, me abstuve de tomar parte, no he creído deber persistir en este

      folleto, retrayéndome de narrar la vida del hombre que más he amado en

      este mundo, si se me permite emplear las propias palabras del Señor

      Nemesio Vicuña Mackena, refiriéndose a su ilustre hermano Benjamín, en

      circunstancias parecidas a las mías.        

 

      Y al hacerlo así, siguiendo en ello el ejemplo que en Europa y en América

me ofrecen ilustres escritores respecto a sus deudos mas inmediatos, entre los

cuales, guardando legitimas distancias, puedo recordar al patriota Manuel Moreno

en la publicación de la vida y memorias de su esclarecido hermano D. Mariano,

solo cuidaré de no apartarme ni un apéndice de la verdad, acallar mis

sentimientos fraternales, sustraer la pluma a todo apasionamiento y librar al

juicio público la apreciación de los hechos que ligeramente narraré. Con esta

salvedad, que espero sea justamente apreciada, doy comienzo a este trabajo.     

 

        José Hernández, popularmente conocido por Martín Fierro, pues como decía

él mismo, era ese un hijo que había dado nombre a su padre, nació en Buenos

Aires el 10 de noviembre de 1834, descendiendo por línea paterna de distinguido

abolengo Español y por línea materna de tronco americano formado en 1769 por una

hija del emigrado Irlandés O`Doggan nacida en el país, unida en matrimonio con

el francés Pueyrredon.

        Esta es la familia de patricios de donde salió don Juan Martín de

Pueyrredon, el primero que acaudilló la caballería gaucha iniciándola en la

pelea, en el " Caserío de Pedriel" ( hoy Chacra Pueyrredon, en el Partido de San

Martín ) contra el inglés Berresford y llego a ser General y Director Supremo de

las Provincias Unidas, compartiendo con San Martín la empresa colosal de la

campaña de Chile. Tres hermanos mas de D. Juan Martín llamados José Cipriano

(abuelo de Hernández), Diego y Juan Andrés Pueyrredon, actuaron con él y se

distinguieron en la Reconquista y Defensa de Buenos Aires en 1806 y 1807.

 

        Fueron sus tíos (por línea materna) el coronel de la Independencia,

oficial de granaderos a caballo, Manuel Alejandro Pueyrredon, que tenía diez y

siete cicatrices en el cuerpo, escribió sus memorias militares, y murió en el

Rosario; D. Diego Pueyrredon que murió joven en la batalla de Ciudadela, y D.

Fortunato Pueyrredon que cayó prisionero de los españoles en la misma y cargado

de grillos y cadenas murió a los seis años en las horribles crugías de Casas

Matas en el Callao; aquellos antros más horrendos que Los Plomos de Venecia,

donde la «amorosa madre patria» arrullaba a sus altivos hijos de la América.

        De la misma familia derivan también las de Itoirte, Leloir, Albarellos,

Saenz Valiente, Dr. Eduardo Costa, poetisa Josefina Pelliza, Dr. Liliedal, Dr.

Larroque, D. Goyo Torres, Coronel Emilio Castro, y mas de 300 productos

existentes, de aquel robusto árbol, en distinguidos apellidos del país.

        Por la línea paterna era sobrino de los coroneles de la Independencia

Eugenio, y Juan José Hernández, que el año 1831 plantó el primer campamento

cristiano en Choele-Choel, ostentaba los cordones de Ituzaingo y murió mandando

las infanterías de Rosas en Caseros.

        Su bisabuelo, del tronco femenino,y sus tíos abuelos, Caamaño, y San

Martín, no tenían rivales como los mas ostentosos y genuinos hombres de campo,

fuertes hacendados del Baradero, donde aun existen restos que mantienen ambos

apellidos.

