Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica

 

 

 

Poda del melocotonero

 

 

El árbol del melocotón es de tamaño mediano, ya que no sobrepasa los cinco metros. Inicia su producción al tercer o cuarto año y hasta el quinto su rendimiento no se estabiliza.

La fructificación ocurre sobre las ramas producidas el año anterior y para que ocurra, el árbol debe entrar en un período en que no ocurre crecimiento, denominado período de reposo, y del cual no sale hasta que haya pasado cierto número de horas de frío con temperatura inferior a 10º C. Una rama una vez que ha florecido no lo vuelve a hacer más, por lo que podar es una labor fundamental para producir ramas nuevas, las cuales darán la nueva cosecha.

En la práctica se debe considerar que un árbol que ha producido entre diez y doce cosechas de melocotones de calidad, es suficiente, desde un punto de vista económico aunque el árbol viva muchos más años; además, el árbol joven produce la mejor fruta.

Poda

En el melocotonero la poda es de tal importancia que de ella depende, en alto grado, el éxito que se pueda alcanzar, ya que no sólo le da una buena formación al árbol y gran resistencia a su estructura, sino que también adecuada luminosidad y aireación, y con el correcto empleo de la poda, se logra mantener a los árboles durante muchos años en condiciones de alta productividad, con gran calidad, sin envejecer, ni producir cosechas alternadas.

En el melocotonero la floración ocurre siempre en madera nueva, es decir en las ramas que se desarrollaron el año anterior, emitidas por los tejidos viejos. Sin embargo, no todas las ramas que brotan son adecuadas para producir frutos, por lo que conviene conocer cuales tipos existen y sus características:

Rama vegetativa o chupón:

es la rama con vigor variable que tiene en toda su extensión, exclusivamente yemas vegetativas no productoras. Puede tratarse de ramas anticipadas o sea aquellas emitidas a partir de un brote del mismo año o de los llamados chupones. Por lo general, este tipo de ramas son indeseables y deben eliminarse, ya que además de no ser productivas pueden llegar a entorpecer la formación del árbol y su vida productiva.

Rama mixta:

es el tipo de rama más deseable. Aunque suele ser vigorosa, posee yemas vegetativas y florales o productoras, agrupadas en toda su longitud, por lo que puede aprovecharse tanto para formar la estructura del árbol como para la obtención de ramas fructíferas, en las que hay un gran equilibrio entre el número de hojas y de flores y por lo tanto de los frutos que se formarán.

Chifón:

Es una rama de poco vigor, de 10 a 20 cm de longitud, delgada, que por lo general posee sólo yemas florales, a excepción del extremo en donde se presenta una yema vegetativa, que es la única posibilidad de producir una nueva rama; por tanto, es una rama que no tiene un equilibrio adecuado entre hojas y flores. Si un árbol posee suficientes ramas mixtas es conveniente eliminar los chifones. En nuestro país es frecuente que se deje este tipo de ramas, ya que debido a la ausencia de frío, muchas veces la producción de ramas mixtas es reducida.

Ramilletes:

Son ramitas de 1 a 3 cm de longitud, muy débiles que se comportan como chifones de menor vigor. Poseen muchas yemas florales y sólo una vegetativa lo que las hojas que produce no son suficientes. Al igual que en el caso anterior en condiciones como las de nuestro país, este tipo de ramas se utilizan para la producción. Sin embargo, si existen suficientes ramas mixtas este tipo de rama, debe desecharse.

En caso de topografías muy quebradas se podría ensayar una espaldera sobre terrazas trazadas en curvas de nivel.

Poda de formación

Como su nombre lo indica, la poda de formación tiene como objetivo modificar la estructura del árbol, de tal manera que el árbol tenga mejor iluminación, aireación y resistencia a los agentes mecánicos.

Aunque existen muy diversos sistemas, los más conocidos son los llamados formas libres, como es el caso de la formación en copa. Para obtener la formación de copa, se escogen tres o cuatro ramas que se dejan como primarias y a partir de ellas se busca la formación de ramas secundarias y terciarias que dan origen a las ramas productoras. No es conveniente que las ramas primarias se inicien en un mismo punto, sino que estén separadas para mejorar la resistencia. En este sistema lo que se busca es lograr un buen equilibrio en todo el árbol, de manera que las ramas que lo constituyen sea, cada una en su categoría, de vigor o fortaleza semejante y tengan el mismo peso, volumen, cantidad de hojas y capacidad de producción. Visto desde arriba, las ramas principales deben guardar entre sí, ángulos de 120 grados (forma de una letra ye), si se trata de una formación con tres ramas principales o de 90 grados si se dejan cuatro (forma de cruz). Una rama principal nunca debe estar colocada encima de otra y deben surgir a una altura del tallo principal lo más corta posible, ya que entre más bajos sean los árboles más fácil será su manejo, aunque conviene tener en cuenta que el peso de la cosecha hace descender las ramas, por lo que una altura de 30 cm entre surcos y la primera rama es la adecuada.

Todo el conjunto de estas ramas de estructura, forman la copa, armazón o esqueleto permanente del árbol, que tiene las funciones de conducción y sostén. La producción de follaje y frutas estará en los otros tipos de ramas mencionadas que son más delgadas y se encuentran a lo largo de las ramas de estructura.

Poda de fructificación

El objetivo de esta labor es doble; por un lado, permite la existencia de ramas en la que se producirá la fructificación del daño y por otro, promueve la formación de ramas de reemplazo con lo que se garantiza la siguiente cosecha. La poda de fructificación se realiza después del reposo del árbol, cuando se observe el abultamiento de las yemas.

Si existen suficientes ramas mixtas, se pueden eliminar total o parcialmente los chifones y ramilletes, así como las ramas mixtas que ya han producido. De no ser así, y esto es muy frecuente en nuestro país, lo que se hace es permitir el crecimiento de los chifones y ramilletes y despuntar las ramas mixtas por encima de las yemas que no brotaron en el año anterior, con lo cual se provoca la producción de nuevas ramas mixtas para el siguiente año.

Otras podas

En forma adicional a las podas de formación y fructificación, en el melocotonero deben realizarse labores de mantenimiento con el fin de eliminar ramas mal colocadas, dañadas o envejecidas, para evitar excesivas complicaciones de la estructura.

En años en que la condiciones son favorables, algunas variedades pueden presentar una fructificación demasiado grande, por lo que se hace necesario quitarle una parte de la cosecha cuando la fruta está pequeña, ya que si no se reduce el tamaño de fruta.

Se debe recordar que el melocotón produce sobre madera del año anterior característica que obliga a tratar el árbol con sumo cuidado, durante el raleo de frutas, abonamiento y riego, ya que la brotación insuficiente un año, afectará la cantidad y calidad de sus frutos el año siguiente.

Después de tres a cuatro cosechas se deberá aplicar una "poda de rejuvenecimiento" para evitar la formación de una área fructífera muy alta.

Fuente: Ministerio de Agricultura y Ganadería de Costa Rica