Innovación Tecnológica en Sistemas Agroforestales

Guillermo Ferrer
Daniel Cáceres

Departamento de Desarrollo Rural, Facultad de Ciencias Agropecuarias Universidad Nacional de Córdoba
Córdoba, Argentina


 

RESUMEN

Este trabajo evalúa si las nuevas tecnologías (NTs) propuestas en un proyecto de desarrollo agroforestal son apropiadas a la realidad socio-productiva de los pequeños productores del Noroeste de Córdoba (Argentina). Se analizan las causas del rechazo de una propuesta técnica y la incidencia de la opinión de los productores en su reelaboración. Se concluye que: a) es necesario evaluar las NTs en el contexto de procesos socio-productivos globales; b) la conformación de equipos técnicos multidisciplinarios facilita el análisis de procesos de cambio tecnológico; c) es importante considerar el enfoque teórico desde el cual los extensionistas desarrollan su actividad de campo; y d) el cambio tecnológico no debe entenderse como un proceso unidireccional donde los productores se comportan como meros receptores pasivos de las NTs.

Palabras clave: innovación tecnológica, extensión rural, agroforestería, campesinos.

ABSTRACT

This paper analyses whether the new technologies (NTs) proposed in an agroforestry project were appropriate to the socio-productive conditions of peasant communities of central Argentina. It analyses why peasants rejected a NT, and their participation in the elaboration of a new technological proposal. It concludes that: a) it is necessary to evaluate the NTs in the frame of more inclusive socio-productive processes; b) multidisciplinary extension teams are more likely to make suitable assessments of NTs than single-discipline extension teams; c) it is important to consider the theoretical approach from which the extensionists develop their activity; and d) technological change should not be understood as a one-way process where peasants solely behave as passive recipients of NTs.

Key words: technological innovation, rural extension, agroforestry, peasants.

 

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este trabajo es analizar y evaluar las propuestas tecnológicas formuladas en el marco de un proyecto de desarrollo agroforestal llevado a cabo en comunidades de pequeños productores del noroeste de Córdoba (Argentina).

El término "innovación tecnológica", hace referencia al "primer uso práctico de una nueva técnica" (Ellis 1992: 214). Desde una perspectiva económica, la innovación tecnológica es el proceso mediante el cual un conocimiento utilizado o utilizable a escala social es incorporado por primera vez a una unidad social u organizacional, con el objeto de transformar elementos materiales y/o simbólicos en bienes y/o servicios (Suárez 1975). Desde este enfoque, la generación de innovaciones tecnológicas podría relacionarse con dos tipo de situaciones. Por un lado, la creación de nuevos métodos o instrumentos que permitan solucionar de una manera novedosa "viejos" problemas productivos para los cuales ya existen algunas respuestas tecnológicas (por ej., tecnologías que sean más productivas, eficientes, seguras y/o baratas que las actualmente en uso); y por otro lado, el desarrollo de nuevas respuestas tecnológicas (métodos o artefactos) a problemas productivos que no han sido resueltos todavía.

No es el objetivo de este trabajo realizar un análisis teórico de las principales líneas conceptuales que explican la forma en que los seres humanos producen tales innovaciones. No obstante, un rápido comentario al respecto permitirá fijar más claramente la posición teórica sobre la cual este trabajo se sustenta. Por un lado, algunos autores mistifican el proceso de innovación tecnológica y sugieren que ésta es el producto de la inspiración individual de un inventor quien concibe a la NT en un golpe de genialidad y lucidez. De acuerdo a esta visión, las innovaciones tecnológicas son producidas por personas aisladas quienes en un flash de genialidad conciben una idea radicalmente nueva capaz de originar una NT con capacidad de producir importantes cambios en la sociedad. Según MacKenzie y Wajcman (1993), este enfoque es reforzado por las historias populares referidas a la tecnología, en las cuales a cada innovación se la relaciona con el nombre de un inventor específico y una fecha particular de creación. El enfoque "inspiracionista" ha sido cuestionado por muchos autores y probablemente haya sido el trabajos de Ogburn y Thomas (1922) uno de los primeros que hicieron explícita esta crítica. En la actualidad, autores como Arrow (1962), Hughes (1971, 1983), Constant (1980), Rosemberg (1982), y MacKenzie y Wajcman (1993), sostienen que la innovación tecnológica es principalmente el resultado de la progresiva modificación de tecnologías ya existentes. Es decir, el producto de la acumulación de pequeños detalles sin principio ni conclusión y donde el rol de los distintos sujetos involucrados no muestra límites muy bien definidos. Desde esta perspectiva, más que el fruto de un rapto de inspiración, las innovaciones tecnológicas son el producto de un proceso de transformación y cambio gradual, en el cual participan distintos sujetos y donde las NTs emergen a partir de la base que ofrecen los desarrollos tecnológicos preexistentes. Más que el resultado de la acción de "heroicos inventores" (MacKenzie y Wajcman 1993: 10), es éste un proceso en el que participan un sinnúmero de creativos artesanos, sujetos anónimos y científicos, quienes lentamente y en conjunto van creando las nuevas innovaciones tecnológicas. Revisiones de la historia de la tecnología como la realizada por Winner (1977) brindan la oportunidad de encontrar numerosos casos concretos que permiten visualizar con claridad este proceso.