        Educóse Hernández en el colegio del Señor Pedro Sánchez (que vive aún),

muy acreditado en su época, distinguiéndose por su percepción rápida y

prodigiosa memoria. Desde niño fue inclinado a la poesía, mas sus afanes

escolares le produjeron una afección pectoral que le obligo a salir al campo,

donde en alta escala trabajaba su señor padre, gozando de renombre en el

paisanaje Surero, por sus grandes empresas en volteadas de hacienda alzadas de

los campo de D. Felipe Piñeyro, Calixto Moujan, Pedro Vela, Escribano, Casare,

Alzaga,Llavallol, etc., de donde enviaba decenas de miles para los saladeros de

Cambaceres, de Panthou y otros.

        Allá, en  «Camarones» y en «Laguna de los Padres» se hizo gaucho,

aprendió a jinetear, tomo parte en varios entreveros, rechazando malones de los

indios Pampas, asistió a las volteadas y presenció aquellos grandes trabajos que

su padre ejecutaba, y de que hoy no se tiene idea, esta es la base de los

profundos conocimientos de la vida gaucha y su amor al paisano, que desplegó en

todos sus actos. Ved ahí, por ambas líneas, el génesis patriótico y gauchesco

fundido en Martín Fierro.

        Hallase en la acción de San Gregorio con Don Prudencio Rosas, que trajo

la gente del Sud en 1853, y también en la del Tata; fue teniente en el

Regimiento del coronel rengo Sotelo, y en 1858, a causa de un duelo en el

campamento, y habiéndose hecho Reformista, con Calvo, emigro a Entre Ríos y fue

empleado en el comercio y oficial 2º en Contaduría Nacional en Paraná.

        Aprendió por referencias casi, el arte de la Taquigrafía, y sin maestro,

en siete meses de ensayo, estuvo apto para ocupar el cargo en el H. Senado de la

Confederación, que desempeñó varios años, bastando su solo lápiz para tomar y

traducir las sesiones allí, donde había oradores de fuste, como Zavalía,

Campillo, Severo González, Calvo, Ángel Elia, General Guido, Zuviría, etc.; y

además en las sesiones solemnes de la Cámara de Diputados, y en la convención de

Nogoyá.

        Ejercitando sus excelentes dotes de observación, se hizo estudiante de

derecho constitucional al tomar los mas importantes debates de aquellos

ilustrados patriotas, que tenían a su cargo la gran tarea de construir la

Republica bajo la forma Federal en que hoy se halla.

        Veinte años después, esas observaciones ampliadas con sus lecturas,

fueron el caudal de conocimientos en materia de derecho constitucional que

manifestó en el periodismo y en la Legislatura de Buenos Aires, en varios

periodos de representación.

    -«A mi lápiz de taquígrafo, solía decir, debo mis estudios

constitucionales.»- Lo cierto es que sus maestros no fueron simples

teorizadores, sino constituyentes de verdad.

        En la campaña de Cepeda perteneció al batallón Palma (N º 1º de línea),

en clase de ayudante, y se distinguió en la batalla por su valor y resistencia

infatigable en las tareas de todo el día y la noche del 23 de Octubre.

        Durante la presidencia interina del General Juan E. Pedernera fue su

secretario privado y esto formó un vinculo de cariño entre ambos que solo se

turbó con la muerte; después de Pavón y                " Cañada de Gómez", donde

se halló, ascendió a Sargento mayor efectivo del Ejercito Nacional, título que

no reclamó jamás de los gobiernos posteriores que combatió.

        Poesía abundantes apuntes para la biografía del benemérito guerrero

puntano y había escrito la del General Ángel Vicente Peñaloza, bajo el título

Vida del Chaco, que se reimprimió en Buenos Aires en 1875 con motivo de un

discurso sensacional del Dr. Rawson en el Congreso recordando con elogio al

patriarca de La Rioja, que fue asesinado por jefes nacionales en Olta el 2 de

Noviembre de 1863, con aprobación y aplauso oficial de Sarmiento, que era

gobernador de San Juan. Esto conmovió bastante a la juventud ingenua que se

había educado bajo la influencia de una historia ficticia elaborada por la

pasión intransigente de los partidos, que desfigura los hombres, falsea los

hechos y desnaturaliza las cosas.

