Ganadería y siembra directa, un ejemplo

En ciertos momentos se plantean dudas de la utilidad de la siembra directa en producciones de cría de bovinos. Quizás una concepción purista de la siembra directa no funcione adecuadamente en la cría. Pero si ciertos conceptos se pueden aplicar en forma flexible a la actividad.

En un campo de cría con complejo de suelos sólidos y relieve muy plano, con pendientes que no superan el 0,5%, con lo que se hace muy lento el escurrimiento superficial; con unidades de poca importancia agronómica por las severas limitaciones que afectan a los suelos. Susceptibles al encharcamiento ocasionado por la dificultad de eliminación de agua a través del perfil, donde la capa freática afecta a los suelos en algunos sectores durante la etapa invernal hacen que el drenaje de los suelos sea muy pobre.

Como debería hacerse mucha suplementación porque el pasto es de calidad mediana no se trabaja sobre la invernada. Sobre esta superficie se cuenta con un planteo de cría de 1,8 vaca/hectárea, donde el animal acumulando reservas grasas, transformando pasto de baja calidad en proteína animal, para ser usadas en otra época, obteniendo así 1,5 ternero/hectárea, el cual será destetado lo antes posible abriéndose dos posibilidades: enviarlo a los corrales, donde se les da de comer grano entero de maíz y un concentrado a base de soja que se mezcla en un mixer (logrando un animal gordo al cabo de 90 días) o venderlo enseguida.

Para llevar adelante las pasturas degradadas, que vuelvan con fuerza y sean mejor aprovechadas se realizan rotaciones. Para volver a la pastura luego de un año, en un potrero donde hay festuca con gramón, se hace una rotación de avena como verdeo de invierno y soja RR como verdeo de verano. La soja RR, además de ser un verdeo de bajo costo y alta calidad, facilita el control de varias especies perennes y del gramón.

Donde existen buenas condiciones de humedad para la siembra los animales pastorean rastrojos de maíz que van a trigo (manteniendo y mejorando su condición corporal) para darle un descanso a las praderas durante el otoño.

El pastoreo se realiza con lotes de escape para los días de lluvia y sobre franjas con aguadas móviles sin calles. El suelo debe permanecer siempre cubierto y los animales comen el grano y algo de chala por dos o tres días (de donde se obtienen entre 800 y 1.000 kg. de alimento, aproximadamente unas 40 raciones), según la evaluación que se haga por el boyero.

No se debe volver atrás una vez que se haya adoptado la siembra directa. Se debe utilizar maquinaria de punta. Practicar el control integrado de plagas. En el control de la diatraea en maíz se instala una trampa de luz que permite hacer un recuento diario de adultos y, de esa manera, se pueden realizar las fumigaciones en los momentos de ataque específicamente preestablecidos. El costo no supera los $ 300 y se efectúa el control con una sola aplicación de $ 10/hectárea.

De esta manera se consigue aumentar al carga de vacas por hectárea en potreros que de otro modo, estarían destinados a campo natural, útiles en el verano, y secos en el invierno. La posibilidades de incrementar la carga de vacas por hectárea de la usual 0.75 cab/ha a 1.5 o 1.8 cab/ha, duplica la facturación de la empresa de cría, ya sea por la posibilidad de aumentar el rodeo de madres, por ende mayor parición, si la sanidad esta controlada, o por acomodar el numero actual de vacas en menor superficies, liberando en invierno las tierras aptas para agricultura en directa.

Fuente: Agromail (www.agromail.net)