ALGUNAS REFLEXIONES ANTE LA EVOLUCIÓN RURAL EN EL NUEVO MILENIO. DESARROLLO RURAL Y NUEVAS POLÍTICAS ESTRUCTURALES.


Antonio Colom Gorgues

Blanca Escardíbul Ferrá

Eduard CRISTÓBAL FRANSI
Universidad de Lleida. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria

Enrique SAEZ OLIVITO
Universidad de Zaragoza. Facultad de Veterinaria


RESUMEN (ABSTRACT)

Las nuevas modalidades y metodologías de aplicación y gestión de los Fondos Estructurales propuestas a raíz del desarrollo de la Agenda 2000, plantean una revisión y evolución con sendero de reforma hacia el nuevo reto de cohesión en la Unión, a través del esfuerzo y refuerzo en la concentración temática, geográfica-territorial y financiera.

Los espacios rurales se ven evolucionar en estos últimos tiempos entre dinámicas territoriales y dinámicas sectoriales, entre ordenación del territorio y las lógicas sectoriales de las actividades económicas que las constituyen. Hoy día, ante la necesidad de una revitalización generalizada, los espacios rurales no pueden ser considerados independientemente, sino que debe establecerse una relación importante de interdependencia con los demás espacios. Atendiendo a estos aspectos y tratando de analizar y comprender la lógica de las dinámicas rurales, se plantea hoy día la reformulación del espacio rural, envuelto quizá en la denuncia de un relativo estado de abandono en algunos paises, pero con un gran potencial de diversidad socioeconómica y que solicita un tratamiento integral en la formulación de objetivos de uso y actividades, el análisis de recursos endógenos y la posible introducción de recursos externos, dentro de un amplio marco de ordenación del territorio e incentivación económica empresarial.

El Desarrollo Rural Integrado (DRI) es un punto fuerte de convergencia para, a través de acciones y actividades enfocadas a escala local, se pueda aproximar a las Comunidades Rurales a una situación de satisfacción global, sostenible y perdurable, de necesidades y requerimientos de las personas, familias, grupos, empresas y administraciones, y mejora del nivel y calidad de vida, y de bienestar socioeconómico; incluyendo también la sostenibilidad y perdurabilidad ecológica, del medio físico y natural, sociocultural y la mejora demográfica.

 

1. INTRODUCCIÓN

Hoy día, ante la necesidad de una revitalización generalizada, los espacios rurales no pueden ser considerados independientemente, sino que debe establecerse una relación importante de interdependencia con los demás espacios. Deben potenciarse las relaciones con los espacios periurbanos y urbanos a través de movimientos migratorios periódicos y alternantes, desplazamientos de aprovisionamientos alimentarios, de materiales y recursos varios, implementación de infraestructuras básicas, acceso a determinados servicios y también pensando en el desarrollo de usos recreativos y residenciales, que como se sabe, cada día va en aumento. Pero también esta relación puede ser inversa, proporcionando la oferta de productos con origen en los espacios rurales a foros de mercado establecidos en los espacios urbanos.

Atendiendo a estos aspectos y tratando de analizar y comprender la lógica de las dinámicas rurales, se plantea hoy día la reformulación del espacio rural, envuelto quizá en un determinado estado de abandono en algunos países o lugares, pero con un gran potencial de diversidad socioeconómica y que solicita un tratamiento integral en la formulación de objetivos de uso y actividades, el análisis de recursos endógenos y la posible introducción de recursos externos, dentro de un amplio marco de ordenación del territorio. Los espacios rurales se ven evolucionar en estos últimos tiempos entre dinámicas territoriales y dinámicas sectoriales, entre ordenación del territorio y las lógicas sectoriales de las actividades económicas que las constituyen. No se puede olvidar el rol importante de la Agricultura en el mundo rural, aunque cada día más se va a plantear el modelo integrador y el modelo competitivo empresarial para las actividades que dentro del sector primario se desarrollen. El empleo rural se halla actualmente en franca competencia con el empleo industrial y el empleo terciario. No obstante, por un lado se tienen los ìespacios con renacimiento ruralî, donde es notoria la renovación demográfica y/o económica, y en cambio se tienen también determinados ìespacios con espiral de abandono y desertizaciónî donde se observa el envejecimiento de la población, el abandono de recursos territoriales y agrícolas, y la regresión en las economías del lugar.

Se evoca continuamente la diferencia entre las regiones bien localizadas en ejes de desarrollo e intercambio económico, donde se concentra la producción, el comercio, la población y la riqueza, y por otro lado las regiones marginales, con problemas de recursos tal vez, con características que las tildan como desfavorecidas quizás, pero con una tendencia de resistencia al desarrollo o a la continua regresión. A toda fractura territorial de este tipo, puede corresponder una fractura social que se aumenta ante circunstancias migratorias hacia zonas urbanas o de gran desarrollo, ante situaciones de mala planificación u ordenación territorial, poca preocupación de sostén del dinamismo local, etc... Se crea la necesidad de integrar lo territorial respecto lo sectorial, en cuanto a actividades económicas que permitan equilibrar el territorio, redistribuir riqueza y equilibrar el conjunto, sobre todo cuando se trata de zonas desfavorecidas, donde el criterio de eficiencia debe complementarse con la captación de recursos exógenos y con un análisis muy completo de potencialidades de actividad.

2. DESARROLLO RURAL INTEGRADO (DRI) Y LA SOSTENIBILIDAD Y PERDURABILIDAD DE LAS COMUNIDADES RURALES

Todos los esfuerzos practicados en tratar de materializar un desarrollo socioeconómico suficiente en zonas rurales normales o desfavorecidas y que tienden al despoblamiento, deben encaminarse por la vía de la motivación de la gente del lugar, de la divulgación de las posibles actividades complementarias: como el turismo verde o agroturismo, etc..., con todas sus posibilidades integradoras, sin dejar de estudiar, por supuesto, las posibilidades de integración de valores añadidos a los propios productos agrarios, con su transformación artesanal o incluso semi-industrial o manufactera, productos culturales. También, las posibilidades de integrar la oferta, de diferenciar los productos en calidad y tipificarlos en orden al origen territorial, la forma de producción y demás características, y en fín, hasta participar colectivamente en una distribución conjunta y organizada que mejore los resultados económicos de las ventas, así como posibilite el acceso a otros mercados fuera de la zona.

