George Berkeley

Berkeley (selección)

 

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BERKELEY, George ob.: Ensayo sobre una nueva teoría de la visión, trad. por Felipe González Vicen, Bs. As., Espasa-Calpe, 1948, fragmentos.

 

 

                "Mi propósito es mostrar la manera en que percibimos por la vista la distancia, la magnitud y la situación de los objetos. Asimismo, considerar la diferencia que hay entre las ideas de la vista y el tacto, y si hay alguna idea común a ambos sentidos (1). [...]" (§ I, p. 29)

                "(1) Berkeley designa con la palabra «idea» todo posible contenido de conciencia, [...]." (N. del T. al pie de la p. 29)

                "[...] creo reconocido unánimemente que la estimulación que hacemos de la distancia de objetos bastante lejanos es más bien un acto del juicio basado en la experiencia, que un acto de los sentidos. [...]" (§ III, p. 29)

"[...] cuando un objeto se encuentra situado a tan corta distancia que la separación de los ojos se halla en proporción sensible con ella, la opinión admitida es que los dos ejes ópticos (eliminando sin más el supuesto de que veamos con un solo ojo) que concurren en el objeto forman un ángulo, por medio del cual, y según sea mayor o menor, el objeto es percibido como más cercano o más lejano." (§ IV, p. 30)

                "[...] cuando la mente percibe una idea no directamente y por sí misma, tiene que percibirla por medio de alguna otra idea. [...]" (§ IX, p. 31)

                "[...] una idea no percibida por sí misma no puede ser para mí el medio de percepción de otra idea. [...]" (§ X, p. 31)

                "[...] por el párrafo II nos es evidente que la distancia es por propia naturaleza imperceptible, no obstante lo cual, es percibida por la vista. Hay que concluir, por tanto que es hecha visible por medio de alguna otra idea percibida directamente en el acto de visión." (§ XI, p. 32)

                "Sentado, por tanto, que la vista no percibe dichos ángulos y líneas [de los ejes ópticos] por sí mismos , hay que concluir de acuerdo con el párrafo X, que la mente no juzga por ellos de la distancia de los objetos." (§ XIII, p. 32)

                "[...] la distancia es sugerida a la mente por mediación de alguna otra idea percibida por sí misma en el acto de ver, [...]". (§ XVI, p. 33)

                "[...] Esta disposición o modificación de los ojos es acompañada por una sensación que, a mi entender, es la que en este caso lleva a la mente la idea de mayor o menor distancia. No es que haya una conexión natural o necesaria entre la sensación que percibimos al modificar la posición de los ojos y la distancia mayor o menor. [Sino] que ha surgido de aquí una conexión habitual o sólita entre las especies de ideas. [...]" (§ XVI-XVII, p. 33)

                "[...] la mayor confusión implica la menor distancia y la menor confusión la mayor distancia del objeto. [Para] determinar el lugar aparente de un objeto, la mente hace uso, no de la mayor o menor divergencia de los rayos [ópticos], sino de la mayor o menor confusión de la apariencia." (§ XXI-XXII, p. 35)

                "[...] Visión confusa hay, cuando los rayos procedentes de los distintos puntos del objeto no son recogidos adecuadamente en un punto correspondiente de la retina, sino que ocupan algún espacio de ella, de tal suerte, que los rayos procedentes de diversos puntos resultan mezclados y confusos unos con otros. Esto es lo opuesto a visión distinta, y acompaña como fenómeno a los objetos próximos. Visión indistinta hay cuando, por razón de la distancia del objeto o por razón del medio interpuesto, sólo pocos rayos llegan del objeto al ojo. Esta visión se opone a la visión clara [...]." (§ XXXV, p. 43)

                "[...] una persona ciega de nacimiento, a la que se le hiciera ver, no tendría idea de la distancia por la vista; el sol y las estrellas, los objetos más remotos como los más próximos, todos les parecería que se encontraban en sus ojos o, más bien, en su mente. Los objetos suministrados por la vista le parecerían —como lo son en verdad— no otra cosa que una nueva serie de pensamientos o sensaciones, [...Un] hombre que hubiera nacido ciego y al que se le hiciera ver, haría al abrir por primera vez los ojos un juicio de la magnitud de los objetos, muy diferente del que hacen los demás. Este hombre no consideraría las ideas de la vista en relación o teniendo conexión alguna con las ideas del tacto; [...]. Es, pues, evidente, que un ciego de nacimiento que comenzara a ver creería que su dedo pulgar, con el cual puede ocultar una torre o sustraerla a la vista, era de la misma magnitud que la torre; [...]." (§ LXXIX y § XLI, p. 70 y p. 47)

