La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

Bibliotecas Rurales Argentinas

Calidad del suelo, del agua y del aire en Karra Maw'n

No era baldía aquella tierra.
Bastaba con mirarla, sostenidamente
durante tres o cuatro lunas
y reventaban en los tallos las metáforas
Apenas con poner
un gramo de roja tierra en la palma de la mano
acontecían cerezas.
Hablar en mapudungun,
murmurar apenas la lengua de la tierra
era hacer vibrar en el aire
la canción de la tierra.
Poesía hermética para el académico.
Poesía elemental para el habitante de la ruka:
como respirar de cara al puelche
o sacar peces del estero.
De lo que acontece cuando el cronista se aleja de su tierra

Karra Maw'n
tierra de sorpresas y admiración climática
casi como el torrente de Neltume
o el hilo de la luna nueva perforando la niebla-
Karra Maw'n
cuando me alejo de tus bosques
la nube ploma cubre con su acero los almácigos
da un vuelco el corazón de los paseantes
bajo la lechuza que dormita en el tinglado-
La vaca, echada, ya no mastica el pasto seco
cobijado en los galpones y los cachorros de trapial
(felis concolor) gimen porque la lluvia
se ha quedado sin poeta.
De cómo la indiada le perdió el respeto a los caballeros

Los indios creían
que el español y su caballo
eran ambos una sola piedra irreductible.
Sin embargo, con el tiempo
disolvieron ellos en su mente
esa hermosa costra primitiva.
Un día dieron caza a un gran caballo
y lo pusieron en tierra
y lo mataron a palos.
Después ahumaron la carne
y se la comieron.
Y como no se indigestaron
vieron ellos que era bueno.
Pero el winka, cual cola de lagarto
continuaba aún en movimiento.
Entonces vieron los mapuches
con los huilliches y pikunches
que el español era a ellos
casi en todo parecido.
Que también tenía pelos
y miedo en los bolsillos.
Y que caían al suelo
y se podrían.
Entonces los indios construyeron
el siguiente silogismo:
"TODOS LOS WINKAS SON MORTALES"
Y vieron ellos que era bueno
darse cuenta que eran hombres
y no demonios ataviados
con las camisetas del cielo.
El hombre de Leipzig

El padre del padre de mi padre traía todo el mar en sus mejillas. Trajo un cormorán en la mirada y una flauta dulce en los bolsillos.
No trajo papeles, ni osamentas. Le quitaron su historia en las aduanas y venía de lejos.
Al llegar, sólo la niebla, pañal de maíz para envolver los viejos barcos de madera: la "Steinward", el "Hermann", el bergantín "Susanne" y el "Alfred". Todos buscando el paraíso. Para todos, desengaño y selva.
(El daguerrotipo muestra a unas familias apiñadas y sin saber a qué atenerse. Allí dormitan en el suelo el hacedor de calamorros y la mujer del peluquero. También un niño con paperas).
¡Oh viejos barcos de madera! ¡Oh germánicos famélicos! Les prometieron la tierra, pero la tierra tenía dueños falsos. Falsas estacas de papel y no auténticos rewes milenarios. El padre del padre de mi padre hubo de hablar en otra lengua, gotear de nuevo e Corral, después de un siglo, pronuncio tu nombre en la mañana. Estoy de pie sobre una lancha arrojando trozos de carne podrida a las gaviotas. Por aquí entró en América el perseguido, uno que no fue rico ni famoso, sino bello. Porque bello es todo cuanto El hombre de Leipzig, el carpintero, me trajo a tierra en el lápiz de su oreja, de donde he bajado para organizar el mundo con palabras.