        Fue fiscal y luego Ministro de Hacienda en Corrientes; hizo la campaña

con el Gobernador derrocado por fuerzas nacionales don Evaristo López; participó

en todas las campañas mantenidas por la resistencia armada de Entre Ríos, con el

general López Jordán hasta Ñaembe, de donde a causa de la derrota final, emigró

por tierra al Brasil.

        Esgrimiendo siempre la espada y la pluma, guerrero, revolucionario,

periodista, orador popular y muy prestigioso en el pueblo, trabajó mucho y no

disfrutó nada. Redactó muchos periódicos, " El Argentino", en Entre Ríos; como

corresponsal político de la " Reforma Pacífica"; y en varios del Rosario.

        Redactó con Soto " La Patria " en Montevideo y fundó en Buenos Aires, el

" Río de la Plata ", cuya propaganda era: Autonomía de las localidades,

Municipalidades electivas - abolición del contingente de frontera, elegibilidad

popular de jueces de paz, comandantes militares y consejos escolares.

        De formas atléticas, poesía una fuerza colosal comparable a Ratetto, el

hércules de nuestros circos, y una bondad de alma comparable a su fuerza.-

        Decidor chispeante, oportuno, rápido y original, se conservan entre sus

amigos interesantes anécdotas; pero jamás hiriente en sus chistes epigramáticos.

La nota bulliciosa vibraba siempre a su alrededor, no por cuentos que refiriese,

sino por sus ocurrencias felices y siempre criollas.

        Perteneció constante al partido federal, hoy nacionalista; fue Diputado

y Senador; afrontó las cuestiones mas trascendentales, prestigiando con su

palabra como Diputado, en imperecedero debate, la cesión de Buenos Aires para

capital de la Republica; presidió la comisión popular en la gran fiesta de la

piedra fundamental de La Plata, como presidió también la sección de las

provincias en la Exposición Continental y la Cruz Roja en la revolución de

Tejedor.

        Cuando se dispuso reformar la constitución en 1869, fórmese una

coalición de los directores de diarios influyentes para llevar a las bancas de

la Convención los hombres mas preparados del país.

        El partido político restos de unitarismo, que había dominado 25 años,

empezaba a dividirse en dos bandos. La figura de Alsina acentúa sus perfiles

federalistas y trazaba su propio rumbo.

        Las fuerzas estaban equilibradas: "La Tribuna","La Verdad", "La Nación

Argentina", " El Nacional" y "La Republica" representaban los dos bandos, " El

Río de la Plata" era la tercera fuerza que actuaba en función determinante y

Hernández la hizo valer en las distintas reuniones que tenían lugar en la

imprenta de   " La Verdad", presididas por el señor Cantilo, para dar

alternativamente el triunfo a candidatos de uno y otro bando, a cambio de los

suyos pertenecientes al partido federal que llevaba 20 años de ostracismo o

abandono en la oscuridad y el olvido.

        Por esta evolución que el solo llevo a cabo, con persistente labor, y

aunque le fue privadamente reconocida, no se le manifestó públicamente jamás,

volvieron a la vida publica los señores Vicente F. López, Bernardo de Irigoyen,

Luis Saenz Peña, Alvear, Lahitte, Gutiérrez, Vicente G. Quesada, Navarro Viola y

Tomas Guido. Estos tres últimos se conservaron  siempre finísimos amigos y muy

consecuentes y cariñosos con Hernández.

        A mas de los nombrados entraron a la Convención otros Federales que,

como Gorostiaga, se mantenían mas o menos a flote en sociedad, pero alejados de

la política, y una vez en aquel teatro, fueron una revelación para el pueblo,

que no tenía idea de su existencia y valimiento; pero que una vez conociéndolos,

marcharon rápidamente en la opinión, por que tenían merecimientos propios, que

el partidismo intransigente había ocultado a toda una generación.

 

                                                                 

          Hernández no fue entonces convencional, lo que retardó mucho su

presentación en la escena pública de su provincia, porque a indicación suya se

había convencido en eliminar la candidatura de todos los diarista del acuerdo,

compromiso que algunos cumplieron hasta el fin.