Obviamente la despoblación acecha seriamente al equilibrio medioambiental, dando paso al crecimiento desordenado de especies vegetales que pueden transformar un bello paisaje y habitat en un enclave inhóspito. Pero también se debe aceptar que el modelo de desarrollo y revitalización rural basado en la promoción integral de pluriactividades, puede dar lugar a un deterioro del medio ambiente, esta vez de la mano del hombre que poluciona, que destruye directa o indirectamente la flora y la fauna, y que tal vez con una conducta egocéntrica e inconsciente deja de lado el medio físico y el medio natural y sólo contempla la realización material y económica de su actividad. La superación de los acechos (despoblamiento o éxodo rural, debilitación económica, poca cultura empresarial, desertización, desequilibrios flora-fauna, etc.), las propuestas de revitalización rural y el logro de la sostenibilidad y perdurabilidad de las Comunidades Rurales, se plantea abordar y materializar en la actualidad a través de modelos de Desarrollo Rural Integral (DRI). El Desarrollo Rural Integral (DRI) es un punto fuerte de convergencia para, a través de acciones enfocadas a escala local se pueda aproximar a las Comunidades Rurales a una situación de:

– Satisfacción global de necesidades y requerimientos de las personas, familias, grupos, empresas y administraciones, y mejora del nivel y calidad de vida, y de bienestar socioeconómico.

– Desarrollo económico a través del aprovechamiento óptimo de los recursos endógenos, explotación de potencialidades visibles e investigación de potencialidades ocultas, captación y afectación de recursos endógenos para desarrollo de actividades diversas dentro del sistema agroalimentario, de los complejos agroalimentarios o externalidades positivas. El comienzo debe ser el estudio y evaluación de la situación socioeconómica, la concienciación y formación, y la mejora de infraestructuras y servicios.

– Concienciación y mentalización colectiva frente las problemáticas del mundo rural, a través de modelos eficientes de comunicación-información, mejora personal de actitud, conducta adecuada y profesionalidad a través de la formación básica y especializada, y búsqueda del intercambio permanente entre las Comunidades Rurales y Urbanas.

– Sostenibilidad y Perdurabilidad de los valores ecológicos y del medio natutal y físico en general, suscribiendo un compromiso de mantenimiento de opciones futuras para las nuevas generaciones, efectuando una explotación adecuada y equilibrada de los recursos, y tratando de proteger, conservar, sino mejorar la diversidad natural.

– Ordenación Territorial equilibrada y concertada por los poderes públicos regionales y locales, y las iniciativas privada, de acuerdo con las demandas sociales, el análisis del territorio y el medio natural, el modelo de DRI y sus actividades integrales, puntos de interés y capacidad de acogida, etc.

– Sostenibilidad Demográfica y Sociocultural, matizando la apreciación del Patrimonio Cultural, Histórico, Artístico, Arquitectónico, Folklórico, Lúdico, ..., fomento de la participación ciudadana, intercambios culturales, valores de identidad de las Comunidades y el respeto a la cultura, etc.

 

Figura 1.- Conjunto de indicadores rurales básicos adoptados por la OCDE.

Población y Migraciones Bienestar Social y Equidad

densidad habitantes/Km2 valor absoluto % renta PIB per cápita por habitante y

"rural", en renta de las disponible (nomi-

población y personas físicas nal, real, corr.)

en superficie y socie.

evolución variación total valor absoluto alojamiento ocupación aloj. personas/plaza

natalidad-morta. % por año equipamientos % hogares

saldo migratorio % por habitantes equip.: WC, etc.

estructura índices demo- % población educación post-secundaria valor absoluto

gráficos, pirámide por sexo y edad % población

de edades (> 25 años)

hogares tipologías y ta- personas por sanidad mortalidad tasa mortalidad

maños, familias hogar, % niños infantil población

monoparentales

colectividades clases y tamaños % población por seguridad tasa de crimi- por habitante

clase nalidad

Estructura y Performance EconomíaMedio Ambiente y Viabilidad

población tasa de actividad %pob. (15-64 a.) topografia y zonas montañosas Km2 alt. >600 m.

activa % mujeres climatología periodos vegetación dias por año

empleo crecimiento total valor abs. total utilización tierras arables % sup. total

desempleo % por edades y del suelo agricultura tipo, productos

sexo montes y bosques evolución/año

partición empleo % primario (agri., habitats y zonas protegidas Km2 % sup. total

sectorial valor añadido silvic. y otros) espacios especies % especies conoc.

% secundario autóctonas

% terciario

productividad valor añadido total (mone. nac.) suelo y agua riesgos de erosión clase riesgo, %

crecimiento (pre- balance elementos tierras

cio constante) reservas de agua N, P, K, Kg/ha m3

por trabajador

inversión formación total y en % de calidad del balances SOx, CO2, etc.

de capital PIB (privada y aire emisiones por habitante

pública) inhalaciones por km2

 

Podría proponerse, en resumen, que la búsqueda de la Sostenibilidad y la Perdurabilidad de las Comunidades Rurales, se puede materializar a través de:

1. LA SOSTENIBILIDAD Y PERDURABILIDAD ECOLÓGICA Y DEL MEDIO FISICO Y NATURAL.

2. LA SOSTENIBILIDAD Y MEJORA DE LA DIN¡MICA DEMOGR¡FICA.

3. LA SOSTENIBILIDAD Y PERDURABILIDAD SOCIOCULTURAL.

4. LA SOSTENIBILIDAD Y MEJORA ECONÓMICA A TRAVÉS DEL DESARROLLO EFICIENTE Y EQUITATIVO ENTRE GENERACIONES, Y EN CADA ÉPOCA.

