RICARDO PALMA
CORONA PATRIÓTICA
I
Años hace que mi voz se eleva para
saludar el día más clásico de la historia del pueblo, donde la mano de la
Providencia me señalara un espacio para cuna y donde tal vez encontré mi
cabeza! postrero Independiente como el que más, mi corazón juvenil se ha
henchido de entusiasmo ante los recuerdos que el 28 de julio despierta. Hijo de
América he saludado al sol de julio, al sol de la Libertad mi fe de cristiano
ha consagrado al santo de Israel un himno que vibra aun en lo más íntimo del
corazón.
Y hoy también se alza mi voz débil, pero
sincera; porque ¡patria mía! tengo fe y creo en el porvenir que los cielos te
reservan; porvenir que será espléndido, como tus bosques perfumados, inmortal
como tus Andes, cuyas cimeras de plata penetran en el arrebolado firmamento, y
en las que acaso posa su invisible planta el genio benéfico que preside tus
destinos.
II
Bajo el azul turquí de un cielo siempre
sereno y majestuoso, alentado por los rayos de un sol magnífico, alzábase un
pueblo a la felicidad.
Llanos de esmeralda cubiertos de flores
delicadas que abren sus corolas a los frescos besos del rocío, montes con
entrañas de oro y plata que se destacan en el espacio como gigantes de granito,
lagos cuyos pacíficos cristales apenas riza el murmullo de los céfiros;
Panorama donde se hallan adunados vida,
esplendor y dicha, tal fue el imperio de Manco.
Ese pueblo amó al Ser Eterno en la luz y
el Sol fue su divinidad.
Y en verdad ¿no os habéis imaginado
cuando eleváis a Dios el pensamiento y los ojos a la bóveda estrellada, que ese
sol coronado de topacios, que esa diadema esplendorosa de la cual están
suspendidos los azules cortinajes del palacio de Jehová, no os habeis imaginado
repito, que ese astro fecundante es el brillo de su mirada, la huella de su
grandeza?
III
Pero como despeñado torrente se
presentaron los conquistadores y el Lábaro de redención fue un manequí en sus
manos. Mancharon con sangre sus vestiduras y erigieron altares al becerro de
oro.
Y tras el escándalo que sembraron los
encargados de conducir a un mundo virgen la civilización cristiana consiguieron
labrar pesadas cadenas. Ellos olvidaron que el rey Profeta ha dicho -En el
mismo lazo que escondieron quedará preso su pie.
Y ese pueblo, aherrojado como rebaño de
esclavos, no desesperó jamás.
La esperanza es el alma del hombre.
¿Y quién ha dicho que no sea también el
alma de los pueblos?
Tres siglos de opresión pasaron como
lavas candentes del infierno sobre la faz de la América y ella comprendió que
Dios la había hecho señora, que su porvenir era grande.
Y escribió en el libro de su historia los
nombres de Tucumán, Chacabuco, Maypú, Boyacá, Pichincha. Junín y Ayacucho.
-Justo es el Señor y ha amado la justicia.
IV
Mas ya ¿qué resta de aquella generación
de bravos que a nosotros, pobres plantas, nos dieron una aura suave en que
respirar, la aura de los libres?
Unos pocos ancianos a los que debemos
respetar como reliquias del pasado, santas memorias del ayer al hoy. Un escaso
número de soldados inválidos que moran en un cuartel desaseado e insalubre, mal
vestidos y peor alimentados.
Alguna vez hemos mojado nuestra pluma
pidiendo para ellos un pedazo mas de pan... de ese pan que se prodiga a los que
tal vez lo consiguen sin títulos que alegar. Y sin embargo, esos hombres
mutilados llenos de blancas canas y honrosas cicatrices oyeron una voz que los
llamaba a combatir por la patria y combatieron llenos de fe; porque para ellos
dijo la Escritura -Acordaos del Señor grande y terrible y pelead por vuestros
hermanos y vuestros hijos.
V
Y hoy os brindo un recuerdo gloriosas
víctimas de la mas santa de las causas. Perdón si profano vuestras cenizas,
arrancando una página del libro del pasado para ofrecer vuestra historia a las
generaciones que están por venir.
No pretendemos atribuirnos trabajo ajeno.
Las noticias biográficas que en seguida publicamos son tomadas de la Herencia
Española y de algunos manuscritos y periódicos que tenemos a la vista.
Si hay algún mérito en esto, es el de
haber coleccionado estas apuntaciones que pueden servir de base quizá, a la
inteligencia privilegiada que ose escribir la historia de nuestra emancipación
y de sus próceres.