Lo que pasa es que no puedes olvidarte de la Susy

Ya sé que le haces asco a la metafísica.
Por eso te carga mirar esas estrellas
que picotean los vidrios de tu ventana
cuando apagas la luz a las 2,27
después de leer la penúltima "Mafalda".
Lo que pasa es que no puedes olvidarte de la Susy
que con su boca te hacía ver estrellas
que a ella misma se le salían de la boca
cuando la abría como ventana que da al océano
para cantar.
Por eso le haces asco a ese planeta
que se alejó de tu área de influencia
para ser ahora un punto de luz
en el cielito de tu pieza
cuando te quedas solo y oscuro a las 2,27
pensando en el Guille y la Mafalda.
Zulema en gris

La ventana
de mi pieza en Valparaíso
no daba al mar: nunca vi las caracolas
caer de rodillas en la playa
expulsadas por el mar, ni produje
sombra con mi mano para ver al tope
las banderas de los barcos que traían automóviles.
Chocaban, con mi ojo, otras ventanas
que enrojecían al anochecer y que
como flores mustias, por las mañanas se abrían
mostrándome los pechos de unas señoritas
que arrojaban orines sobre los gatos matinales
de Valparaíso.
Esos pechos eran para mí
como toda la paciencia del mundo
acumulada en los volcanes, un beso
que la vida a diario me traía, más
azules que el océano, más intensas
que todas las batallas de la guerra
y yo amaba esos botones a partir de
las 10 A.M.
Porque era esa toda la sal que yo tenía,
el agua inmensa que aún ahora necesito.
El poeta habla de sí mismo

Si yo apareciera detrás de la puerta
y me saludara
sentiría miedo de enfrentar
mis propios ojos
con los ojos del que entra
y no reconocerle.
Comprendería lo que ven
aquellos a los cuales no amo
cuando los miro con los ojos
del que aparece detrás de la puerta
sin sonreír.

Shalamankatún

1
Roja es aquí la tierra
y verde está en el cielo la morada
de los que pelearon y murieron.
Shalamankatún,
la escuela de la maldad vino de afuera:
vino de España
con su espada y su cruz de hierro,
vino de Alemania y después de los propios chilenos:
"Esta guerra no nos costará
sino mucho mosto y mucha música''
(Cornelio Saavedra, en carta al Presidente Pérez).
Shalamankatlin,
verde está aqui la tierra
y el cielo está rojo como un infierno.
3
"¿Para qué queréis la tierra?
No sabéis qué hacer con ella.
Sembráis, nada más, para llenar el buche.
No planificáis vuestra economia.
No hacéis marketing.
Os devoráis el grano destinado a la semilla.
Con el maíz elaboráis bebidas espirituosas.
¿Decís que vuestros ritos son sagrados?
¿Dónde están las iglesias?
¿Qué dioses son los vuestros que no les alzáis
ni una sola astilla?
Y lo peor de todo:
cada varón de vuestras tribus
coge cinco o seis mujeres para sí solo".
5
"Viviréis en reducciones.
Cada lonko o jefe de familia
dispondrá de un cuadrado de tierra
el que le será permitido dividir
en nuevos cuadrados
para los hijos varones al casarse.
No crezcáis, no os multipliquéis en demasía
porque, como veréis, los cuadrados
se irán tornando más estrechos cada día.
Esta es palabra del Gobierno.
Posdata: muchas gracias por vuestros gloriosos
guerreros de antaño".
Rewind

Siendo apenas un chicuelo
fui instruido en la vulgaridad de las reformas
en el desprecio por la revolución.
En el kindergarten había tipos que se burlaban de mí
porque no tenía cartuchera de cuero
sino un canastillo de plástico rojo
para transportar mi sánguche de muss con nata fresca.
Uno de esos forajidos es ahora alcalde de la ciudad.
O.K. muchachos vengan a bailar.
Sufrí crisis asmáticas hasta la edad de seis.
Diez años más tarde me pescó una tebecé.
Trastornos psicosomáticos al llegar la primavera.
En diciembre debuté en la cama de una chica.
A los veinte me pusieron corriente en los cocos.
O.K. muchachos vengan a bailar.
Contemplemos reunidos los hermosos amaneceres
que en televisión han preparado para nosotros.
Si cada mañana me levanto es porque estoy cierto
que la vida me adeuda los días más felices.
Y si acaso no fuese de ese modo mi destino
me levantaría lo mismo de todas maneras.

 

 

 

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