MARIA DEL CARMEN ALONSO DE D'ALKAINE



MARCOS SASTRE
SU BIOGRAFIA

 



Marcos Sastre fue pedagogo, escritor, pintor, poeta y periodista.
Gran cultor de la educación popular, era de trato agradable y reposado. De suyo estudioso, paciente observador de la Naturaleza, trabajador infatigable, pasaba de una actividad a la otra desempeñándose en todas ellas con igual acierto.
Bregó por elevar la condición moral y material del maestro, para que pudiera mantener la dignidad y el respeto frente al sacerdocio que desempeña.
Trabajó con afán por la elevación cultural de la mujer para el bien de los hijos, en beneficio de la patria.
Fue el inventor de un método de lectura que se usa aún en nuestras escuelas.
Creó una biblioteca circulante. La primera en el país.
Fundó el "Salón Literario", precursor de la"Asociación de Mayo"
Promovió la creación de las "Bibliotecas Populares", siendo la primera en fundarse la de San Fernando, con quinientos volúmenes. Redactó el reglamento y fue aprobado por el Gobierno.
Fundó la primera sociedad de maestros en el país, con el nombre "Sociedad propagadora de la enseñanza primaria". Hizo los reglamentos y fue su presidente.
Creó las bibliotecas escolares.
Reglamentó las escuelas y les dio sus excelentes métodos pedagógicos.
Escribió obras literarias y didácticas de reconocido mérito, aprobadas todas por el Consejo Nacional de Educación.
Fue el creador de una nueva forma de diálogo-expositiva cuyas respuestas podían independizarse de las preguntas sin sufrir alteración alguna.
Inventó excelentes mesas escolares y las introdujo en las escuelas.
Estableció las conferencias pedagógicas.
Propagó la enseñanza de la Higiene.
Fomentó la práctica de la educación física y la instalación de jardines de infantes.
Proyectó la primera escuela de agricultura del país, en Baradero; trazó los planos, gestionó y obtuvo el terreno y una suma de dinero de la Municipalidad para la construcción del edificio; concediendo el Gobierno su debida autorización. Por su parte Marcos Sastre donó el terreno para la instalación de una quinta anexa o Granja Modelo para la práctica de los trabajos agrícolas.
Fue un ardiente cultor de la Democracia y la Religión como basas de la Libertad y de la Moral.
Presentó al gobierno el "Proyecto"para la fundación de la Escuela Normal, por encargo del Primer Magistrado.
Fue Regente Fundador de la Escuela Normal y Director al fundarse ésta por segunda vez.
Ocupó el cargo de Inspector general de Escuelas en 1855.
Fue Jefe del Departamento de Escuelas.
Su último puesto fue el de Vocal del Consejo Nacional de Educación que ocupó desde 1882.
Soportó con estoicismo persecuciones, despojos, calumnias y cárcel. Nada pudo abatir ese espíritu sereno, nacido para el bien, la belleza, el arte y el amor a la infancia; a quienes dedicó su vida entera y sus constantes preocupaciones; con el exclusivo propósito del engrandecimiento y bien de la Patria.
La educación austera y los sabios principios de su moral mantuvieron inquebrantable su carácter, firme en los dictados de la conciencia y el deber
Su honestidad y poco afecto a los bienes materiales quedan demostrados por el desinterés y desmedro de su fortuna, pues murió pobre.
Marcos Sastre nace en Montevideo el 2 de octubre de 1808, cuando la Banda Oriental pertenecía al Virreinato del Río de la Plata, cuya capital era Buenos Aires.
Sus padres, don Antonio Sastre y doña Jerónima Rodríguez, abnegados patriotas, entusiastas defensores de la causa de la independencia; llamados "el patriota" y "la patriota", según A. Magariños Cervantes, sufren persecuciones durante la invasión portuguesa en 1816 y se ven precisados a emigrar.
En 1817 se establecen en concepción del Uruguay (Arroyo de la China) y luego en Santa Fe.
