Francisco C. Bertelloni "Heidegger
concluye a fines del año 1915 un escrito titulado La doctrina de las
categorías y de la significación en Duns Escoto [y] está basado sobre la
interpretación de un trabajo, el De modis significandi sive grammatica
speculativa, atribuido [...] a Tomás de Erfurt. [...]" "En
primer lugar el trabajo interesa a la investigación crítico-textual [o
contexto histórico-filológico, y en segundo lugar] Heidegger intenta mostrar,
a la luz de los textos que analiza, que el orden sintáctico de la
proposición, modus significandi, y el modo como el objeto es aprehendido por
el entendimiento, modus intelligendi, corresponde a y están fundados en la
forma de una materia o modo de ser, modus essendi [...]. Dentro de este marco
destaca la existencia de una gramática a priori [...] y de una lógica libre
de todo rasgo psicologista [...] como caracteres distintivos del «tratamiento
escolástico del problema». Así acentúa el carácter no empírico del enfoque
allí presente y el hecho de que la escolástica no opera al modo de las
ciencias naturales, sino que busca lo que denomina un «sentido teórico»
[...]. En tercer lugar [...] como un primer antecedente de algunas
formulaciones heideggerianas posteriores. [...]." "[El
trabajo] recuerda en muchos aspectos a algunos resultados de las
Investigaciones lógicas de Husserl. [...]" "En
el mencionado Epílogo advierte Heidegger que en el cuerpo del trabajo se
había ocupado del problema de las categorías desde dos perspectivas: en
primer lugar se trataba de una consideración histórica de la cuestión, y en
segundo lugar de su simultánea inserción en el ámbito de la sistemática
filosófica [...]." "En
primer lugar, a través del análisis de dicho texto [—de
Heidegger—] no intenta
formular sólo «un juicio histórico fiel» sobre dicho período [...], sino que
[...] se trata de poner de manifiesto la influencia que dicha «vida
espiritual filosófica-teológica ejerce en la actitud de vida [...] del hombre
medieval» [...]. En segundo lugar, el nudo del problema que se presenta en
los textos en cuestión puede formularse como un ensayo de superación de una
concepción puramente historiográfica de la historia de la filosofía. La sola
historiografía obligaría a la historia de la filosofía a convertirse en una
serie sucesiva de sistemas. Para Heidegger se trata, al contrario, de lograr
una fundamentación filosófica de dicha historia. Dentro del contexto de esta
nueva fundamentación deberían darse las condiciones para que en adelante el
lugar ocupado por cada problema y por cada sistema no responda más ni a una
«serie de errores sucesivos que se presentan con mayor o menor frecuencia»
[...], ni a un desarrollo [...] que permite un «permanente avance hacia
nuevos problemas sobre la base de soluciones precedentes» [...]. Dicho
intento mueve a Heidegger, a abrir la introducción de un epígrafe tomado de
Hegel: «respecto de la esencia interna de la filosofía no hay ni predecesores
ni continuadores» [...]. En tercer lugar, a través de la superación de la
historiografía se enfrenta Heidegger con un nuevo problema; se trata ahora de
la fundamentación de la historia de la filosofía que aspira a constituirse,
más allá de la simple sucesión de sistemas, como un todo con sentido propio.
[...]" "En
relación con el primer problema [—influencia
en el hombre medieval—] Heidegger reitera
en el Epílogo algunas referencias al mismo concepto de analogía [...]. La
analogía es presentada halló a través de tres características: en primer
lugar ella es «principio dominante en la esfera de las categorías» [...].
Puesto que el contexto de dominio de dicho principio son «las categorías de
la realidad sensible y suprasensible [...], el ámbito de aplicación de dicho
principio será en consecuencia toda la realidad. En segundo lugar la analogía
aparece como «expresión conceptual» de un particular tipo de experiencia, del
«mundo de la experiencia del hombre medieval» [...]. En tercer lugar la
analogía asume nuevamente el carácter de «expresión conceptual» pero esta vez
como expresión de una determinada forma de existencia interior. [...]" "En
cuanto al segundo problema [—superación de la
historiografía con una fundamentación
filosófica—] interesa [que la]
causa de ello «no reside en la historia de la filosofía sino en la historia
de la filosofía» [...] caracterizada fundamentalmente por dos hechos: el
primero es el abandono del concepto de historia entendida como «pura
historia» o «ciencia de hechos» [...], el segundo es su propia proyección
dentro de la «sistemática filosófica» [...]." "[El
tercer problema dado como la fundamentación de la filosofía es] ese
significado unitario de la historia de la filosofía considerada ahora como
una totalidad [...]." "[...]
Heidegger insiste sobre la necesidad de una «interpretación
cultural-filosófico-teológica» de la historia [...]." "Las
formulaciones precedentes sugieren algunas conclusiones. En primer lugar se
hace evidente aquí el carácter histórico del espíritu viviente y en segundo
lugar se insinúa una identificación entre la plenitud [...] de los actos de
ese espíritu y la historia misma. En tercer lugar y como consecuencia de esa
identificación habría que agregar aquí una doble conclusión: por una parte la
historia de la filosofía aparece como dependiente de los actos del espíritu
viviente, y por la otra, cada uno de esos actos parece identificarse con cada
una de las figuras filosóficas surgidas en el curso de la historia. En cuarto
lugar finalmente, la plenitud de los actos del espíritu, o sea la historia
considerada como totalidad [...]." "[...]
carácter científico que Heidegger reclama para la historia de la
filosofía." "[...]
Si en aquellos primeros años el sistema hegeliano parecía haber resuelto
todos los problemas, más tarde sin embargo ese mismo sistema parece a
Heidegger no haber resuelto ni siquiera el problema más fundamental.
[...]" "Heidegger
formula [que la] historia no sólo debe ser pensada desde el Ser —la
pregunta de la filosofía—, sino que «la
historia es historia del Ser». [... Luego Heidegger] sustituye «espíritu» por
«Verdad del Ser» [y enseña] a superar la historia de la filosofía concebida
como «serie de errores sucesivos» [...] por medio de una concepción que ya no
vea en ella «ni continuadores ni predecesores» [...]. Esta idea aparece [...]
como una Topología del Ser [que] intenta determinar el sitio o lugar [...]
del Ser [...]. La filosofía como topología, tiene precisamente como tarea la
búsqueda y determinación de los lugares en los que el Ser se presenta,
[...]." ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- BERTELLONI, C. Francisco: Heidegger,
1916-1921. Hegelianismo y filosofía medieval en los orígenes del pensamiento
heideggeriano, art. en Cuadernos de Filosofía, Bs. As., s/e, 1983, XIX,
pp. 30-31. Compendia: Eugenio Tait |