        En este diario, de complexión robusta, que la administración Sarmiento

mató de un golpe, escapando a la cárcel su redactor propietario gracias a sus

numerosos amigos, fue co-redactor el ilustrado Agustín de Vedia y colaboraron

los señores Navarro Viola, José Tomas Guido, Vicente G. Quesada, C. Guido y

Spano, J. Sienra Carranza, M. A. Pelliza, Tomas Moncayo Avellan, Simón Bolívar

Camacho, y algunos otros escritores de nota, en tanto que se iniciaron

esgrimiendo sus primeras armas literarias Estanislao Zeballos, Aurelio Herrera

(a) Teseo, Cosme Mariño, Oscar Liliedad, Ocampo ( Salvador Mario), Mariano

Espina, Gerónimo Montero, Samuel Alberu, Nicasio Dibur, Rómulo Gascón, Enrique

Serantes, Vicente Hernández, Horacio Mendizábal, Sixto Rodríguez, y otros que no

recuerdo, pero cuya nomina demuestra la perspicacia de Hernández para penetrar

en el corazón de los jóvenes, apreciar sus cualidades y fomentar aquellos que

poseían a los elementos de superioridad para distinguirse en el país. Los tres

primeros pasaron en seguida con el señor José C. Paz a fundar " La Prensa", que

ya cuenta 27 años.

        Como político de largas vistas, se mostró particularmente en notables

conferencias, que dio en los altos del Teatro Variedades, a que asistían muchos

hombres públicos, cuando el entusiasmo por la apertura del Istmo de Panamá

exaltaba todos los ánimos.

        Logro entibiar ese entusiasmo demostrando los trascendentales perjuicios

que nos ocasionaba, y apuntando lo que era preciso hacer para contrarrestarlos,

aunque fundando a grandes rasgos su opinión que preveía fracaso.

            Con esto ampliaba lo que había dicho en el famoso debate con el

doctor Alem en 1880,sobre la cesión de Buenos Aires para capital de la

Republica, a cuya sanción llamaba " forjar el acero para hacer invencible la

Nación ", y " poner el sello a la obra iniciada en 1810". En ese discurso, que

ocupo tres sesiones sin salir un punto de las cuestiones internas, recordaba que

el señor Lessepps tenía ya reunidos 300 millones de francos para principiar la

obra y exclamaba:" No nos descuidemos, no nos quedemos atrás del movimiento

científico, comercial económico del mundo.... la apertura del Istmo de Panamá va

a servir de puerta para el comercio de Europa dejándonos relegados al extremo

meridional de la América del Sud."

            En las actividades de su vida y merced a su poderosa organización

intelectual, guiaba su mente por distintos rumbos, sin distracción ni

confusiones y así fue sucesiva y a veces juntamente: Contador  

taquígrafo-guerrero-revolucionario-legislador-miembro del Consejo Nacional de

Educación-Consejero del Monte de Piedad- del Banco Hipotecario-protector de las

industrias-estanciero-periodista-orador, y poeta-hombre de espada y de pluma-del

bosque y del salón-de tribuna y de espuela-En el campamento como en el gabinete

sirvió a su país en el orden Nacional y Provincial; de su poema Martín Fierro

dijo el doctor Navarro Viola: " es una lección de lo que debe se la poesía, es

decir: " Una moral y un arte".

            La autoridad incontestable que tenía en asuntos campestres, fue

causa que el gobierno del doctor Rocha le confiara la misión de estudiar las

razas preferibles y los métodos pecuarios de Europa y Australia, para lo cual

debía dar la vuelta al mundo, siendo costeados por la Provincia todos los gastos

de viaje y estadías y rentando con sueldo de 17 mil pesos moneda corriente

mensuales durante un año, sin mas obligación que presentar al regreso un informe

que el Gobierno se comprometía a publicar.

            Tan halagadora se suponía esta misión, que el decreto fue promulgado

sin consultar al favorecido, quien al conocerlo por los diarios se presento en

el acto al despacho de Gobierno rehusando el honor.

