APICULTURA

 

 

MIEL ORGÁNICA

 

 

La Apicultura Ecológica es un proceso apícola integral mediante el cual se respeta el medio ambiente, los ciclos naturales y los productos obtenidos como la miel, el polen, la jalea real y la cera.

La apetencia creciente de los consumidores europeos por las mieles orgánicas tiene interés para los operadores argentinos aunque por el momento los volúmenes comercializados no sean muy significativos.

El desafío es poder enviar miel fraccionada con el valor añadido que ello supone y que es posible por tratarse de un segmento de consumo especial. En el sector de miel convencional representa un objetivo muy difícil por la competencia que ejercen los envasadores comunitarios.

¿Cómo exportar a la Unión Europea?

Para introducir miel ecológica a la Unión Europea procedente de terceros países existen dos vías de actuación:

Que el país exportador esté incluído en la lista que, para tal fin, contempla el Art. 11 del Regl. (CEE) 2092/91, sobre la producción agrícola ecológica y su indicación en los productos agrarios. La petición de la inclusión la realiza el país interesado en exportar especificando una serie de datos sobre los productos, zonas y sistemas de control vigentes en el tercer país. Evaluada la petición por parte de las autoridades europeas (Bruselas), la Unión Europea decide la inclusión o no del mismo en la mencionada lista. Este es el caso de la Argentina, que efectivamente figura en la lista de terceros países que pueden exportar productos con ese destino desde 1993 con sus correspondientes organismos de control.

La otra es que  un importador europeo solicite, en el país donde vaya a introducir la miel, que le autoricen la importación, situación que se da en países que no figuran en la lista. En este caso, los operadores involucrados deben tramitar la autorización ante la autoridad correspondiente del Estado Miembro y demostrar que el sistema de control y las condiciones de producción al que se ha sometido el establecimiento apicultor son equivalentes a los que rigen en la UE y en el Estado Miembro receptor.

Calidad

En el caso de la norma francesa, por ejemplo, han de cumplirse los siguientes criterios:

1. Contenido de HMF
No más de 10 mg/kg cuando se comercializa en frascos para consumo directo.

2. Humedad
No superior a 18.5%

3. Bacteriología
La presencia de algunos microorganismos, bacterias no patógenas o levaduras diversas solamente se tolera tratándose de individuos aislados.

Algunos de los factores a tener en cuenta si se piensa en esta alternativa son:

Certificación

La diferencia entre una miel convencional y ecológica la aporta un certificado de calidad orgánica o ecológica emitido por una entidad habilitada por Senasa.

Elección del lugar de instalación de las colmenas

Evaluar previamente las actividades de los vecinos para evitar posibles fuentes de contaminación. De acuerdo a la norma francesa las colmenas deben estar a una distancia de 3000 metros de rutas muy transitadas, pueblos o ciudades y campos con actividades agrícolas. Los lugares ideales son las zonas con vegetación silvestre, cultivos orgánicos o convencionales sin aplicación de agroquímicos.

Asentamientos

Se aceptan los fijos y los transhumantes. En este último caso el apicultor debe detallar la movilidad invierno-primaveral.

Período de transición

Al igual que otras producciones y a excepción de que se pueda justificar el acortamiento, las normas argentinas establecen que, para recibir la denominación de ecológico, el terreno del cual liban las abejas debe haber cumplido las bases establecidas durante no menos de 2 años consecutivos, denominándose como ecológico el producto del tercer ciclo de producción.

Alimentación

El alimento tendrá su base siempre en la propia producción. Sólo se podrá incorporar desde fuera del establecimiento un 20% máximo y deberá ser de origen ecológico. Se permite la alimentación con cuadros de miel o polen de origen conocido, según la época del año. No se permite la estimulación con sucedáneos.

Materiales

Colmenas de madera o materiales no contaminantes. La cobertura exterior debe hacerse con aceite de linaza o cera. Las pinturas están permitidas si son no tóxicas o cuando no representen riesgo de toxicidad alguna con el/los productos de la colmena, que el mercado destino no lo objete y que el apicultor se comprometa a cambiarlas gradualmente. Para el interior se permite recubrir con propóleos o cera de abejas.

Las láminas de cuadros móviles serán de cera de abejas, reciclada por el propio apicultor o de origen conocido y sin contaminación por fluvalinatos.

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