                "[...] ¿Y es posible para nosotros separar mentalmente y abstraer el color de la extensión? [...]" (§ XLIII, p. 48)

                "[...] habiendo experimentado durante largo tiempo que ciertas ideas percibidas por el tacto, como distancia, forma tangible, solidez, se hallan en relación con ciertas ideas de la vista, cuando percibo estas últimas, concluyo inmediatamente que, de acuerdo con el curso ordinario de la naturaleza, habrán de seguirles también ideas del tacto. [...]" (§ XLV, p. 50)

                "[...] Lo visto es una cosa, y lo sentido, otra; de que la forma y la extensión percibidas por la vista no sean las mismas que las percibidas por el tacto, no tenemos que inferir  que una y la misma cosa tenga varias extensiones. La verdadera consecuencia que debemos extraer es que los objetos de la vista y los del tacto son dos cosas diferentes. [...]" (§ XLIX, p. 52)

"[...] de igual manera que hemos demostrado que las líneas y los ángulos no son el medio de que la mente hace uso para aprehender el lugar aparente de los objetos, así tampoco son el medio por el cual aprehende la aparente magnitud de los mismos." (§ LII, pp. 53-54)

                "[...] Nosotros consideramos los objetos [tamaño, color, etc.] que nos rodean de acuerdo con su capacidad para beneficiar o perjudicar nuestros propios cuerpos, y producir así en nuestra mente las sensaciones de placer o dolor. Ahora bien, los cuerpos  que operan sobre nuestros órganos por un contacto directo, así como el daño o provecho que se deriva de éste, se hallan en relación con las cualidades tangibles del objeto, no en absoluto con las visibles; [...]." (§ LIX, pp. 56-57)

                "[...] Siempre que decimos que un objeto es grande o pequeño, [...] ello tiene que ser entendido de la extensión tangible, no de la visible, [...]." (§ LXI, p. 58)

                "[...] entre el ojo y la luna, cuando ésta se encuentra en el horizonte, se halla una cantidad de atmósfera mucho mayor que la que se interpone cuando la luna está en el meridiano. Por esta razón ocurre que la apariencia de la luna en el horizonte es más vaga, y a ello se debe asimismo, según lo dicho en el párrafo LVI, que nosotros la tengamos como de mayor tamaño en esta posición que en el meridiano o en cualquier otra elevación encima del horizonte." (§ LXVIII, p. 61)

                "[...] estamos poco acostumbrados a ver objetos a gran altura, pues nuestro interés se concentra en cosas situadas más bien delante que encima de nosotros; de acuerdo con ello, nuestros ojos no están colocados en la parte superior de nuestra cabeza, sino en la posición más conveniente para hacernos ver objetos situados en nuestro camino, [... Un] objeto situado en lo alto de un campanario, por ejemplo, a cien metros de altura, aparece al observador situado debajo de magnitud diferente a lo que le parecería a la misma distancia de cien metros, pero al nivel de los ojos. [...]" (§ LXXIII, p. 64)

                "[...] Siempre, por eso, que se nos dice que tenemos un campo de visión mayor en un momento que en otro, ello ha de ser entendido en relación, no con los objetos propios e inmediatos de la vista, sino con los secundarios y mediatos, los cuales, como se ha puesto de manifiesto, pertenecen propiamente al tacto." (§ LXXXII, p. 72)

                "[...] la facultad de la vista puede decirse que trabaja con dos defectos. [La mínima visibilia (resolución) y la confusión (foco)]. Correspondiendo a estos dos defectos, nos es posible imaginarnos otras tantas perfecciones, a saber, en primer término, la de abarcar con una sola mirada un gran número de puntos visibles, y, en segundo lugar, la de ser capaces de verlos todos igualmente y a la vez, con la máxima claridad y distinción. [...]" (§ LXXXIII-LXXXIV, pp. 72-73)

                "[...] mientras los objetos percibidos a simple vista  guardan una cierta conexión con los objetos tangibles, [...] esta conexión falta entre las cosas tangibles y las que son percibidas por medio del microscopio." (§ LXXXV, p. 73)

