JOSÉ MARTÍ
AMOR CON AMOR SE PAGA
PERSONAJES.................ACTORES
ELLA................................Srta.
Concepción Padilla
ÉL.....................................Sr.
Enrique Guasp de Peris
La escena
pasa en nuestros días.
ACTO ÚNICO
Salón
elegantemente amueblado; puerta al fondo.
ELLA
esperaba; ÉL entra.
ELLA.
Vino el
caballero a punto.
ÉL.
Venir a
punto era fuerza.
A caballeros
las damas
Nos obligan,
cuando ruegan.
ELLA.
Envidiáraos
por cortés
La vieja
corte francesa;
Pero ésa es
prenda del hombre,
Y aunque es
necesaria prenda,
En el asunto
a que os llamo
He menester
al poeta.
ÉL.
Pues qué,
¿poeta y hombre acaso
Serán dos
cosas diversas?
¡Con nacer y
con amar
Cuánta
poesía está hecha!
ELLA.
(Con interés
mal disimulado.) ¡Qué, amáis!
ÉL.
(Con
intención.) ¡Sí, amo!
ELLA.
(Abandonando
precipitadamente la idea.) Dejad
Inoportunas
querellas
Que os
distraerían
ÉL.
Y ¿a vos
No?
ELLA.
Tal vez me
distrajeran.
Es ello que
necesito
Para hoy
mismo una comedia.
ÉL.
Comedia, ¿y
para hoy?... ¿Qué, acaso
Fénix renace
el gran Vega,
O de los dos
Calderones
Ha vuelto
alguno a la tierra?
¿Y el
enredo? ¿Y la enseñanza?
¿Y aquellas
galas poéticas,
Blonda sutil
del lenguaje
Que lo borda
y hermosea?
ELLA.
No os pido
cosa tan alta:
Quiero una
obrilla modesta,
Juguete,
ensayo, proverbio...
ÉL.
¡Facilidad
como ella!
ELLA.
Sabéis que
en casa, el teatro,
Por cierto,
no es cosa nueva:
De moda han
puesto mi casa
Para
tertulias y fiestas,
Y yo amenizo
las noches
Representando
comedias.
Así las
horas distraigo,
Y tal vez
sencillas penas.
(Con
malicia.) Y dolores de viudez
Que ya en
mis años aquejan.
ÉL.
(Con calor.)
¿De viudez? Pues ¿cuándo sola
Pudo estar
vuestra alma bella?
Alma habría
que su encanto
Cifrara todo
en la vuestra
¡Y para
amaros en ellos
Más largos
los días quisiera!
ELLA.
Dijérase que
empezáis
A
representar la pieza.
ÉL.
¡Tan buena y
tan cruel!
ELLA.
Mirad,
Pensemos en
la manera
De salir del
caso grave.
ÉL.
Mas ¿cómo?
ELLA.
Un proverbio sea:
Sencillo.
ÉL.
La sencillez
La dificultad
aumenta.
Ved que el
talento de ser
Sencillo, es
el que más cuesta.
Remedio no
tiene el caso.
ELLA.
Este caso se
remedia
Buscando
título pronto
Al
refrancillo, que apremia.
No la
hagas...
ÉL.
A fe que es viejo.
No la hagas,
y no la temas.
¡Cuán bien
la Cayron reía
Con Reig en
la escena aquella
en que de
tonto y retonto
Con gracia
tal le moteja,
Que ni el
público la olvida,
Ni se repara
la escena!
ELLA.
Del dicho...
ÉL.
Al hecho. No ha un mes
Hicimos la
hermosa pieza,
Y lo que
escribe Tamayo.
Ni rival
sufre, ni enmienda.
ELLA.
A fe que
tiene mi amigo
Imperdonable
modestia.
ÉL.
Virtud es
ella egoísta,
Y taimada
como ella.
Han dado ya
en olvidarla
De tan
ingrata manera,
Que viene a
ser vanidoso,
Sinónimo de
poeta.
Así, quien
se ve, y se mira,
Que en el
mérito escasea,
Para valer
algo, acoge
Lo que los
demás desechan.
ELLA.
Yo necesito
un proverbio.
ÉL.
Un proverbio
da respuesta
A mi temor:
Quien mucho habla...
ELLA.
Sé lo demás:
mucho yerra.