En esa época Marcos Sastre cuenta ocho años de edad, su inteligencia se enriquece con imágenes de belleza y variedad insospechada, los cuadros de la Naturaleza, que en su ciudad natal y en los sucesivos viajes contempla, le impresionan vivamente y no han de borrarse más: Primero, el mar de prolongación infinita junto al cual nace; después las ubérrimas costas entrerrianas, las islas y las llanuras santafecinas, que recorre, y por último las pintorescas sierras de Córdoba.
Tanta variedad de paisajes, tantos panoramas de vegetación exuberante, le conquistan el alma. El optimismo, los sentimientos más tiernos y sutiles se despiertan. Ya no podrá sustraerse del hechizo, y ha de vivir subyugado por la contemplación de la Naturaleza.
Es un niño, pero ha recogido tales imágenes e impresiones; con ellas poseerá inagotable riqueza. Allí encontrará los colores el artista para pintar mañana sus cuadros y humedecerá su pluma el escritor.
Marcos Sastre, desde su más tierno infancia se destaca por su afición a las plantas y el amor a los libros.
Sus padres le envían a Córdoba, al colegio de Montserrat, donde estudia con éxito y se distingue en la pintura; como simple aficionado realizaba cuadros notables, lo cual le vale una beca para perfeccionar su arte.
Si sus condiciones artísticas merecían tal estímulo, lo demuestran dos retratos hechos por él, uno del General Paz y otro del Rector presbítero doctor José María Beyoda.
A los 19 años de edad, en 1827, es enviado a Buenos Aires a estudiar pintura y en 1928 regresa a Córdoba en cuya Universidad cursa sus estudios. Sin abandonarlos, abre simultáneamente una escuela de lectura, dibujo y latinidad.
Laborioso, lector incansable, busca y ensaya los mejores métodos extranjeros para implantarlos en el país. Adopta el que Vallejo introdujo en España con el título de "Teoría de la Lectura", pero éste adolece del mismo defecto de los conocidos hasta entonces. Comienza por el alfabeto, la enseñanza del cual era siempre cansadora y fastidiosa.
Marcos Sastre, maestro por vocación, observa en el niño las dificultades con que éste tropieza para aprender a leer.
Enseñar por el alfabeto resulta penoso para el discípulo, y no encontrando método alguno que le satisfaga hace él uno propio que pone en práctica con gran éxito en su escuela, y le da el nombre de "Anagnosia".
Con ese motivo en dicha escuela se implante por primera vez en Sud América un método lógico para la enseñanza de la lectura.
La palabra anagnosia significa arte de leer y se deriva del nombre griego anagnosis (lectura)
El método consiste en no empezar con el alfabeto, sino por el conocimiento de las vocales, una por día en cada lección. Formar con cada una de ellas y una consonante por vez, todas las combinaciones posibles para construir palabras; y dar las ideas que éstas representan.
Expresa que debe enseñarse por medio del sonido de las letras y no por el de ellas.
Marcos Sastre sostiene que la enseñanza debe empezar con palabras sencillas, familiares al niño, para que al comprender su significado se acostumbre a interpretar la lectura.
El niño aprenderá con facilidad, dice, siempre que se observen estas tres reglas:

1- No empezar por el abecedario.
2- no deletrear ni nombrar las letras.
3- No pasar de una lección mientras no esté bien sabida.

En 1849 el autor edita por primera vez su Anagnosia en Santa Fe.
La Anagnosia aparece impresa en gruesos caracteres, cuadernillos de papel de diario con tapas amarillas, azules o verdes. La obra completa consta de tres "cuadernos", el tercero tiene ya tantas páginas como un libro y lleva la siguiente inscripción:
"Método singular para enseñar y aprender a leer con facilidad inspirando amor a la lectura, a la virtud y al trabajo, que puede servir como primer libro de lectura para todos los métodos" .
Los alumnos, al terminar el segundo grado, conocen la Anagnosia tercera y están en condiciones de leer los diarios .
La segunda edición es publicada en 1851 por el Gobierno de Entre Ríos y la tercera en 1852, en Buenos Aires, por iniciativa del doctor don Vicente Fidel López; entonces Ministro de Instrucción Pública, quien ordena hacer veinte mil ejemplares.