Las comunidades en estudio

Los pequeños productores bajo estudio en este trabajo (aproximadamente 50 familias), pertenecen a las Comunidades de Copacabana y San Antonio del Departamento Ischilín (noroeste de la Provincia de Córdoba, Argentina). En esta zona los productores se dedican principalmente a la ganadería caprina y vacuna, el cultivo de algunas chacras de maíz consociado con zapallo y la elaboración artesanal de cestos a partir de la fibra obtenida de una palmera autóctona (Trithrinax campestris). En algunos casos, las actividades productivas se complementan, con actividades extraprediales y migraciones temporarias a los centros urbanos más cercanos a fin de vender su fuerza de trabajo.

Desde el punto de visto ecológico, el área se encuentra en la transición entre los distritos fitogeográficos del Chaco Serrano y el Chaco Árido (Luti et al. 1979). Las lluvias se concentran en verano y el promedio anual de precipitación es 500 mm. Las comunidades en estudio están situadas en las últimas estribaciones de las Sierras Chicas y se encuentran a una altitud que oscila entre los 800 y 1000 m.s.n.m. (Capitanelli 1979). Originariamente, la vegetación estaba compuesta por un bosque xerofítico natural (localmente denominado "monte"), alrededor del cual se generaba la actividad económica de las familias y donde la recolección de frutos silvestres de algarrobo (varias especies de Prosopis), mistol (Zizyphus mistol) y chañar (Geoffroea decorticans) jugaba un rol importante en la alimentación de la familia y de los animales (Díaz et al. 1987). Durante las primeras décadas del presente siglo, la vegetación natural del área de estudio sufrió importantes transformaciones como consecuencia del efecto combinado de la deforestación y el sobrepastoreo del ganado, proceso éste que aún continúa. Aunque no existen datos específicos, Ferrer (1994) señala que en la Provincia de Córdoba la tasa actual de deforestación se estima en 50.000 Ha por año. Si bien la condición actual es muy heterogénea, la vegetación natural ha sido casi totalmente reemplazada por un arbustal cerrado, con baja productividad relativa. Las pequeñas chacras de cultivo (1 a 5 Ha) muestran un progresivo deterioro de su potencial productivo, debido la disminución de la fertilidad causada por el monocultivo y a la pérdida de suelo ocasionado por la erosión hídrica. Estos problemas se ven incrementados por la topografía ondulada del terreno y la naturaleza de los suelos de la región, en general arenosos, sueltos y poco cohesionados.

 

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

En el año 1994 se inició en el Departamento Ischilín un proyecto agroforestal destinado a pequeños productores agropecuarios. Este proyecto de carácter bianual, contó con financiamiento de la Secretaría de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación de la Nación (SAGPyA) y fue llevado a cabo por un equipo multidisciplinario perteneciente a la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba y una ONG que actúa en la región. El principal objetivo del proyecto fue el de mejorar la calidad de vida de las familias rurales a través de la implementación de prácticas agroforestales que mejoren la capacidad de sustentación del ambiente.

