Mitidieri, M. - INTA


FACTORES QUE AFECTAN LA INCIDENCIA DEL VIRUS DE LA "PESTE NEGRA DEL TOMATE" EN CULTIVOS HORTICOLAS BAJO CUBIERTA

Entre las enfermedades virales que afectan al cultivo de tomate, pimiento y lechuga en la Argentina, se destaca la "peste negra ", causada en nuestro país por los tospovirus tomato spotted wilt virus (TSWV), tomato chlorotic spot virus (TCSV) y groundnut ring spot virus (GRSV) . El virus de la "peste negra del tomate", representa un importante escollo para aquellos productores que quieren realizar cultivos, con baja utilización de agroquímicos. Una reducida presencia de trips infectados, puede contagiar a un gran número de plantas de manera hasta el momento irreversible, obligando a aumentar la frecuencia de los controles de estos vectores por vía química. La solución a una problemática tan compleja, se encontrará combinando una serie de medidas, como:

El uso de principios activos eficaces y aplicados adecuadamente para controlar al insecto vector.

El correcto manejo del rastrojo, evitando que los cultivos viejos se conviertan en reservorios de vectores, así como también el cuidado en mantener la limpieza de malezas de los alrededores de los invernaderos.

El uso de barreras físicas como las mallas anti-trips, utilizadas en todo el ciclo, o en momentos estratégicos como la producción de plantines y los primeros momentos del cultivo, han demostrado ser muy útiles en ensayos realizados en la EEA INTA San Pedro. En los últimos años también se han incorporado al mercado las barreras ópticas, que consisten en materiales de cobertura que por el tipo de luz que reflejan repelen a los vectores.

La elección de momentos de implantación del cultivo de menor riesgo. Es sabido por los productores que los ciclos tardíos (primavera y verano) en nuestra zona son los que registran mayores valores de incidencia por ser mayor la población de los insectos vectores, por lo tanto la posibilidad de implantar el cultivo en fechas tempranas aumentará las chances de reducir los riesgos de contraer la enfermedad. Las técnicas de acostado y la correcta nutrición permitirán prolongar la vida útil de estas plantas continuando con las cosechas, durante los meses siguientes. Al respecto y con la colaboración de Alexis Cuttel y Hermann Welz, estudiantes de la Fac. de Cs. Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, se han realizado experiencias en la EEA San Pedro, en las que la cosecha de un cultivo prolongado duró 9 meses, obteniéndose un aumento en rendimiento total del 48%, con respecto a dos ciclos cortos, realizados simultáneamente.

La sanidad de los plantines será fundamental, en este sentido la presencia de grandes empresas especializadas en producirlos, que puedan en un futuro certificar que sus plantines están libres de esta enfermedad, será una ventaja para el productor.

Utilización de materiales resistentes a la enfermedad. El uso de materiales genéticos resistentes a la enfermedad es un recurso de invalorable importancia. En la EEA del INTA de San Pedro, se han realizado evaluaciones de distintos cultivares de tomate, con la participación de la Ing. Agr. Irma de Mitidieri, Fitopatóloga de la EEA INTA San Pedro y la Ing. Agr. Elena Dal Bó, viróloga de la Fac. de Cs. Agrarias de la UNLP. Para conocer cuál es su momento más adecuado de utilización, se han transplantado en distintas épocas, bajo distintas condiciones de manejo y con repeticiones en campo de productores. De esta gama de materiales, los llamados "tolerantes a la peste negra del tomate", presentaron baja incidencia de la enfermedad (1 -10 %), en condiciones de baja presión de plaga, sin embargo sometidos a condiciones de alta infestación, presentaron valores entre un 10 y 60 % de plantas afectadas. Son los materiales llamados "resistentes", los que ofrecen los contrastes más notorios, logrando mantener un bajo número de plantas sintomáticas (3-15%), aún en situaciones de alta incidencia en el testigo susceptible (> 80 %) y reducido control químico del vector (ningún ó 2 tratamientos en todo el ciclo como máximo, versus 20 aprox. en el manejo preventivo). Actualmente ya hay en el mercado, disponibilidad de pimientos resistentes a esta virosis, en la EEA INTA San Pedro se está evaluando un grupo de materiales que podrá ser visitado por quienes tengan interés en conocerlos.

Condiciones predisponentes a la enfermedad. Situaciones asociadas al manejo, como la nutrición nitrogenada, el estrés hídrico y las altas temperaturas previas a la inoculación, resultaron ser un factor determinante en la incidencia de TSWV en diversos cultivos. En nuestro país son frecuentes las situaciones de estrés en invernaderos, causadas por problemas de dimensiones inadecuadas y falta de ventilación. Con el objetivo de conocer el efecto del estrés térmico en estado vegetativo del cultivo de tomate sobre parámetros productivos, de crecimiento y sobre la predisposición a contraer TSWV (tomato spotted wilt virus), causante de la "peste negra", se realizó este trabajo en conjunto entre la EEA INTA San Pedro y el IFFIVE-INTA Córdoba, donde participaron la Dra. Edith Taleisnik, el Ing. Elvio Biderbost y la Bióloga Pilar Castellano de dicho instituto.

Como resultado de esta experiencia, el estrés térmico previo a la inoculación incrementó significativamente la severidad de los síntomas. Paralelamente se observó disminución de la altura y del peso seco de la hoja, tallo y raíz en comparación con las plantas inoculadas sin estrés y con los testigos sanos. Las plantas inoculadas luego del estrés mostraron los menores rendimientos totales y una disminución de la calidad: mayor descarte total y mayores porcentajes de fruto comercial chico en relación al resto de los tratamientos.

Estos resultados señalan la importancia de controlar las condiciones ambientales en las etapas de producción de plantines, como manera de contribuir a prevenir posibles disminuciones en productividad por enfermedades virales. Las causas fisiológicas asociadas a las alteraciones en susceptibilidad encontradas están siendo evaluadas.

CONCLUSION

Tratar de controlar la enfermedad mediante una sola herramienta, llevará a mediano plazo a la pérdida de efectividad de la misma. Por ejemplo basar las medidas preventivas exclusivamente en el uso indiscriminado de insecticidas, provocará la aparición de razas de trips resistentes a los mismos. Por otro lado, descartar por completo estas medidas para confiar solamente en la resistencia genética para la defensa de nuestro cultivo, dará como resultado una presión de inóculo excesiva y la chance de seleccionar razas del virus que quiebren a estos genes. Es común observar en nuestros cultivos un porcentaje reducido de plantas portadoras de genes de resistencia a esta enfermedad, que si bien se ven sanas, muestran frutos con síntomas severos.

El conocimiento global de todas las herramientas disponibles para controlar la "peste negra del tomate" y los factores que inciden sobre su incidencia, hará más eficiente el uso de los recursos y más racional el manejo de nuestros cultivos. Este planteo además, será útil como ejercicio, para abordar el manejo integrado de otras enfermedades que afectan a nuestros cultivos.