Mas, ¿quién
por cortés se tiene,
Y de galante
se precia,
Y de una
dama la súplica
Terco y
airado desdeña?
ÉL.
¿Hidalgo yo
y descortés,
Y vos mujer
y no reina?
Sílbenme a
coro en buen hora,
Y haya la
crítica fiesta,
Y pasto de
los cencerros
Mi pobre
proverbio sea;
Que es harto
buena mi obrilla
Con que una
mujer la quiera.
ELLA.
¿Palabra?
ÉL.
Honrada y segura.
Ya son mis labios
colmena
De refranes:
¡quién en ellos
Pusiera
picante abeja,
Que en el
público zumbase
Con
enseñanzas amenas!
ELLA.
¿Ambiciosillo
el modesto?
ÉL.
¿Quién de
ambiciones no sueña,
Si las anima
y las quiere
Niña
gallarda y airosa,
Que el
domingo en la Alameda
Galas de
México luce,
Color
prestada pasea,
Oyérame aquí
la niña
Decir que
Naturaleza
En las
flores rojo puso,
Y en la faz
la color fresca?
Y ¡cómo el
novio pulido
De ella
tuviera vergüenza,
Si al darla
el beso primero
Que toda
ventura encierra
En capa vil
de pintura
Su beso de
amores diera!
Doncellita
primorosa
Que,
colgando al cuello, ostentas
Perlas, que
en vano pretenden
Copiar de tu
boca perlas;
Guarda,
guarda, doncellita,
Que el que
de amor te querella,
Con prontos
besos te robe
Del alma la
color fresca...
(De prisa.)
Y diera así a los galanes
Consejos
para las bellas,
Y sátira al
envidioso,
Y golpes a
la pereza,
Y enseñanzas
a mí mismo,
Y a todos
plática diestra,
Blanda en la
forma y prudente,
Y en el
fondo, grave y recta.
ELLA.
Mas mi
proverbio...
ÉL.
Ya apunta:
¡Dificultad
sin clemencia!
ELLA.
Pensemos
título: Antes
Que te cases
mira...
ÉL.
¡Necia
Prevención
del refrancillo!
Pues ¿hay
ventura como esa
De haber
amparo del llanto
En la noble
esposa tierna;
Y haber dos
almas, sin ser
Más que una,
y sentir cuán bellas
Palabras nos
fortalecen,
Y caricias
nos consuelan?
ELLA.
¿De veras
pensáis así?
ÉL.
Así lo
pienso de veras.
Hombre
incompleto es el hombre
Que en su
estrecho ser se pliega
Y sobre la
tierra madre
Su estéril
vida pasea,
Sin besos
que lo calienten
Ni brazos
que lo protejan.
Ábrese el
árbol en frutos
En plantas
se abre la tierra;
Brotan del
ramo las hojas;
Todo se
ensancha y aumenta.
Y el hombre
no es hombre, en tanto
Que en las
entrañas inquietas
De la madre,
el primer hijo
Palpitar de
amor no sienta.
¡Proverbio
necio a fe mía!
Otro refrán.
ELLA.
(Su nobleza,
El ánimo me
cautiva,
Y la
voluntad me prenda.)
EL
Otro refrán.
ELLA.
¿Otro? Mira
Con quién
andas...
ÉL.
Es conseja
Harto
vulgar.
ELLA.
El que a hierro
Mata
ÉL.
Por el
hierro muera.
Vengativo es
el proverbio,
Aunque
bíblico: no sean
Mis
palabras, mientras viva,
De venganza
pregoneras.
Otro más.
ELLA.
El que con lobos
Anda
ÉL.
Se ha escrito.
ELLA.
El que espera
ÉL.
Desespera,
según dicen.
ELLA.
(Con
intención.) Mas si aguarda con nobleza
Amor que
tarda en venir,
En bien de sí
mismo espera... (Movimiento de él.)
ÉL.
Otro más
cierto.
ELLA
¿De
amores?
ÉL.
¿Quién diera
cosa más bella?
ELLA.
Amor con
amor se paga...
ÉL.
Pues ese
proverbio sea.
Ingratas hay
que lo olvidan,
Y torpes que
lo desdeñan.
ELLA.
La probanza
es menester:
Ánimos,
pues, y a la empresa.
ÉL.
(¡Si me
amara!)
ELLA.
(¡Si me amara!)
ÉL.
(¡Si
entendiese!)
ELLA.