 

Figura 2.- DENSIDAD DE POBLACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA

 

3. ACTIVIDAD HUMANA, ENTORNO VITAL, MEDIO NATURAL E IMPACTO AMBIENTAL

El suelo, el agua, la atmósfera, son limitados cuantitativa y cualitativamente, y su estado natural puede verse afectado y alterado de muy diversas formas en los distintos procesos y actividades humanas. La mano del hombre que no tiene en cuenta o ignora el medio fisico y el medio natural, puede ir actuando acrecentando su deterioro. Dicho deterioro, que se va produciendo de forma gradual, a veces cuasi imperceptiblemente, se va acumulando hasta llegar a un grado en donde su perceptibilidad se traduce ya en acechos de destrucción o de seria modificación negativa, sino de inutilización.

La desaparición o sustitución negativa de comunidades vegetales y animales, la contaminación de aguas, de aire y de suelos la disminución de zonas fértiles en beneficio de zonas de expansión industrial o urbanística, el deterioro de los paisajes por descontrol y mal uso, o por construcciones mal programadas y planificadas, etc..., son fenómenos bien patentes y conocidos en muchos paises y regiones. De todos es conocido que los poderes públicos han planteado en los últimos tiempos una especial atención al problema, reflejando la preocupación social global y a veces de grupos de presión ecologistas, y han efectuado un esfuerzo en la generación de normativas que pretenden mediante la aplicación de medidas técnicas y de uso, mitigar o evitar dichas problemáticas.

En el caso de España, la entrada en la CEE en 1986 y la consiguiente adaptación normativa comunitaria, ha supuesto un esfuerzo adicional para integrar la serie de medidas y requerimientos medioambientales en algunos sectores concretos. La implantación de la Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) es una de las cuestiones más importantes y transcendentes, a la hora de implementar cualquier proyecto o estudio técnico-económico con la evaluación de todas las implicaciones sobre el territorio y el medio ambiente que supone la realización de lo previsto en el mismo.

 

4. EL DESARROLLO RURAL Y EL ENFOQUE DE LA ACTIVIDAD EMPRESARIAL

En el pasado, los esfuerzos en favor del desarrollo rural y el crecimiento económico en zonas desfavorecidas solía tomar la forma de subvenciones sectoriales y de ayudas para la implantación de actividades industriales. Hoy en día, por el contrario, se favorecen las estrategias dirigidas sobre el desarrollo de actividades y la capacidad de iniciativas y de actuaciones empresariales a nivel o a escala local. Las medidas destinadas a facilitar la adopción de este tipo de estrategias y asegurar los recursos necesarios para su puesta en marcha deben ser considerados como los elementos importantes de una política de desarrollo rural. Es decir, las acciones en favor del desarrollo local que toman en cuenta todo el conjunto de intereses presentes en las Comunidades Rurales, reforzando las capacidades locales, incentivando y apoyando la autonomía y favoreciendo la emergencia de cultura empresarial, son particularmente útiles dentro del marco de estas estrategias actuales.

Nuevas oportunidades surgen en diversos sectores, no solamente nos referimos a aquellas actividades con crecimiento rápido en estos últimos tiempos como el turismo y la diversificación del ocio, sino también diversas posibilidades respecto el Sistema Agroalimentario, con nuevas orientaciones agrícolas y ganaderas (pequeños frutos, frutos de bosque en entornos de montaña, pequeños animales, etc...) y asimismo la posibilidad de integrar actividades de transformación a nivel familiar artesanal o con carácter manufacturero o semi-industrial a través de modelos empresariales individuales o colectivos, incluyendo claro está la función del comercio o distribución. Pueden surgir además diversas connotaciones mejorantes en el sistema, a través de la diferenciación de productos vía calidad, consideraciones favorables del lugar o de las tecnologías utilizadas, que otorgen a determinados productos un label diferencial, sobre todo en la línea de productos con la marca calidad, denominaciones de origen, productos ecológicos, productos libres de aditivos (como es el caso CLARA), etc..., cuya distribución podría pensarse en dos niveles: aprovechando los movimientos migratorios estacionales o de fin de semana, o estudiando mercados locales o incluso de grandes ciudades (mercados minoristas).

Es deseable que todos los proyectos de empresa a nivel local, sean del sector que sean, deban plantear desde un principio el análisis del entorno, de los recursos, de la variable poblacional asentada y los movimientos migratorios potenciales, la demanda posible y su evolución más verosímil, otros parámetros económicos y de mercado, el estudio y análisis competitivo y de los costes de oportunidad, y así mismo diversas condiciones de la esfera socio-política. A nivel meso o macroeconómico, será interesante analizar el sistema intersectorial, todo como un conjunto, teniendo en cuenta que ningún sector aportará la solución total o definitiva a todos los problemas económicos y de desarrollo de las zonas rurales, sin embargo todos pueden contribuir.

Como el nivel de recursos a aportar al sistema es siempre muy limitado, al igual que se presenta limitado por lo general el potencial de desarrollo, debe atenderse muy especialmente a la evaluación de cada proyecto, pero también al diseño del conjunto de medidas eficaces y eficientes que proporcionen el nivel de servicios mínimo. En particular nos referimos a las medidas en favor de la educación, la formación, la sanidad e higiene públicas, que permitan valorizar los recursos humanos, pero también al aprovisionamiento y mejora de infraestructuras de comunicación, viales y de telecomunicación y otros servicios. Aún a sabiendas del coste aumentado en la implantación de infraestructuras y servicios en zonas desfavorecidas, el balance final beneficio/coste suele ser favorable, contribuyendo con tales inversiones a la búsqueda del equilibrio entre territorios y aumento del nivel de vida y desarrollo de tales zonas.

Se ha hablado de la necesidad de plantear iniciativas empresariales a nivel local e incentivar la cultura empresarial. El enfoque estratégico nace para guiar desde un principio al empresario por el camino de las decisiones correctas, en medio de situaciones difíciles de incertidumbre, riesgo y turbulencia. La empresa debe considerarse como un conjunto de partes inter-relacionadas entre sí, en función de un fin u objetivo general. La empresa es un sistema abierto, que interacciona con un suprasistema ambiental o entorno. Dentro de la consideración sistémica, donde el sistema empresa decide los mecanismos de asignación de recursos, surgen una serie de relaciones con los demás agentes del sistema socioeconómico global, dentro del cual ella está inmersa, sea cual sea el ámbito rural o urbano de pertenencia. El empresario debe asumir este múltiple entorno relacional y comprender la existencia de tales sistemas.