Marcos Sastre nunca pidió ni recibió por ello remuneración alguna .
En 1854 el Gobierno expidió un decreto ordenando que la anagnosia fuese adoptada como único texto para la enseñanza de la lectura en las escuelas del Estado .
La anagnosia, escrita en lenguaje sencillo y familiar, despertaba el amor a la lectura porque los niños entendían fácilmente el significado de las frases; las cuales estaban llenas de enseñanzas morales, con la doble finalidad de instruir y educar .
Los ejemplos de virtud, de amor a la Patria, al hogar, al trabajo, a los semejantes, se deslizan oportunos en las lecturas con el objeto de cultivar los sentimientos y despertar en los niños los más puros ideales. Por ello el autor, al hablar de su método dice;

"Siempre he tenido la convicción de que todo libro que ofrezca sus páginas a la niñez, aún el primero en que se le enseñe a leer, debe ser un libro de educación,".
Satisfecho de su obra, con modesta sinceridad exterioriza el júbilo que le embarga por haber hallado como evitar sinsabores a los niños, y agrega:
"Y no es la brevedad la principal ventaja de este método, sino la de haber suprimido de la escuela las lágrimas y las torturas de la infancia, haciéndole apetecibles las lecciones y al aficionándola para siempre a la lectura. ¿Quien podrá calcular la trascendencia de este último hecho sobre el progreso intelectual y social de un pueblo preparado así para la instrucción".
"Enseñar por una cartilla o silabario, como siempre se ha hecho, sin que el niño comprenda lo que lee y sin inspirarle afición a la lectura, es poner en manos de un hombre un instrumento precioso, sin enseñarle a manejarlo".
"Desgraciadamente, la inercia de la mente y el tedio, resultados de la enseñanza dilatada, penosa, árida abstracta a que se encuentra generalmente sometida la niñez, esteriliza enteramente la instrucción primaria en un gran número de personas que cobrando desde la escuela aversión a la lectura que les ha costado llanto y amarguras, no vuelven jamás a tomar en sus manos un impreso".
"Bien puedo haberme equivocado respecto al alcance intelectivo de mi método; pero ¿quién me negara la gloria de haber enjugado las lágrimas y devuelto la alegría a la inocencia de haber dado el desmentido más solemne al atroz adagio de nuestros predecesores: LA LETRA CON SANGRE ENTRA?".
En 1880 habían visto la luz cuarenta ediciones del método de Marcos Sastre, imprimiéndose hasta doscientos mil ejemplares por año.
La Anagnosia tuvo una difusión enorme y tan sostenido favor de los maestros, que varias generaciones pasadas, y aún muchos de la presente hemos aprendido a leer en ella.
En su época mereció la aprobación de los gobernantes más ilustres.
Dominga Faustino Sarmiento, como maestro, supo valorar dicha obra y tuvo palabras de elogio para la anagnosia de Marcos Sastre.
Dos años después de haber abierto su primera escuela, en 1830, Marcos Sastre termina sus estudios secundarios en Córdoba y se dirige a Buenos gires, donde se inscribe en la Universidad, en el curso de jurisprudencia.
Mientras tanto, en Montevideo el Brigadier General Juan Antonio Lavalleja, que acaba de ser electo Gobernador del Estado Oriental escribe a los padres de Marcos Sastre una carta pidiéndoles enviaran a éste con el objeto de retenerle a su lado y asignarle algún destino público.
Con tal motivo, el joven estudiante interrumpe sus estudios de Derecho y va a Montevideo donde ocupa el puesto de Oficial Mayor de la Secretaría del Senado, a los 22 años de edad.
Al mismo tiempo Marcos Sastre escribe artículos sobre crítica literaria y educación popular, los cuales se publican en diarios de Montevideo y los reproducen con interés los de Buenos aires.
Transcurre un año y Marcos Sastre decide volver a Córdoba. Realiza el viaje en 1831 y contrae enlace a los 23 años de edad con la señorita Genara Aramburu, con la cual se había comprometido dos años antes.