Un aspecto importante a destacar en relación al proyecto, es el enfoque metodológico del equipo técnico interviniente. El elemento central de la estrategia de intervención de los extensionistas, lo constituye el hecho de que conciben a la extensión como un proceso de educación no formal, donde se impulsan una serie de metodologías activas y participativas que promueven la reflexión de los productores a fin de identificar los principales problemas que limitan su desarrollo y formular las estrategias más adecuadas que permitan transformar la realidad en la que desarrollan su actividad socioproductiva. De acuerdo a (Cáceres et al. 1997), en este proceso tanto productores como técnicos disponen de conocimientos útiles que pueden ser utilizados para alcanzar las metas propuestas en el proyecto. Para ello los extensionistas fomentan la participación de los productores no sólo como una estrategia metodológica que facilite el logro de los objetivos del proyecto, sino también como un ejercicio de expresión y reafirmación de prácticas democráticas. Si bien los conocimientos aportados por productores y equipo técnico son esencialmente diferentes, estos pueden ser totalmente complementarios y no excluyentes. Mientras que el primero se fundamenta en el conocimiento local, la experiencia cotidiana y la experimentación empírica, el segundo se apoya principalmente en el conocimiento generado por el sistema científico formal. Estas formas de conocer, en cierto modo representan dos formas diferentes de ver el mundo, construir la realidad y diseñar estrategias que permitan su transformación. La propuesta metodológica que orienta el accionar de los extensionistas que participaron en este proyecto, parte del supuesto de que estas dos formas de conocer son igualmente importantes y necesarios para alcanzar el éxito del proyecto.

 

La propuesta tecnológica

Un aspecto importante a destacar en relación a la propuesta tecnológica se relaciona con el origen del proyecto agroforestal. Si bien el equipo técnico seleccionó las temáticas a trabajar en la región a partir de un proceso inicial de diagnóstico participativo, la problemática agroforestal no fue una de los problemas priorizadas por los pequeños productores. No obstante, y debido a los serios procesos de deterioro ambiental observados, los extensionistas decidieron emprender acciones a fin de mejorar la sustentabilidad de los sistemas productivos. La no priorización por parte de los productores de temáticas como la referida es común en este tipo de situaciones. Según Cáceres (1998), esto se debe a que los pequeños productores tienen mayor facilidad para identificar problemáticas agudas (como por ej. la muerte de algún animal, o el ataque de una plaga), que problemáticas crónicas cuya característica principal es su ocurrencia gradual sin la manifestación de eventos extremos. Debido a sus características, los procesos de deterioro ambiental pueden perfectamente ser incluidos dentro de este segundo grupo. En consecuencia, tanto la temática del proyecto, como la tecnología específica implementada constituyen ambas propuestas exógenas que nacen como una iniciativa del equipo técnico y no como una necesidad reconocida por la comunidad.

El aspecto central de la propuesta técnica consistió en la implementación de un sistema agroforestal a partir de la siembra de pasto llorón (Eragrostis curvula) y la reforestación con plantines de algarrobos (Prosopis nigra, P. alba y P. chilensis) en un marco de plantación de 5 x 5 m (400 plantas por Ha). Las pequeñas chacras "viejas" con suelo degradado y muy baja productividad fue el lugar elegido para ejecutar el proyecto. La implementación de este sistema permitiría detener los procesos erosivos observados, mejorar la estructura y fertilidad de los suelos y producir forraje para fortalecer la producción ganadera. Además, en el mediano plazo la propuesta también permitiría a los productores obtener madera y otros subproductos. Las especies elegidas para implementar el proyecto se adaptan muy bien a las condiciones locales ya que el algarrobo es un árbol autóctono y el pasto llorón se adapta muy bien a suelos arenosos y estaba siendo usado con éxito en comunidades vecinas.

Debido a que los beneficios del sistema se expresarían luego de un período bastante prolongado, los productores recibieron dos tipos distintos de subsidios. Por un lado, la SAGPyA les financió los plantines de algarrobo, la semilla de pasto llorón, parte del alambre necesario para cercar las chacras y la mano de obra para sembrar el pasto llorón y plantar los árboles. Una segunda fuente de subsidio aportado a los productores, lo constituía la capacitación técnica gratuita ofrecida por profesionales de la Facultad de Ciencias Agropecuarias. Por su parte, los productores se comprometieron a aportar los postes, las varillas y el resto del alambre necesario para cercar las chacras, como así también la mano de obra que demandaba la construcción del alambrado. Además, debían garantizar que los animales no entraran a las chacras por un período de un año y medio.

Luego de que se tomó la decisión de llevar adelante el proyecto, el equipo técnico diseñó una estrategia de intervención cuyo primer paso consistió en recuperar la percepción que estas comunidades tenían acerca del monte nativo y de los árboles. Para ello se trabajó con técnicas antropológicas, en especial el relato de historias de vida (Moss et. al. 1991). Este trabajo de reconstrucción histórica permitió determinar que existían importantes diferencias generacionales en la percepción de los recursos forestales.

