Francisco C. Bertelloni

Heidegger, 1916-1921. Hegelianismo y filosofía medieval en los orígenes del pensamiento heideggeriano (selección)

 

 

                "Heidegger concluye a fines del año 1915 un escrito titulado La doctrina de las categorías y de la significación en Duns Escoto [y] está basado sobre la interpretación de un trabajo, el De modis significandi sive grammatica speculativa, atribuido [...] a Tomás de Erfurt. [...]"

                "En primer lugar el trabajo interesa a la investigación crítico-textual [o contexto histórico-filológico, y en segundo lugar] Heidegger intenta mostrar, a la luz de los textos que analiza, que el orden sintáctico de la proposición, modus significandi, y el modo como el objeto es aprehendido por el entendimiento, modus intelligendi, corresponde a y están fundados en la forma de una materia o modo de ser, modus essendi [...]. Dentro de este marco destaca la existencia de una gramática a priori [...] y de una lógica libre de todo rasgo psicologista [...] como caracteres distintivos del «tratamiento escolástico del problema». Así acentúa el carácter no empírico del enfoque allí presente y el hecho de que la escolástica no opera al modo de las ciencias naturales, sino que busca lo que denomina un «sentido teórico» [...]. En tercer lugar [...] como un primer antecedente de algunas formulaciones heideggerianas posteriores. [...]."

                "[El trabajo] recuerda en muchos aspectos a algunos resultados de las Investigaciones lógicas de Husserl. [...]"

                "En el mencionado Epílogo advierte Heidegger que en el cuerpo del trabajo se había ocupado del problema de las categorías desde dos perspectivas: en primer lugar se trataba de una consideración histórica de la cuestión, y en segundo lugar de su simultánea inserción en el ámbito de la sistemática filosófica [...]."

                "En primer lugar, a través del análisis de dicho texto [de Heidegger] no intenta formular sólo «un juicio histórico fiel» sobre dicho período [...], sino que [...] se trata de poner de manifiesto la influencia que dicha «vida espiritual filosófica-teológica ejerce en la actitud de vida [...] del hombre medieval» [...]. En segundo lugar, el nudo del problema que se presenta en los textos en cuestión puede formularse como un ensayo de superación de una concepción puramente historiográfica de la historia de la filosofía. La sola historiografía obligaría a la historia de la filosofía a convertirse en una serie sucesiva de sistemas. Para Heidegger se trata, al contrario, de lograr una fundamentación filosófica de dicha historia. Dentro del contexto de esta nueva fundamentación deberían darse las condiciones para que en adelante el lugar ocupado por cada problema y por cada sistema no responda más ni a una «serie de errores sucesivos que se presentan con mayor o menor frecuencia» [...], ni a un desarrollo [...] que permite un «permanente avance hacia nuevos problemas sobre la base de soluciones precedentes» [...]. Dicho intento mueve a Heidegger, a abrir la introducción de un epígrafe tomado de Hegel: «respecto de la esencia interna de la filosofía no hay ni predecesores ni continuadores» [...]. En tercer lugar, a través de la superación de la historiografía se enfrenta Heidegger con un nuevo problema; se trata ahora de la fundamentación de la historia de la filosofía que aspira a constituirse, más allá de la simple sucesión de sistemas, como un todo con sentido propio. [...]"

                "En relación con el primer problema [influencia en el hombre medieval] Heidegger reitera en el Epílogo algunas referencias al mismo concepto de analogía [...]. La analogía es presentada halló a través de tres características: en primer lugar ella es «principio dominante en la esfera de las categorías» [...]. Puesto que el contexto de dominio de dicho principio son «las categorías de la realidad sensible y suprasensible [...], el ámbito de aplicación de dicho principio será en consecuencia toda la realidad. En segundo lugar la analogía aparece como «expresión conceptual» de un particular tipo de experiencia, del «mundo de la experiencia del hombre medieval» [...]. En tercer lugar la analogía asume nuevamente el carácter de «expresión conceptual» pero esta vez como expresión de una determinada forma de existencia interior. [...]"

                "En cuanto al segundo problema [superación de la historiografía  con una fundamentación filosófica] interesa [que la] causa de ello «no reside en la historia de la filosofía sino en la historia de la filosofía» [...] caracterizada fundamentalmente por dos hechos: el primero es el abandono del concepto de historia entendida como «pura historia» o «ciencia de hechos» [...], el segundo es su propia proyección dentro de la «sistemática filosófica» [...]."

                "[El tercer problema dado como la fundamentación de la filosofía es] ese significado unitario de la historia de la filosofía considerada ahora como una totalidad [...]."

                "[...] Heidegger insiste sobre la necesidad de una «interpretación cultural-filosófico-teológica» de la historia [...]."

                "Las formulaciones precedentes sugieren algunas conclusiones. En primer lugar se hace evidente aquí el carácter histórico del espíritu viviente y en segundo lugar se insinúa una identificación entre la plenitud [...] de los actos de ese espíritu y la historia misma. En tercer lugar y como consecuencia de esa identificación habría que agregar aquí una doble conclusión: por una parte la historia de la filosofía aparece como dependiente de los actos del espíritu viviente, y por la otra, cada uno de esos actos parece identificarse con cada una de las figuras filosóficas surgidas en el curso de la historia. En cuarto lugar finalmente, la plenitud de los actos del espíritu, o sea la historia considerada como totalidad [...]."

                "[...] carácter científico que Heidegger reclama para la historia de la filosofía."

                "[...] Si en aquellos primeros años el sistema hegeliano parecía haber resuelto todos los problemas, más tarde sin embargo ese mismo sistema parece a Heidegger no haber resuelto ni siquiera el problema más fundamental. [...]"

                "Heidegger formula [que la] historia no sólo debe ser pensada desde el Ser la pregunta de la filosofía, sino que «la historia es historia del Ser». [... Luego Heidegger] sustituye «espíritu» por «Verdad del Ser» [y enseña] a superar la historia de la filosofía concebida como «serie de errores sucesivos» [...] por medio de una concepción que ya no vea en ella «ni continuadores ni predecesores» [...]. Esta idea aparece [...] como una Topología del Ser [que] intenta determinar el sitio o lugar [...] del Ser [...]. La filosofía como topología, tiene precisamente como tarea la búsqueda y determinación de los lugares en los que el Ser se presenta, [...]."

 

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BERTELLONI, C. Francisco: Heidegger, 1916-1921. Hegelianismo y filosofía medieval en los orígenes del pensamiento heideggeriano, art. en Cuadernos de Filosofía, Bs. As., s/e, 1983, XIX, pp. 30-31.

 

Compendia: Eugenio Tait