D. José
Gabriel Tupac Amaru
Era el 3 de setiembre de 1780. Los
pueblos todos del Departamento del Cuzco se hallaban en completo estado de
efervescencia. El Inca José Gabriel Tupac Amaru los había excitado a romper el
yugo con que los humillaba el poder Ibero.
La primera chispa había prendido.
Pero aun el pueblo no se sentía fuerte
para romper el yugo -Su fe era débil...
Era preciso que radiase la aurora del 4
de julio de 1792 para que viniese un 9 de diciembre.
Tupac Amaru ... moría pocos días después
en un cadalso.
Pumacahua y
los Angulos
En 5 de agosto de 1814 tuvo lugar en la
ciudad del Cuzco la revolución llamada de Pumacahua y los Angulos. En breve
tiempo levantaron un ejército numeroso, rico en entusiasmo, aunque pobre en
armas, que se batió siete veces con las fuerzas españolas.
Derrotados al fin por el General Ramírez
perecieron en el patíbulo Pumacahua, los hermanos Angulos, el General San
Román, y todos los principales caudillos; contándose entre estos el célebre y
sentimental poeta arequipeño Melgar.
D. José
Gómez
Nació en Taena. Por los años de 1810 se
incorporó al Ejército Argentino mandado por el General Belgrano. Más tarde hizo
algunas tentativas de revolución en Taena de donde en calidad de preso fue
remitido a Lima y de aquí enviado a Casas Matas. Pretestando una enfermedad lo
mandaron al hospital de Bellavista de donde fugó asilándose en Lima en la
huerta de D. José María Pagador, llamada de Presa. En unión de este y otros
varios patriotas proyectaron tomar por sorpresa las fortalezas del Callao y la
Fragata de guerra Española "La Venganza" anclada a la sazón en la
bahía.
Malogrados sus afanes por la traición de
Juan Escobar, tuvo Gómez que esconderse en casa de su hermana, de donde fue sacado
por Juan Vizcarra, comandante de la partida de encapados y primo hermano de
Gómez, para ser ahorcado en la Plaza Mayor en compañía de D. Casimiro Espejo
(quien fue entregado por su propia querida) y del D. D. Nicolás Alcázar.
D. Lorenzo Valderrama, que era otro de
los sentenciados, logró escapar de la prisión y atravesó con la mayor audacia
el desierto de Atacama para unirse al ejército patriota.
D. Carlos Zabalburu y D. Mariano Casas,
que también fueron sentenciados con los anteriores, se mantuvieron ocultos
hasta la llegada del ejército Libertador.
D. D.
Nicolás Alcázar
Fue médico muy acreditado del Hospital
Militar del Espíritu Santo. Entre las acciones mas notables de su vida se
cuenta la siguiente:
Habiendo sido sentenciado a muerte, por
causas criminales, un español apellidado Cachufeiro, le administró un brebaje
que a los ojos de la justicia le hizo pasar por muerto, volviéndole a la vida
con un contra-narcótico, cuando ya la familia de Cachufeiro tenia en su casa el
cuerpo del supuesto cadáver.
Descubierta la complicidad de Alcázar en
los planes de Gómez y Pagador, se asiló en casa de un hijo de Cachufeiro, quien
fue tan infame que lo entregó a la Policía en recompensa de haber salvado a su
padre de la muerte.
Alcázar fue uno de los que el 31 de diciembre de 1818 tuvieron en la
Plaza Mayor el mismo trágico fin que Espejo y Gómez.
D. José
María Pagador
Preferimos consignar la biografía de este
ilustre patriota cuyo nombre se halla ligado a las acciones más distinguidas de
su época, en los dos documentos que siguen. Ellos dicen por sí solos más que
cuanto pudieran expresar nuestras palabras.
Sr. D. José María Pagador, Palacio de
Santiago 1º de junio de 1820 -Muy señor mío y amigo -Si la patria en su noble
empeño por la regeneración política de nuestro continente americano recarga a
sus buenos hijos con las comisiones que le interesan para llegar al fin de obra
tan grandiosa; también sabe conocer el mérito del individuo cuando ejecuta con
honor y valor los cargos que se le confían.