(¡Si entendiera!)
ÉL.
Presto,
manos a la obra.
ELLA.
Al punto.
¿Cómo comienza?
ÉL
A fe que no
doy con ello;
Mas no será
cosa extrema:
Con
esquiveces de dama
Y en el
galán insistencias;
En él, valor
y ternura,
En ella,
gracia discreta;
Paréceme que
el proverbio
Hacerse bien
se pudiera.
¿En qué
pensáis?
ELLA.
En el tiempo,
Que va de
prisa, y apremia.
¿Decís que
amor con amor...?
ÉL.
Se paga: ¡si
es cosa hecha!
ELLA.
(Con
intención.)
¿Tal es de cierto
el proverbio?
ÉL.
¡Tal fuera
la dicha cierta!
Mirad: pues
que el tiempo apura,
Danme las
mientes idea
Original y
curiosa:
Habrá en la
amante contienda
Galán que de
amor requiebre,
Y dama
esquiva y zahareña.
Haced vos lo
de la dama,
Que os ha de
cuadrar de veras:
Yo haré el
galán: vos reñís,
Cosa para
vos no nueva:
Insisto yo,
os defendéis:
Vuelvo
empeñoso a la tema,
Volvéis a
las esquiveces,
Refuerzo yo
la insistencia,
Y entre no
quiero y sí quiero,
Vos donaire,
yo destreza,
Haced que el
amor despierte
Y ¡dejadme
que yo os venza!
ELLA,
¡Que vais
haciendo el proverbio!
ÉL.
Por hacerlo
el alma diera:
¿Aceptáis?
ELLA.
Es cosa extraña...
ÉL.
Perdónese
por lo nueva:
¿Os decidís?
ELLA.
Decidida.
¿Edades?
ÉL.
La mía y la vuestra
ELLA.
¿Época?
ÉL.
Hoy: los amores
No tienen
más que una época.
ELLA.
¿Y nombres?
ÉL.
De dama, el
vuestro:
Leonor, ¿qué
cosa más bella?
ELLA.
Pensad que
andamos de burlas.
ÉL.
Pues tanto
valen las veras,
Dejad que de
burla os llame,
Como sin
burla os dijera.
ELLA.
Cortés
estáis y discreto,
Mas no me
place. Teresa
Llámese la
ingrata altiva:
Julián vuestro
nombre sea.
ÉL.
Ved que
notaréis frialdades
Llamándoos a
vos Teresa.
ELLA.
Es nombre de
santa ilustre:
¿Aceptáis?
ÉL.
No haya querella.
ELLA.
Vos, Julián;
Teresa, yo;
Princípiese
aquí la escena.
(Arreglan
los muebles, como preparando un escenario.)
ÉL.
Vos sentada;
yo sentado.
ELLA.
Sube el
telón: ya comienza.
ÉL.
Ved que os
dejéis convencer.
ELLA.
Ved que me
llamo Teresa.
JULIÁN.
(Afectando
tono dramático.)
Con ser
tanta la verdad
De vuestra rara
hermosura,
Mayor es mi
desventura,
Y mayor mi
soledad.
De roca os
hizo en verdad
Vuestra
buena madre el pecho:
¿Qué ley os
dará derecho
para prendar
hombre así?
Con amaros,
¡ay de mí!
¿Qué mal,
señora, os he hecho?
ELLA.
(Interrumpiendo
la escena, y volviendo a hurtadillas a lo natural. Bajo.)
A fe que os
ponéis muy grave.
ÉL.
Ved que ha
empezado la escena.
ELLA.
(¡Jesús con
el don Julián!)
ÉL.
Tócale
hablar a Teresa.
TERESA.
(Recobrando
su tono de ficción.)
Triste os
ponéis de repente:
Hacéis
-¡soberbio papel!-
A maravilla
el doncel
De don
Enrique el Doliente.
Ved que no
ha estado prudente
Vuestro
triste corazón:
Yo sé que
amar es razón,
A quien se
ama, y ley muy justa:
Mas, si el
galán no nos gusta,
¿Es amar
obligación?
JUL.
No es de
dama tan cortés
Respuesta
tan enojosa:
Gala hacéis
de donairosa,
Mas lujo de
crueldad es.
Ved, señora,
que después
De haber
abierto la herida,
Tiene la
mano homicida
Deber con la
caridad,
Y es más
bella la beldad
Cuando da a
un muerto la vida.
