COMUNICACIONES Y ESPACIO NATURAL Y RURAL
(Resumen)

Alberto M. BERGA MONGE
AMB Consultans


INTRODUCCIÓN

Hablando de comunicaciones, haré uso de un error de "comunicación" para plantear en mi intervención, tres aspectos relacionados con las comunicaciones.

Un primer aspecto se refiere a la incidencia territorial de las actuaciones en carreteras, un segundo aspecto comprende las nuevas tecnologías de la información y comunicación que tienen ya una incidencia sobre el territorio y finalmente un aspecto relacionado con marketing: la comunicación colectiva del producto rural y/o natural.

 

ACTUACIONES EN CARRETERAS. LAS INFRAESTRUCTURAS DE TRANSPORTE COMO CONDICIONANTE POTENCIAL DE LOS DESEQUILIBRIOS TERRITORIALES, SOCIALES Y NATURALES

El territorio español ha experimentado en el tiempo una serie de transformaciones que han acentuado la concentración de la actividad productiva, del capital y de la población, lo que ha provocado una distribución espacial desequilibrada.

En la década de los años 60 las inversiones públicas se basaban en la racionalidad económica. Se efectuaban evaluaciones económicas de los proyectos y en función de los resultados se tomaban decisiones acerca de su realización.

Posteriormente, en los años 70, se experimentó una evolución en los planteamientos, y las consideraciones ambientales comenzaron a ser tenidas en cuenta en la toma de decisiones sobre inversiones.

Asimismo se tenían, también en cuenta otros elementos que inciden sobre el bienestar del hombre.

Se ha pasado pues, de la consideración del crecimiento económico como un objetivo "per se" a tomar como tal la mejora de la calidad de vida. Ahora bien, en este concepto intervienen, además de las consideraciones estrictamente económicas, aspectos como la salud y el medio ambiente. En consecuencia, las consideraciones ambientales van pasando a ocupar un lugar destacado en la planificación de las actividades económicas y sociales.

Un hito importante en este recorrido lo constituye la Conferencia de Estocolmo, en 1972, en la que después de examinarse los diversos problemas causados por la mano del hombre sobre el planeta, se insta a los gobiernos a que sin renunciar al progreso, orienten sus políticas de desarrollo en una doble dirección:

• Atendiendo de modo fundamental al estudio del impacto que sobre el medio ambiente puede tener cualquier proyecto técnico.

• Procurando acortar las distancias que separan a los países industrializados de los del tercer mundo.

Se pueden observar los enfoques del desarrollo, en cuanto a objetivos e instrumentos para la toma de decisiones.

Todo ello, como no podía ser de otra manera, se ha plasmado en unos condicionantes de la normativa ambiental a las actividades características del desarrollo local que trata, como es sabido, de impulsar el desarrollo de un área mediante la puesta en valor de los recursos propios de ella.

No siempre la consideración del factor ambiental supone que se elijan aquellas alternativas que suponen una menor transformación ambiental, quedando este aspecto relegado a un segundo plano frente a otros intereses, fundamentalmente socioeconómicos.

El problema también subyace en la necesidad de definir con rigor y objetividad los costes ambientales, puesto que alguna de las variables que conforman lo que podemos llamar "calidad ambiental" son de difícil cuantificación. Algunas metodologías, como el empleo de los SIG, permite analizar, en un contexto espacial, dichos costes ambientales, ofreciendo una imagen sobre su diferenciación espacial.

No obstante, a la hora de establecer funciones de coste ambiental, es necesario establecer una gradación o ponderación de las variables que entran a formar parte de las mismas. La tarea no es fácil, puesto que la actual normativa de evaluación de impacto ambiental no ofrece ninguna indicación que pueda servirnos para establecer la ponderación más adecuada de las variables. Tampoco en la bibliografía al respecto se hallan unos criterios comunes que nos ayuden a incorporar este concepto de coste ambiental a la superficie previamente generada de costes de construcción.

Puesto que aspectos comúnmente tratados en la consideración del coste ambiental, como es el caso de la litología, ya se habían incorporado a los costes de construcción, simplificamos nuestra valoración del medio restringiéndola a las variables de visibilidad y usos del suelo. La valoración de la fauna hubiera resultado mucho más compleja, pues habitualmente no se cuenta con información especializada de suficiente calidad. Por otro lado, la vegetación es considerada como uno de los factores más importantes en la valoración ambiental. La exclusiva utilización de criterios botánicos queda justificada si consideramos la fuerte concordancia existente entre la diversidad botánica y faunística: las comunidades vegetales constituyen los elementos bióticos característicos.

