LA OPINIÓN

 

PODA DE ROSAS

 

A los rosales les gusta crecer mucho, y eso es muy bueno. Pero llegará el momento de podarlos. Lo haremos en invierno y cuando a la planta ya se le hayan caído las hojas.

Lo primero que hay que tener en cuenta para realizar una buena poda son las herramientas, que deben estar bien afiladas. Necesitaremos una tijera de poda de mango largo y otra de mango corto, la primera para cortar los tallos más gruesos, que siempre están en la base del rosal.
No olvide un par de guantes gruesos para manipularlas.
Cada rosal necesita una técnica distinta de poda y hay diversos conceptos de cómo se la debe hacer, algunos especialistas recomiendan la poda baja, o sea el corte de los tallos a 30 cm del suelo y otros la poda alta dejando tallos más largos a 50 cm del suelo; pero una intermedia sería lo ideal.
Al podar un rosal debemos pensar que es para renovación de la planta, y para quitarle todas las ramas secas. El beneficio será una mayor y mejor floración en primavera.

Estas son las medidas:

• Para híbridas de té y grandifloras es aconsejable dejar de 3 a 4 ramas nuevas y podar desde el injerto hacia arriba unos 30 a 40 cm.
• Para las floribundas deje algún tallo más que para las híbridas de té, corte a la misma altura o quizás un poco más dejando 2 ó 3 yemas más.
• En el caso de las miniaturas es aconsejable eliminar todas las ramas secas que tengan en el interior de la planta y podar a la mitad de su altura.
• Las rosas antiguas no necesitan casi poda, salvo que sean de mucho crecimiento.
• En el caso de las arbustivas, como suelen tener flores incluso en las ramas, será mejor no podarlas pero sí limpiarlas y cortar todo lo seco que tenga el rosal.
• Las trepadoras tampoco necesitan mucha poda, sólo la necesaria para que no molesten al crecer, cerca de una reja, ventana o de otro lugar que deseemos que no sea invadido. Pero será preferible que guiemos las ramas para sacar el mayor provecho de ellas y para que su floración sea espectacular.

Trabajos a realizar luego de la poda

Al terminar la poda es imprescindible reunir todos los restos de la misma, si tenemos lugar quemarlos, sino colocarlos en bolsa para que sean recolectados por los encargados de esa recolección.
Cada hoja vieja que dejemos en el jardín puede ser transmisora de alguna enfermedad, aun en invierno.
Luego de esto carpir el suelo alrededor del rosal. Después de una semana abone el suelo con un puñado de estiercol de vaca, ya estacionado, y uno de harina de hueso alrededor de la planta, teniendo cuidado de que no queden cerca del tallo. Otro alimento para ser incorporado en la semana siguiente será un fertilizante granulado del tipo Nitrofoska, un puñado mediano se esparce alrededor de la planta a una distancia de 10 a 20 cm del tallo.
Luego de la primera floración de primavera corte todas las flores secas, 3 hojas por debajo de la flor, cerca de la yema y siempre a 45.
Luego habrá que carpir nuevamente el suelo, al rosal le gusta tener la tierra suelta, bien movida.
Al mes siguiente alimente los rosales con algún producto químico (orgánico o inorgánico) para que se recupere de tanta floración y puedan pasar mejor los calores del verano.
No olvide de regar más intensamente en cuanto comiencen las altas temperaturas. El riego por goteo será ideal pero también será bueno poner la manguera en la base del rosal, sin mojar las hojas, y dejar correr unos 15 litros de agua por planta cada 3 días aproximadamente.

 

FACILITADO POR EL DIARIO LA OPINIÓN

RAFAELA, ARGENTINA

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