Poco tiempo después de su matrimonio regresa con su esposa a Montevideo, continúa en el puesto de Oficial Mayor, reanuda sus actividades literarias y da a publicidad varias obras didácticas.
Por aquel entonces trátase de suprimir la enseñanza de las lenguas clásicas en los estudios universitarios, Marcos Sastre demuestra la importancia y necesidad de ellas en articulación que la prensa de nuestro país comenta elogiosamente.
Con igual propósito, edita por la imprenta de la Caridad en 1832; el "Epítome Historiae Sacrae" de Lemond, para entender el latín independizándolo del Nebrija y Calepino de Salas, y traduce al castellano el vocabulario que lleva adjunto.
En la primera edición de esta obra, Marcos Sastre traba como tipógrafo.
E1 éxito que tuvo dicho libro se desprende de su adopción inmediata en las instituciones de enseñanza de Montevideo y Buenos Aires.
Más tarde, el Gobierno Nacional, en la administración de Mitre, lo declara texto obligatorio para las Universidades y colegios de la Nación.
Entre los juicios elogiosos que mereció esta obra, destacamos el del Dr. Larsen, catedrático de Latinidad y de Historia en la Universidad de Buenos Aires, el cual dijo que el vocabulario del señor Sastre es el más correcto y castizo.
Poco tiempo después de ver la luz este libro, en 1833, estalla una revolución en Montevideo encabezada por Lavalle contra el General Fructuoso Rivera, y Marcos Sastre por no verse envuelto en compromisos políticos renuncia a su cargo y regresa a Buenos gires.
En esta Capital funda la "Librería Argentina", calle Defensa entre Belgrano y Moreno: en ella establece un sistema de trueque el cual, unido a la baratura de los libros le da rápida fama. La circulación y propagación de las mejores obras fue asombrosa y produjo una benéfica influencia en la cultura general.
De dicha librería jamás salió un libro ofensivo a la moral y las buenas costumbres.
Con el sistema de trueque Marcos Sastre solía recibir a cambio de obras muy buenas, otras que destruía para evitar así la influencia perniciosa de ciertas lecturas. Esto, sin duda en perjuicio de su comercio. .
Correcto, fino en el trato, de espíritu delicado y gran ilustración, Marcos Sastre atrae a su "Librería Argentina" lo más selecto de la sociedad.
Sus consejos son requeridos a cada instante, las consultas a las grandes obras se hacen necesarias y, para mayor comodidad, instala en enero de 1835 un "Gabinete de Lectura" en su librería, en la calle Reconquista 72. El Gabinete cuenta con mil volúmenes cuidadosamente escogidos y colocados en una habitación interior del negocio: Pronto necesita ampliarlo y se traslada a Victoria 136.
En el Gabinete los lectores se acomodan tranquilamente para leer o estudiar y mediante una pequeña suscripción pueden llevar los libros a sus domicilios. Créase así una biblioteca circulante la primera del país.
No obstante esto, Marcos Sastre presta generosamente las obras más valiosas a los estudiosos. Tiene 29 años de edad y se ha rodeado de una juventud ávida de saber, plena de entusiasmo y patriotismo. Don Vicente Fidel López lo describe así:
"Marcos Sastre era muy conocido y popular entre los estudiantes. Era bastante erudito y el primer bibliógrafo de aquellos días".
"Era un consejero siempre dispuesto a indicar lo que sabía, con un laconismo y una serenidad en la que no transpiraba nada de mercantilismo".
Con estos antecedentes no es difícil suponer cuales fueron los móviles que le guiaron a fundar el Salón Literario, en año 1837.
"El tiempo le hará ver a Ud. (dice Marcos Sastre a Esteban Echeverría) que en ningún pecho puede haber más ardiente amor a la ciencia y a la patria que en el mío".
Es pues el amor a las Ciencia y a la Patria quien lo inspira.