Ved que en
el viento las aves
Volando
pasan a par:
Ved a las
ondas cruzar
Rumorosas y
suaves.
Ved que
hasta las penas graves
Jamás,
Teresa, andan solos:
Ved cuál se
juntan las olas
En el correr
de los ríos:
Ved, junto a
troncos umbríos,
Amarse las
amapolas.
TER.
A fe que de
mi amador
Sospechar
nunca pudiera
Que tan
presto convirtiera
A Cupido en
orador.
Mas faltan
al trovador,
Para
cautivarme, galas.
No son las
endechas malas;
Pero yo
nunca he podido
Imaginarme
un Cupido
Con levi-sac
y sin alas.
JUL.
A fe,
señora, que tengo
Algo tan
duro en los labios,
Que por no
haceros agravios,
En el hablar
me contengo.
Ved que a
trovaros no vengo,
Ridículo
trovador:
Ved que si
vivo amador,
Y si os
ensalzo poeta,
Quien se
respeta, respeta
Un digno y
honrado amor.
Alas me
niega el gracejo
Que vuestros
encantos roben;
Mas en
cambio de amor joven,
Amor os tengo
tan viejo,
Y tan
probado y añejo,
Y tan recio
en la porfía,
Que acaba,
Teresa, el día
Para empezar
uno nuevo,
Y ¡en el
alma siempre llevo
Encendida el
ansia mía!
Y es amor
fuego tenaz
Y ansia y
congoja tan fiera,
Que no hay,
Teresa, manera
De que yo
goce de paz.
Es
pensamiento que audaz
Todo el
pensar me domina,
Y sueño que
me fascina,
Y encanto
que me seduce,
Y estrella
que me conduce,
Y ¡hasta sol
que me ilumina!
TER.
Por sueño...
JUL.
¡El alma enamora!
TER.
Por encanto
JUL.
¡Azul parece!
TER.
Por estrella
JUL.
¡No anochece!
TER.
Y por sol
JUL.
¡Alumbra y dora!
Y tanto os
amo, señora,
Por lo
gallarda y lo bella,
Que hasta en
la mísera huella
Que imprimís
a vuestro paso,
Ve este amor
en que me abraso
Sueño,
encanto, sol y estrella.
Es que en el
pecho han nacido,
Con
pensamientos de amores,
Tantos
sueños, tantas flores,
Tanto vigor
comprimido,
Que al cabo
en paz he vivido
Con la vida
que me arredra:
Es que
creciendo la yedra
Al tronco y
muro se prende,
Y ¡en luz de
amores enciende
Tronco,
arbusto, sol y piedra!
TER.
Incendio
vivo y fugaz
Pinta aquí
vuestro amor ciego:
Si os lo
extingue todo el fuego
Abrasador y
voraz,
Restos para
amarme en paz
Del fuego no
habrán quedado,
Y ¿qué he de
hacer, malhadado,
Si el fuego
arrecia y atiza,
Con un galán
Don Ceniza
Consumido y
chamuscado?
JUL.
Verdad es
ella, que el fuego
De vuestros
ojos me abrasa,
Y todo
prende y arrasa
La antorcha
del amor ciego;
Pero es lo
cierto que luego,
Fénix,
renace el amor,
Y de un
campo sin verdor
Hace un
raudal de fortuna,
Y de un
sepulcro, una cuna,
Y ¡de una
piedra, una flor!
Es fama que
a un cementerio
Llegó un
sabio cierto día,
Afirmando
que no había
Tras de la
tumba, misterio.
Un ser
blanco, vago y serio,
A la tumba
se acercó:
"Amor,
amor" pronunció
Con triste
voz quejumbrosa,
Y al punto
alzóse la losa,
Y el muerto
resucitó.
TER.
Quedar debió
el sabio inquieto,
Porque así
yo me quedara,
Si me
hubiera cara a cara
Con un galán
esqueleto.
Vuestras
historias respeto;
Pero pensad,
Don Julián,
Que si tan
tétricas van,
De buscar
habré un conjuro,
Porque ya
pone en apuro
Tanto hueso
por galán.
Amador como
el doncel,
Prendado de
su misterio,
Trae consigo
un cementerio
Para
prendarme con él.
Y no le
basta al cruel:
Para decir
que me ama,
Fuego
doquiera derrama
Por donde el
paso detiene,
Y cuando a
verme se viene,
Viene
convertido en llama.