            Como el gobernador insistiera en que se necesitaba un libro que

enseñase a formar las nuevas estancias, y fomentar las existentes, le contesto

que para eso era inútil el gasto enorme de tal comisión; que las formas y

prácticas europeas no eran aplicables todavía a nuestro país, por las distintas

condiciones naturales e industriales; que la selección del clima y de la

localidad donde se crían y las variaciones del mercado, y en fin que en pocos

días, sin salir de su casa, ni gravar al Erario, escribiría el libro que se

necesitaba. Con efecto, escribió su " Instrucción al Estanciero" que edito

Casavalle y cuyos datos, informaciones y métodos bastan para formar un perfecto

mayordomo o director de estancias, y enseñarle al propietario a controlar sus

administradores.

            Excusado es decir que el gobierno ni siquiera suscribió un ejemplar

del importante libro, pero insistiendo en la idea de la famosa misión, rodeando

el mundo, se sirvió ofrecérmela a mi por conducto de su ministro el doctor

D`Amico; pero también la rehusé a pesar de las animadas reflexiones de aquel

amigo, fundado en iguales razones y en que no tratándose de elegir y mandar los

ejemplares, lo demás me parecía escolástica pura. A las tres fue la vencida y

dicha comisión fue confiada al señor Ricardo Newton, llevando por secretario al

ilustrado doctor don Juan Llerena, " el hombre que más sabe en la Republica

Argentina",según le escuché decir en conversación al doctor Nicolás Avellaneda.

        El viaje se hizo, el informe se imprimió en 5,000 ejemplares de 10

tomos, los gastos fueron fastuosos y puntualmente pagados.... mas el resultado

predicho por Hernández, esta lejos de competir con el de su libro criollo.

            Si el doctor Rocha en vez de esforzarse por alejar a Hernández de su

patria, enviándolo primero a Europa y después a Salta, donde adquirió los

gérmenes de su enfermedad mortal, se hubiera apoyado en su persiguió

incontrastable en la Provincia, otra hubiera sido su situación actual.

            Era su retentiva tan firme y poderosa, que repetía fácilmente

paginas enteras, de memoria, y admiraba la precisión de fechas y de números en

la historia antigua, de que era gran conocedor.

            Se le dictaban hasta 100 palabras, arbitrarias, que se escribían

fuera de su vista, e inmediatamente las repetía al revés, al derecho, salteadas

y hasta improvisando versos y discursos, sobre temas propuestos, haciéndolas

entrar en el orden que habían sido dictadas. este era uno de sus

entretenimientos favoritos en sociedad.

        En las asambleas tumultuosas sirvió muchas veces para apaciguarlas por

su figura culminante, por su palabra de fuego, por el cariño con que el pueblo

lo recibía y hasta por su potente voz de órgano de catedral, como le llamo el

escritor Benjamín Posse.

            Al fin, este coloso inclino la robusta cabeza, con la debilidad de

un niño, en su quinta de Belgrano, el 21 de Octubre de 1886, a menos de 52 años

de edad, minado de una afección cardiaca, quizá; en pleno goce de sus facultades

hasta cinco minutos antes de expirar, conociendo su estado y diciéndome:- "

Hermano, esto esta concluido". Sus últimas palabras fueron: "Buenos Aires.

Buenos Aires y ceso".

            Numerosa y selecta fue la concurrencia a la inhumación de sus

restos, y entre los discursos pronunciados, sobresalieron los del Coronel José

Tomas Guido y el doctor Luis V. Varela. En cuanto al del General Lucio V.

Mansilla, dominó la opinión de ser la mejor pieza oratoria que había pronunciado

aquel fecundo y original orador. En esta sentida oración inicio la idea de

conservar por la estatuaria las líneas de su figura colosa.

            El Senado, de quien era miembro, decreto una placa para su sepulcro.

            Su libro, bien conocido, es como la fotografía de una raza

legendaria que se extingue.

