Rodríguez, J.P.
En los
últimos años se ha observado un aumento en la difusión de las hortalizas
asiáticas en la cocina occidental.
Esta incorporación en las cadenas
agroalimentarias argentinas resulta muy valiosa no sólo en el aspecto
degustativo sino también por su gran valor nutritivo y dietético.
En una visita a una quinta de Villa Paranacito, Entre Ríos, el Ing.
Agr. José Pablo Rodríguez, quien ya desde entonces trabajaba en la EEA San Pedro
en horticultura a campo, y la Ing. Agr. Ma. Inés Stopani, encontraron una
crucífera que aparecía como maleza. El propietario de esta quinta manifestó que
había sido traída por un productor coreano que la cultivaba para consumo propio.
Con el tiempo esta planta se había naturalizado.
El atractivo sabor y la
posibilidad de utilizar una acelga "alternativa", condujo a que los técnicos
realizaran las correspondientes investigaciones. Los resultados pudieron
determinar que pertenece a la familia de las crucíferas y que su nombre
científico es Brassica Juncea L., comúnmente conocida como acelga roja, acelga
japonesa o mostaza china.
Posteriormente se realizó el mejoramiento de la
especie, y para ello se eligieron las plantas cuyas hojas resultaban más claras,
es decir: amarillo verdosas, ya que las otras, cuya gama llegaba al rojo, no
resultaban tan atractivas como las primeras.
Muy
nutritiva
La acelga china tiene cualidades nutritivas superiores a la
acelga común, sobre todo por su valor dietético que combina un bajo contenido
calórico con un más alto y complejo contenido vitamínico. Además tiene un sabor
que la distingue de la acelga, quizás cierto "picante" debido a que es una
mostaza y resulta muy tierna.
Por tratarse de una crucífera es importante su
inclusión en la dieta diaria de cualquier persona ya que tiene efectos
preventivos frente a algunas enfermedades de tipo estomacales. Lo que se consume
al ingerir las hojas de esta acelga es 92 % de agua, 0.4 % de grasas, 4 % de
carbohidratos y 1 % de fibras.
Siembra y
Cosecha
La siembra de acelga china se debe realizar entre febrero y
junio, en suelos sueltos, bien abonados y con que tengan un buen drenaje. Pueden
utilizarse en siembras de asiento y eventualmente de transplante. Para la
primera se deben utilizar 250 grs de semilla por hectárea y distribuídas en
surcos separados por 70 cm. En este caso se deberá hacer el raleo cuando el
cultivo tenga entre 3 y 4 hojas verdaderas, dejando un espacio entre 30 y 40 cm.
Para el almácigo, en cambio, deben utilizarse 150 grs de semilla e implantar
cuando las plántulas alcanzan una altura de entre 7 y 8 cm, en surcos separados
entre 40 y 70 cm y 30 cm dentro de la línea.
La cosecha comienza entre los
50 o 70 días desde la siembra y puede hacerse por planta o por hojas cuando
éstas hayan alcanzado entre 30 y 40 cm. de altura. Se prolonga hasta fines de
agosto, en que la planta comienza a florecer.
La acelga china es una
hortaliza que aún no ha alcanzado gran difusión comercial pero por sus
cualidades merece incorporarse al mercado actual tanto por sus cualidades de
consumo como por su adaptación al cultivo en la región.