Los productores mayores de 60 años reconocen que los árboles tienen importantes y diversos usos. Por ejemplo, algunos recuerdan tiempos pasados en los que cosechaban frutas del monte, como así también la forma en que las almacenaban, elaboraban y consumían:

"De lo de Juan Pedro para abajo se iba a juntar mistol, con toda la familia... [juntábamos] bolsadas !. Lo mismo con la algarroba blanca. Le hacían ramadas y la levantaban como un horno y esa algarroba servía para los caballos y los cristianos. La cocinaban en una olla y la comían". (Productor de Copacabana de 83 años de edad).

Otros, completan el relato identificando la importancia que tienen las copas de los árboles como abrigo para los animales y las pasturas al resguardarlas de las heladas invernales.

"Bajo los árboles tarda más en llegar el invierno". (Productor de San Antonio de 71 años de edad).

Los productores que convivieron con el monte antes de la deforestación masiva, lo reconocen como un elemento central de lo que fueron sus estrategias de reproducción social, y lo valoran como un recurso importante directamente ligado a su vida cotidiana. Son también estos productores los únicos que pueden comparar la capacidad pasada y presente de sustentabilidad del ambiente. Es por ello que son ellos quienes exteriorizan con más fuerza su pérdida.

En contraste, los miembros más jóvenes de la comunidad poseen una visión mucho más limitada acerca de las cualidades del monte.

"Del monte sacamos leña... para que otra cosa sirve?... para nada...". (Productor de Copacabana de 23 años de edad).

Este sector de la comunidad reconoce a los árboles sólo como una fuente para obtención de leña y postes ya sea para uso doméstico o comercial. Su percepción de este recurso es muy limitada, netamente utilitaria y en general desconocen sus cualidades y la importancia que en otros tiempos tuvo el monte en la satisfacción de las necesidades familiares.

Los resultados de este estudio preliminar permitieron a los extensionistas definir algunos criterios para la elaboración de la propuesta de capacitación y comenzar con la difusión de la propuesta técnica del proyecto. En forma paralela, se inició la construcción del vivero forestal en el campo de un productor de la zona y su instrucción como viverista.

La propuesta de capacitación de la comunidad fue enfocada desde una perspectiva integral y constó de 4 elementos principales:

a) Organización de reuniones grupales. Estas reuniones fueron concebidas como instancias de capacitación que permitieran promover la reflexión grupal, reconocer la importancia de recuperar la capacidad productiva de las chacras y, por supuesto, discutir los contenidos técnicos más relevantes en relación al proyecto.

b) Visitas a las unidades de producción. En estas visitas los extensionistas trataban de interiorizarse de las problemáticas específicas de cada sistema productivo y analizar en detalle las particularidades que debería tener la implementación del proyecto en cada campo.

c) Elaboración de cartillas educativas. El equipo técnico con el apoyo de especialistas en comunicación, elaboraron una serie de materiales gráficos donde se rescataban las opiniones de los productores recabadas a través del registro de historias de vida. Esta información fue complementada con algunos contenidos aportados por el equipo técnico acerca de las ventajas de llevar adelante un proyecto agroforestal. Utilizando un texto simple y dibujos apropiados, este material educativo rescataba la importancia de la implementación de sistemas agroforestales. En especial, la protección que los árboles brindan a animales y pastos, el forraje que aportan a través de sus hojas y frutos, su efecto favorable en la protección y mejoramiento del suelo y la posibilidad de obtener leña, postes y madera. Finalmente, la cartilla concluía con una explicitación del proyecto en la cual se expresaban con claridad sus principales características. Estas cartillas fueron discutidas y analizadas con los productores durante las reuniones grupales y con los miembros de la familia durante las visitas prediales.

d) Apoyo escolar. Para los más jóvenes se planeó implementar capacitaciones específicas, debido a su visión más limitada del monte como recurso forestal de uso múltiple. Con este objetivo se desarrollaron una serie de actividades en las escuelas rurales de la zona. Los extensionistas realizaron jornadas de capacitación destinadas a las maestras en las que se reflexionó sobre las consecuencias de la deforestación masiva, los usos y propiedades de los árboles y su relación con la conservación del ambiente. Además, los técnicos ayudaron a las maestras a incorporar estos contenidos educativos a las materias que cursaban los alumnos. También se pusieron en marcha viveros escolares para permitir que los niños aprendieran el proceso de producción de los árboles y se fomentó la plantación de los plantines producidos en las escuelas y en las propias casas de los alumnos. Finalmente, se organizaron funciones de títeres como una estrategia adicional que permitiera mediatizar las principales ideas del proyecto con el sector más joven de la comunidad.

