Cir. No 565.                                                                    Febrero 4 de 1926.

 

REPÚBLICA ARGENTINA - MINISTERIO DE AGRICULTURA

SECCIÓN PROPAGANDA E INFORMES

PASEO COLÓN 974                                                Buenos Aires

 

 

 


LA VERRUGA DE LA VIÑA

 

 

 

            Nombres: La “Verruga de la Viña” es conocida en muchos países vitícolas del mundo con el nombre de: “malatía dei tobércoli” y “rogna” en Italia, “krebs” y “Schorf” en Alemania, “broussins” en Francia, “black-knot”, “crown-knot” y “cane-knot”, etc. en Estados Unidos.

            Países donde se ha hallado: Francia, Italia, Alemania, E. Unidos, Inglaterra, Canadá, Chile, Australia, Colonia del Cabo, Holanda, San Juan y Catamarca, y posiblemente se halle también en otras provincias y territorios y vitícolas. Los viñateros la atribuyen siempre a causas físicas, pero deben saber que la causa de la enfermedad, es un microbio, y tomar las precauciones que se aconsejan en esta hoja.

            Especies y variedades de viñas más atacadas: Las más atacadas son las variedades de viñas europeas (vitis vinífera). Las vides americanas son en general resistentes, a excepción de algunas variedades de híbridos de Vitis Labrusca (var. Isabella, etc.). En cambio la Vitis Rupestris es raramente atacada, sea en su forma subterránea (raíz) en su forma aérea (tronco); ataca con frecuencia las cepas de más edad.

            Algunas variedades europeas se han mostrado más atacables entre ellas la moscatel blanca (Moscatel de Alejandría). Se ha constatado el caso de un viñedo de moscatel blanco de 6 años con el 70% de las cepas enfermas. La enfermedad mata las cepas en 4 ó 5 años.

            Distintas formas de la enfermedad: Existían distintas opiniones de los agrónomos sobre si la enfermedad es una sola con distintas formas, o si se trata de dos enfermedades, (una que ataca a la raíz, forma “agalla de corona” y la otra que produce la verruga).

            Causas de la enfermedad: Los primeros agrónomos que se ocuparon de esta enfermedad la atribuyeron a causas físicas, tales como heladas, heridas, suelo impermeable, insectos, exceso de savia, etc. etc.

            Más tarde, otros atribuyeron la enfermedad a hongos parásitos, luego encontraron en los tubérculos desarrollados varias especies de microbios. El agrónomo italiano, F. Cavara en 1897, descubrió un microbio al que atribuyó la causa de la enfermedad; Trevisán la llamó “tuberculosis de la vid” y la atribuyó al Bacillus Ampelopsorae. En 1907, Smith y Townsend demostraron que el microbio llamado Bacterium tumefaciens aislado de una variedad de margarita, se transmitiría por picaduras, al tabaco, tomate, papa, remolacha, lúpulo, duraznero, etc., produciendo agallas en el punto de la picadura; más adelante se hicieron picaduras en viñas y también se transmitió la enfermedad. Se han efectuado también ensayos de infección con material sacado de viñas enfermas en las raíces y se reprodujo la enfermedad en duraznero, manzano, damasco, etc.

 

 

Ver: Cepa de viña atacada por la “Verruga”

 

            Descripción de la enfermedad: Como su nombre lo indica, se caracteriza por formar una capa corchosa gruesa, áspera, resquebrajada, que levanta a veces las tiras do corteza de la vid, y, que al llegar el otoño se seca y se desprende en partes cayendo al suelo; la cepa presenta un aspecto engrosado, corchoso que se explica bien por los distintos nombres comunes que se la ha dado en los distintos países donde se ha encontrado. (Véase la figura.)

            Difusión de la enfermedad: Al podar se infectan las herramientas y éstas pueden transmitir la enfermedad; hay que desinfectar las tijeras, serrucho, etc., cuando se poda una planta enferma.

            La enfermedad se difunde también por los insectos y por el riego, sobre todo cuando al fin del verano caen pedazos de corteza al suelo y el agua de riego los distribuye y los lleva a las partes no infectadas. Esto se comprobó con un viñedo viejo infectado, cuyas aguas de riego sobrantes fueron volcadas sobre un viñedo nuevo de cepas perfectamente sanas y plantadas especialmente, el año siguiente se notaron plantas infectadas.

            Se ha notado también que cuando se riega por inundación (riego en manta o en superficie) la infección es más frecuente; conviene, pues, regar a surco.

            Remedios: Los ensayos que se han hecho desde mucho tiempo, ha dado poco o ningún resultado: entre ellos el cortar los tubérculos o partes atacadas (verrugas) y aplicar una pasta de sulfato de cobre y cal, varios ensayos con otros desinfectantes han dado muy poco resultado.

            Lo mejor que puede hacer cuando el número de cepas atacadas es muy reducido, es arrancar totalmente de raíz, quemar el suelo en el mismo lugar o desinfectarlo con cal viva y sulfato de cobre sacando con cuidado todos los pedazos de la cepa y quemar las plantas atacadas en seguida, desinfectando las herramientas.

            Cómo prevenirse contra la “Verruga de la Viña”: Según se deduce de los ensayos efectuados, lo mejor es injertar sobre variedades resistentes o muy resistentes a la enfermedad.

            Variedades resistentes a la Verruga: Completamente resistentes: Rupestris San Jorge, Riparia (porta injertos), Feher Szagos, Chaselas Dorado, Sultana, sin semilla, Carignan, Garnacha, Gros Colman, Mataró, Malvasí negra, Burger y Lenoir. Estas variedades si se desea cultivarlas en terreno infectado pueden plantarse en sarmientos o barbados, sin necesidad de injertarlos (productores directos). La Rupestris San Jorge dio la mayor resistencia a la enfermedad. Hay que hacer notar que esta variedad sólo sirve como porta injerto, como también es resistente a la filoxera, lo que hace doblemente útil en suelos donde el Rupestris se desarrolla bien.

            Además, del moscatel blanco, son atacadas: las variedades Tokay, Málaga, Riesling, a menos de injertarlas sobre los pies resistentes.

            Región sana: En caso de que en su región o en su viñedo no haya cepas enfermas, tenga mucho cuidado cuando compre sarmientos o barbados de otras regiones o viñedos que éstos no estén infectados, si es posible visite antes dichos viñedos y asegúrese que no tengan la “verruga”.

            Es siempre mejor producir uno mismo sus barbados para estar seguro de su estado sanitario.

           

 


Digitalizado por la Voluntaria Consuelo Fraga