MARTIN CORONADO

 


EL LAZO AZUL


Al deslizarse mi pie
Por la húmeda gramilla
Un lazo azul con su hebilla
Esta mañana encontré.

Por cierto, estaba hechicero
Entre las flores del prado,
Un rayo de sol dorado
Brillando como el acero.

Y apenas mi buena estrella
Me lo señaló al descuido,
Ya lo soñé suspendido
Del cinturón de una bella.

Ante aquel dulce color
Que hablaba de cielo y gloria,
Presentí una blanca historia
Llena de sueños de amor.

Pensé en la luz de la luna
Y en la fresca margarita,
Y adiviné de una cita
La suspirada fortuna.

¡Qué hermosa debió vagar
Por el llano iluminado
La virgen que a su adorado
Fue allí trémula a encontrar!

¡Cuánta imagen sonrosada
Su mente acariciaría,
Recordando el primer día
En que supo que era amada!

Bajo el pavoroso tul
de la noche suspirante,
Surge ante mí a cada instante
La dueña del lazo azul.

Y tal la llegué a entrever
Que en medio de cien doncellas,
Todas cándidas y bellas,
La sabría conocer.

Y la diría al oído
Presentándole mi ofrenda:
"Hoy he hallado esta prenda;
Tómala: tú la has perdido."