NICHOLAS
M. DALE
AVICULTURA
MANTENGA EL ALIMENTO SALUDABLE CUANDO HACE CALOR
Los
pollos pueden tolerar un ambiente frío mucho mejor que uno cálido. Por esta
razón es que, comúnmente se acepta que durante esta temporada de calor debemos
proporcionarles un ambiente fresco, agua fresca y un lugar donde puedan
protegerse del sol.
Sin
embargo, es poca la atención que se ha prestado al hecho de que cuando hace
calor y las condiciones son húmedas también se presentan problemas con la
calidad del alimento
Altas
temperaturas
La
mayoría de las personas reconocemos la relación inversa que hay entre la
estabilidad de los alimentos y la temperatura. A mayores temperaturas, más
rápidamente se deterioran los alimentos. Los humanos sabemos instintivamente que
la calidad del alimento puede ser conservada por largos periodos de tiempo a
bajas temperaturas. La introducción de tecnologías de refrigeración en el siglo
pasado fueron reemplazando las técnicas tradicionales de conservación como el
secado y el salado.
En
el caso de los alimentos para aves, las altas temperaturas también pueden
asociarse con la reducción de la "vida útil". Las reacciones químicas son más
rápidas a altas temperaturas. Los procesos de deterioro, como la rancidez de la
grasa en el alimento, se produce a una rata más elevada cuando la temperatura
excede los 30º C. Adicionalmente, el alimento adquiere un olor "mohoso"
mucho más rápidamente en épocas de calor que durante los meses más frescos.
Los
productores avícolas deben esforzarse en mantener el alimento en un lugar donde
la temperatura no sea excesiva. El productor comercial que tiene silos de
almacenamiento metálicos expuestos al sol no puede hacer esto eficientemente,
mientras que en las grandes instalaciones comerciales el alimento se recibe
varias veces a la semana. El productor en patio, por otra parte, quizás puede
adquirir tal cantidad de alimento que le dure varias semanas. Este es suficiente
tiempo para que el alimento se deteriore y pierda valor nutritivo si se conserva
en un lugar caliente, como por ejemplo un depósito metálico.
El
problema de la alta humedad
Altos
niveles de humedad también contribuyen al rápido deterioro del alimento de los
pollos. Es bien sabido que la reducción o eliminación de la humedad aumenta la
estabilidad. El secado de carnes y vegetales ha sido practicado por miles de
años para retardar su deterioro. Desafortunadamente, es frecuente que, en
algunas zonas, las épocas de más calor sean también las de mayor humedad y esta
humedad puede conducir a un rápido deterioro de la calidad del alimento de las
aves.
Uno
de los principales peligros implicados en el manejo de alimentos cuando hay alta
humedad es la proliferación de mohos. Muchas mohos comienzan a crecer
rápidamente cuando el contenido de humedad excede el 13 ó 14%. Algunos de estos
mohos producen sustancias tóxicas, conocidas como micotoxinas. La más comúnmente
mencionada es la aflatoxina, la cual tiene un efecto muy nocivo para la salud y
crecimiento de las aves. La infestación por insectos también es mucho más
probable que ocurra cuando el contenido de humedad del alimento es superior al
12 ó 14%. El olor a moho del alimento de los pollos, mencionado anteriormente,
es más probable que aparezca con alta humedad.
¿Qué
debemos hacer?
Hay
varios pasos simples que se pueden adoptar durante los meses de calor para
mejorar la estabilidad del alimento de las aves. En primer lugar, comprar
menores cantidades que en el resto del año. De esta manera aumenta la frescura
del producto (suponiendo que el proveedor hace compras que aseguren una
frecuente rotación del producto). Si el alimento se tiene que mantener por
largos períodos, habrá que encontrar un lugar fresco para guardarlo. Las bolsas
abiertas deben volverse a cerrar, después de cada extracción de alimento, en un
recipiente con tapa razonablemente hermética. Finalmente, habrá que cuidar de
suministrar diariamente una cantidad limitada de alimento. El alimento que quede
en el comedero por varios días durante estas temporadas de calor, se enmohece y
deteriora rápidamente.
Autor:
Nicholas M. Dale Fuente: Servicio de extensión, Universidad de Georgia
Fuente:
Venezuela Avícola
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