En guaraní se llama Kaá Heé, los criollos la bautizaron yerba dulce , y el naturalista suizo Moisés Bertoni, que pasó su vida investigando el mundo vegetal del Alto Paraná, la descubrió en 1887 y le puso nombre científico: Stevia Rebaudiana Bertonii. Se dedican a cultivarla pequeños productores de yerba, tabaco o té. Es plantada por estacas y requiere dedicación artesanal. Las plantaciones no son tratadas con plaguicidas, fertilizantes ni agrotóxico alguno. Existen 150 variedades de la planta, y una de ellas se utiliza para fabricar un edulcorante que puede llegar a causar un enorme impacto en el mercado: un kilo equivale a unos 350 kg. de azúcar.

Elaborados en un establecimiento piloto, 120 kg. del producto fueron enviados como muestra a la Unión Europea la cual, tras reconocer su calidad, se convirtió en el primer comprador. Por su parte, China quiere adquirir toda la producción y también está interesado Japón, que no cuenta con materia prima suficiente para abastecer su mercado interno, donde el 58% de la población consume edulcorantes. Fue aprobado, además, como producto medicinal en EE.UU. y figura en el manual de la Royal Pharmaceutical Society of Great Britain, con distribución en los principales mercados de Europa.

Ante perspectivas tan prometedoras, se está construyendo en Oberá, Misiones, la primera fábrica de edulcorante natural del país que, por sus características, será la segunda en Sudamérica. Ubicada en un predio de 10 ha., estará en condiciones de procesar 10 mil kg./día de hoja. Para satisfacer tal demanda, se está montando el primero de cuatro módulos capaces de producir 2.500 kg. por día. A su vez, para incrementar el cultivo se está instalando un vivero automático capaz de generar 150 mil mudas diarias, que serán distribuidas entre los aproximadamente quinientos colonos que hoy se hallan en condiciones de encarar la producción de kaá heé. El precio de la hoja, fijado por el mercado internacional, es de $ 2/kg., cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que se pueden obtener 400 kg. por hectárea.

La tecnología que se utiliza para el montaje de la fábrica es de primer nivel y mayoritariamente nacional, importándose únicamente partes indispensables, a fin de asegurar que la producción no dependa de variables impuestas por el exterior. Además, se está instalando un laboratorio en el que un técnico de la Universidad de Luján continuará con sus investigaciones sobre las propiedades del Kaá Heé.

Un kilogramo de este edulcorante equivale en sacarosa a alrededor de 350 kg. de azúcar. No posee ningún tipo de aditivos sintéticos, no tiene calorías ni tiene acción tóxica. Sus componentes químicos le otorgan propiedades medicinales tan variadas como interesantes. Es hipoglicémica, cardiotónica, antiácida, reductora de la obesidad, protege el esmalte dental y previene las caries; también disminuye la presión arterial y combate el colesterol.