UNIVERSIDAD
DE MISSISSIPPI
ENFERMEDADES
MICÓTICAS EN AVES
A
continuación se caracterizan tres enfermedades micóticas que con frecuencia
afectan a las explotaciones avícolas. Ellas son: Micotoxicosis, Aspergillosis y
Moniliasis.
Micotoxicosis
Se
sabe que hay ciertas variedades de hongos, que crecen en el alimento o en sus
ingredientes, que pueden producir toxinas las cuales, consumidas por el hombre o
los animales, pueden causar una enfermedad letal, llamada micotoxicosis. Las
toxinas producidas por esos hongos son muy tóxicas y rivalizan con la toxina del
botulismo en toxicidad.
La
micotoxicosis es causada por la ingestión de sustancias tóxicas producidas
por crecimiento de mohos en el alimento, sus ingredientes y posiblemente en
el material de cama. Varios tipos de hongos producen toxinas que pueden causar
problemas en las aves, pero las sustancias más preocupantes son las que produce
el hongo Aspergillus flavus, llamadas por ese motivo aflatoxinas.
El Aspergillus flavus crece comúnmente en muchas sustancias, especialmente
sobre los cereales y las nueces. También hay otros hongos que producen toxinas
causantes de enfermedades.
Entre
las aflatoxinas, hay cuatro metabolitos íntimamente relacionados al A. flavus
conocidos B1, B2, G y G2. La toxina B1 es la más tóxica y la que preocupa
más a la industria avícola. Las toxinas de los mohos pueden causar una gran
variedad de signos, muchos difíciles de reconocer. Bajo ciertas condiciones, las
aflatoxinas causan la muerte, reducción en el crecimiento, la producción de
huevos, la incubabilidad, y signos asociados con el "estrés fisiológico" y
capacidad disminuida para desarrollar inmunidad contra infecciones. El
diagnóstico es difícil debido a que no están presentes lesiones características
y la detección de la toxina no es concluyente.
Los
mohos abundan por toda la naturaleza. Los cereales y otras sustancias
alimenticias están frecuentemente infectados con mohos productores de toxinas
antes de ser cosechados. La clave para lograr un almacenaje adecuado es
controlar correctamente la humedad y la temperatura para disminuir el desarrollo
de los mohos durante el almacenamiento. Aunque el moho esté presente, no puede
producir toxinas si no se deja crecer libremente. Las aflatoxinas en el alimento
pueden ser detectadas por análisis químicos. Una vez que se produce, no se
conocen métodos para eliminarlas del alimento o cancelar sus efectos dañinos.
Una dieta que contenga altos niveles en grasa y proteína, así como suplementar
con vitaminas pueden ser de mucho valor.
Aspergillosis
Se
ha observado la enfermedad en casi todas las aves. Aparece en dos formas: Brotes
agudos, de alta morbilidad y mortalidad en las aves jóvenes y una forma crónica
que afecta a las aves adultas. Es un problema más grave en los pavos que en los
pollos.
La
enfermedad es producida por el Aspergillus fumigatus, un moho u hongo.
Generalmente también intervienen otros tipos de mohos. Estos microorganismos
están en el ambiente en que vive la mayoría de las aves domésticas, pues se
desarrollan rápidamente sobre muchas sustancias: Material de cama, alimentos,
madera putrefacta y otros materiales semejantes.
Las
aves entran en contacto con estos organismos a través de alimentos contaminados,
cama o las mismas instalaciones. La enfermedad no es contagiosa ni se transmite
de un ave a otra. La mayoría de las aves sanas pueden resistir exposiciones
repetidas a estos organismos. La inhalación de grandes cantidades de la forma
infecciosa del moho, o la disminución de la resistencia del ave, es lo que
aparentemente causa la infección. En los pavos adultos, la enfermedad afecta más
a los machos.