• Por una parte existe el sistema técnico-económico. La función básica de la empresa es de naturaleza técnico-económica, por la cual se considera a la empresa como una unidad de producción, como una unidad técnica donde se ha constituido una explotación, donde se eligen una serie de factores que quedan afectados al proceso productivo, y donde según una determinada técnica se transformarán hasta el logro del producto/s y/o servicio/s pretendidos por la misma. De esta forma la empresa cumple con su papel técnico, generando con su actividad productiva un determinado valor añadido, y también podrá cumplir con su papel económico, si es capaz de lograr una asignación eficiente de los recursos.

• Por otra parte se tiene el sistema socio-organizacional, aludiendo al conjunto heterogéneo de personas y grupos que desarrollan una labor o se relacionan con la empresa. Respecto estas personas o grupos, es esencial tener en cuenta las relaciones formales e informales, la cultura y el nivel formativo general y específico de los individuos, la dinámica sociológica y la psicología de cada individuo y de cada grupo, para armonizar sus intereses y dar cabida a un proyecto común, de todos, por el que vale la pena esforzarse, dando sentido común a las aspiraciones respectivas. De aquí nace la idea de que la empresa es también una unidad social organizada.

• Finalmente existe el sistema socio-político, entendido como un conjunto de individuos cuya reunión crea relaciones, que se transforma en un conjunto social unitario y coherente para perseguir un fin, con sentido y eficacia. Además de constituirse la empresa como una unidad técnico-económica productiva y en una unidad socio-organizacional, también podemos hablar de la unidad socio-política, ya que la unidad organizacional nace del poder a la vez que genera poder, que a su vez establece relaciones de poder con otros agentes. No podemos olvidar por otro lado, en sentido externo a la empresa, las implicaciones de las normativas que nacen de las Administraciones Públicas, de donde emanan las políticas de subvenciones y medidas de fomento y desarrollo, las normas restrictivas en razón de la protección medio-ambiental, las medidas de regulación de los mercados, la regulación del Comercio Exterior, la política laboral, las relaciones y los acuerdos intersectoriales, y también el papel de determinadas empresas públicas.

La historia ha ido mostrando como las empresas, sistemas abiertos, han ido evolucionando de acuerdo con los cambios y transformaciones de su entorno socioeconómico. La historia continua y el futuro se perfila con una dinámica de cambios cada vez a mayor velocidad y la empresa debe seguir adaptándose. Por analogía con la Ciencia Termodinámica, la empresa de buen funcionamiento y buenos resultados sería, como se sabe un sistema con entropía negativa, ya que es capaz en el global de su funcionamiento de consumir menos energía de la que recibe, pudiendo así almacenarla generando un mayor estado de orden, o un estado de cosas que son más preferibles al conjunto de cosas al principio del acto productivo. Cuanto mayor sea la velocidad de los cambios del entorno y cuanto mayor sea su inestabilidad, la empresa necesitará de mayor capacidad de adaptación, mayor reflejo y vitalidad de cambio.

El objetivo final de la Dirección Estratégica es el logro de la Competitividad Global, que en la aplicación empresarial supone, según Lesca (1992), que una empresa es competitiva cuando es capaz de mantenerse de forma duradera y voluntarista, en un mercado competitivo y evolutivo, obteniendo un margen de autofinanciación suficiente para asegurar su independencia financiera y los medios de su adaptación. La Dirección Estratégica se desarrolla tratando de superar los planteamientos de la llamada planificación estratégica, por la cual y ante unas aspiraciones u objetivos empresariales, trataba de perfilar el cauce de la empresa hacia el futuro, a partir de tres elementos:

1) de un análisis sistemático y riguroso, tanto del ámbito interno empresarial como de su entorno, en busca de elementos positivos y negativos respectivos, y de un equilibrio o compatibilidad entre ambos;

2) de la definición del papel o estatus que se quiere desarrollar para nuestra empresa, inmersa en el entorno socioeconómico; y

3) de la responsabilidad de la alta dirección para conducir a buen término la empresa por el cauce previsto.

Se establece una lista de puntos fuertes y débiles de la empresa versus ídem del entorno, e ídem en concepto de oportunidades y amenazas (análisis DAFO), y la estrategia (o estrategias) enfatizará los puntos fuertes de nuestra empresa y disminuirá los débiles, planteará batalla a las amenazas del entorno para tratar de salir airoso de los embites que se produzcan, y se aprovecharán las oportunidades que brinda el mismo, todo ello bajo la consideración del largo plazo y atendiendo al contexto de los posibles cambios dinámicos.

 

5. VALORIZACIÓN Y ANÁLISIS COMPETITIVO

Dentro de los nuevos enfoques estratégicos y de análisis competitivo y organizacional de los sistemas económicos productivos (empresas y sectores), destacan los estudios y modelos de Michael Porter. El citado autor ha basado su análisis en el estudio de las empresas y sectores y sus interrrelaciones en interacción con el suprasistema ambiental, proponiendo analizar también los conjuntos de agrupamientos interempresariales e intersectoriales, en lo denomina ìclusters o microclustersî.

La adquisición gradual de ventajas competitivas por parte de una empresa o grupo constituye el objetivo dinámico planteado en base a la aplicación y/o consolidación de innovaciones tecnológicas productivas, comerciales u organizacionales, que darán lugar a un mayor estatus de Competitividad Global. El punto de partida debe ser el estudio y análisis del suprasistema ambiental, y el análisis competitivo, que puede realizarse inicialmente mediante la aplicación de la técnica DAFO, señalando los puntos débiles y puntos fuertes de nuestra empresa o grupo frente las demás empresas o grupos del sector, y las amenazas y oportunidades que suscita la coyuntura actual, las características actuales y las inferencias que se proponen para un futuro en el mismo. Así mismo será interesante determinar como producto del análisis el conjunto de factores clave de competitividad y también la estructura competitiva del sistema, analizando la estructura y rivalidad empresarial, las condiciones de los factores productivos, las condiciones de la demanda, y las industrias y entres relacionados y de soporte (cuyo conjunto se recoge en esquema en el denominado ìdiamante de Porter).