Evaluación de la propuesta tecnológica

A pesar del esfuerzo de los extensionistas por elaborar una propuesta integral, ningún productor se mostró interesado en el proyecto. Tal comportamiento sugiere que la propuesta formulada, presentaba algún/os elemento/s negativos que la hacían poco atractiva para los productores. Un análisis de la propuesta tecnológica formulada por los técnicos permite identificar sus principales características:

Aspectos "positivos" de la NT

a) Demanda baja inversión. La capacitación, casi todos los insumos y parte de la mano obra formaban parte de un subsidio del estado no reintegrable por los productores.

b) Es reproducible por los productores. Los insumos que demanda el proyecto se pueden comprar localmente (por ej. semillas, alambre, etc.) y las técnicas involucradas son muy simples y fácilmente comprensibles por los productores (por ej. producción de plantines, plantación, etc.).

c) Demanda poca mano de obra. Salvo la construcción de los alambrados, el resto de la mano de obra es subsidiada por el proyecto.

d) Mejora la condición del ambiente. En especial, fortalece la condición del suelo.

e) Mejora la oferta de recursos productivos. La tecnología propuesta por el proyecto permitiría a los productores obtener insumos escasos tales como forraje, postes, madera y otros subproductos, esenciales para llevar adelante la actividad central sobre la cual se asienta su reproducción. Además, el proyecto permite la capitalización de las unidades productivas en un bien altamente valorado en la región: los alambrados.

Aspectos "negativos" de la NT

a) Incorpora altos niveles de riesgo productivo. Los productores deben transformar chacras que habían tenido un uso netamente agrícola en espacios productivos exclusivamente ganaderos. Para ellos esto significa tomar un riesgo importante, ya que de adoptar la propuesta se verían imposibilitados en el futuro de disponer de una superficie destinada a cultivos anuales.

b) No se adecua a la concepción que los productores tienen del proceso productivo. La propuesta del proyecto entra en conflicto con sus categorías productivas. Si bien reconocieron el estado de deterioro del suelo y la baja productividad de sus chacras, la idea de implantar árboles en espacios tradicionalmente destinadas al cultivo de maíz impone una lógica muy diferente difícil de aceptar desde sus marcos referenciales. Esto es válido aún cuando un altísimo porcentaje de estas chacras estaban fuera de cultivo como consecuencia de un proceso de "desagriculturización" que se observa en la región desde hace más de una década.

c) No brinda soluciones en horizontes temporales cortos. Aun cuando la implantación del sistema agroforestal fuera exitosa, los productores deberían esperar un año y medio para empezar a usar el forraje y varios años para comenzar a obtener algo de madera.

Tal vez la principal objeción sea la referida a la implantación de árboles en un espacio históricamente destinado al cultivo de especies anuales. Este es un argumento de mucho peso aún cuando durante los últimos años las chacras habían estado ociosas. A pesar de que muchos productores (sobre todo los mayores) reconocían en los arboles una serie de virtudes, les resultaba muy difícil aceptar la idea de que éstos podían ser plantados en las chacras. Esto significaba trasladar los elementos del "ecosistema natural" (el monte) al "agroecosistema" (las chacras). Para los productores implementar la propuesta significaba un cambio muy brusco en la percepción y clasificación de lo "natural" y lo "productivo". En otras palabras, aceptar la propuesta técnica implicaba "convertir la chacra en monte" y perderla como espacio de cultivo.

Si a esta importante objeción le sumamos el hecho de que la propuesta de los técnicos implicaba que los productores debían asumir mayores riesgos y que los beneficios del proyecto no se observarían en el corto plazo, es fácil comprender porque ningún productor manifestó interés en incorporar la NT propuesta por el proyecto.

Ante el fracaso observado, el equipo técnico decidió reelaborar la propuesta técnica del proyecto.