JUL.
(Toda esta
décima, avanzando él y retrocediendo ella.)
¡Ved que es
instante supremo
Este, en que
de mí os burláis!
TER.
¡Ved que
ardéis, y me quemáis!
JUL.
¡Ved morir!
TER.
¡Ved que me quemo!
JUL.
¡Morir de
desdichas temo!
TER.
¡Pensara yo
que de arder!
JUL.
¡Miradme ya
estremecer!
TER.
¡Miradme
casi quemando!
JUL.
¡Vedme de
amor expirando!
TER.
¡Vedme de
miedo correr!
ÉL.
(Cambiando
bruscamente de tono.)
¡No más,
Leonor!
ELLA.
(Como no
queriendo entender.)
¿Qué Leonor?
Vos Julián,
y yo Teresa.
ÉL.
La comedia
el fuego aviva:
Acabe aquí
la comedia:
Yo os amo:
en vano es que calle
Lo que ni a
vos avergüenza,
Ni a mí me
da más que honra,
Ni a vos más
que dichas diera.
Mirad: con
ser vos quien sois,
Y con ser,
Leonor, tan bella,
Lo que de
vos amo menos
Es vuestra altiva
belleza.
¡Hay algo en
vos que os envuelve,
Algo extraño
que os rodea,
Algo puro
que os bendice,
Y de vos
hasta mí llega,
Y en el alma
se me esconde
Y en frente
y labios me besa!
(Ella hace
movimientos para hablar.)
Callad:
porque os tengo en tanto,
Leonor
amada, que es fuerza
Que penséis
lo que digáis
Porque yo en
menos no os tenga.
Antes me
enojan que vencen
Ridículas
resistencias,
En quien de
amores se abrasa
Y sus amores
nos niega.
Decidme lo
que pensáis
Presto;
¡Mas, por Dios, no sea
Nada,
Leonor, que lastime
El corazón
que os venera,
Y que con
cada latido
En frente y
labios os besa!
ELLA.
(Adelantándose
sola hacia un lado del proscenio.)
Público:
suceso grave.
¿Cómo
negarle podré
Todo mi
amor, cuando sé
Que lo
conoce y lo sabe?
Mándame aquí
la costumbre,
Con las
mujeres impía,
Que el amor
del alma mía
Ni conozca,
ni vislumbre;
Pero si está
el corazón
Saltándoseme
a los labios,
¿Cómo puede
haber agravios
En las que
verdades son?
Yo sé que el
pecho amoroso
Lugar para
este hombre guarda,
Y sé que mi
amor lo aguarda
Por noble y
por generoso.
¿Por qué si
un amor honrado
Estoy
sintiendo en el pecho,
No he de
tener yo derecho
A decir que
lo he engendrado?
¿Por qué,
con tanto rigor,
Cuando a un
casto bien se aspira,
Ha de ser la
vil mentira
Forma fatal
del pudor?
ÉL.
(En el otro
extremo de la escena.)
¡Leonor,
Leonor de mi vida,
Cómo más
presto me hablaras,
Si mis angustias
miraras
en el alma
estremecida!
No es un
vago devaneo
Ni pasajero
amorío:
¡Es que este
pobre ser mío
Prendido en
tus labios veo!
Viví: con
decir que vivo
Muchos
recuerdos se dicen,
Que en el
cobarde maldicen
Y esperan en
el altivo.
Amé: con
decir que llevo
En el
corazón amores,
Digo que el
ser de dolores
Se ha
trocado en un ser nuevo.
¡Nada es
azul en la vida,
Oh mortal,
de lo que ves,
Si no miras
al través
De una mujer
bien querida!
Nada ¡oh mortal!
es el hombre
Que sin
mujer va en la tierra,
Y sin el
hijo que encierra
Orgullo y
germen de un nombre.
¡Leonor, mi
amada Leonor,
Cómo más
presto me hablaras,
Si en el
alma me miraras
El lago azul
de tu amor!
(Cada uno
conserva su puesto en un lado de la escena.)
ELLA.
¿Cómo
decirlo y callarlo?
ÉL.
(Tendiendo a
ella las manos.) ¡Leonor, Leonor!
ELLA.
