Juan Eugenio
Hartzembuch
El cuadro del
burro
Pintó el insigne Don Francisco
Goya
con tan rara verdad y
valentía un burro de la casa en que vivía, que el cuadro borrical
era una joya. Mister qué sé yo quién, inglés muy rico, veinte mil
reales por el lienzo daba; Goya, que a la sazón necesitaba un
estudio bien hecho de borrico, tenaz a enajenarlo se negaba. Oyendo
al fin un día el asno vivo discutir el trato, exclamó sollozando de
alegría: -¡Mil duros da el inglés por mi retrato! Por el original,
¿qué no daría?
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