Circ. Nº 169                                                                                                                                                        Octubre de 1923

REPÚBLICA ARGENTINA – MINISTERIO DE AGRICULTURA

SECCIÓN PROPAGANDA E INFORMES

PASEO COLÓN 974                                                                                                                         BUENOS AIRES

 

 


ALPISTE

INSTRUCCIONES PARA SU CULTIVO

 

               

(SEGUNDA EDICIÓN)

 

SUELOS PREFERIDOS.- El alpiste prefiere los suelos sueltos, es decir, areno-arcillosos, permeables y profundos que tengan bastante tierra vegetal. Las tierras de trigo y lino son aptas para el alpiste. Las arcillosas, fuertes y húmedas en exceso no sirven para este cultivo. Aguanta bastante bien la sequía, cuando no es muy prolongada.

 

LABRANZAS.- Como para trigo, lino y maíz. En otoño o principios de invierno se da una reja seguida de rastreo, y antes de sembrar, a principios de septiembre se pasa otra reja cruzada, rastreando luego. Enseguida se siembra.

 

SEMILLA.- Hay que elegir la de la cosecha del último año por que más vieja, pierde su poder germinativo en un porcentaje paulatinamente más elevado. Es bueno desinfectar la semilla antes de sembrar, con solución de sulfato de cobre o mejor con caldo bordelés al 1 ½ %. Conviene también aventarla antes de sembrarla, porque en general viene muy sucia de semillas de yuyos.

 

SIEMBRA.- Es cultivo de primavera que no aguanta las heladas por cuyo motivo hay que sembrarla después que ha pasado el peligro de las heladas tardías. El mes de septiembre o mejor la segunda quincena del mismo, es la mejor época en años templados como éste. En años fríos se puede demorar la siembra hasta la segunda quincena de octubre. Lo esencial es que pase el período de las heladas tardías antes de sembrar y fuera de este período cuanto antes se haga, tanto mejor.

La siembra debe hacerse siempre en líneas, empleando la sembradora de trigo o la de alfalfa de discos. Hay que separar las líneas de 20 a 25 centímetros una de otra, graduando la máquina a fin de que no desperdicie semilla o la reparta mal; esto es fácil de hacer con las máquinas modernas.

Siendo semilla fresca (de la última cosecha) y limpia, y sembrando en líneas, no se necesita más de 20 Kg. por hectárea (35 kilogramos por cuadra); en terrenos sucios conviene sembrar en mayor cantidad y lo más pronto posible (a principios de septiembre), para impedir que las malezas se adelanten al alpiste y lo ahoguen. Con semilla regular o dudosa conviene emplear unos 30 Kg. por hectárea (50 Kg. por cuadra).

Debe sembrarse un poco profundo (6 a 8 centímetros) y taparse bien la semilla, si es necesario, por medio de un rastreo, porque sino, los pájaros escarban la tierra y se comen los granos.

Por este motivo y otros varios, la siembra al voleo no debe aconsejarse, sino al contrario, debe quedar prescripta de las prácticas culturales. Como las líneas deben estar bastante juntas aun en suelos sucios, no debe sembrarse al voleo, pues siendo semilla buena germina pronto y la vegetación del alpiste aun en líneas, ahoga a las malezas.

 

CUIDADOS DE CULTIVO.- Cuando la semilla ha sido sulfatada el verdadero enemigo del cultivo del alpiste son las malezas, que conviene extirpar. En superficies chicas, esto se puede hacer fácilmente por medio de carpidas con gran provecho para la mayor producción del cultivo. Aun en las extensiones grandes, convendría pasar la carpidora mecánica que trabaja 4 hectáreas por día más o menos, pero ésta casi no se conoce en el país, lo que quiere decir que es poco usada. La mejor época de pasarla es cuando el alpiste tiene unos 20 centímetros de alto.

Si hay mucha invasión de malezas y no se usa la carpidora mecánica, hay que pasar la rastra de dientes que arranca muchos yuyos y favorece el macollaje del alpiste.

 

COSECHA.- El peor enemigo del alpiste en la época de la cosecha son los pájaros; por lo tanto no se debe demorar la recolección. Pero tampoco hay que cosechar verde, porque como se comprende, sufre el grano. Cuando las hojas se ponen amarillas y secas y alguno que otro grano de las primeras plantas sembradas se desprende con cierta facilidad de la espiga, es el momento de entrar en el sembrado con la segadora.

Para el corte se pueden emplear las mismas máquinas que para el trigo.- Una vez cortado, se emparva y luego se trilla, poniendo a la trilladora los accesorios correspondientes a este grano.

En épocas normales el alpiste rinde alrededor de 12 quintales por hectárea (20 qq. o sea 2.000 Kg. por cuadra).

El grano de alpiste pesa de 62 a 65 Kg. por hectolitro..

 

 

 

 

 

Digitalizado por la Voluntaria Consuelo Fraga