Autor/es
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Grupo de Trabajo
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Fecha
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Valentini, G.
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Fruticultura
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Ago-2000
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Aspectos del Cultivo de Duraznero
Mejoramiento, elección y disponibilidad de las variedades
De una correcta elección de las variedades, al
momento de planificar la instalación de un monte frutal, depende en gran
medida el éxito comercial de una plantación. Actualmente, y cada vez con
mayor frecuencia, dicha tarea suele complicarse debido a una dinámica
varietal que en algunas situaciones puede resultar poco menos que abrumadora.
Entre las especies frutales cultivadas en zonas de clima templado, el duraznero
es una de las más ricas en cuanto a la diversidad varietal disponible, tanto
en lo que hace a la adaptabilidad a distintos ambientes como en lo referente
a la tipología de los frutos. En el mundo, existen más de mil variedades que
si bien en gran parte no presentan diferencias a ojos de los consumidores, sí
lo hacen para los productores, quienes pueden disponer de diferentes
cultivares para cosechar por más de 3 meses al año.
El espectro varietal del duraznero es, probablemente, el que más rápidamente
se modifica si se lo compara con otras especies frutales. Esta dinámica no
tiene la misma intensidad en los diferentes países productores pero se estima
que la mayoría de los cultivares pierde su vigencia comercial en un lapso de
10 años. Esta rapidez en los cambios está sustentada por varios factores
entre los que se destacan: a) la vida útil de la planta es relativamente
corta; b) existe una permanente demanda de mejoramiento en calidad y
rusticidad; c) los plantines híbridos obtenidos a partir de cruzamientos
entre variedades son mejores que los obtenidos en manzano, peral y muchos
otros frutales; y d) el tiempo requerido para el desarrollo, difusión y
popularización de una nueva variedad es relativamente corto.
La producción de durazno originada en el área frutícola del noreste de la
prov. de Buenos Aires es mayoritariamente destinada a abastecer el mercado
interno de fruta para consumo en fresco. Por esta razón, la principal
característica de los cultivares comercialmente difundidos en la zona es la
estructura fundente de la pulpa, que debe ser suficientemente firme por
exigencias de comercialización, pero al mismo tiempo debe ser delicuescente
para ser agradable al paladar.
Se prefiere que la pulpa no sea adherente al carozo (fruto prisco), que la
piel sea poco pubescente y abundantemente coloreada de rojo. El calibre debe
ser, en general, mediano a grande y el sabor de los frutos agradable.
ELECCION DE LAS VARIEDADES
Entre los
numerosos factores que deben ser considerados al planificar la implantación
de un monte frutal, no son muchos los que superan en importancia a la
elección del material vegetal a emplear y, de cuyo acierto depende cada día
más, el éxito o fracaso de una plantación.
El comportamiento de las variedades se modifica notablemente de región a
región y pocas son las que se adaptan a distintas zonas de cultivo, incluso
algunos sólo se adaptan a un único lugar.
La dificultad radica en decidir qué variedad plantar en un nuevo monte.
¿Debería ser una de las tradicionales ya conocidas o una de las novedades? En
ambos casos debe considerarse la existencia de programas regionales de
mejoramiento y/o evaluación de variedades que puedan aportar información al
respecto, para ser tenida en cuenta al momento de la toma de decisiones.
La elección de los cultivares para cualquier región está gobernada, por
factores ligados a la adaptabilidad a las condiciones ambientales locales, el
tipo de mercado a ser abastecido, y la distancia a ese mercado.
La variedad debe ser capaz de cubrir, a través de un buen comportamiento
agronómico, los objetivos del productor en lo que se refiere a calidad,
productividad y comercialización pues errores en este sentido pueden afectar
dramáticamente la rentabilidad de la plantación ya que la solución a los
problemas que aparecen ocasionan, comúnmente, aumentos en los costos de
producción y en algunos casos pueden llevar a considerar, incluso, el
arrancado del monte frutal.
Si la variedad elegida, no resulta adaptada a las condiciones ambientales, o
no responde a una calidad o época de cosecha esperada, en momentos en que el
mercado demanda en forma decisiva, más calidad, calibre y ausencia de
defectos en la fruta, se comprometerá el futuro económico de la plantación,
como consecuencia del condicionamiento a que es sometida la comercialización
del producto.
EL PAPEL DE LA ESTACIÓN EXPERIMENTAL SAN PEDRO
La elevada
cantidad de nuevas variedades que son puestas en conocimiento de los
productores y profesionales relacionados a la actividad, dificulta en la
mayoría de los casos, las posibilidades de una adecuada actualización sin
asumir riesgos que frecuentemente son considerados limitantes. Esta
dificultad se ve incrementada al momento de querer disponer de alguna de las
novedades cuando aparecen cuestiones relativas a su patentamiento.
