Diario La Nación

 

 

TENDENCIAS EN EL AGRO: MUCHAS HECTAREAS EN POCAS MANOS

 

 

 

      ¿Cómo se entiende? Por un lado, voces que proclaman una agricultura creciente y en

      expansión. Que festejan el vaticinio de una posible cosecha récord. Por el otro el

      innegable y paulatino empobrecimiento del pequeño y mediano productor de carne y

      hueso. Y -como realidad palpable para quien recorra el interior- el cambio de manos de la

      propiedad de la tierra. Las derivaciones del surgimiento de una suerte de "nuevo campo

      argentino" -en el que se diseña una "agricultura sin agricultores- provocan todo tipo de

      reacciones. Hay quien ve en este fenómeno el preludio de una nueva etapa de

      crecimiento económico para la Argentina. 

 

      En la otra vereda está el que opina que de las riquezas generadas por ese supuesto

      crecimiento no entrará un centavo al bolsillo del productor tradicional.

      Entre los que mantienen al respecto una posición apocalíptica se halla la mayor parte de

      los pequeños y medianos agricultores. La entidad que nuclea a la mayoría de ellos (unos

      70.000 en todo el país) es la Federación Agraria Argentina (FAA). Por boca de su

      presidente, Eduardo Buzzi, expresó su negativa a aceptar esa filosofía del "éxito con

      costo social", que convierte a los productores chicos y medianos en "una especie en vías

      de extinción".

 

      Buzzi sostuvo que es necesario alertar sobre las consecuencias de esta transformación.

      "Hay que decirlo: el modelo socioeconómico ha fracasado rotundamente y su

      persistencia sólo se explica por la lógica de los grupos concentrados de la economía",

      opinó con firmeza.

 

      Señaló que la crisis envuelve a todas las localidades de 2000, 3000 o 10.000 habitantes

      dentro de las cuales quedan expulsados del sistema representantes de sectores como el

      comercio, la pequeña industria o los servicios.

 

      Exclusión de la que participan también profesionales y trabajadores como el albañil o el

      carpintero."Todos -manifestó- quedan atados a la crisis de ese motor de los pueblos que

      son los agricultores."

 

      Ganadores y perdedores

 

      A propósito del anuncio de una posible cosecha récord, Buzzi expresó que ante todo se

      impone la pregunta de quién se apropia en realidad de los beneficios de ella: "No serán

      por cierto los agricultores".

 

      "Cada vez hay más producción -añadió el dirigente-, pero el número de productores

      pequeños y medianos baja a pasos agigantados. Cada vez intervienen menos en el

      proceso de apropiación de la cosecha."

 

      En su opinión, hay sólo dos sectores beneficiados. Uno de ellos es el de los proveedores

      de insumos básicos y de genética.

 

      El otro sector que gana, según Buzzi, es el de los exportadores. Comentó que existen

      sólo 3 o 4 grandes exportadores que a mayor volumen mayores ganancias obtienen. En

      el medio de este panorama, Buzzi observa un esquema cada vez más concentrado de

      explotación de la tierra.

 

      Mientras tanto, crece el número de productores convertidos en simples desocupados. O

      sea: una masa de gente obligada de pronto a insertarse en otra actividad económica por

      otra parte inexistente en el interior, donde el desarrollo de la industria es nulo y donde la

      pérdida de fuentes de trabajo se acrecienta día tras día.

 

      Para dar un ejemplo, Buzzi refirió que, según datos oficiales, en los últimos 10 años y en

      una provincia como Córdoba la constante fue 1000 productores menos por año, lo que

      significa un productor menos cada 8 horas. El muestreo de una consultora privada que

      trabajó para la FAA indicó que en el centro sur de Santa Fe ha desaparecido el 48% de

      los productores.

 

      A su vez, en el partido de Pergamino hubo una encuesta realizada en 1999 que determinó

      que respecto del anterior censo -de 1988- un 25% de los productores pergaminenses

      quedó excluido para siempre del sector.

 

      Consideró, asimismo, alarmante el cambio respecto de la cantidad de tierra necesaria

      para que con el trabajo familiar se pueda vivir dignamente y progresar:"Entre 1979 y 1983

      -no tan lejos en el tiempo- en Marcos Juárez un productor con 38 ha de propiedad obtenía

      un ingreso equivalente a $ 1200 mensuales. Hacia 1994, para obtener ese mismo

      ingreso, se necesitaban 160 ha".

 

      En la campaña 96-97, con el aumento de los precios internacionales de los commodities,

      con 100 o 120 ha una familia podía hacer un retiro suficiente para las necesidades

      familiares. En 1999-2000 ya es necesario para ello superar las 350 ha.

 

      "Podrá haber, pues, cosecha récord, pero lo cierto es que en la región núcleo pampeana

      hay 150.000 productores que han dejado de serlo, puntualizó el preocupado dirigente.

 

      Según Buzzi, "en el sector agropecuario la apertura y la desregulación fueron las bases

      para que se dé una recomposición del latifundio. "Al no existir -dijo Buzzi- entes

      reguladores, formadores de precios, ni legislación que limite la concentración de la tierra

      se generaron condiciones que permitieron una recomposición de los latifundios, o sea un

      retroceso hacia la época anterior al Grito de Alcorta, que dio origen a la FAA."

 

      Calificó de preocupante la "fuerte llegada de capitales extranjeros que -valga la

      redundancia- produjeron la extranjerización de las mejores tierras de la Argentina, y éste

      es un proceso que va avanzando. Los campos que, en su momento, compró George

      Soros, con sus más de 400.000 ha, es demostración cabal de ello.

 

      Fuente: Diario La Nación

 

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