            Al desaparecer el gaucho, la Providencia trajo al pintor: Concluida

su misión, también acabo- Escudriñando escrupulosamente no se hallará una sola

impropiedad o error en cuanto allí describe, porque no precede de oídas, ni por

imitación, sino que pinta escenas en que ha sido a menudo actor o espectador.

            Tomo al gaucho en la frontera, se interno con el en el desierto,

lucho en el Pajonal con el Pampa y trazó en su poema, no solamente usos y

costumbres de los salvajes, entonces completamente desconocidas del cristiano

civilizado, que no han sido rectificadas, sino cuadros conmovedores que

produjeron una revolución en las ideas sociales y en la política, pues

suprimieron el contingente de frontera y operaron la emancipación  del criollo

como lo había sostenido en su diario " El Río de la Plata" .

            Por eso autoridades como Avellaneda, Estrada y muchos otros, han

dicho que ese libro era libro de misión, que condensaba en coplas de cadencia y

lenguaje popular, sabiduría profunda, y moral exquisita. Entre los numerosos

escritores Nacionales y extranjeros, que de el se han ocupado, por mas de 20

ediciones, tan solo el señor Juan Antonio Argerich ha pretendido singularizarse

diciendo que Acasubi y Hernández eran simplemente dos prosistas insoportables.

El crítico ha perdido su tiempo, pues sin embargo del tono olímpico con que

fulmina sus fallos literarios, no ha modificado el concepto nacional acerca de

estos poetas populares.

            Se le escucho con la misma sonrisa que cuando dijo que los versos de

Carlos Guido y Spano, nuestro gran poeta lírico, eran flores de trapo.

            El 21 de Octubre del corriente año tuvo lugar en el Cementerio de La

Recoleta la ceremonia oficial de colocar en su panteón la corona y placa de

bronce que como homenaje a su memoria decreto el Senado por iniciativa del

Doctor Julio Fonrouge, cuya inscripción dice: El Honorable Senado de la

provincia de Buenos Aires a José Hernández, autor de Martín Fierro.

            Asistió numeroso y escogido publico y se pronunciaron elocuentes

discursos, pero el del doctor Mariano Orzábal, que hizo el panegírico en nombre

y representación del Honorable Senado, fue una pieza magistral en la que nos

recordó que era el iniciador de la Escuela y Haras de Santa Catalina y el que

había dado el nombre a la ciudad de La Plata.       

            Prestigio el acto la prensa de todos los matices, asociándose a el,

así como el Ateneo, el poeta Guido y Spano y numerosos personajes del país.

            La reputación del Martín Fierro se ha extendido por todos los países

y centros del habla latina en Europa, en las republicas americanas y en Nueva

York.

            El " Correo de Ultramar" de París fue el primero que lo reprodujo

integro en sus columnas, luego en Méjico y siguió en las demás republicas.

            Hace poco tiempo, el reputado critico español Marcelino Menéndez y

Pelayo, en su " Antología de poetas Hispano- Americanos ", le consagra altos

elogios y hace propios los del ilustrado poeta Unamuno, ferviente encomiador de

Hernández, que entre otras cosas dice: " Su canto esta impregnado de

españolismo; es española su lengua, españoles sus modismos, españolas sus

máximas y su sabiduría, española su alma."

            " Martín Fierro, es el canto del luchador Español, que después de

haber plantado la Cruz en Granada se fue a América a servir de avanzada a la

civilización  y  a abrir el camino del desierto."

            No se extinguirá en el corazón del criollo, la imagen de este poeta.

El, supo bien lo que hacia, conocía a fondo el corazón y los sentimientos del

paisano, confiaba en su gratitud eterna, y por eso, como un presentimiento, en

la última página de su libro dice:

"Y guarden estas palabras

que les digo al terminar

en mi obra he de continuar

hasta dárselas concluida

si el ingenio o si la vida

no me llegan a faltar.

 

Y si la vida me falta,

ténganlo todos por cierto,

que el gaucho, hasta en el desierto

sentirá en tal ocasión

tristeza en el corazón

al saber que yo estoy muerto."