BOLETÍN

 

FRUTAS Y HORTALIZAS

 

MINISTERIO DE AGRICULTURA DE LA NACIÓN

 


AÑO VII                                Buenos Aires, marzo de 1942                         Nº 62

 

 

 

 


RECOPILACIONES HORTÍCOLAS

Trabajo publicado en el almanaque del año 1941

 

 

 

CARDO

(Cynara cardunculus)

 

 

 

 

 

Trabajo preparado por la

Dirección de Frutas y Hortalizas

 

 

 

 

 

 

DIRECCIÓN DE PROPAGANDA Y PUBLICACIONES

 


 BUENOS 1942 AIRES


CARDO

(Cynara cardunculus)

 

 

            Planta de raíz pivotante y profunda, con muchas ramificaciones laterales; tallo erguido, de 60 a 80 centímetros de altura; hojas grandes, de color verde grisáceo, con bordes muy partidos y nervaduras salientes; flores en capítulo, de color blanco o azuladas violetas; receptáculo grande y espinoso. El fruto es un aquenio.

 

variedades

            Las más cultivadas en el país son las siguientes:

            Blanco lleno.- De pencas anchas y tiernas, resistente a climas fríos.

            De España.- Sin espinas, muy cultivado y de gran aceptación en los mercados.

            De Tours.- De pencas anchas y tiernas, alcanza a 80-90 centímetros de altura y es muy resistente a las enfermedades; se adapta a los suelos compactos.

 

cultivo

            Terreno.- Requiere para vegetar en buenas condiciones un suelo fértil, rico sobre todo en sales de potasio y fósforo, debiendo ser, además, elevado el tenor en materia orgánica.

            Generalmente se abonan las tierras utilizando estiércol en una proporción de 10.000 a 15.000 kilogramos por hectárea.

            Los suelos deben ser sueltos, profundos, areno-arcillosos y con buen drenaje. Los cultivos efectuados sobre suelos muy arcillosos y húmedos fracasan por la escasa adaptación de esta planta a ese medio.

            Preparación del suelo.- Se inicia dos o tres meses antes de la siembra con una arada profunda y labores de rastreo. Como la siembra o plantación se realiza en surcos, éstos deben abrirse 10 ó 15 días antes por medio de un arado de mancera a un metro de distancia entre sí.

            Siembra.- Se puede hacer de asiento o en almáciga. Para la siembra de asiento se colocan dos o tres semillas sobre el fondo del surco, distanciándolas un metro y cubriéndolas con cinco o seis centímetros de tierra.

            Es conveniente practicar riegos abundantes para favorecer la germinación y el desarrollo de la planta. Cuando éstas tienen 10 ó 15 centímetros de altura, se eligen las mejores y se arrancan las menos precoces de las dos o tres que nacen en el lugar sembrado.

            Las aporcaduras son necesarias cuando la planta alcanza una altura de 30-35 centímetros, a fin de calzarlas, favorecer el desarrollo radicular y, al mismo tiempo, iniciar el blanqueo.

            En almácigas: En ciertas regiones se acostumbra a sembrar primeramente en almácigas, y cuando las plantitas tienen una altura de 10-15 centímetros las trasplantan al lugar definitivo a un metro de distancia en todo sentido.

            Los cuidados posteriores son iguales a los prodigados en la siembra de asiento.

            Cuidados culturales.- Se concretan a mantener el suelo mullido y a la extirpación de malezas invasoras. Los riegos deben ser abundantes, especialmente durante el verano.

            Blanqueo.- Es indispensable para que los cardos pierdan el gusto amargo y sean más tiernos y agradables. Los métodos más utilizados son los ya estudiados cuando nos referimos al blanqueo del apio.

 

 

cosecha

            Se inicia en otoño y continúa durante el invierno. Por medio de una pala se corta la raíz a 5-7 centímetros bajo el nivel del suelo, extrayendo la planta con la mano. Se cortan las hojas externas en mal estado y se envían los cardos al mercado, a los que, para evitar deterioros, se les ata con juncos, mimbres o totoras.

 

plagas y enfermedades

            Son las mismas ya descriptas en el cultivo del alcaucil.

 

 

Digitalizado por la Voluntaria Consuelo Fraga