La integración de ventajas competitivas implicará una mejora del estatus de competitividad relativa de la empresa. Básicamente, una posición competitiva favorable puede ser debida a una ventaja de coste, a una ventaja de diferenciación, a una ventaja de segmentación o a una combinación de ellas. Respecto la tecnología y su incidencia en las ventajas competitivas, Porter (1988) señala que la denominada cadena de valor es un instrumento mediante el cual se puede analizar tal incidencia, teniendo en cuenta la ÓfiliËreÓ de producto, las redes interempresas, agentes operantes y sus inter-relaciones. En general y sobretodo en el SAA, debido a la fuerte vinculación intersectorial y teniendo en cuenta la ÓfiliËreÓ de cada producto, debe tenerse en cuenta la secuencia de cadenas de valores: Cadena de valor de proveedores-Cadena de valor de la empresa-Cadena de valor de Clientes. El conjunto de elementos o grupo de fuerzas competitivas básicas que dan lugar al análisis competitivo y a la determinación del índice de atractividad sectorial, son:

– El grado de presión o poder de negociación de los clientes compradores.

– El grado de presión o poder de negociación de los proveedores.

– El nivel de rivalidad entre los competidores existentes.

– Las amenazas de nuevos ingresos de empresas y las posibles barreras de entrada

– La amenaza de productos sustitutivos.

– Las influencias de las instituciones asociativas del sector y de las Adm. Públicas hacia la armonización socioeconómica, el fomento y promoción de actividades y de los resultados positivos de las empresas.

Del análisis de cada uno de estos elementos estructurales competitivos nace el índice de atractividad que pueden obtener las empresas actuantes, teniendo en cuenta además todos los parámetros relacionados con los mercados, los precios, y en la facies interna de la empresa, la tecnología aplicada y el sistema organizacional.

Basándonos en Porter (1988), hemos esquematizado en la figura adjunta, el conjunto de actividades tecnológicas de la empresa. El análisis externo, que implica analizar el entorno o suprasistema ambiental, el conjunto de consumidores, la competencia y el posicionamiento sectorial debe complementarse y conjuntarse con el análisis interno o autoanálisis de nuestra empresa o grupo. El análisis de la cadena de valor de las empresas y la selección y adopción de los cambios tecnológicos favorables determinará las repercusiones sobre la denominada guía de costes de cara a la rebaja del precio de coste y mejora de esta componente de competitividad, o bien sobre la denominada guía de exclusividad, por la que la empresa podra lograr la componente de ventaja competitiva vía diferenciación. La integración en crescendo de valores añadidos y aumento del beneficio empresarial serán la meta de la aplicación del multi-sandwich tecnológico. Un elemento esencial es el Sistema de información, y otro elemento que implementan hoy día las grandes empresas y que se hace imprescindible es el Sistema de Inteligencia de empresa. Es interesante hacer incidencia en la estructura de valorización, es decir, desde el mismo momento de la decisión de una actividad empresarial hay que poner atención en las cadenas de valor anteriormente citadas, en las operaciones y funciones, en los recursos que se afectan a los procesos, etc., para tratar de generar el máximo nivel de valores añadidos, que lleven a una buena rentabilidad empresarial y al buscado estatus de Competitividad Global.

 

6. ACTIVIDAD EMPRESARIAL AGROALIMENTARIA Y AGENDA 2000

La actividad empresarial en el Sistema Agroalimentario europeo está sometida a los impactos de la intervención supranacional comunitaria, a resultas de los contenidos y aplicaciones de las diferentes normas e instrumentos de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea (UE). A lo largo de su historia, la PAC ha sabido adaptarse y evolucionar, haciendo frente a los sucesivos retos que se le han presentado: 1) en primer lugar lograr los objetivos definidos en el artículo 39 del Tratado; 2) en segundo lugar controlar, principalmente gracias a medidas cuantitativas, los excedentes que surgían en determinados sectores; y 3) por último abrir camino hacia una nueva dirección basada en la combinación de bajada de precios y ayudas compensatorias. Esta fue la reforma de 1992, cuyo balance se recoge en el documento Agenda 2000 de la UE.

La Agenda 2000 trata de estudiar y analizar las experiencias surgidas de la aplicación de la PAC a lo largo del tiempo. Dicho documento ha puesto de relieve una evolución en los principales mercados agrícolas que, a largo plazo, implica grandes riesgos para la agricultura europea.

Por un lado, se observa que la gran mayoría de los estudios que se realizan sobre las perspectivas del mercado mundial coinciden en prever un fuerte crecimiento de la demanda, así como precios rentables.

Por otro lado, resulta patente que el actual nivel de los precios en la UE sigue siendo excesivamente elevado para que ésta, habida cuenta de los compromisos internacionales de la Unión, pueda sacar provecho de la expansión del mercado mundial. Si no se corrige esta situación, las consecuencias son fácilmente previsibles: dada la experiencia de tiempos anteriores, los excedentes volverán a hacer su aparición y las existencias comenzarán a crecer de nuevo con unos costes presupuestarios insostenibles. La UE perderá poco a poco su posición tanto en los mercados mundiales como en los internos, no solo en relación a los productos agrícolas, sino también para los productos transformados. Ello tendría también consecuencias perjudiciales para el empleo.

De esta forma la Comisión Europea ha sugerido seguir una serie de directrices que proponen implicaciones correctoras ante la evolución de la PAC y los nuevos retos que se avecinan. A modo de síntesis, estas propuestas se resumen así:

1. La competitividad debe estar garantizada por bajadas de precios lo suficientemente importantes como para garantizar el crecimiento de los intercambios comerciales interiores y una mayor participación de la agricultura europea en el desarrollo del mercado mundial. Este descenso de precios se compensará con un crecimiento de las ayudas directas destinado a mantener la renta de los productores.