Estas dos variables, visibilidad y vegetación pueden servirnos de ejemplo para plantear la forma de introducir los costes ambientales en el trazado óptimo de infraestructuras. Por un lado, el factor ambiental puede utilizarse para decidir cuál de las rutas alternativas previamente diseñadas resulta más conveniente (menos impactante). Por otro lado, podría servir para generar un mapa de coste ambiental, que se añadiera a la generada únicamente considerando los costes de construcción.

No resulta fácil analizar el desigual papel que la infraestructura viaria o su carencia ha desempeñado en la evolución del Pirineo hasta nuestros días, superados estos umbrales, la creación de infraestructura no induce por sí misma desarrollo sino va acompañada de otras intervenciones, pudiendo, incluso, agravar los desequilibrios territoriales. Por otra parte, todavía resulta oportuno interrogarse sobre qué tipo de desarrollo se pretende, lo cual, lógicamente, condiciona un tipo u otro de red. Desarrollo concentrado, luego dependiente, en unos pocos núcleos supone red concentrada. Desarrollo difuso y autosuficiente, luego, red difusa, es otra de las alternativas. Estas dos opciones, si bien supuestas muy simplificadamente, marcan los extremos de una amplia gama de alternativas sobre la cual, los poderes públicos deben de pronunciarse, si no se desea dejar al macizo a merced de las leyes del mercado con resultados que se han expuesto repetidas veces en otros ámbitos:desequilibrios, agresiones al medio natural, bolsas marginales y, lo que resulta más grave, despoblación acelerada de buena parte del territorio. Parece lógico, pues, que el objetivo genérico de frenar este proceso, pasa necesariamente por una mejora de las condiciones de vida de sus habitantes, que haga más atractivo el permanecer en sus comunidades, lo que parece sugerir, dada la magnitud del problema, la promoción de una política de desarrollo más autosuficiente y una mejora de las infraestructuras básicas rurales. En facilitar, por tanto, los viajes cortos y de medio recorrido, para lo que no sólo debería mejorarse la amplia trama local y comarcal y su explotación –mantenimiento y quitanieves– sino también atender a ese amplio sector de población envejecida que hace necesario un sistema eficaz de transporte público debidamente subvencionado. Esta política debería implementarse simultáneamente con un apoyo importante a las cabeceras intermedias de área y de comarca, dotándolas de un mínimo nivel de equipamientos que satisfagan las necesidades básicas de su área de influencia.

En un plano más particular, deberían corregirse prioritariamente los grandes desequilibrios del Alto y Medio Pirineo Central, Sobrarbe, Ribagorza, apoyándose en las nuevas oportunidades que las inversiones diarias en curso suponen para Aínsa, Boltaña y Graus, como cabeceras naturales de las mencionadas comarcas. Un caso similar es el de Tremp y las comarcas del Pallars.

Por otra parte, el cuadro institucional que afecta al Pirineo presenta en la actualidad, iniciativas muy diversas y tiene que ver, en muchos casos, con el desigual nivel histórico de competencias y medios disponibles de los poderes regionales y locales. Navarra la tradición foral y la influencia de los consejos locales, hace que la Diputación dedique una especial atención a la red viaria. El efecto frontera agudiza, asimismo, la situación de marginación de los Altos Valles, necesitados, igualmente, de relaciones entre ellos.

 

NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA COMUNICACIÓN, INFLUENCIA EN EL TERRITORIO

Si bien parece obvio preguntarse sobre las consecuencias que tendrán en el territorio el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías, las respuestas y, por tanto, la reflexión sobre el tema se cuestionan tanto los problemas de origen teórico como práctico. Los problemas tienen que ver, por una parte, con el desconocimiento u omisión que muchas disciplinas tienen sobre la variable espacial y, por otra, por las distintas aproximaciones que existen a la economía territorial, la política regional, la ordenación del territorio y el urbanismo. Y a ello hay que añadir algo más profundo: la superposición de acontecimientos actuales nos hace cuestionar incluso los propios objetos de investigación, conceptualización y metodología para poder afrontar la nueva situación. No entraremos en este debate pero ello no impide que debamos tenerlo en cuenta.

Lo que es evidente es que las innovaciones tecnológicas inciden en la realidad social por la misma aparición de nuevos soportes, el incremento en la circulación de mensajes y por la posibilidad de socialización de los contenidos que pueden desplazar y modificar los equilibrios existentes en el reparto del saber y el poder.

Es evidente, pues, que el desarrollo y uso de las nuevas tecnologías pueden modificar, profundizando o paliando, las tendencias existentes en el territorio. Una serie de cuestiones son inmediatas:

• ¿Cómo va a incidir la aplicación de las nuevas tecnologías en los desequilibrios territoriales?

• ¿Se van a afianzar desequilibrios y la división económica y social del espacio?