                "[...] Supongamos que la persona ciega antes mencionada percibe por el tacto que un hombre está enhiesto. [...] Si suponemos, empero, que comienza de repente a ver y contempla a un hombre de pie ante ella, es evidente que no juzgaría si el hombre que veía estaba enhiesto o invertido, ya que no habiendo aplicado estos términos a otros objetos que los tangibles, [...]." (§ XCVI, p. 79)

                "[...] la forma visible de una parte cualquiera del cuerpo no tiene conexión necesaria con la forma tangible de la misma, [...]." (§ CV, p. 83) (Berkeley está diciendo que así como los sentidos son diferentes, también la fisiología de los mismos por la evolución natural lo son)

                "[...] El número es en absoluto creación de la mente, una creación que tiene lugar, bien considerando una idea en sí misma o bien una combinación cualquiera de ideas a la cual se le da un nombre, haciéndola pasar así por una unidad. [...]" (§ CIX, p. 85)

                "[...] la localización de los objetos visibles está determinada tan sólo por la distancia a que se encuentran los unos de los otros, siendo un absurdo hablar de distancia, grande o pequeña, entre una cosa visible y una tangible." (§ CXIII, pp. 87-88)

                "[...] Se ha mostrado ya que no hay semejanza entre las ideas de la vista y las cosas tangibles [véase § CXIII], y, de alguna manera, se ha demostrado también que los objetos propios de la vista no existen fuera de la mente [véase § LXVIII]. De todo lo cual se sigue claramente, que las imágenes reproducidas en el fondo del ojo no son las imágenes de objetos exteriores. [...]" (§ CXVII, p. 90) [Recordar la estructuración objetiva de los dos agujeros vacíos oculares]

                "[...] Una línea o superficie que no es ni negra, ni blanca, ni azul, ni amarilla, etc., ni larga, ni corta, ni áspera, ni suave, ni cuadrada, ni redonda, etc., es algo perfectamente incomprensible. [... Es] imposible para nosotros, pese a toda precisión mental, construir una idea de la extensión separada de todas las demás cualidades visibles y tangibles y común a los dos sentidos de la vista y del tacto, [...]." (§ CXXIII-CXXVII, pp. 93-95)

                "[...] La extensión, figuras y movimientos percibidos por la vista son específicamente distintos de las ideas del tacto designadas con los mismos nombres, y no hay idea alguna ni especie de idea común a ambos sentidos. [...]" (§ CXXVII, p. 95)

                "Otra confirmación de nuestro principio puede también verse en la solución al problema de Mr. Molyneux expuesta por Mr. Locke en su Essay; a continuación reproduzco aquélla tal como se encuentra aquí, junto a la opinión de Locke sobre la misma. «Supongamos un ciego de nacimiento y ahora adulto, al que se ha enseñado a distinguir por el tacto entre un cubo y una esfera del mismo metal y aproximadamente de igual tamaño, de tal suerte, que puede decir, tocando el uno o el otro, cuál es el cubo y cuál es la esfera. Supongamos que el cubo y la esfera se encuentran situados sobre una mesa y que se hace ver al ciego. La cuestión es si por la vista y antes de tocarlos, podría distinguirlos y decir cuál era el globo y cuál el cubo. A lo cual, el agudo y reflexivo proponente responde: no. [...]» (Essay on Human Understanding, lib. II, cap. IX, § 8)." (§ CXXXII, p. 98).

                "[...] por la vista no se percibe ni solidez ni resistencia ni protuberancia. [...]" (§ CXXXV, p. 99)

                "Es un error pensar que una misma cosa afecta a la vista y al tacto. [...]" (§ CXXXVI, p. 100)

                "[...] la forma y extensión visibles son de naturaleza enteramente diferente y heterogéneas de la forma y extensión tangibles, [y también] el movimiento visible no es de la misma especie que el movimiento tangible, [...]." (§ CXXXVII, p. 100)

                "[...] hay que preguntarse primero cómo es que la extensión y las formas visibles han venido a ser llamadas con los mismos nombres que la extensión y las formas sensibles, siendo así que no son ambas de la misma especie. [...] A lo cual respondo, que el hecho de que sean llamados por el mismo nombre no prueba que un cuadrado visible y uno tangible sean de la misma especie, como el hecho de que sean designados por el mismo nombre «square» no prueba tampoco que sean de la misma especie un cuadrado tangible y el monosílabo de seis letras con el que aquél es significado. [...]" (§ CXXXIX-CXL, pp. 101-102)