2. El principio según el cual es preciso definir un nuevo reparto de las tareas entre Bruselas y los Estados miembros da lugar a un nuevo enfoque sobre aspectos muy importantes. Destacan los siguientes:

– La compensación, en forma de ayudas directas a los productores, se organiza de forma diferente en relación con 1992. Una parte de dicha compensación se concederá mediante dotaciones nacionales, financiadas totalmente por la Sección de Garantía del FEOGA y repartidas según el volumen de la producción nacional. Cada Estado miembro podrá distribuir este dinero en función de sus propias opciones si bien deberá respetar una serie de criterios comunitarios con el fin de evitar el falseamiento de la competencia. Cada Estado miembro contará con medios para definir el equilibrio que desee entre producción intensiva y extensiva.

– El nuevo reglamento sobre el desarrollo rural, que reúne en un único marco todas las medidas de desarrollo rural, da a los Estados miembros la posibilidad de definir por si mismos sus prioridades y de elegir sus propias opciones entre las medidas que contiene el reglamento. Estas opciones se escogerán en el marco de una programación global.

3. Este movimiento de descentralización va lógicamente acompañado de un gran esfuerzo de simplificación de la reglamentación; tal es el caso del nuevo reglamento sobre el desarrollo rural, que da lugar a la desaparición de un gran número de reglamentos complicados y a menudo poco coherentes entre sí. La misma evolución puede observarse en relación con los reglamentos de mercado, en particular el relativo a los grandes cultivos.

4. La voluntad de la Comisión de confiar a la política agrícola nuevas misiones para permitirle responder mejor a las expectativas de la sociedad se traduce en una serie de nuevas orientaciones:

– La acción en favor del medio ambiente se ve considerablemente reforzada. Se incrementan los recursos destinados a las medidas agroambientales y las ayudas a las zonas desfavorecidas se transforman en un instrumento que permitirá estabilizar, o incluso fomentar, los métodos de cultivo de escaso consumo intermedio. Se realiza un esfuerzo considerable en favor de la producción de carne de vacuno realmente extensiva, gracias a la casi triplicación de la prima concedida a esta cría de ganado. Por último, los Estados miembros deberán adoptar medidas concretas para respetar las normas medioambientales, incluida la reducción o supresión de las ayudas directas.

– El nuevo reglamento sobre el desarrollo rural establece por vez primera las bases de una política de desarrollo rural global, coherente, cuya misión será completar la política de mercado garantizando que el gasto agrícola participará más que antes en la ordenación del territorio y la protección de la naturaleza.

– El desarrollo rural se convierte de este modo en el segundo pilar de la PAC. Esta evolución fundamental está consagrada por la financiación comunitaria de medidas de desarrollo rural en todas las zonas rurales y por la transferencia de la financiación de la parte esencial de los gastos asignados al mismo desde la Sección de Orientación a la Sección de Garantía del FEOGA.

5. Al proponer un aumento del 2% de las cuotas lecheras, la Comisión quiere dar dos señales políticas muy claras: el aumento se destinará a partes iguales a las regiones de montaña y a los jóvenes productores, cuya instalación debe fomentarse.

6. La Comisión desea subrayar asimismo la importancia que concede a los productos mediterráneos presentando una propuesta de reforma de la organización del mercado del aceite de oliva, que se une a la propuesta ya presentada sobre el tabaco. Antes de junio de 1998 se presentará al Consejo y al Parlamento una propuesta sobre el vino.

7. Por último, es fundamental corregir un serie de desigualdades o de abusos que perjudican gravemente la imagen de la PAC.

– En consecuencia, se propone fijar límites máximos, decrecientes, para el importe de las ayudas directas que puede recibir una explotación en virtud de los diferentes regímenes de apoyo relacionados con las organizaciones de mercado. La Comisión quiere evitar así que la reforma de la PAC constituya una excusa para conceder de forma excesiva subvenciones a las explotaciones agrícolas.

– Los Estados miembros contarán a partir de ahora con medios legales para destinar el pago de las ayudas directas a quienes realmente desempeñan una actividad agrícola. De esta forma podrá ponerse fin a los abusos registrados desde 1992: gracias a hábiles artificios jurídicos, las ayudas de la PAC son percibidas por personas que no son agricultores.

– Los Estados miembros tendrán la posibilidad de modular o, lo que es igual, de reducir las ayudas directas concedidas a las explotaciones en función de unos criterios que deberá definir el Estado miembro, relacionados con la cantidad de mano de obra empleada en la explotación. El dinero liberado por dicha modulación será asignado por el Estado miembro a medidas de carácter agroambiental.

 

7. MODELO AGRARIO EUROPEO, AGENDA 2000 Y DESARROLLO RURAL

Una de las cuestiones fundamentales respecto el futuro de la actividad empresarial agraria y agroalimentaria europea es definir inequivocamente el modelo agrario de la UE y de acuerdo con los objetivos, metas, rasgos y características territoriales poner en escena una serie de instrumentos que permitan su desarrollo. Así, la Agenda 2000 ha propuesto un modelo agrario, cuyos rasgos esenciales se podrían resumir de la siguiente forma:

Una agricultura competitiva que pueda enfrentarse progresivamente al mercado mundial sin el auxilio abusivo de las subvenciones, cada vez menos toleradas a escala internacional.

Unos métodos de producción que sean sanos, respetuosos del medio ambiente y capaces de suministrar productos de calidad que respondan a las expectativas de la sociedad.

Diversas formas de agricultura, de rica tradición, cuya misión no sólo sea producir sino también conservar la amenidad visual de nuestros paisajes y unas comunidades rurales vivas y activas, con creación y mantenimiento de puestos de trabajo.

Una política agrícola simplificada, más comprensible, que trace una línea divisoria clara entre lo que debe decidirse en común y lo que debe reservarse a los Estados miembros.

Una política agrícola capaz de explicar claramente que los gastos que implica están justificados por los servicios que la sociedad espera de los agricultores.

Este modelo no el mismo que persiguen nuestros principales competidores de otras partes del mundo. Entre el nuestro y el suyo hay muchas diferencias. No debe confundirse la búsqueda de la competitividad con la sumisión ciega a los dictados de un mercado que dista mucho de ser perfecto. El modelo europeo pretende mantener la renta de los agricultores, y sobre todo su estabilidad, gracias a los mecanismos de organización de mercados y de pagos compensatorios.