La verdadera historia del Perú, dará el
lugar que corresponde en sus páginas a las víctimas que sacrificaron sus vidas,
sus fortunas y sosiego por el honor y libertad de sus compatriotas. Los nombres
del teniente coronel Gómez, sus dignos compañeros y el de U. serán siempre
recordados con gratitud por los hijos de la Libertad; así como una maldición
americana borrará de este nombre a los traidores que vendieron al gobierno del
Callao la valiente empresa de que fueron víctimas y U. ha salvado la vida
milagrosamente. El 21 de julio de 1818 ciertamente coloca a U. entre sus
primeros compatriotas y sus padecimientos y peregrinaciones por los bosques de
Huarmey, le hacen acreedor a una compensación que asegure su subsistencia y la
de su familia. Yo ofrezco a U. encargarme de recomendarlo al primer gobierno
peruano que se instale por la voluntad libre e independiente de aquellos
pueblos. Coopere U. como lo tiene acreditado, en la comisión que le encargo al
norte de Lima y está explicada detalladamente en las instrucciones que en
oportunidad le serán entregadas y son de acuerdo con las del capitán Zorrilla y
teniente Barrenechea; intérnese a los puntos que se le designan, acérquese a
las personas que se le indican y a todos los que desean romper las cadenas de
la opresión. Inflame sus pechos con la sagrada insurrección preparada en Lima y
principales pueblos del alto y bajo Perú, en cuyo apoyo he creado una armada
con suficiente poder por sí sola para arrojar del Pacífico las fuerzas
marítimas de Fernando el cruel y un ejército que en breve desembarcará en
aquellas costas con el solo objeto de, unido a los valientes peruanos, arrojar
de su opulento suelo a sus opresores y constituida la nación y sus autoridades
por la libre y sola voluntad de los peruanos, regrese a Chile en los momentos
que el Perú no necesite más de su presencia.
Yo no olvidaré sus trabajos y el interés
con que se ha conducido U. en la justa causa de la libertad, y repito, que no
perderé medio de satisfacer sus servicios. Por ahora, celebro el
restablecimiento de su salud que tanto interesa a sus compatriotas oprimidos
por los que va U. a sacrificarse con noble resolución, llevando de su parte a
más de una sana conciencia la protección del cielo y la buena fortuna de su
amigo Q. B. S. M. -Bernardo O'Higgins.
Informe
Excelentísimo Señor -El que suscribe en
virtud del decreto de 6 del presente que antecede dice: Que D. José María
Pagador en 8 de julio de 1819 desembarcó en Valparaíso conducido de las costas
del Perú con recomendaciones muy interesantes del Vice-Almirante de la Escuadra
de Chile lord Cochrane, entre otro número de nobles peruanos en cuyos pechos
ardía el fuego de santa libertad. Persuadido mi gobierno del brazo fuerte de
estos distinguidos peruanos, los colocó a todos en el Ejército Libertador y en
la marina chilena en el rango que les correspondía de oficiales y de mayor
calidad que aceptaron como lo más ansiado de su amor a la libertad, y a D. José
María Pagador le tocó la ardua empresa, a que él voluntariamente se ofreció de
venir al Norte de Lima en unión de otros valientes oficiales como experto y
animado de entusiasmo patrio, con la comisión de promover el sistema de
libertad que progresaba rápidamente, y a cuyo efecto se encargó de varios
cajones de mis proclamas y correspondencia que dirigía a los patriotas de la
costa, del interior y del alto Perú. Se embarcó efectivamente en Valparaíso en
la goleta Terrible el 16 de julio de 1820; y aunque naufragó en el desembarco
en la costa de Huarmey el 8 de agosto siguiente, sin embargo de la muerte del
capitán Zorrilla, salvó la correspondencia de que venía encargado; y por
informe que tuvo mi gobierno del Excelentísimo General San Martín, supe que D.
José María Pagador había llenado su comisión a pesar del naufragio, escasez de
numerario, enfermedades y mortales persecuciones del Virrey, admirablemente con
grande aplauso de dicho General, a quien se reunió en la villa de Huacho en
noviembre de 1820. El buen resultado de su comisión produjo al Ejército
Libertador en el norte, abundancia de recursos para su buen éxito; finalmente,
para que se cumpliese la oferta que le hice en mi carta 1º de junio de 1820,
fechada en el Palacio de Santiago y que corre original bajo de mi propia firma
a fojas 1º de este expediente, el Excelentísimo Sr. General San Martín lo
premió confiriéndole el título de teniente comandante del resguardo del Callao,
donde creo que permaneció hasta el alzamiento del traidor Moyano.
Esto es, lo que por ahora puedo informar
según me acuerdo; pero si hubiera de recurrir a mis memorias de aquella época,
que no están a la mano, no dudo que servicios más relevantes que los
expresados, serían el lleno de su justicia. Permítame sin embargo V. E. decir
por mi parte, que reconozco y considero en la persona del Sr. Pagador, uno de
los peruanos fundadores de la libertad de su patria, y es todo lo que en
justicia puedo y debo informar. -Hacienda de Montalván 20 de enero de 1.840.
-Bernardo O'Higgins.
D. Pedro
Zorrilla
Fue desterrado a Chile en 1809 por haber
intentado con otros patriotas una conspiración; y habiendo tomado partido con
los independientes de aquella república y elevándose a la clase de capitán, fue
enviado de emisario al Perú.
