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MEJORA
LA PRÁCTICA DE SOLARIZACIÓN DEL SUELO
DONDE
ENTRA EL SOL NO ENTRA EL MÉDICO
La
solarización del suelo, práctica eficaz para la desinfección del mismo, puede
ser mejorada mediante el uso de polietilenos especiales para acortar el período
de exposición al sol.
Donde
entra el sol no entra el médico. Éste antiguo dicho de nuestras abuelas nos
habla de la acción curativa del sol. Ya desde la antigüedad, aún antes de
conocer la causa de las enfermedades de las plantas, existía la costumbre de
exponer el suelo o los restos de cosecha a los rayos del sol, durante el verano
para sanearlos.
El
suelo se enferma, principalmente por el uso repetido del mismo con pocos
cultivos, altas densidades de plantación y materiales muy susceptibles a las
enfermedades que favorecen el aumento de las poblaciones de hongos patógenos que
generan pérdidas económicas importantes, tanto en cultivos a campo como bajo
invernáculo.
Las
técnicas tradicionales de desinfección del suelo, que se vienen empleando son de
naturaleza química, como la aplicación de fumigantes o bien de naturaleza física
como el vapor de agua. Ambas técnicas presentan algunos inconvenientes; la
primera puede generar problemas toxicológicos y ambientales como también
deteriorar prontamente los plásticos que cubren los invernáculos. La segunda es
muy costosa y operativamente muy difícil de manejar.
La
desinfección del suelo por medio de la energía solar (solarización) se está
empleando con buenos resultados en muchos países, como una alternativa válida a
los métodos convencionales. La solarización es una técnica simple y económica
que no afecta el medio ambiente. Consiste en cubrir el suelo antes de la
implantación del cultivo y en verano, durante la época de mayor insolación, con
una fina película de polietileno transparente e incoloro durante 4 o 6
semanas.
El
polietileno extendido sobre el suelo, sirve para capturar la energía solar.
Antes de la aplicación, el terreno deberá ser bien trabajado y regado hasta
alcanzar un potencial hídrico próximo a la capacidad de campo, para favorecer la
transmisión del calor y aumentar la sensibilidad de los microorganismos
patógenos a las altas temperaturas.
El
polietileno debe quedar bien adherido al suelo, evitando la formación de
bolsones de aire, para ello, la tierra debe estar bien refinada (sin cascotes) y
nivelada y el polietileno perfectamente extendido.
El
tratamiento pierde efectividad en los bordes, afectando una franja de
aproximadamente 60 cm de ancho. Para minimizar este efecto, conviene asegurar
bien el polietileno en los bordes practicando surcos profundos y fijándolos con
tierra.
La
solarización, activa mecanismos de tipo físico, químico y biológicos del suelo
que producen la muerte de los hongos patógenos, disminuyen las poblaciones de
malezas y nematodos e incrementos en los rendimientos de los
cultivos.
La
desinfección del suelo mediante la energía solar, no causa el vacío biológico
del mismo, por el contrario estimula a los antagonistas naturales, especies
termotolerantes dotadas de notable capacidad saprofitaria que dificultan las
reinfecciones rápidas.
En
la E.E.A. INTA de San Pedro se realizaron numerosos ensayos de solarización a
campo abierto, bajo invernáculo, en almacigueras y sustratos. Mediante estas
prácticas se obtuvieron excelentes controles de Sclerotinia sclerotiorum , S.
minor, Rhizoctonia solani, Sclerotium rolfsii, Pythium y
Phytophthora.
Con
el objetivo de mejorar esta técnica, aumentando su eficacia y acortando el
tiempo de exposición al sol, aún en días nublados, este año con la colaboración
de la empresa IPESA- RIO CHICO se están ensayando polietilenos especiales a
campo, invernáculo y con sustratos con los que se están logrando aumentos de
temperatura entre 2 y 3 °C.
FUENTE
INSTITUTO
NACIONAL DE TECNOLOGÍA AGROPECUARIA
ARGENTINA