Desde hace siglos, la agricultura europea realiza muchas funciones en los ámbitos económico y ambiental, y desempeña muchas tareas en la sociedad y en el cuidado de la tierra. Por esto es vital que, como señalaba el Consejo Europeo de Luxemburgo en diciembre de 1997, se desarrolle una agricultura multifuncional por todo el territorio europeo, incluidas las regiones afectadas por problemas específicos. En relación con la Agenda 2000 y su aplicación, será necesario, por tanto, prestar atención para compensar de la forma adecuada las desventajas y limitaciones naturales. La diferencia fundamental entre el modelo europeo y el de nuestros principales competidores radica en la naturaleza multifuncional de la agricultura de Europa y en la misión que desempeña en la economía y el medio ambiente, en la sociedad y en la conservación de los paisajes, de donde procede la necesidad de mantener la agricultura en toda Europa y proteger las rentas de los agricultores.

En relación al Desarrollo Rural, el Reglamento correspondiente establece el marco de las ayudas comunitarias en favor de un desarrollo rural sostenible. Las medidas de desarrollo rural acompañarán y servirán de complemento a otros instrumentos de la política agrícola común, contribuyendo así a la consecución de los objetivos establecidos en el artículo 39 del Tratado. Dichas medidas:

– se integrarán en las de fomento del desarrollo y ajuste estructural de las regiones menos desarrolladas (obj. n.º 1) y

– compañarán a las de apoyo a la reconversión económica y social de las zonas enfrentadas a dificultades estructurales (obj. n.º 2),

Sobre los aspectos y características de las nuevas medidas sobre Desarrollo Rural anotamos:

1. Al transponer las orientaciones establecidas en la Agenda 2000 en materia de política rural, de política agroambiental y de cohesión económica y social, el nuevo reglamento sobre la ayuda comunitaria al desarrollo rural por el FEOGA establece un instrumento eficaz destinado a acompañar y complementar las reformas propuestas en el ámbito de política de precios y de mercados. El nuevo reglamento substituirá al Reglamento sobre el FEOGA en el contexto de los Fondos estructurales, cuatro Reglamentos relativos al objetivo n.º 5a, los tres Reglamentos relativos a las medidas de acompañamiento y el Reglamento relativo a la ayuda estructural a favor de la silvicultura. Su fusión en un único marco jurídico para la ayuda al desarrollo rural constituirá una contribución significativa para la simplificación de la normativa comunitaria. El ámbito del nuevo reglamento puede ampliarse a la nueva iniciativa comunitaria de desarrollo rural, de la Comisión.

2. Las medidas en favor del desarrollo rural se refieren, principalmente, al apoyo al ajuste estructural en el sector agrícola (inversión en edificios agrícolas, instalación de jóvenes agricultores, formación, jubilación anticipada, etc.), al apoyo a la agricultura en las zonas menos favorecidas, medidas de compensación para actividades agroambientales, apoyo a la inversión en instalaciones de transformación y de comercialización, apoyo a la silvicultura y medidas dirigidas a facilitar la adaptación de zonas rurales, siempre que estas se relacionen con actividades agrícolas y su conversión. En respuesta a una invitación del Parlamento Europeo sobre una estrategia forestal europea, se han ampliado las medidas forestales en el marco del desarrollo rural. Por otra parte, determinadas medidas en favor de las organizaciones de productores han pasado de la política de desarrollo rural a la de mercado.

3. Los criterios de subvencionabilidad de las diferentes medidas se inspiran en la normativa actual. No obstante, hay importantes elementos nuevos:

– En el ámbito del Reglamento marco del Consejo, para la mayor parte de las medidas solo se establecerán algunos criterios de subvencionabilidad básicos. Esta simplificación radical permitirá una mayor flexibilidad y subsidiariedad. Los pormenores se decidirán en la fase de programación, lo que evitará recargar el reglamento del Consejo. Si fuera especialmente necesaria una normativa comunitaria complementaria, podrían adoptarse las disposiciones pertinentes en la fase de ejecución por la Comisión.

– Deberán modificarse los actuales criterios de subvencionabilidad en relación con las zonas menos favorecidas, con el fin de los objetivos medioambientales estén mejor integrados en la política de desarrollo rural; el régimen de apoyo a las zonas menos favorecidas será objeto de una transformación gradual hasta convertirse en un instrumento para el mantenimiento y la promoción de formas de cultivo con pocos insumos de los medios de producción. Por otra parte, habrá medidas agroambientales selectivas que se destinarán, más específicamente, a la consecución de los objetivos de protección del medio ambiente y de conservación del espacio natural.

– La coherencia entre las medidas de desarrollo rural y otros instrumentos de la política agrícola común y de otras políticas comunitarias se garantizará mediante la aplicación de normas específicas que permitan evitar duplicaciones innecesarias entre los distintos instrumentos. En la misma línea, las medidas de formación financiadas por el FEOGA en virtud de dicho reglamento deberán presentar una conexión suficiente con el desarrollo rural, con objeto de excluir la financiación de actividades que cuenten con ayudas del Fondo Social. Los importes máximos aplicables a determinadas medidas impedirán la utilización abusiva del apoyo al desarrollo rural, como sería la concesión de apoyo adicional injustificado al mercado.

4. Las disposiciones administrativas y financieras del reglamento relativo al desarrollo rural reflejan las propuestas de la Agenda 2000, que preconizan que el apoyo de la Comunidad a las medidas de desarrollo rural:

– Debe estar programado en el marco de los Fondos estructurales, en las regiones que puedan acogerse a las ayudas en virtud de los objetivos n 1 y n 2.

– Debe estar financiado por la Sección de Orientación o de Garantía del FEOGA, en función de la medida y de la región en cuestión.

5. Por consiguiente, se han definido dos grupos de medidas de desarrollo rural:

– Medidas de acompañamiento de 1992 (medidas agroambientales, repoblación forestal, jubilación anticipada, etc.), completadas por el régimen relativo a las zonas menos favorecidas.

– Medidas de modernización y de diversificación (inversión en las explotaciones agrarias, instalación de jóvenes agricultores, formación, apoyo a la inversión en instalaciones de transformación y comercialización, apoyo adicional a la silvicultura y medidas de promoción y reconversión de la agricultura en el ámbito del desarrollo rural).