"[...] hay que reconocer que el cuadrado visible es más adecuado que el círculo visible para representar el cuadrado tangible, pero ello no porque sea semejante o incluso de la misma especie que éste, sino porque el cuadrado visible contiene en sí varias partes distintas con las que marcar las varias partes distintas y correspondientes de un cuadrado tangible, y no, en cambio, las de un círculo tangible. [...] De aquí, empero, no puede seguirse que toda figura visible es semejante a la figura tangible correspondiente, [...]." (§ CXLII-CXLIII, p. 103)

                "[...] las figuras visibles representan  las figuras tangibles en forma muy semejante a cómo las palabras escritas representan los sonidos. [...]" (§ CXLIII, p. 103)

                "[...] los hombres miden siempre por la aplicación de una extensión tangible a una extensión [intangible]. Todo lo cual hace evidente que la extensión y las figuras no son el objeto de la geometría." (§ CLI, p. 108)

                "[...] Un cuadrado visible, por ejemplo, sugiere a la mente la misma figura tangible en Europa que en América. De aquí que la voz del Autor de la naturaleza, que habla a nuestros ojos, no esté sujeta a aquellos equívocos y ambigüedades a los que se hallan sujetos inevitablemente los idiomas debidos al ingenio humano." (§ CLIII, p. 108)

                "[...] no nos es posible sin gran esfuerzo separar y desanudar estrictamente en nuestro pensamiento los objetos propios de la vista de aquéllos del tacto en conexión con ellos. Lograr esto en un grado perfecto parece, en efecto, casi imposible de conseguir; lo cual no nos parecerá extraño, si consideramos cuán difícil es para todo el mundo oír sin comprenderlas las palabras de su lengua nativa. [...]" (§ CLIX, p. 111)

 

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BERKELEY, George ob.: Tratado  sobre  los  principios  del  conocimiento  humano, trad. por Felipe González Vicen, Bs. As., Espasa-Calpe, 1948, fragmentos.

 

 

 

 

Introducción

 

                "[...] idea abstracta de extensión, que no es ni línea, ni superficie, ni cuerpo, ni tiene figura o magnitud, [...]." (§ VIII, p. 121)

                "[...] las ideas abstractas generales [son] la diferencia esencial en punto a entendimiento entre el hombre y el animal. [...Ellas] se supone siempre están formadas por abstracción, [...]." (§ XI-XII, pp. 123-126) (Aquí Berkeley nos dice que el pensamiento es dado por ideas abstractas. Véase también § XIV)

                "Pienso asimismo, que las ideas abstractas no son más necesarias para la ampliación del conocimiento, que lo que lo son para la comunicación entre los hombres. [...]" (§ XIV, pp. 128-129)

                "[...] es por mediación de estas ideas abstractas que un nombre general llega a significar una cosa particular. Siendo así que, en realidad, no hay tal significación precisa y determinada unida a todo nombre en general, [...]." (§ XVIII, p. 132)

                "[...] los nombres generales son usados a menudo en su propiedad lingüística, sin que el que habla los use como significativos de ideas propias que él quiere ver surgir en la mente del que escucha. [...]" (§ XX, p. 134)

                "Hemos puesto de manifiesto, creo yo, la imposibilidad [de transmitir con el lenguaje] ideas abstractas. [...]" (§ XXI, p. 135)

                "[...] no podrán llegar a claridad en el problema, mientras piensen: a) que el único uso inmediato de las palabras es la significación de las ideas, y b) que la significación inmediata de todo nombre en general es una idea abstracta determinada. [...] A menos que procuremos liberar los primeros principios del conocimiento de la impedimenta y el espejismo de las palabras, realizaremos mil razonamientos inútiles sobre ellos; podremos extraer consecuencia de consecuencia y no ser nunca más sabios. [...]" (§ XXIII-XXV, p. 137)

 

De los principios del conocimiento humano

 

                "Es evidente para todo aquél que hace un inventario de los objetos del conocimiento humano, que éstos son: a) ideas impresas con carácter actual en los sentidos, o b) ideas tal y como son percibidas observando las pasiones y operaciones de la mente, o, finalmente, c) ideas formadas con ayuda de la memoria e imaginación. [...]" (§ I, p. 139)

                "[...] Este ser activo y perceptor es lo que yo llamo mente, espíritu, alma o mi yo. [...]" (§ II, p. 140)