Dentro de las actividades de la Estación Experimental San Pedro se encuentran
priorizadas aquellas que contribuyen a aportar información que permita al
sector frutícola de la zona contar con suficientes elementos de juicio al
momento de la elección de variedades para nuevas plantaciones.
En este sentido y para cumplir con el fin arriba mencionado se introducen
variedades de distintos orígenes las cuales son incorporadas a lotes
denominados "colecciones". En dichos lotes cada variedad está
representada por un cierto número de plantas (3 o 4) conducidas según un
manejo estandard de la zona en lo que hace a distancias de plantación, poda,
protección fitosanitaria, etc.
El relevamiento de información comprende el registro anual, para cada
variedad, de una serie de datos de distinta índole.
Los aspectos evaluados son::
· Fenológicos: fechas de ocurrencia de fenómenos tales como la floración y la
brotación.
· De carácter vegetativo: principalmente referidos al vigor y hábito de
crecimiento mostrado por la variedad.
· De carácter productivo: época de maduración, cantidad y calidad de la fruta
producida (forma, tamaño, color, firmeza de la pulpa, etc.).
· De comportamiento frente a los problemas sanitarios comunes en la zona.
Mayor o menor grado de tolerancia a enfermedades y plagas.
Los datos recabados a través de las campañas, que deben sumar al menos tres
de cosecha normal, dan una idea clara sobre la capacidad de adaptación de la
variedad a las condiciones ambientales de la región lo que condiciona su
comportamiento agronómico y en consecuencia sus posibilidades de uso
comercial.
También forman parte de las colecciones variedades de buena adaptación a las
condiciones locales y por ende de uso comercial, que cumplen, en cierta
forma, el papel de "patrones" con los cuales se comparan las
variedades en evaluación.
Una cuestión aparte, sobre la que algo ya se ha mencionado, es el
mantenimiento de una colección actualizada a través de una permanente
incorporación de nuevos materiales y una adecuada "dinámica de evaluación"
de comportamiento, con el fin de evitar sobrecargar excesivamente las
colecciones con variedades sin futuro para la zona.
Las colecciones comprenden variedades de disponibilidad pública y variedades
bajo régimen de protección. Justo es mencionar que, en los últimos años, es
cada vez menor la cantidad de material público factible de ser introducido en
comparación con el número de variedades bajo patente que son liberadas al
mercado. Frente a este hecho y para contribuir a mantener un nivel de
actualización aceptable se dispone de un lote rodeado por un alambrado
perimetral de 3m de altura que funciona bajo ciertas normas de seguridad para
evitar, principalmente, el escape de material de multiplicación (yemas,
estacas). Dentro de dicho recinto se plantan aquellas variedades bajo patente
o bien en avanzado estado de selección y que aún no han sido difundidas
comercialmente por sus creadores. Dichos materiales se introducen en la
Estación Experimental luego de la firma de contratos de experimentación que implican
la aceptación de una serie de condiciones que regulan principalmente el
manejo de la información y las posibilidades de multiplicación. Ejemplos de
este tipo de acciones son los convenios que la Estación Experimental San
Pedro ha concretado con un vivero californiano, del cual ya se disponen de
plantas bajo evaluación, y otro con el Dipartamento di Ortoflorofrutticoltura
de la Universita degli Studi di Firenze (Italia), cuyas creaciones han sido
recientemente introducidas.
En todos los casos, variedades de uso público o no, el objetivo principal de
la Estación Experimental San Pedro es brindar información sobre su
comportamiento agronómico. Una diferencia fundamental se establece al momento
de decidir hacer uso comercial de las variedades patentadas, ya que aquellos
interesados en disponer de ellas deben contactarse con sus creadores y hacer
el convenio respectivo en forma particular.
Por último...
De lo comentado se desprende la importancia que
reviste el tema planteado y que si bien, en términos generales, existen
dificultades para mantener actualizadas las colecciones de variedades, la
continuidad en los trabajos de evaluación es relevante si se desea obtener
resultados y contribuir positivamente al mejoramiento y desarrollo de una
fruticultura moderna y competitiva.
Estas colecciones están abiertas a los productores y viveristas de la zona y
durante la época de cosecha se realizan muestras semanales de la fruta de las
diferentes variedades cosechadas en los últimos días. Si los productores y/o
viveristas desean material de multiplicación de alguna variedad, siempre y
cuando la misma sea de libre disponibilidad (NO patentada), pueden recibir
una cantidad mínima de material para realizar sus propias colecciones o lotes
de plantas madres.
En el caso de variedades protegidas deberán realizar los contratos con los
creadores o sus representantes para poder multiplicar el material.
I.N.T.A. – San Pedro - Argentina
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