• ¿Pueden ser instrumentos de afianzamiento de la democracia local?

• ¿Cuál será su impacto en la evolución de las organizaciones económicas, sociales y territoriales?

• ¿Cómo el espacio de las nuevas tecnologías se conformará y de qué formas se articulará con el espacio físico, con el espacio socioeconómico?

Las nuevas tecnologías representan un desafío para los planificadores y estudiosos con la advertencia de que no debemos esperar que tome cuerpo el sueño de considerarlas como el medio para resolver problemas a veces insolubles para la economía territorial.

En una primera aproximación la tecnología en cuanto a factor estructurado y desestructurador presentaría tipos de relaciones: directas (parques tecnológicos) e indirectas (efectos sobre la organización del trabajo).

Cabría mencionar especialmente las relaciones siguientes:

• polarización del sistema productivo,

• terciarización de la economía,

• metaindustrialización,

• impacto en el mercado de trabajo.

La consideración de las telecomunicaciones como redes de transporte y como servicio público conduce a plantearse si constituyen un útil neutro o son especialmente estructurantes. La respuesta inmediata es que ninguna técnica es estructurante y todas lo son. Las nuevas tecnologías no van a modificar las tendencias actuales que dependen de muchas otras variables.

La experimentación social de las nuevas tecnologías de información y comunicación en Escandinavia ilustran este aspecto.

 

La comunicación colectiva del producto rural/natural

Los profesionales de la comunicación, los media, las empresas vienen utilizando distintos términos para calificar las estrategias y la comunicación de los productos. Se pueden encontrar, de esta forma, los términos.

• comunicación institucional,

• comunicación corporativa,

• comunicación genérica,

• comunicación de marca,

• comunicación colectiva.

La comunicación colectiva constituye una tipología de comunicación que se caracteriza por:

• ser realizada por distintos operadores que tienen una acción comercial,

• tratar de comunicar un producto o servicio identificado o genérico con un objetivo comercial,

• el beneficiario de la acción es el conjunto de productores.

Los indicadores de estas acciones colectivas pueden ser de tres tipos: colectividades (Unión Europea, País, Región), Organizaciones profesionales y las empresas.

La estrategias que se persiguen se refieren a:

• Estrategias de productos.

• Estrategias de país/región.

• Estrategias profesionales.

La comunicación colectiva dispone de un mercado y unos mecanismos propios que deben responder a las necesidades del consumidor y que iremos viendo.

 

bibliografía

AEDENAT (1993), El plan director de infraestructuras: un impedimento para la movilidad sostenible.

BERGA, A. M. (1983), El cooperativismo, como factor de desarrollo en el medio rural, IV Estudio Consulta, "Organización del movimiento cooperativo español", AECOOPE Aragón.

BERGA, A. M., GONZÁLEZ, M. (1992), El desarrollo integral en el medio rural, V SICODER.

BERGA, A. M., BAUTISTA, M.ª (1994), Formación y desarrollo regional en el horizonte del mercado único, Georgica, n.º 3.

DE FELIPE, I., et al. (1996), Promoción genérica de alimentos: una nueva dimensión en el sistema agroalimentario, El boletín del M.A.P.A., septiembre.

FUNK, H.; ESTÉBAN, J. (1996), Autopistas de la información. El reto del siglo XXI, Cursos de Verano, El Escorial.

GARCÍA, A. (1994), Condicionantes ambientales al desarrollo local, C y TET II (102).

GÓMEZ, M. et al. (1995), Diseño de carreteras mediante un sistema de información geográfica: costes de construcción y costes ambientales, C y TET III (191).

KOSKO, D (1995), Pensamiento borroso, Crítica-Grijalbo, Barcelona.

MARTÍNEZ, F. (1989), Nuevas tecnologías, territorio y espacio local. Reflexiones y experiencias, Est. Terr. n.º 31.

MOPU - ITUR (1995), "Las comunidades y la constitución de la modernidad", Revista de Occidente, n.º 171-172.

ORENGA, L. (1996), La comunication, De. J. P. Gisserot, París.

RIVERA, L. (1996), La publicidad institucional de los productos agroalimentairos, El boletín del MAPA, febrero.

STUART, M.; PHILIP, S. (1993), Integrated environmental management in road planing for developing countries, XII Cong. M. IRF. Vol. 1. Asoc. Esp. Carreteras.

SUÁREZ VILLA, L. (1986), El empresario, factor estratégico en las transformaciones territoriales, Est. Ter. 20.

TECEIRO, J. B. (1996), Sociedad digital. Del homo sapiens al homo digitalis, Alianza Ed.

 


FACILITADO POR CEDERUL (Centro de Documentación de Desarrolo Rural - Zaragoza - España)