                "Que [ni] nuestros pensamientos, ni las pasiones o ideas formadas por la imaginación existen sin la mente, es cosa que todo el mundo concederá. [...]" (§ III, p. 140)

                "[...] Por materia hemos de entender, por tanto una sustancia inerte e insensible, en la cual subsisten con carácter actual extensión, forma y movimiento. Ahora bien, es evidente por lo que hemos ya puesto de manifiesto, que extensión, forma y movimiento son sólo ideas existentes en la mente, y que una idea no puede ser semejante a nada más que otra idea, y que, por consiguiente, ni ellas ni sus arquetipos pueden existir en una sustancia no dotada de percepción. De donde se deduce claramente, que la verdadera noción de lo que se llama materia o sustancia corpórea encierra en sí una contradicción." (§ IX, pp. 143-144)

                "[...] el número es totalmente una creación de la mente, [...]." (§ XII, p. 145)

                "[...] la forma y la extensión no son reproducciones o modelos de cualidades existentes en la materia dado que ambas aparecen diversas al mismo ojo en diferente situación [...]." (§ XIV, p. 146)

                "[...] yo no veo qué razón puede inducirnos a creer en la existencia de cosas fuera de la mente, infiriéndolo de lo que percibimos, cuando los mismos defensores de esta tesis no pretenden que haya ninguna relación necesaria entre aquéllos y nuestras ideas. [...] Es evidente, por lo tanto, que la presuposición de cosas fuera de nosotros no es necesaria para el nacimiento de nuestras ideas, [...]." § XVIII, pp. 148-149)

                "En resumen, si hay cosas fuera de nosotros, es imposible que lleguemos nunca a conocerlas; y si no la hay, tendríamos exactamente las mismas razones para pensar que las hay que las que tenemos ahora. [...]" (§ XX, p. 149) (Esto es un adelanto de Kant)

                "[...] Se trata sólo de escudriñar vuestros propios pensamientos, y de ver si podéis concebir como posible que un sonido, una forma, un movimiento o un color existan fuera de la mente o no percibidos. Este fácil procedimiento os hará ver que lo que defendéis es una contradicción [...]." (§ XXII, p. 150)

                "[...] Mientras realizamos nuestros mayores esfuerzos para concebir la existencia de cosas exteriores, lo que hacemos todo el tiempo es contemplar nuestras propias ideas. La mente, empero, al no tomar nota de sí misma, es víctima de una ilusión [...]." (§ XXIII, p. 151)

                "[...] la extensión, la forma y el movimiento no pueden ser causa de nuestras sensaciones. [...]" (§ XXV, p. 153)

                "[...] la causa de las ideas es una sustancia activa incorpórea o espíritu." (§ XXVI, p. 153)

                "[...] Tal es, empero, la naturaleza del espíritu, es decir, de algo actuante, lo cual no puede, por eso, ser percibido, a no ser tan sólo por los efectos que produce. [...]" (§ XXVII, p. 153)

                "Sea cual sea, sin embargo, el poder que yo pueda tener sobre mis propios pensamientos, echo de ver que las ideas percibidas  con carácter actual por los sentidos no tienen la misma dependencia de mi voluntad. Cuando en plena luz del día abro mis ojos, no está en mi poder decidir si veo o no, o determinar qué objetos particulares se presentan ante mi vista; y de la misma manera, también puede decirse del oído o de los otros sentidos, que las ideas impresas en ellos no son productos de mi voluntad. Por consiguiente hay alguna otra voluntad o espíritu que las produce." (§ XXIX, pp. 154-155)

                "[...] las reglas fijas o los métodos establecidos dentro de la mente, de los cuales dependemos para provocar en nosotros las ideas de los sentidos, se llaman leyes de la naturaleza. [...]" (§ XXX, p. 155)

                "Las ideas impresas en los sentidos por el autor de la naturaleza se llaman cosas reales, mientras que aquéllas provocadas en la imaginación y menos regulares, vivas y constantes, son llamadas más propiamente ideas o imágenes de cosas que ellas copian o representan. [...]2 (§ XXXIII, p. 156) (Berkeley hace, sin duda, buena interpretación bíblica de «que en Él nos movemos, existimos y somos» y que repara en el § LXVI)

                "[...] todo lo que es real y sustancial en la naturaleza queda desterrado del mundo, ocupando su lugar un esquema quimérico de ideas. Todas las cosas que existen, existen sólo en la mente, es decir, son puramente nociones. [...]" (§ XXXIV, p. 157)