En
la forma aguda de los jóvenes, los síntomas más importante son jadeo, falta de
sueño y/o apetito y, a veces, convulsiones y muerte. Ocasionalmente, el
organismo invade el cerebro, produciendo parálisis u otras formas de síntomas
nerviosos. En la forma más crónica de las aves adultas suele producirse pérdida
del apetito, jadeo o tos y una rápida disminución de peso. La mortalidad es baja
generalmente y sólo se ven afectadas unas cuantas aves.
La
enfermedad produce nódulos duros en los pulmones y una infección de los sacos
aéreos. A veces, las lesiones en estos sacos son similares a las que produce la
sinusitis infecciosa o la enfermedad respiratoria crónica. En algunas aves, se
pueden ver el crecimiento de las colonias en las membranas de los sacos aéreos.
El
diagnóstico se hace generalmente en base a la historia, los síntomas y las
lesiones. Podría ser necesario basarlo en lesiones microscópicas.
La
enfermedad se puede prevenir generalmente evitando residuos de cama, alimentos e
instalaciones mohosas. No hay tratamiento para grupos de aves afectadas. Muchas
veces sirve de ayuda limpiar y desinfectar los equipos.
Moniliasis
Esta
es una enfermedad que afecta principalmente la parte superior del aparato
digestivo, caracterizada por zonas engrosadas en el buche y proventrículo,
erosión en la molleja e inflamación en el ano. Está causada por una levadura que
parece un hongo, (Candida albicans).
Las
aves de todas las edades son susceptibles a los efectos de este organismo.
Pollos, pavos, palomas, faisanes y codornices son las especies afectadas con
mayor frecuencia, igual que otros animales domésticos y el hombre. La Cándida
está ampliamente distribuida por todas las áreas de producción avícola del
mundo.
La
moniliasis es transmitida por la ingestión del organismo causal en alimentos,
agua o ambiente. Los recipientes para agua sucios son excelentes reservorios de
la Cándida. Sin embargo, la enfermedad no se contagia directamente de un ave a
otra. El organismo crece especialmente bien en maíz, así que la infección puede
ser introducida fácilmente a través de alimento mohoso.
La
enfermedad no produce síntomas específicos. Las aves jóvenes se ponen inquietas,
pálidas, con plumaje desordenado y presentan mal aspecto general. Las ponedoras
en jaulas se vuelven obesas y anémicas. Algunas aves presentan inflamación en la
cloaca que se asemeja a algo inducido por la diarrea, con incrustaciones
blanquecinas en plumas y la piel alrededor del área. El consumo de alimento
puede aumentar en diez a veinte por ciento.
Las
lesiones fuertes están confinadas principalmente al buche, proventrículo y
molleja. El buche y proventrículo tienen zonas blanquecinas engrosadas, que se
describen como una "toalla turca". Se observa también erosión en la mucosa del
proventrículo y la molleja, lo mismo que inflamación de los intestinos. El
diagnóstico se basa en la historia y las lesiones típicas en el lote de aves. La
confirmación se obtiene con el aislamiento e identificación del C.
albicans en el laboratorio.
El
tratamiento de todo el lote con antimicóticos controlan la infección. Hay muchos
antibióticos de amplio espectro que pueden reforzar la enfermedad, por lo tanto
no deben utilizarse hasta que se haya controlado completamente esta condición.
Agregar al alimento Nystatina (100 g/Ton) o sulfato de cobre (1 a 1,5 kg/Ton),
por siete a diez días, debe controlar la moniliasis.
Una
vez que la enfermedad se ha introducido en el lote, se perpetúa si las
condiciones de manejo no son óptimas. Entre las medidas preventivas se incluye
el uso continuo de inhibidores de mohos en el alimento, manejo y almacenamiento
correcto del alimento, limpieza e higienización diaria de los sistemas de
suministro de agua, y remover y/o cambiar periódicamente el material húmedo de
cama para evitar que se compacte. Un tratamiento económico, pero efectivo, de
tratar el agua es agregar continuamente cloro al agua de bebida, en la
proporción de cinco partes por millón.
Fuente: Universidad
de Mississippi
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