Todomiel
Este
inconveniente surge porque se ha mantenido durante la temporada, colmenas que
no lograron desarrollarse lo suficiente como para poder producir, habiendo
quedado escasamente en condiciones de cámara de cría.
Por tal motivo, las colmenas débiles deberán reunirse a otras que tengan buena
población, pues el apicultor sabe que si las inverna en forma individual, las
mismas no tendrán posibilidades de sobrevivir con provecho para el productor, y
por el contrario le provocará tanto pérdida de tiempo como de abejas y panales,
siendo al mismo tiempo campo propicio para pillaje y enfermedades.
El método más común para realizar la fusión de colmenas es por medio de la
colocación de un papel de diario con varias perforaciones sobre una rejilla
excluidora; ambas cosas se colocan entre una colmena fuerte y otra débil, en
este caso se elimina previamente la reina de la colmena débil. Distinto es el
método a utilizar cuando el apicultor decide conservar la reina de la colmena
débil; en este caso se utiliza una tabla Hudson, la cual consta de una malla
metálica tipo fiambrera, por medio de la cual permitirá que la colmena débil
reciba la temperatura de la colmena fuerte que se encuentra en la parte
inferior.
También se da el caso que el apicultor haga una piquera adicional en el cajón
de arriba en sentido inverso a la piquera de la cámara inferior, para evitar
pelea.
Resumiendo: al realizar este tipo de movimiento, el apicultor no solo va a
evitar mortandad durante la invernada, sino que también no sufrirá la pèrdida
de panales obrados por la acción de la polilla. Asimismo, es conveniente que el
apicultor trate en lo posible de no llegar a este extremo; tener que fusionar
colmenas en esta época del año.
Para ello, tomando las previsiones del caso, esta tarea es conveniente
realizarla cuando comienza la mielada, ya que es el momento exacto donde el
apicultor ya sabe que colmena entra en producción y cual no; y por tal causa ya
no justifica tenerla y mantenerla.
De esta manera, haciendo la depuración del colmenar en forma adecuada, habra
solamente colmenas productivas y simultáneamente, se evitará pérdidas de tiempo
en el manejo de colmenas carenciadas, las cuales no brindarán ningún beneficio.
Pillaje
Como es de conocimiento del apicultor, esta es la época propicia en la cual se
genera el pillaje en las colmenas.
Este hecho ocurre porque ha comenzado a decrecer la floración y la abeja
recolectora, que a esta altura de la temporada (abril-mayo, según zonas) aún
tienen buena cantidad, se encuentra con que no puede acopiar néctar como tiempo
atrás. Esta situación provoca que parte de esas recolectoras queden merodeando
el colmenar, a la espera que surja la posibilidad de poder atacar, para robar
alguna colmena que no esté bien poblada o bien que tenga característica de
núcleo.
El apicultor sabe cuales son las consecuencias que origina el pillaje; como
saldo de este encuentro queda gran cantidad de abejas muertas, tanto las
defensoras, incluida la reina, como las invasoras, y la colmena atacada
totalmente desprovista de miel, quedando sobre el piso de la colmena, además de
las abejas muertas, un colchón de opérculos roídos, que son las celdas que
almacenaban la miel.
El apicultor, a fin de evitar en gran medida que ocurra esta situación, toma
las precauciones del caso, fundamentalmente en lo referido a la reducción de
las piqueras, más que nada en aquellas colmenas que no han logrado
desarrollarse totalmente a nivel de producción, como también en el caso de
haber hecho núcleos tardíos, ya que estos tienen la equivalencia de colmenas
débiles. Reducir la piquera significa dejar una sola abertura donde, como
máximo, puedan pasar 2 abejas juntas, no más.
Además, y en la medida de sus posibilidades, el apicultor trata de tener el
material de las colmenas en buenas condiciones, es decir, sin rajaduras,
agujeros y todas aquellas imperfecciones que permitan que puedan ser atacadas
por las obreras pilladoras.
Si el apicultor detecta que una o varias colmenas están siendo atacadas por
abejas pilladoras, actúa de la siguiente manera con el propósito de desalentar
a las invasoras: prepara el ahumador con un combustible que produzca humo denso
utilizando, por ejemplo, trapos viejos, estopa, o material de colmenas en
desuso que contengan restos de propóleos.
En la medida que ahuma continuamente la entrada de la colmena atacada y reduce
la piquera a su mínima expresión, colocar sobre la plancha de vuelo un puñado
de yuyos de hojas largas, regándolo con agua; si al agua se le agrega un poco
de ácido fénico, su efecto contra las pilladoras será mucho más eficaz.
Si el apicultor tiene el colmenar siempre en el mismo lugar, sabe perfectamente
en que época comienza el pillaje, tanto por el tipo de floración silvestre como
por la actitud de las abejas, y con este panorama toma los recaudos necesarios
para evitar esta situación.
Asimismo, es conveniente tener en cuenta que si hay que alimentar
artificialmente a las colmenas, se debe tener sumo cuidado en no derramar
jarabe fuera de las mismas, para no incitar el pillaje.
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