                "[...] Que lo que yo veo, oigo y siento existe, es percibido por mí, es cosa de la que no dudo más de lo que dudo de mi propio ser. Lo que no veo es cómo el testimonio de los sentidos puede ser aducido para la existencia de algo no percibido por los sentidos. [...]" (§ XL, p. 160)

                "Se nos objetará en segundo lugar, que hay una gran diferencia entre el fuego real, por ejemplo, y la idea de fuego, entre soñar o imaginarse que uno está quemándose y el hecho actual de quemarse efectivamente; [...]." (§ XLI, p. 160) (Este es un buen argumento para el hipnotismo)

                "[...] En este trabajo se prueba: a) que la distancia o exterioridad no es ni percibida inmediatamente por la vista, ni aprehendida o juzgada por líneas o ángulos u otra cosa en necesaria conexión con aquélla, b) que la distancia es simplemente sugerida a nuestros pensamientos por ciertas ideas visibles y ciertas sensaciones que acompañan la visión, las cuales en su propia naturaleza no tienen ninguna clase de semejanza o relación ni con la distancia ni con cosas situadas a distancia. [...]" (§ XLIII, p. 161)

                "Las ideas de visión y tacto constituyen dos especies completamente distintas y heterogéneas. Las primeras son signos  y pronósticos de las segundas. [...]" (§ XLIV, p. 162)

                "[...] Los objetos de los sentidos existen sólo cuando son percibidos [...]." (§ XLV, p. 163)

                "[...] puede parecer quizás increíble que las cosas puedan estar siendo creadas en cada momento; [... Siendo] la mente la que construye toda esa variedad de cosas que componen el mundo visible, y sin que ninguna de las exista más tiempo que el que es percibida. [Sin] embargo no podemos concluir de aquí que no tienen existencia sino cuando son percibidas por nosotros, ya que, aun cuando nosotros no las percibamos, puede, no obstante, haber otro espíritu que las perciba. [...] De los principios establecidos por nosotros no puede seguirse, por eso, que las cosas son aniquiladas y creadas en cada momento, [...]." (§ XLVI-XLVIII, pp. 164-165)

                "[...] Cada cosa, [...] considerada en sí misma, es infinitamente extensa y, consiguientemente, vacía de toda forma o figura. [...]" (§ XLVII, p. 165)

"[...] los hombres se dan cuenta de que perciben varias ideas de las cuales ellos no son los autores, ya que ni son provocadas desde su interior ni dependen de la actuación de su voluntad, y esto les hace sostener que estas ideas u objetos de la percepción tienen una existencia independiente de la mente y fuera de ella. [...]" (§ LVI, p. 170)

                "[...] la conexión de ideas no implica la relación de causa y efecto, sino sólo la de una señal o signo con la cosa significada. El fuego que veo no es la causa del dolor que sufro al ponerme en contacto con él. [...]" (§ LXV, p. 176) (Esto se verifica en la hipnosis, y sería, creo, un adelanto a Hume)

                "[...] no tenemos razón alguna para suponer la existencia de la materia. [...]" (§ LXXIII, p. 181)

                "[...] las cualidades no son otra cosa sino sensaciones o ideas, las cuales existen sólo en una mente que las perciba; [...]." (§ LXXVIII, p. 183)

                "[...] la pretensión de poseer una noción de entidad o existencia, independiente del espíritu y de la idea, del percibir y del ser percibida, es, creo yo, una contradicción palmaria y un juego de palabras. [...]" (§ LXXXI, p. 185)

                "[...] el conocimiento humano puede quedar reducido a dos polos principales, el de las ideas y el de los espíritus. [...]" (§ LXXXVI, p. 187)

                "[...] Lo que vemos son sólo las apariencias, no las cualidades reales de las cosas. No podemos conocer real y absolutamente lo que sea la extensión, forma o movimiento de una cosa cualquiera, sino sólo la proporción o la relación que perciben nuestros sentidos. [...]" (§ LXXXVII, p. 188)

                "[...] Las cosas más claras del mundo, aquéllas que más corrientes nos son y que más perfectamente conocemos, aparecen tremendamente difíciles e incomprensibles cuando se las considera de una naturaleza abstracta [—es decir como idea abstracta]." (§ XCVII, pp. 193-194)

                "[...] no puede haber movimiento que no sea relativo [sino a una referencia]. [...]" (§ CXII, p. 203)