REFORMULACIóN DE La propuesta TÉCNICA

En reuniones posteriores, los productores discutieron el problema con los técnicos y elevaron una propuesta alternativa. Propusieron plantar los árboles y sembrar el pasto en diferentes sectores de la chacra. También sugirieron implantar cortinas forestales densas en el perímetro de las chacras y en otros sectores del campo. Con respecto a la variedad de algarrobo a implantar objetaron la especie Prosopis nigra que a su juicio tenía una series de características indeseables y priorizaron P. chilensis y P. alba, en especial la variedad panta por ser la que produce madera de mayor calidad.

En general los extensionistas estuvieron de acuerdo con la propuesta de los productores, salvo en un aspecto importante. El plantar los árboles separados del pasto llorón desvirtuaba totalmente la propuesta ya que se perdían los beneficios que ofrecen los sistemas agroforestales, en especial las ventajas derivadas de la asociación gramíneas-leguminosas.

Tomando como base las observaciones hechas por los productores en la reunión y su resistencia a "convertir las chacras en monte", los extensionistas se abocaron a la elaboración de una nueva propuesta técnica. Esta constaba de dos componentes:

a) Implantación de sistema agroforestal en chacras viejas. La propuesta técnica era básicamente la misma, salvo por el hecho de que se modificó el marco de plantación a 10 x 2,5 m (anteriormente había sido de 5 x 5 m).

b) Enriquecimiento del monte. Consistía en mejorar la condición del monte degradado con la plantación de algarrobos en una densidad de aproximadamente 100 plantas por Ha. Los plantines de algarrobo se colocarían al resguardo de arbustos para protegerlos de los animales.

Los técnicos incorporaron además, la propuesta de priorizar la variedad panta y la implantación de cortinas forestales densas.

Evaluación de la nueva propuesta tecnológica

Si se analizan los aspectos negativos de la propuesta técnica original a la luz de las modificaciones introducidas por la nueva propuesta técnica, es posible observar los siguientes cambios

a) En relación al riesgo productivo. A pesar de la aparente similitud de la nueva propuesta referida a la implementación de un sistema agroforestal en las chacras, el cambio del marco de plantación introdujo un elemento totalmente nuevo y de importancia decisiva: los productores podían ver que ahora quedaban amplios callejones entre las filas de arboles. Para ellos ésta era una diferencia esencial ya que en caso de ser necesario, podrían remover el pasto llorón de este sector y desarrollar allí actividades agrícolas. Esto disminuye substancialmente el riesgo que deben asumir los productores ya que en caso de necesidad, en el futuro podrían utilizar las chacras para cultivo. Incluso, tendrían el beneficio adicional de que la condición del suelo sería muy superior a la actual.

Con respecto a la propuesta alternativa referida al enriquecimiento del monte con especies arbóreas, es evidente que ésta no introduce ningún elemento disonante ya que no obliga al productor a tomar ningún tipo de riesgo productivo.

b) En cuanto a la concepción que los productores tienen del ciclo productivo. Esta era la principal dificultad que enfrentaba la anterior propuesta tecnológica. La modificación del marco de plantación dejando espacio libre para que las chacras puedan ser cultivadas y confiriéndoles a éstas un doble uso potencial, tuvo un impacto favorable en la opinión de los productores. Esta nueva posibilidad atenuaba la contradicción observada en relación a su concepción de que las actividades agrícolas y las ganaderas debían desarrollarse en ámbitos diferentes. Fundamentalmente, les interesaba el hecho de que la propuesta les permitía recuperar un espacio actualmente desaprovechado, sin comprometer su posible uso agrícola.

Como es de suponer, los productores tampoco formularon ninguna objeción con respecto a la propuesta de enriquecimiento del monte, ya que esta idea no confrontaba sus categorías productivas.

c) Con respecto a la capacidad de la NT de brindar soluciones en horizontes temporales cortos. La nueva propuesta tecnológica, al igual que la anterior y cualquier otra que promueva la implementación de sistemas agroforestales, no brinda soluciones inmediatas. No obstante, la segunda propuesta formulada por los extensionistas presenta dos aspectos que "diluyen" su efecto negativo. El primero se refiere a que en el momento en que surge la nueva propuesta, el programa de educación ambiental implementado por los técnicos estaba en su punto máximo. Esto ayudó a promover la reflexión de la comunidad acerca de la importancia de pensar en recursos disponibles "para los hijos". Sin embargo, probablemente este elemento no hubiera incidido demasiado si no hubiera estado acompañado por un segundo aspecto. Este es el referido al hecho de que el factor que introduce la idea de largo plazo (el árbol), se ubica espacialmente en lugares que no alteran al normal desenvolvimiento de la actividad predial y que su implantación no demanda ningún tipo de subsidio adicional (mano de obra o dinero) para su mantenimiento.