Desgraciadamente se ahogó en las costas
de Huarmey, en un naufragio que padeció la goleta que lo conducía.
D. Gavino
Uribe
En el naufragio padecido en la costa de
Huarmey por los emisarios que en 1820 condujo de Chile la goleta Terrible,
amparó a Pagador y otros a pesar de la pena de muerte que se había promulgado
contra los que les diesen asilo. Merced a sus esfuerzos, se repartió la
importante correspondencia que anunciaba la próxima llegada del Ejército
Libertador.
Después, habiéndose sublevado los
prisioneros españoles de la división Orrelly, que estaban en depósito en
Huarmey, fueron todos tomados por Uribe, servicio que fue de grande
importancia; porque impidió la alarma de los pueblos del tránsito.
D. José
Olaya
La heroicidad de este mártir de la
patria, es tanto más digna de recomendarse, cuanto que era un pobre pescador
chorrillano.
Por los años de 1820 llevaba
correspondencia de los patriotas de Lima a la escuadra Libertadora.
Entusiasmado cada día más y más continuó prestando esta clase de servicios
hasta 1823, que ocuparon Lima los españoles y puestos de nuevo en contacto los
patriotas con el General Sucre, que se hallaba en el castillo de la
Independencia, fiaban a Olaya sus comunicaciones.
Una tarde al recoger las contestaciones
de las que había traído del Callao, fue sorprendido y se tragó las cartas.
Conducido a un cuartel expiró entre
crueles tormentos, sin que le pudiesen arrancar la más leve confesión.
Sobre este hecho ha escrito el joven
poeta. D. Manuel Nicolás Corpancho una composición dramática titulada El
Barquero y el Virrey.
Doña Andrea
Bellido
Nació en la ciudad de Ayacucho, antes
Huamanga. En 1822 fue fusilada por los españoles, por su constancia en no
revelarles el nombre del autor y autores de una carta firmada por ella, en la
que se daban noticias importantes para que se salvara una fuerza patriota que
iba a ser sorprendida en Quiccamachai, seis leguas distante de Ayacucho.
Después de la acción de la Macacona se
hallaba N. Quirós en dicho Quiccamachai y por consecuencia de esta derrota,
quedó cortado con toda su fuerza que no bajaba de 600 hombres, aumento que le
habían dado los patriotas de Huamanga. Atacada esta fuerza por los españoles,
tuvo que abandonar su posición y entre los despojos que les tomaron en la
retirada, quedó una chamarra del esposo de la Bellido y se sacó de ella la
carta acusadora.
Al tomar declaración a la Bellido sobre
la carta, hallaron que no hablaba el idioma castellano ni menos podría
escribirlo. Con este motivo creció el empeño de conocer al que había dado un
aviso tan interesante y del que se había hecho un misterio en la ciudad,
estando el secreto reducido a pocas personas.
La Bellido se negó constantemente a hacer
la revelación, y prefirió la muerte a descubrir al que había vendido la
confianza de los españoles. Aun en el momento mismo de ejecutarla, se la
requirió ofreciéndola salvarla la existencia, pero ella insistió en su negativa
y recibió la muerte con una firmeza inimitable, llevando su secreto a la tumba.
Murió a la edad de 61 años.
¡Gloria a la heroína!
Falucho
Revolucionados por el sargento Moyano en
las fortalezas del Callao las fuerzas patriotas, un soldado a quien sus
compañeros llamaban Falucho, cuando se le obligó a presentar las armas al
pabellón español, exclamó:
-No puedo hacer honores a la bandera
contra la cual he peleado... Malo es ser revolucionario; pero peor es ser
traidor.
Y tomando su fusil por el cañón lo rompió
contra el asta de la bandera.
Tan heroica acción de fidelidad fue
premiada con la muerte.
Los
capitanes Millán y Prudán
Tomada posesión de las fortalezas del
Callao por las tropas realistas, todos los jefes y oficiales prisioneros fueron
depositados en Casas Matas y de allí conducidos a pie por la Sierra con
dirección a Chucuito.
A los cinco días de marcha fugaron dos de
los presos. El General Monet ordenó entonces que se sorteasen dos de los 70 que
quedaban y salieron los nombres de los capitanes.
D. Domingo Millán, quien al oír su nombre
contestó: ¡Servidor a la Patria!
y D. Manuel Prudán, que dijo: ¡Presente!
Pocos minutos después Millán, vestido de
parada pronunciaba un entusiasta discurso que concluía con estas enérgicas
palabras. ¡Al pecho, soldados! ¡Al pecho! Viva Buenos Aires! Viva el Perú!
Luego obligose a los prisioneros a pasar
por delante de los cadáveres de los héroes, mártires de la causa Americana.
Era el 21 de marzo de 1824.