JOSE BETINOTI
POESÍAS
COMO QUIERE
LA MADRE A SUS HIJOS
Como quiere
la madre a sus hijos
con la fe
sacrosanta del alma,
yo te amo
aunque sea un pecado
con todo el
cariño de todas mis ansias.
Yo te siento
bullir en mis venas
y en mi
mente te llevo grabada,
como queda
grabado el recuerdo
del ser más
querido que nunca se aparta.
Es en vano,
yo soy tu cautivo
desde cuando
escuché tus palabras;
que de noche
ni duermo y padezco
pensando el
gloria de alguna esperanza.
Yo no sé qué
misterio insondable
encontré en
tu divina mirada,
que no puedo
olvidarte un momento
que me hallo
muy triste, que viví sin calma.
Tus promesas
me tienen inquieto
y asediado
por tanta nostalgia
tengo miedo
y a veces deliro
que soy
desdichado, que ya no me amas...
Desde
entonces lo paso violento
por los
celos que siempre me invaden;
y la duda
que más me consume
me postra,
me mata, no puedo explicarme.
Yo deseo que
sepan tan sólo
que soy tuyo
y no soy para nadie;
que te
quiero con toda mi alma,
con todos
mis nervios, con toda mi sangre.
Es inútil,
te adoro al extremo
que tu
imagen en mí se hizo carne;
que si paso
un momento sin verte
enfermo de
hastío, me pongo muy grave.
MI REBENQUE
PLATIAO
Tuve un
rebenque machazo
hecho de
papada pura,
que aunque
fiero de figura
era un
rebenque lindazo.
Pa pegar un
güen chirlazo
otro mejor
no he encontrao,
lo tuve por
descontao
en el tiempo
que lo usaba,
ni el diablo
se me arrimaba
con mi
rebenque platiao.
Tenía una
argolla machaza
de pura plata,
eso sí,
y un
corredor guaraní
hecho con
toda cachaza.
Que aunque
fierazo de traza
era un
trabajo acabao,
y de cuero
bien sobao
era su larga
azotez;
¡ah, Cristo,
si lo tuviera
a mi
rebenque platiao!
Hasta pa
hacer el amor
me sirvió de
buena ayuda,
cuántas
veces en la duda
supo ser
buen mediador.
Del boliche
al mostrador
cuántas
veces he golpiao
y el pulpero
retobao
me miraba
con malicia
de miedo de
la caricia
de mi
rebenque platiao.
A veces en
el rodeo
si un toro
se me cortaba
y el campo
printo ganaba
a disparar a
lo feo,
y era mi
mayor deseo,
al que era
toro empacao
dejarle el
lomo cribao
y a veces
hecho pedazos
a juerza de
rebencazos
con mi
rebenque platiao.
CONSEJOS
GAUCHOS
La confianza
mata al hombre
dice un proverbio
muy viejo,
yo sé
olfatearla de lejos
como zorro
desconfiado,
porque el
hombre que ha rodado
puede hasta
dar un consejo.
La ciencia
es una gran cosa,
me dijo un
maestro profundo,
pero en mi
razón me fundo
que si es
muy útil la ciencia,
no está
demás la experiencia,
mi mejor
maestro fue el mundo.
El camino de
la vida
tiene
bastantes zanjones,
y el que
quiera en dos tirones
evitar sus
barquinazos,
se ha de dar
muchos porrazos
debido a los
tropezones.
Que si a
golpe uno se forma,
solo se ha
de levantar,
porque es
muy feo implorar
ayudas o
indicaciones,
si los
golpes son lecciones
por su bien
debe aguardar.
El mundo a
mí me ha enseñado
como debo de
seguir,
porque a
fuerza de subir
se hace el
hombre en esta vida,
no hay
esperanza perdida
para el que
sabe vivir.
El que entra
en una carpeta
mas, si en
el pago es extraño,
desconfíe
del mismo paño,
y si es
medio observador,
cuídese del
tallador
que no hay
juego sin engaño.
Que si
entran a hacerle fiesta
como amigos
estimados,
mire a los
cuatro costados
y todos
serán testigos
que en el
juego no hay amigos,
y si los
hay, son contados.
Nadie se ría
del más pobre
y si lo
agobia un pesar,
no lo dejen
de ayudar
porque si
uno anda rodando,
sin saber
cómo ni cuándo
de él puede
necesitar.
Si se da con
un porfiado
que se arma
una discusión,
sobre
cualquier opinión,
no traten de
abrirle brecha,
habrá que
darle la derecha
aunque no
tenga razón.
Y el que
tenga algún secreto
con él se
debe morir,
no lo debe
de decir,
aunque sea a
su mujer,
que la madre
sin querer
nos puede
hasta descubrir.
Si es muy
malo ser pedante,
más triste
es ser pretencioso,
ser modesto
y bondadoso,
no es
cometer un desliz,
porque el
hombre más feliz
es no
sentirse envidioso.
Y el padre que
ama a sus hijos
si en la
vuelta de los años,
le pagan con
desengaños,
no les debe
maldecir,
solos se han
de arrepentir
si andan
vagando entre extraños.
Si una madre
siempre ha sido
quien
consoló nuestras penas,
todas las
madres son buenas
no es justo
las destituya,
que aquel
que estima la suya
sabrá
apreciar las ajenas.
Quien
respete es respetado
donde quiera
y donde cuadre,
y el que
obedece a su padre
tiene una
virtud consigo,
para mí es
muy buen amigo
hijo que
quiere a la madre.