Teófilo Gautier

 

Punto de vista


En primer plano un olmo de corteza musgosa
sacudiendo en la bruma su rojiza cabeza,
una charca muy sucia donde nadan los patos
asordando los ecos con sus gritos nasales;
matorrales escasos con los frutos aún verdes,
como un pobre la mano tienden flacos ramajes;
una casa viejísima, desconchada, con grietas
que abren en las paredes prolongados bostezos.
En segundo, molinos que levantan sus alas
y recortan en negro sus perfiles tan frágiles,
como una telaraña en el cielo brumoso.
Luego, al fondo, París, lleno de humo y sombrío,
donde ya como brillos en las casas oscuras,
un sinfín de faroles igual que ojos fulguran;
con tejados hendidos y esas torres que son,
o parecen de lejos, como cuellos de buitres;
campanarios agudos con la flecha dentada
como un peine que muerde de las nubes las greñas.