Autor/es
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Grupo de Trabajo
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Fecha
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González, J.
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Suelos y Agrometeorología
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Mar-1999
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Vivero
Producción de Plantas de duraznero
Es habitual entre los viveristas
que dispongan de una escasa superficie para la producción de plantas de durazno.
En este artículo se abordan algunos aspectos que le pueden permitir para
obtener mejores resultados de acuerdo a la experiencia recogida a través de
los años en la Estación Experimental Agropecuaria San Pedro.
Los trabajos culturales se realizan con labores
mecánicas en los espacios entre filas y carpidas manuales entre plantas. Son
frecuentes los grandes espaciamientos entre filas, que permiten efectuar
trabajos con maquinarias y herramientas convencionales, ocupando las especies
cultivadas superficies excesivas en relación al volumen de plantas
producidas. Esta elevada relación entre superficie y plantas comerciales,
disminuye la posibilidad de incrementar la producción y dificulta las
necesarias rotaciones entre cultivos. La incorporación de mini-tractores
articulados ha mejorado la situación, no obstante el nivel socio-económico
que caracteriza al sector, no permite acceder en la mayoría de los casos a
una moderna mecanización.
Manejo del Suelo
La característica
de los suelos del área de San Pedro, con textura superficial
franco-arcillo-limosa, crean condiciones físicas desfavorables para el
crecimiento de las plantas que empeoran con los continuos laboreos. Son
frecuentes excesos de humedad en suelos "pesados" que no permiten
realizar oportunamente las labores mecánicas para el control de malezas, con
el consiguiente perjuicio para los cultivos.
El desarrollo logrado en el control de malezas con agroquímicos permite otras
alternativas de manejo de suelos, disminuyendo e incluso eliminando, las labores
mecánicas, con lo cual es posible incrementar sustantivamente las densidades
de siembra disminuyendo daños mecánicos en plantas y costos por ocupación de
mano de obra.
En la E.E.A INTA San Pedro se ensayan diferentes espaciamientos entre surcos
(1,40 m ; 0,70 m ; 1 m ; líneas apareadas a 0,40 m y separadas del par
contiguo a 1 m ) para observar el comportamiento de los parámetros
vegetativos del "portainjerto o patrón", como así tambien de los
cultivares injertados.
Siembra y Nutrición
Con relación al portainj
erto, el diámetro de tallo no disminuye con el incremento de densidad de
siembra de "carozos" permitiendo duplicarla sin afectar su
dimensión. Como sabemos esta característica es la que determina la
posibilidad de efectuar la operación de "injertado". Las labores
mecánicas de suelo afectan negativamente el tamaño del portainjerto, tanto en
altura de planta como en el diámetro del tallo. Los daños producidos a nivel
radicular explican las diferencias en el crecimiento de las plantas. La aplicación
de fertilizantes fosfatados al momento de la siembra, no afecta el
crecimiento del portainjerto, incluso en suelos considerados de bajo
contenido de este nutriente.
Refiriéndonos a plantas comerciales, no se observan diferencias entre los
tratamientos de labranzas probados, que incluyen desde el no laboreo a las
labranzas convencionales. Los tratamientos sin labranza son tratados con
herbicida residual Simbar (Terbacil PM 80) en dos oportunidades, luego del
"bajado de lomos" y del corte del pie, reforzando el control de
malezas con herbicidas de contacto con las debidas protecciones.
El crecimiento de los cultivares injertados se ve afectado por las densidades
de siembra. Presenta una directa relación entre distancia entre surcos y
alturas de plantas y diámetros de tallos. No obstante, desde el punto de
vista comercial, los promedios de diámetros de tallos y alturas de plantas
son aceptables para los cultivares ensayados aún en las densidades mayores.
Debemos considerar que, en plantas destinadas a implantar montes frutales
comerciales, los tamaños obtenidos con bajas densidades son excesivamente
grandes. Está comprobado que plantas de mayor tamaño poseen menor número de
tallos "anticipados" y que, al momento del "arrancado" es
mayor el volumen de raíces que permanecen en el suelo, y por lo tanto, se
afecta la relación parte aérea-raíz. Estas plantas, luego de instaladas en el
monte comercial, tienen un incremento de los diámetros de tallo
significativamente inferior que las plantas de menor tamaño que poseen una
equilibrada relación entre la masa radicular y la parte aérea.
A nuestro criterio es posible incrementar las densidades de siembra,
incluyendo el uso de herbicidas en lugar del sistema convencional de laboreo,
con las ventajas ya enunciadas. No obstante, deberá ajustarse la densidad
contemplando las diferentes tazas de crecimiento de los distintos cultivares.
I.N.T.A. – San Pedro - Argentina
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