Autor/es
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Grupo de Trabajo
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Fecha
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Amma, A.
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Suelos y Agrometeorología
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Jun-1998
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CULTIVO
SIN SUELO DE HORTALIZAS
Perspectivas en argentina
Las condiciones del suelo aparecen como la limitante principal en la
optimización de la producción. Ante esta situación, el reemplazo del suelo
"cansado" por un sustrato artificial aparece como una solución.
Este artículo desarrolla esta posibilidad en Argentina.
La producción de hortalizas bajo cubierta, en
nuestro país, se realiza teniendo el suelo natural como medio para el
desarrollo de las plantas. Se recurre a la enmienda orgánica, aplicación de
altas dosis de fertilizantes químicos, desinfección del suelo con diferentes
agroquímicos, labranzas, riego, etc con el objeto de mantener una capacidad
productiva del suelo compatible con los requerimientos de rendimiento
-calidad y cantidad- necesarios para satisfacer las demandas del mercado y
lograr el mejor resultado económico.
Este sistema conduce, luego de unos pocos años, a un deterioro de las
condiciones edáficas que actúan limitando la producción de los cultivos.
En la actualidad con los invernaderos de madera (palos y/o madera aserrada)
la solución a este problema, consiste en dejar de cultivar el suelo durante
unos años trasladando el invernadero a otro sitio, para lo cual siempre
necesita recurrir a material nuevo ya que no toda la madera rescatada es
reutilizable. A esto debe sumarse la mano de obra necesaria para la
construcción y el posterior mantenimiento de estas estructuras. Sin embargo,
en muchos casos esto se torna difícil de llevarlo a cabo debido a las
reducidas dimensiones de los predios. Es de destacar que en el "cinturón
verde" de Buenos Aires, el 73% de las explotaciones tienen menos de 10
hectáreas y del total de productores un 60% producen hortalizas en ambos
sistemas, al aire libre y bajo cubierta.
El sistema productivo bajo cubierta, en el país, como ha ocurrido en otras
partes del mundo, se encuentra en franco proceso de evolución tecnológica. Se
observa una tendencia firme al mejoramiento de las estructuras del
invernadero -construcciones metálicas no fácilmente desplazables-, adopción
de sistemas de riego localizados y fertirriego, automatismos de los mismos,
existencia en el mercado de fertilizantes simples y formulados solubles,
disponibilidad de material vegetal de alta capacidad productiva, ajuste en el
manejo de los cultivos, participación de técnicos en los sistemas productivos
, cambio de actitud y mayor capacitación tecnológica de los productores, etc
que tienden a un sistema productivo más eficiente. Por otra parte, cada vez
es más sentida la necesidad de preservar el medio ambiente y la salud de la
población; para tender a ello, se establecen restricciones en el uso de
agroquímicos en general y para la desinfección del suelo en particular,
pautas para un uso más eficientes de los fertilizantes químicos, etc.
Coincidentemente, el mercado exige, día a día, productos de mayor calidad y
libre o con bajo residuo.
Actividades desarrolladas y en desarrollo en la E.E.A. INTA San Pedro
De acuerdo a nuestras perspectivas de mediano plazo, el cultivo sin suelo de
hortalizas será adoptado por los productores que utilicen tecnologías
modernas para obtener altos rendimientos cuali-cuantitativos, programables en
el tiempo y que aseguren un abastecimiento fluído de productos.
En la actualidad, ya existen productores que, en forma experimental, producen
tomate y pimiento en sustratos diversos.
Considerando estas circunstancias se ha iniciado, a partir del año 1993,
actividades tendientes a obtener información básica sobre producción sin suelo
de hortalizas que permitieran realizar evaluaciones técnico-económicas y
determinar así la factibilidad de adopción por parte de los productores.
¿Qué aspectos deben experimentarse para determinar cuales son los sistemas
más convenientes ?
En este sistema de producción es requerimiento ineludible el ajuste de tres
componentes fundamentales: el sustrato en donde se hará desarrollar la
planta, el recipiente o contenedor en donde se mantendrá el sustrato y la
solución nutritiva que suministrará los nutrientes y el agua que requiere la
planta para su desarrollo.
Como sustratos fueron evaluados los siguientes materiales puros o en mezclas
diversas:
* perlita agrícola. Producto derivado de roca volcánica. Material de baja
densidad, color blanco grisáceo, sus partículas se fragmentan con relativa
facilidad. Es un sustrato muy poco activo, químicamente inerte, pH neutro y
retención iónica despreciable.
