ESOPO

 

 

 

 Fábulas de las Plantas

 

 

 

La granada, el manzano y el espino

La granada y el manzano disputaban sobre quien de ellos era el máximo.

Cuando la discusión estaba en lo más ardiente, un espino, desde su vecindad alzó su voz diciendo severamente:

- Por favor, mis amigos, en mi presencia, al menos déjense de esas vanas discusiones.

El nogal

Un nogal que había crecido al pie de un camino y al cual los caminantes herían a pedradas para tomar sus frutos, dijo para sí suspirando:

-¡Infeliz de mí que todos los años me atraigo injurias y dolores! -

El abeto y el espino

Disputaban entre sí el abeto y el espino. Se jactaba el abeto diciendo:

-Soy hermoso, esbelto y alto, y sirvo para construir las naves y los techos de los templos. ¿Cómo tienes la osadía de compararte a mí?

-¡Si recordaras-replicó el espino- las hachas y las sierras que te cortan, preferirías la suerte del espino!

Los árboles que querían rey

Decididos un día los árboles a elegir un rey que los gobernara, dijeron al olivo:

-Reina en nosotros. Y el olivo contestó:

-¿Renunciar yo al líquido aceite que tanto aprecian en mí los dioses y los hombres, para ir a reinar entre los árboles?

Y los árboles buscaron a la higuera pidiéndole:

-Ven a reinar entre nosotros.

Y la higuera respondió igualmente:

-¿Renunciar yo a la dulzura de mis frutos para ir a reinar entre vosotros?

Entonces los árboles dijeron al espino:

-Ven a reinar en nosotros.

Y el espino respondió a los árboles:

-Si en verdad queréis ungirme para reinar entre vosotros, venid a poneros bajo mi amparo, o si no que surja el fuego de la espina y devore los cedros del Líbano!

Los leñadores y el pino.

Rendían unos hacheros un pino y lo hacían con gran facilidad gracias a las cuñas que habían fabricado con su propia madera. 

Y el pino les dijo:

-No odio tanto al hacha que me corta como a las cuñas nacidas de mí mismo.

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