Félix Alfredo Martínez

 

 

 

 

PRODUCCION DEL YACARE OVERO Y YACARE NEGRO

MEDIANTE EL SISTEMA RANCHING

 

 

 

 

 

      La región de América Latina posee la más grande diversidad de cocodrilianos que se puedan encontrar en      cualquier parte del mundo. Dos especies de caimán distribuidas en América del Sur, ocupan gran parte del

norte de Argentina, el Caimán latirostris (yacaré overo o ñato) y el Caimán yacaré (yacaré de hocico largo o

negro).

 

      Estos reptiles han soportado la mayor  sobre-explotación para el comercio de pieles, causando  una seria

Declinación y extinciones en diferentes hábitat de su distribución lo que dio lugar  a que la Convención sobre el

Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la  Fauna y Flora Silvestres (CITES) incluyera al yacaré overo

en el Apéndice I, y al yacaré  negro en el Apéndice II, que permitió regular mas efectivamente el comercio y 

controlar el mercado ilegal.

 

      El aprovechamiento comercial de los yacarés puede representar un incentivo para su conservación y la disminución de la presión de la caza ilegal, por lo cual varios países de la  región vienen estudiando diferentes planes de utilización sustentable para sus especies. La  producción de yacaré puede brindar la posibilidad de que las técnicas al margen de la

Explotación comercial, ofrezcan nuevas alternativas económicas para el desarrollo regional.

 

      La Estación de Rescate de Animales Silvestres (ERAS-Yacaré Ranch), perteneciente a la EMPRESA XEMEX S. A., situado en la Segunda Sección Capital, a 7 Km. de Santa Ana  (Corrientes) lleva adelante un proyecto de producción que contiene las siguientes etapas:  Adaptación al cautiverio del pie de cría o stock reproductivo;

       Obtención de crías y alta tasa de fertilidad;  Evaluación del crecimiento de las crías y su viabilidad y ealuación de los resultados económicos. Las alternativas de manejo para su crianza es el desarrollo en granja mediante la recolección de huevos del medio silvestre (ranching). 

 

      La recolección de huevos se realiza mediante las técnicas del rancheo o cosecha de  huevos, temprana o tardía de los nidos, en las áreas previamente seleccionadas, siendo marcados y colocados en canastos de plásticos con material del propio nido. Para su Desarrollo son ubicados en incubadora, cuyas medidas son 7 m por 3,50 m y 3,50 de  altura, con 23 piletas de 1,20 m por 0,90, que constan de una parte con agua y una parte  seca donde el animal puede salir, con sistema de calefacción que brinda una temperatura  de 30-33° C y hasta un 100% de humedad.

 

      Los nacimientos se producen en periodos de tiempo variable, teniendo en cuenta que los huevos han sido

      previamente incubados en la naturaleza. Las crías de cada nidada nacen con un peso promedio de 52,2 g y

      una longitud de 23,91 cm, siendo mantenidas en piletas, con temperatura controlada de 28-30°, por el

      período de 9 meses a un año, cuando alcanzan a  superar los 40 cm de longitud total.

 

      La alimentación se realiza por regla general entre los 5 y 10 días, durante las últimas horas de la tarde, una vez que se consume el vitelo  abdominal. El mismo consiste de alimento vivo (peces) y/o la dieta de todos los otros  animales    (carne picada, hígado, pulmón, corazón), suplementados por una formulación de  vitaminas y minerales.

      La utilización de ambientes controlados, con cuidados en la alimentación y higienización de los recintos son requisitos obligatorios para el éxito del trabajo planificado. 

 

      Cada 10 días en invierno y una vez por semana en verano, se retiran las crías de las piletas y se procede a una higiene con agua clorada (10-15%), cepillado, dejando actuar por unos 15 minutos, para luego enjuagarlo y agregarle iodopovidona en una proporción 1:2.

 

      Posteriormente, son pasados a unos recintos cerrados buscándose el aprovechamiento de las condiciones térmicas, para garantizar una temperatura que tenga un efecto positivo  sobre su metabolismo y crecimiento del animal. Estos son tres hangares de piso de  cemento, cubiertos, de 24 m de largo por 3 m de ancho, con seis piletas de fibra de vidrio

con sistema de calefacción. Cada pileta mide tres metros por 2,50 m, con cavidad de 50 cm para agua, además de un sector seco.

 

      La concentración inicial es de 30 crías por piletas. Esta densidad va siendo modificada a medida que los

      animales crecen. La temperatura en el interior de los  recintos es mantenida siempre a unos 25° C promedio

      y una humedad del 70%.

 

      Cuando los ejemplares alcanzan los 80-90 cm de  longitud, son sexados, identificados individualmente

con caravana plástica en la cola, y trasladados a  mediados de noviembre o diciembre a los recintos

exteriores, excavaciones en tierra, circundada por alambre tejido hasta una altura de 1,20 m, sostenidos por postes metálicos.

 

      Los animales de 1,20 m son incorporados a una lagunas naturales cercada en todo su  perímetro con alambre tejido galvanizado con toda su vegetación para permitir la  reproducción y otros tres recintos artificiales de reproducción también en las mismas  condiciones.

 

      Los productos básicos a producirse son cuero y carne y su comercialización es normalmente el componente

      mayoritario de los beneficios. Los principales países demandantes de pieles de cocodrilos son Norteamérica

      y Europa. En E.E.U.U. el consumo de carne es muy importante, faenándose anualmente alrededor de veinte

      mil animales. 

 

      En el Brasil la comercialización de productos y  subproductos procedentes de criaderos no se  encuentra restringida, lo que permite la venta y el consumo en los restaurantes de platos de comidas típica regional preparadas con carne de yacaré. Las pieles producidas, en  cambio, no pueden ser exportadas en estado natural, siendo requisito un curtimiento

      mínimo previo. En la República Argentina el mercado interno no existe porque siempre  estuvo prohibida la comercialización de yacarés.

 

      Para la ubicación de las instalaciones deben considerarse necesariamente los siguientes  parámetros:

 

           Disponibilidad de agua, tanto en calidad como en cantidad;   Fuentes de alimentos e insumos, que incidirá significativamente en los costos de  operación del criadero; 

           Accesibilidad;  Parámetros climáticos, que corresponda a las características del hábitat natural de

la especie y   Un estudio previo de la demanda mundial que permitan obtener una buena cotización en el mercado. 

 

 

                                          Fuente: Director técnico: Dr. Félix Alfredo Martínez

                                                  Facultad de Cs. Veterinarias. UNNE.

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                                                   E-mail: zoologa@vet.unne.edu.ar 

 

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