CAMBRILLONES

 

        Los cambrillones son unas piezas metálicas que recorren la parte del piso que une el tacón con la planta, dando la rigidez necesaria al conjunto del zapato.

        Son muy resistentes pero puede ocurrir que se rompan, pero el problema tiene una sencilla solución al alcance de todo el mundo.

 

PROCEDIMIENTO

        1.- Se levanta desde la parte del talón la plantilla del zapato, esta plantilla cubre el cambrillón habitualmente, aunque ocurre en ocasiones que este se encuentra debajo de una espuma que protege nuestros pies de la dureza del metal o incluso de un cartón o suela, en ese caso habría que levantar todas las capas de material que lo recubran.

        2.- Una vez descubierto el cambrillón, lo quitamos y simplemente colocamos uno nuevo en su lugar.

        3.- Volvemos a colocar la plantilla  en su lugar pegándola, en este caso no hemos de dejar secarse al pegamento pues si lo hiciéramos el pegamento tendría tanta efectividad que no seríamos capaces de evitar la formación de arrugas en la plantilla, que lógicamente debe estar totalmente lisa, así mismo sólo se aplicará el pegamento en una de las superficies. 

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