* arcilla expandida, derivado de la arcilla
sometida a elevada temperatura. Son partículas semiesféricas, superficie dura
y resistente, muy estable; pH neutro, quimicamente estable, material inerte.
En el mercado existen varios calibres, finos 0-3 mm y grueso 3-10 mm.
* turba, producto orgánico proveniente de regiones
frías. Textura esponjosa, fibrosas, con elevada porosidad y capacidad de
retención de agua, aunque inicialmente bastante hidrófobas. Utilizadas en
mezclas.
* cáscara de arroz. Es un subproducto de la
industria arrocera que se utiliza directamente después de extraído el grano.
Es un material liviano, poroso; de descomposición lenta. En general por su
alta porosidad se utiliza en mezclas para mejorar el drenaje y la aireación.
* mezcla perlita / turba, relación 3 / 1.,
utilizado en cultivo de tomate
* mezcla cáscara de arroz / perlita, relación 1 / 1,
utilizado en cultivos de hoja, pepino.
* mezcla cáscara de arroz / turba, relación 3 / 1,
utilizado en tomate, pimiento, pepino
Para lograr un adecuado comportamiento del sustrato
debe ajustarse el régimen de aporte de solución nutritiva. Cada sustrato tiene
una capacidad de retención de agua diferente de manera que para mantener una
relación agua / aire óptima para el cultivo debe adecuarse el momento y la
duración del riego.
En los trabajos realizados se ha constatado que como contenedor pueden utilizarse
indistintamente los siguientes:
* sacos de polietileno construidos con manga para riego de 25 cm de ancho y
cortados de manera que cada saco tenga 1.20 m de largo. En cada saco pueden
plantarse 3 plantas de tomate, pimiento o pepino. Los sacos en el extranjero
se comercializan ya confeccionados con el sustrato en su interior, son de
polietileno bicolor, blanco por fuera y negro por dentro. En la EEA se
probaron confeccionados con polietileno negro y polietileno bicolor, los
resultados fueron similares a pesar de que en los negros la temperatura sobre
la superficie del saco fue superior al blanco.
* macetas sopladas de polietileno de 7 y 10 litros
de capacidad -color negro-. Se planta 1 planta por maceta, su durabilidad es
de 4-5 campañas o ciclos de cultivo.
* macetas de bolsa de polietileno negro de 150
micrones. Los utilizados fueron de 7 litros de capacidad, tienen una duración
menor al anterior, 2-3 ciclos.
Estos contenedores se utilizaron en cultivos de tomate, pepino, pimiento y
poroto chaucha.
* canaletas construídas con polietileno negro de 300 micrones de espesor; las
medidas fueron 0,15 m de ancho x 0,20 m de alto y largo variable según
requerimiento.
Se utilizaron en cultivos de tomate, pimiento, pepino con distancia variable
entre plantas.
* canteros construídos con polietileno negro de 300 micrones de espesor, las
medidas fueron 0,10 m de alto x 0,80 m de ancho y largo variable -utilizados
en cultivos de hoja (lechuga-escarola-apio)-.
Todos los contenedores tuvieron un comportamiento
satisfactorio; de manera que la elección deberá hacerse teniendo en cuenta
tipo de cultivo, disponibilidad de material y costo de los mismos.
Solución Nutritiva
En la bibliografía se encuentran una gran
diversidad de soluciones nutritivas que varían de acuerdo a los sustratos,
especies, momento del ciclo del cultivo, ambientes, etc.
En nuestro caso, que se utilizaron sustratos inertes o químicamente casi
inertes, la cuestión se ha visto simplificada. Además, si bien cada planta
tiene sus requerimientos nutricionales, tambien es cierto que dentro de
ciertos rangos o relaciones de nutrientes las plantas absorben los elementos
en forma selectiva. Nosotros consideramos que es conveniente utilizar
soluciones ajustadas solamente después de haber optimizado los demás factores
productivos que seguramente tendrán una mayor incidencia sobre el producto
final.
En todos los sustratos y las especies cultivadas en este sistema se aplicó la
misma solución nutritiva de parámetros fijos, por supuesto ajustada de
acuerdo a la composición del agua de riego utilizada.
En la medida que se tienda a optimizar los distintos factores de producción
aparecerá las condiciones edáficas como la limitante principal. Bajo esas
condiciones sólo el reemplazo del suelo "cansado" por un sustrato artificial
adecuado para cada situación, permitirá obtener el resultado esperado: alta
producción cuali-cuantitativa y perdurables a través del tiempo.
I.N.T.A. – San Pedro - Argentina
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