Diario Alcalá
Una vacuna para las abejas La epidemia provocada
por un parásito asiático, que ha acabado en España con las colonias
silvestres de abejas productoras de miel y reducido la producción de las colmenas
de los apicultores de todo el mundo, tiene sus días contados si se confirma
la eficacia de un remedio ideado por un veterinario jubilado. Pedro Pablo Rodríguez,
descendiente de españoles y con residencia en Virginia (Estados Unidos) y
Alcalá de Henares, es el creador del tratamiento contra el ácaro varroa
jacobsoni, que consiste en mezclar vaselina líquida de una determinada
densidad, miel, cera y agua. En una entrevista
telefónica con la agencia Efe, Rodríguez manifestó desde Virginia que el remedio
que propone para combatir la varroa es «eficaz, económico y no contamina,
frente a los tratamientos acaricidas, cada vez menos útiles y que, utilizados
incorrectamente, pueden dejar residuos en la miel». «El proceso _explica
Rodríguez_ tiene dos fases. Primero hay que utilizar un gasificador para
matar los ácaros en su fase adulta y colocar en las colmenas unas pequeñas
cuerdas empapadas con la mezcla descrita con el fin de que las patas de las
abejas queden impregnadas; después sólo hay que esperar a que las abejas
procedan a acicalarse y es entonces cuando transfieren la vaselina a los
ácaros que se han posado en su cuerpo». Investigación «La sustancia acaba
penetrando en el sistema respiratorio de los ácaros y mueren de asfixia»,
apostilla Rodríguez, quien afirma que esta técnica se está experimentando en
varias universidades argentinas y también por apicultores españoles,
americanos y africanos, «gracias a la difusión que ha tenido por Internet»,
como asegura el veterinario afincado en la ciudad complutense. Según
Rodríguez, dos multinacionales norteamericanas le ofrecieron patentar la
fórmula, «pero lo rechacé porque quiero que se beneficie de ella toda la
humanidad», manifestó. La varroa se detectó en
España en 1985 y al año siguiente provocó una epidemia que fue declarada
oficialmente. La hembra de este parásito, que afecta tanto a la cría de abeja
como a los adultos y se alimenta de su sangre, se reproduce en el interior de
las celdillas de los panales y, según su grado de parasitación, las crías
mueren o nacen con malformaciones que le impiden atender las tareas de la
colonia. La principal
consecuencia de la varroa ha sido la pérdida de colonias silvestres y la
inviabilidad a corto plazo de los enjambres que salen de los colmenares y no
son recogidos por un apicultor. Autor: Diario 16 –
Alcalá, España |