La reformulación de la propuesta técnica a partir de las objeciones y propuestas formuladas por los productores, permitió superar las dificultades más importantes que presentaba la propuesta original. De las dos alternativas que componen la segunda propuesta, fue sin dudas la referida al enriquecimiento del monte la que más se adecua a la realidad socio-productiva de los pequeños productores de las comunidades en estudio y la que menos confronta su lógica productiva. Este aspecto se observa con claridad al analizar los resultados productivos del proyecto.

Si bien la reforestación no había sido uno de los aspectos priorizados por la comunidad en el diagnóstico participativo realizado oportunamente, las diversas actividades de educación ambiental promovidas por los extensionistas, y la discusión de la problemática ambiental a nivel familiar y comunitario, fueron los dos factores más importantes que propiciaron la reflexión en relación a esta temática. En consecuencia, al promediar el proyecto muchos productores comenzaron a objetivar este problema y por lo tanto a mostrarse interesados por la NT.

 

 RESULTADOS PRODUCTIVOS

A pesar de que ningún productor se interesó en la propuesta técnica original, la segunda propuesta tuvo muy buena recepción por parte de los productores. De un total de 50 productores que componen la comunidad, 12 se inclinaron por la propuesta de recuperación de chacras viejas. En total, se sembraron 41,5 Has con pasto llorón, en las que se plantaron 16.500 algarrobos. En general el pasto llorón ha tenido buena emergencia en especial en aquellas chacras con suelo arenoso y donde se realizó una buena preparación de la cama de siembra. Durante el primer año del proyecto, el porcentaje de pérdida de plantas de algarrobo alcanzó el 20 %. El forraje producido ya ha sido aprovechado por el ganado y hasta la fecha ningún productor ha decidido arar los callejones situados entre las filas de árboles a fin de implantar algún cultivo anual. Los procesos erosivos se han detenido y el estado de las chacras mejora progresivamente.

La alternativa relacionada con el enriquecimiento del monte tuvo aún una mayor aceptación. Se implantaron algarrobos en un total de 148,5 Ha pertenecientes a 21 productores distintos. Los árboles plantados durante el primer año tuvieron menor grado de prendimiento (35 al 75%), que los plantados en el segundo año (70 a 80%). Estas diferencias se debieron principalmente a la gran sequía que afectó a la región durante el primer año del proyecto.

Finalmente, cabe destacar que 6 familias que poseen campos pequeños, implantaron cortinas forestales densas en algunos sectores de sus predios.

En total se plantaron alrededor de 32.000 algarrobos, de los cuales más de la mitad correspondieron a la variedad panta.

 

CONCLUSIONES

La evaluación de las propuestas tecnológicas elaboradas en el marco del proyecto de desarrollo agroforestal que aquí se evalúa, permite formular los siguientes conclusiones:

a) Es necesario evaluar las propuestas tecnológicas en el marco de procesos socio-productivos globales, que permitan comprender mejor la lógica productiva con la que operan los distintos sujetos involucrados en el proyecto. El rechazo de la propuesta tecnológica original es un claro ejemplo que permite identificar algunos elementos no siempre contemplados por los extensionistas.

b) La conformación de equipos técnicos multidisciplinarios ayuda a los agentes externos a interpretar de una manera más integral los procesos de cambio tecnológico.

c) Tanto productores como extensionistas poseen información útil que puede ser utilizada para superar los obstáculos que se presentan y alcanzar de una manera más ajustada los objetivos que se propone el proyecto.

d) Es importante considerar el enfoque teórico desde el cual los extensionistas desarrollan su actividad de campo. Perspectivas que visualicen a la extensión rural como un proceso educativo, en el cual interactúan sujetos con lógicas distintas y donde se ponen en juego conocimientos provenientes de distintos campos, tienen mayores posibilidades de aprovechar la heterogeneidad de los sujetos involucrados y formular propuestas tecnológicas más ajustadas a la realidad socio-productiva de los pequeños productores.

e) La experiencia aquí presentada confronta algunas posiciones teóricas que entienden al cambio tecnológico como un proceso unidireccional y donde los productores sólo constituyen receptores pasivos ("adoptantes" o "no adoptantes") de las propuestas tecnológicas elaboradas por los equipos técnicos.

 

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