|
E-CAMPO CULTIVOS
INTENSIVOS: PRODUCCIÓN EN INVERNÁCULO Ventajas
de los cultivos protegidos en el sudeste bonaerense. Diferentes tipos de
unidades productivas. Cuando
se hace referencia a producciones intensivas, se consideran
fundamentalmente los cultivos de hortalizas, frutales y flores.
En
el sudeste bonaerense (zona mixta papera), el cultivo de hortalizas en
distintos sistemas de producción involucran a más de 500 productores
y alrededor de 13 mil hectáreas (excluída la papa, cuyo cultivo, en la
zona mencionada, sobrepasa las 30 mil hectáreas). La horticultura se
concentra fundamentalmente en el partido de General Pueyrredón.
Se
cultivan unas 45 especies a lo largo de todo el año con lo que se abastece
el mercado local, las localidades vecinas y otros grandes centros de
consumo como Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, etc.
La
superficie cultivada con hortalizas se ha incrementado significativamente.
Las favorables condiciones agroecológicas representadas por su
clima y la riqueza de los suelos, sumado a la ubicación geográfica,
diversidad de comunicaciones, cercanía a los grandes centros de consumo,
buenas rutas que facilitan las condiciones de transporte de la producción,
son las principales causas de la expansión de la horticultura de
esta zona. La
producción de hortalizas bajo cubierta plástica "invernáculo" es
más reciente y en primera instancia surge a partir de la utilización de
estructuras ociosas destinadas a la producción de flores. Al principio
(años 1989 al 92) se destinó a capturar nichos de mercado en momentos de
declinación de oferta procedente de cultivos al aire libre.
La
producción de hortalizas bajo cubierta se inicia en el año 1989 y se ha
expandido en forma sostenida hasta el presente, estimándose que en la
actualidad ha sobrepasado las 150 hectáreas. Es de destacar que la
expansión propiamente dicha ocurrió en los últimos 5 años, ya que hasta
1994 había solamente unas 25 hectáreas. La
producción de flores bajo este sistema es anterior a las hortalizas, pero
esta actividad ha tenido una fuerte decadencia, quedando algunos
cultivadores de flores de corte, como crisantemos, claveles y otras. Otro
uso de estas estructuras es para la producción de plantines: hortalizas,
flores, frutales, forestales, etc. Los
invernaderos o invernáculos son construcciones agrícolas provistas de una
cubierta transparente que protege a los cultivos de ciertos factores,
principalmente atmosféricos, además de incrementar la calidad y los
rendimientos, con un mayor márgen de seguridad de cosecha.
La
propuesta de producción de hortalizas bajo cubierta plástica para el
sudeste bonaerense, se aparta del concepto tradicional de cultivos de
invernadero, ya que el control de los factores ambientales es relativo y
se realiza en forma natural, aprovechando las cararacterísticas
agroclimáticas de la zona, sin adicionar energía extra para calefacción,
ventilación o iluminación (salvo en las estructuras para producción de
plantines). Ventajas
de los cultivos protegidos respecto a los realizados al aire libre
Mayor
productividad: Los rendimientos por unidad de superficie aumentan
considerablemente y con ellos los ingresos para el productor.
Mejora
la calidad comercial: ya que los productos obtenidos son mas uniformes, de
mayor tamaño, mejor presentación y realza las características
organolépticas. Mayor
control de las condiciones ambientales: evitando grandes variaciones
térmicas, daño por viento, lluvias, granizo, heladas, escaldaduras de sol,
etc., logrando con ello además la primicia y prolongar el período de
cosecha. Permite
un mejor manejo, prevención y control de enfermedades y plagas; El trabajo
se hace más cómodo, placentero y seguro, evitando la pérdida de jornales
por condiciones climáticas adversas o ausencias por enfermedad.
Características
a tener en cuenta La
inversión es mayor ya que desde el punto de vista financiero
se debe disponer de un capital inicial importante aunque económicamente se
lo amortice en los años de vida útil de cada uno de los materiales; El
capital arriesgado también es mayor; El costo de producción es mas alto,
exige mayor incorporación de tecnología; El productor y los operarios
deben tener conocimientos específicos de la actividad (asesoramiento,
capacitación). La
construcción de la unidad productiva consta fundamentalmente de dos
partes: La estructura, que tiene como finalidad fijar la cubierta y
soportar el peso de los cultivos, como tomate, pimiento, pepino, melón,
etc., que necesitan estar suspendidos para conducirlos en altura.
Los
materiales utilizados para su construcción son principalmente la madera,
hierro, alambre y flejes de plástico; La cobertura, que puede ser de
distintos materiales, pero el mas utilizado es la película plástica por su
bajo costo, liviano y fácil manipuleo. La industria avanza constantemente
en la búsqueda de mayor calidad y duración ofreciéndose en el
mercado películas plásticas con diferentes características.
Existen
diversos tipos de estructuras en uso, cada una con características
propias, con ventajas y desventajas desde el punto de vista técnico y
económico. La capilla triple con ventilación cenital, es la predominante
en la zona, y surge de las modificaciones hechas en las existentes para la
producción florícola. Entre
las ventajas se menciona el gran volumen de aire, que permite
atemperar los cambios bruscos de temperatura, complementando con la
apertura cenital que permite eliminar rápidamente el aire cálido y húmedo.
Otras
ventajas son su excelente resistencia a los vientos y su altura que
permite un adecuado desarrollo de los cultivos de alto porte.
Entre
sus desventajas, es necesario mencionar la gran cantidad de madera
empleada entre los tirantes transversales y postes para soportar el peso
de la estructura, que además limitan la operabilidad interna y en su
conjunto reducen la iluminación incidente. También
se debe considerar el costo adicional en función de la duración de los
materiales. Otro
tipo frecuente es la denominada "doble techo" o triple techo
compuesto por caídas a dos aguas, quedando un ancho final de doce o
dieciocho metros. Su principal ventaja radica en la ausencia de canaletas
internas para la evacuación del agua de lluvia. Su mayor altura y su doble
ventilación son importantes en épocas de altas temperaturas, pero puede
ser una desventaja en épocas frías o de fuertes vientos.
El
"tipo Almería" consta de palos centrales de soporte y laterales
tensores que mantienen una doble malla de alambre, conteniendo entre estas
dos el plástico. Sus
mayores ventajas son la buena luminosidad y resistencia al viento, mayor
facilidad operativa interna, y cada módulo puede cubrir hasta 2500 metros
cuadrados. Entre
las desventajas se menciona la dificultad para ventilar, y una mayor
rotura del plástico. Las
estructuras metálicas se encuentran menos difundidas, aunque
últimamente se están desarrollando distintos modelos (macrotúneles,
invernáculos mecanizados y computarizados). Sus
principales ventajas son: menor estructura de soporte, lo que determina
mayor luminosidad y operatividad interna, facilidad de construcción y
expansión, así como también su mayor acumulación de calor para los
cultivos invernales y mejor ventilación. Además
existen otros modelos, así como construcciones especiales para producción
de plantines. Prácticamente en todas las estructuras mencionadas, el
material de cobertura es el plástico "Larga Duración Térmico" (LDT) de 150
micrones de espesor. |
|
EL PRESENTE ARTICULO HA SIDO FACILITADO POR: e-campo