Revista Producir XXI – La
Opinión de Rafaela
Calidad
del heno
Para lograr henos de
calidad se recomienda:
- mejorar el manejo de las pasturas destinadas a
corte: calidad de la semilla, genética, eficiencia de implantación, corrección
del pH del suelo, control de malezas, plagas, enfermedades.
- ajustar el momento óptimo de corte, ya que el 70%
de la calidad del heno depende del estadio fenológico del forraje a cortar,
teniendo en cuenta que para alfalfa es el botón floral y para gramíneas en
hojas banderas.
- cambiar definitivamente los sistemas de corte
adaptando las cortadoras con discos montados sobre una barra flotante u
equipos con cuchillas cortas de fácil reemplazo.
- cortar el forraje a una altura de 7 cm a la mañana
temprano, después de levantado el rocío, para aprovechar al máximo las horas
de sol y acelerar el secado del forraje.
- trabajar con cuchillas bien afiladas cortando
solamente la cantidad de forraje que se pueda recolectar en óptimas
condiciones en una jornada de trabajo, ya que de nada sirve cortar una gran
superficie y dejar el material cortado tirado en el campo hasta que pueda
enrollarse.
- adoptar el uso de los acondicionadores mecánicos
incorporados a las cortadoras de discos con sistema de doble rodillo de goma
para las leguminosos y consociadas, y de mayales para las gramíneas puras. De
esta forma se acelera la pérdida de humedad, igualando la velocidad de secado
de los tallos con la de las hojas, adelantando el momento de confección con
menores pérdidas y mayor calidad.
- utilizar rastrillas cuando el forraje contenga
entre el 40 y 50% de humedad, teniendo en cuenta de trabajar en la misma
dirección de corte de la pastura cuando se rastrilla.
- regular el rastrillo evitando que los dientes
aporten tierra y restos de broza del corte anterior a la andana, sin
sobrepasar velocidades de avance de 8 Km/h.
- confeccionar andanas de forma y volumen constante
con una cantidad de forraje aproximada a 2,5 Kg/m lineal en condiciones de ser
henificado.
- recolectar el forraje con una humedad que no supere
el 20%, determinando este punto con humedímetros eléctricos.
- realizar el llenado uniforme de la cámara de
compactación de la rotoenfardadora conduciendo en zigzagueos discontinuos para
lograr rollos con una buena arquitectura.
- trabajar con la máxima presión de compactación
permitida por la máquina que se esté utilizando.
- almacenar los rollos pegados por sus caras planas,
formando hileras orientadas en la misma dirección de los vientos predominantes
y separadas ente sí por un metro de distancia como mínimo, categorizándolos
por calidades, para suministrar según los requerimientos de cada categoría
animal.
- proteger los rollos de muy buena calidad con algún
tipo de cobertura.