Esopo

 

 

 

 

El cuervo

 

 

 

El cuervo y la culebra.

Andaba un cuervo escaso de comida y vio en el prado a una culebra dormida al sol; cayó veloz sobre ella y la raptó. Mas la culebra, despertando de su sueño, se volvió y la mordió. El cuervo viéndose morir dijo:

-- ¡ Desdichado de mí, que encontré un tesoro pero  a costa de mi vida!

El cuervo y Hermes

Un cuervo que había caído en un cepo prometió a Apolo que le quemaría incienso si lo salvaba; pero una vez liberado de la trampa olvidó su promesa.

Capturado de nuevo en otro cepo, dejó a Apolo para dirigirse a Hermes, prometiéndole también un sacrificio. Mas el dios le dijo:

-- ¿ Cómo voy a creerte ahora, miserable, si ya engañaste y renegaste de tu primer señor?

El cuervo enfermo

Un cuervo que se encontraba muy enfermo dijo a su madre:

-- Madre, ruega a los dioses por mí y ya no llores más.

La madre contestó:

-- ¿ Y cuál de todos, hijo mío, tendrá piedad de ti?
¿ Quedará alguno a quien aún no le hayas robado la carne?

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