                "[...] sospechamos que los matemáticos, al igual que otros hombres, son víctimas de errores procedentes de la doctrina de las ideas generales abstractas y de la existencia de objetos independientemente de la mente." (§ CXVIII, p. 208)

                "[...] la extensión en abstracto es infinitamente divisible. Y el que cree que los objetos sensibles existen fuera de la mente, puede ser llevado a admitir quizás que una línea de sólo una pulgada de extensión contiene innumerables partes realmente existentes, [...]." (§ CXXV, p. 212)

                "De lo que queda dicho se deduce claramente que, si se quiere que los teoremas alcancen una aplicación universal, es necesario que hablemos de las líneas trazadas en el papel como si contuvieran partes que, en realidad, no contienen. [...]" (§ CXXVIII, p. 214)

                "[...] cuando decimos que una línea es infinitamente divisible, tenemos que referirnos a una línea infinitamente grande. [...]" (§ CXXVIII, p. 214)

                "Se aducirá quizás que algunos teoremas indudablemente verdaderos han sido descubiertos por métodos en los cuales ha desempeñado un papel el concepto de infinitesimales, cosa que hubiera sido imposible, si la existencia de este último encerrara una contradicción en sí. A ello respondo, que si se practica un examen más detenido, se verá que en ningún momento ha sido necesario concebir o hacer uso de partes infinitesimales de líneas finitas, ni siquiera de cantidades menores que el mínimum sensible. Más aún, es evidente que no ha podido ser así, dado que ello es imposible." (§ CXXXII, pp. 216-217)

                "[...] somos ignorantes de la naturaleza del espíritu, [porque] no tenemos idea de él. [...]" (§ CXXXV, p. 218)

                "De la opinión según la cual los espíritus tienen que ser conocidos de la misma manera que una idea o una sensación, han surgido muchos absurdos [...]." (§ CXXXVII, p. 219)

                "[...] Con la palabra espíritu significamos tan sólo un algo que piensa, quiere y percibe; [...]." (CXXXVIII, p. 219)

                "[...] un alma o espíritu es un ser activo, cuya existencia no consiste en su ser-percibido, sino en su percibir ideas y pensarlas. [...]" (§ CXXXIX, p. 220)

                "[...] el alma no está sujeta a destrucción o disolución por las leyes ordinarias de la naturaleza o movimiento. [...]" (§ CXLI, p. 221)

                "[...] poder conocer un espíritu como conocemos un triángulo, es algo tan absurdo como si esperáramos llegar a ver un sonido. [...] Así se dice, por ejemplo, que la voluntad es el movimiento del alma, lo cual induce a creer que la mente del hombre es como una pelota en movimiento, [...]." (§ CXLII-CXLIV, pp. 222-223)

                "El conocimiento de los espíritus no es inmediato.— De lo que queda dicho se deduce con evidencia que no podemos conocer la existencia de otros espíritus más que por sus operaciones o por las ideas que provienen de nosotros. Yo percibo varios movimientos, cambios y combinaciones de ideas que me informan de que hay ciertos agentes semejantes a mí mismos, que los acompañan y que concurren a su producción. [...]" (§ CXLV, p. 223)

                "[...] no necesitamos más que abrir los ojos para ver al Señor soberano de todas las cosas [...]." (§ CXLVIII, p. 225)

                "[...] los métodos de la naturaleza a que se alude son absolutamente necesarios para actuar con las reglas más simples y generales y según una manera constante y permanente, lo cual prueba lo mismo la sabiduría que la  bondad de Dios. [...] Debemos considerar además, que las manchas y defectos de la naturaleza no dejan de tener también una utilidad y construyen una especie de agradable variedad, aumentando la belleza del resto de la creación, de la misma manera que las sombras en un cuadro sirven para hacer resaltar las partes más brillantes e iluminadas. [...] En cuanto a la mezcla de dolor o sinsabores que reina en el mundo, [se explica porque] nuestra perspectiva es siempre demasiado angosta [...]." (§ CLI-CLIII, pp. 227-229)

 

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BERKELEY, George ob.:  Ensayo sobre una nueva teoría de la visión, trad. por Felipe González Vicen, Bs. As., Espasa-Calpe, 1948, fragmentos.

 

BERKELEY, George ob.:  Tratado  sobre  los  principios  del  conocimiento  humano, trad. por Felipe González Vicen, Bs. As., Espasa-Calpe, 1948, fragmentos.

Compendia: Eugenio Tait