(Siempre al
público.) Si es honesta
Afición la
que me mueve,
Si me
cautivan sus prendas,
Si es en la
forma cortés
Y anida en
su alma grandezas
Y lo amo,
porque lo estimo,
Que sólo
alcanza completas
Venturanzas
el amor
Que en la
estimación comienza,
¿A qué mi
temor, y el fuego
Que en las
mejillas me quema,
Si tengo, al
par que en el alma,
Claridad en
la conciencia?
ÉL.
Luchan amor
y pudor
En esa alma
limpia y bella,
En quien los
años no extinguen
Las blancas
flores primeras.
¡Aguarda,
aguarda, amor mío:
Que detienen
sus promesas
Timideces de
mujer
Que el valor
de amor aumentan!
(Los dos
adelantándose a un tiempo.)
ELLA.
¡Julián!...
ÉL.
¡Leonor!
ELLA.
Yo no sé
ÉL.
¡Palabra que
tanto cuestas,
Si honrada
en el alma naces,
Presto,
presto al labio vengas!
ELLA.
¡Te amo, te
amo!
ÉL.
(Con
transporte.) No tienen
Todas las
humanas lenguas,
Ni las aves
en los bosques,
Ni las
brisas en las selvas,
Ni la
tórtola nocturna
De
quejumbrosas cadencias,
Conjunto tal
de armonías,
De espacios
divinos prenda:
Que luego de
haber oído
"¡Te
amo!" de tu boca bella,
Hay más azul
en el cielo,
hay más
calor en la tierra,
Y el aire un
beso, otro beso,
Onda tras
onda se lleva.
ELLA.
(Como
dudando.) ¿Amor firme?
ÉL.
Nunca mueren
Estos
cariños que empiezan
Con suave
calma, que luego
Respeto y
tiempo alimentan,
Y son del
cuerpo sostén,
Más que
deleitosa presa.
Estima,
calma, respeto,
Unión en lo
que se piensa,
Confusión de
vida y vida,
¿Cómo es
posible que mueran
Si uno en el
otro se apoyan
Y con dos
vidas alientan?
ELLA.
¿Y el
proverbio?
ÉL
No de burlas
Lo digas:
antes de veras
Afirma que
lo hemos hecho.
Pues ¿dónde
hay mejor comedia
Que el corazón
de los hombres
Y de mujer
las ternezas?
ELLA.
La noche
llega.
ÉL
En el teatro
Repetiremos
la escena.
ELLA.
Y ¿quién de
silbarte habrá
Que ame,
espere, sufra y sienta?
Mas, ¿qué
papel en tu pecho
Muestra la frente
indiscreta?
¿Papel de
amor?
ÉL.
De congoja
Es muy
probable que sea.
Míralo tú.
ELLA.
¡Del autor!...
ÉL.
(Como
quitándoselo.) ¡Osadía como ésta!
Pero no
habrá de leerse.
Dame.
No. Cumplir es fuerza
Su voluntad:
"Al buen público."
Dice así:
"Carta modesta:
Juguete es
éste sencillo
Hecho al
correr de la pluma
En un
instante de suma
Pereza. El
alma sin brillo
Está de
quien lo escribió:
Cuando sin
patria se vive,
Ni luz del
sol se recibe,
Ni vida el
alma gozó.
Vino Guas:
quiso tener
Piececilla
baladí,
Por darte,
público, a ti
Algo
agradable que ver.
Por la
mañana encargó,
Y ¿se pensó
en la mañana;
Más frívola
que galana,
Por la tarde
se acabó.
Hízose así,
tan de prisa,
Y apenas
solicitada,
De tal
manera, que nada
Puede
excitar más que risa.
Mas piensa,
público amigo,
Que cuando
el alma se espanta
Y se tiene
en la garganta
Fiero dogal
por testigo,
La
inteligencia se abrasa
Y el alma se
empequeñece,
Y cuanto
escribe parece
Obra
mezquina y escasa.
En este
juguete mira
Caprichosa
distracción
De un mísero
corazón,
Que por
hallarse suspira.
Siente, ama,
estima, perdona
Con tu
natural bondad:
Si es malo,
la voluntad
De actor y
poeta lo abona.
Nada mejor
puede dar
Quien sin
patria en que vivir,
Ni mujer por
quien morir,
Ni soberbia
que tentar,
Sufre, y
vacila, y se halaga
Imaginando
que al menos
Entre los
públicos buenos
Amor con amor
se paga."
TELÓN