6. Las medidas de acompañamiento de 1992 (incluido el régimen para las zonas menos favorecidas) se aplicarán horizontalmente en todas las regiones de la Comunidad. La UE cofinanciará estas medidas a través de la Sección de Garantía del FEOGA.

7. Las medidas de modernización y de diversificación siguen un enfoque diferente en función de su contexto regional. En las regiones del objetivo n1 y n 2, se incluirán en los programas regionales y contribuirán de este modo a la consecución de objetivos específicos establecidos en el ámbito de la política de cohesión económica y social. Con este fin, el reglamento relativo al desarrollo rural constituirá igualmente parte del marco jurídico global de los Fondos estructurales, refiriéndose, en particular, al reglamento general relativo a los Fondos estructurales (Propuesta de la Comisión):

– En las regiones del objetivo n.º 1, las medidas relativas a la modernización y a la diversificación serán financiadas por la Sección de Orientación del FEOGA, mientras que en las regiones del objetivo n.º 2 y en todas las demás regiones estarán cubiertas por la Sección de Garantía del FEOGA.

– En las regiones del objetivo n.º 2, el reglamento general relativo a los Fondos estructurales servirá de marco jurídico. No obstante, la financiación por la Sección de Garantía del FEOGA exigirá inevitablemente establecer determinadas excepciones limitadas a las disposiciones de dicho reglamento. En la mayor parte de los casos, estas excepciones se justifican por el hecho de que existen normas semejantes para la Sección de Garantía o porque es posible adoptarlas en el ámbito de las competencias de la Comisión. Ninguna de esas excepciones cuestiona la programación del objetivo n.º 2.

8. Fuera de las regiones de los objetivos n.º 1 y n.º 2, las medidas de desarrollo rural relativas a la modernización y la diversificación se aplicarán horizontalmente en los términos de las mismas disposiciones administrativas y financieras que para las medidas de acompañamiento de 1992 y el régimen relativo a las zonas menos favorecidas. Todas estas medidas se aplicarán de forma descentralizada al nivel adecuado, a iniciativa de los Estados miembros. El proyecto de reglamento establece normas para la programación plurianual de desarrollo rural, incluidos el seguimiento y la evaluación. Estas normas se aproximan lo más posible a las de los Fondos estructurales y, en algunos casos, incluso remiten a éstas.

9. Las normas relativas a las ayudas estatales (artículo 42 del Tratado) precisan las condiciones y los procedimientos aplicables a las ayudas estatales en el ámbito del apoyo al desarrollo rural.

Los programas de desarrollo rural que se diseñen al amparo de lo dispuesto por la Agenda 2000 incluirán:

– una descripción cuantificada de la situación actual que muestre las disparidades, lagunas y potencial de desarrollo, así como los recursos financieros aplicados y los principales resultados arrojados por la evaluación que se haya hecho de las operaciones emprendidas en el período de programación anterior,

– una descripción de la estrategia propuesta, de sus objetivos cuantificados, de las prioridades de desarrollo rural seleccionadas y de la zona geográfica cubierta,

– una valoración previa que indique el impacto económico, ambiental y social esperado así como los efectos que se prevean en el empleo,

– un cuadro financiero general de carácter indicativo que resuma los recursos financieros nacionales y comunitarios aportados para cada prioridad de desarrollo rural adoptada en el marco del programa,

– una descripción de las medidas que se contemplen para la aplicación de los programas y, en particular, de los regímenes de ayuda, incluidos los aspectos necesarios para valorar las normas de competencia,

– en su caso, información sobre los estudios, proyectos de demostración o actividades de formación o asistencia técnica que sean necesarios para la preparación, aplicación o adaptación de las medidas contempladas,

– la designación de las autoridades competentes y organismos responsables,

– un conjunto de normas que, garantizando una ejecución efectiva y correcta de las medidas, regule el seguimiento y la evaluación, estableciendo para ésta indicadores cuantificados, así como los controles y sanciones y el nivel de publicidad adecuado,

– los resultados de las consultas y demás diligencias hechas para la colaboración de las autoridades y organismos competentes y de los interlocutores económicos y sociales en los ámbitos oportunos.

 

 

8. NOTA FINAL

Los espacios rurales se ven evolucionar en estos últimos tiempos entre dinámicas territoriales y dinámicas sectoriales, entre ordenación del territorio y las lógicas sectoriales de las actividades económicas que las constituyen. Ante la necesidad de una revitalización generalizada, los espacios rurales no pueden ser considerados independientemente, sino que debe establecerse una relación importante de interdependencia con los demás espacios.

Hoy en día, en lo que respecta a la promoción del Desarrollo Rural, se crea la necesidad de integrar lo territorial respecto lo sectorial, en cuanto a actividades económicas que permitan equilibrar el territorio, redistribuir riqueza y equilibrar el conjunto, sobre todo cuando se trata de zonas desfavorecidas, donde el criterio de eficiencia debe complementarse con la captación de recursos exógenos y con un análisis muy completo de potencialidades de actividad.

Las nuevas modalidades y metodologías de aplicación y gestión de los Fondos Estructurales propuestas a raíz del desarrollo de la Agenda 2000, plantean una revisión y evolución con sendero de reforma hacia el nuevo reto de cohesión en la Unión, a través del esfuerzo y refuerzo en la concentración temática, geográfica-territorial y financiera, y su relación con la actividad empresarial en las Comunidades Rurales.

Es deseable que todos los proyectos de empresa a nivel local, sean del sector que sean, deban plantear desde un principio el análisis del entorno, de los recursos, de la variable poblacional asentada y los movimientos migratorios potenciales, la demanda posible y su evolución más verosímil, otros parámetros económicos y de mercado, el estudio y análisis competitivo y de los costes de oportunidad, y así mismo diversas condiciones de la esfera socio-política. A nivel meso o macroeconómico, será interesante analizar el sistema intersectorial, todo como un conjunto, teniendo en cuenta que ningún sector aportará la solución total o definitiva a todos los problemas económicos y de desarrollo de las zonas rurales, sin embargo todos pueden contribuir.

BIBLIOGRAFÍA Y REFERENCIAS

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