Con el apoyo de la juventud estudiosa, más de cincuenta socios y muchos colaboradores, entre ellos Gutiérrez, Thomson Vicente Fidel López y Echeverría, Marcos Sastre decide fundar una institución con fines de cultura. Instalar en ella una biblioteca muy seleccionada, a disposición de los lectores afectos al movimiento intelectual, y crear fondos con los cuales costera la impresión de las producciones de los socios, después de leídas y aceptadas.
Bajo tan buenos auspicios, instala el "Salón Literario"en la trastienda de su librería en dos largas habitaciones que se siguen. La biblioteca cuenta con otras prolijamente seleccionadas y al frene de ella se lee la siguiente inscripción que sirve de lema: "Adjiciamus ergo opera tenebrarum, et induamur arma lucis" : Desechemos las obras de las tinieblas, y vistamos las armas de la luz.
La inauguración se realiza un domingo en el patio de la librería, con la banda de música y tres discursos, el primero de Marcos Sastre, a continuación el de Juan Bautista Alberdi y por último el de Juan María Gutiérrez.
Preside el acto Don López y Planes.
Marcos Sastre expresa la finalidad de la institución en su discurso:
"Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina", empieza así:
"Señores: Si el establecimiento literario, cuya apertura habéis tenido a bien solemnizar con vuestra presencia, fuera semejante a los que con el nombre de Gabinete de Lectura se ven en todas las ciudades cultas, ni os hubiera molestado pidiéndoos la honra de vuestra concurrencia, ni me creería en el deber de manifestar ante vosotros, y ante toda la Nación -su plan, su objeto, su tendencia y mis miras y esperanzas como fundador de él".
...."Fácil me hubiera sido reunir en esta biblioteca un gran número de esos libros que tanto lisonjean a la juventud; de esa multitud de novelas inútiles y perniciosas, que a montones abortan diariamente las prensas europeas. Libros que deben mirarse como una verdadera invasión bárbara en medio de la civilización europea y de las luces del siglo; vandalismo que arrebata a las huestes del progreso humano un número inmenso de inteligencias vírgenes, y pervierte mil corazones puros. Porque sacando a la pública luz las pasiones más vergonzosas, los extravíos más secretos de un corazón corrompido, la crónica escandalosa de las costumbres, pican sobremanera la curiosidad de los jóvenes, halagan sus pasiones, los aleccionan para la intriga y la seducción; o cuando menos, con la novedad de las aventuras, y con lo agradable y picante del estilo, atraen innumerables lectores a esos gabinetes, proporcionando asó a sus propietarios un gran lucro; que es único objeto y anhelo".
"Pero es noble, es puro, es sagrado el fin de nuestro establecimiento. Así su fundador, como los muy estimables individuos que concurren con sus luces y sus recursos para fomentarlo y sostenerlo, han sido impulsados únicamente por el amor a la sabiduría, por el deseo de perfeccionar su instrucción, o contribuir a la de la juventud argentina."
"Primero: Reuniendo en esta biblioteca las obras más importantes de la república de las letras, y particularmente las producciones modernas que siguen la marcha del espíritu humano; haciéndolas venir directamente de la Europea, o de donde quiera que aparezca el genio o el talento; de modo que nos sea fácil conocer los progresos de las ciencias y de las artes, en el mismo orden y tiempo del desarrollo de las ideas, y de los descubrimientos. Formando una biblioteca escogida, que alimentando constantemente la curiosidad con lo nuevo, útil, bello y agradable, aficione a la juventud a los estudios serios, llene de ideas, y de los descubrimientos. Formando una biblioteca escogida, que alimentando constantemente la curiosidad con lo nuevo, útil, bello y agradable, aficione a la juventud a los estudios serios, llene de ideas su inteligencia, y de sentimientos su corazón; para que esta generación nueva, en quien reposa toda la esperanza de la Patria, se vea siempre rodeada de una attmósfera benéfica de ideas sublimes, de pensamientos grandiosos, que mantendrá en sus almas aquel temple divino de la religión y la virtud, que engendra y alimenta en la mente el ansia de saborear todo lo bello, todo lo grande, todo lo útil, y nos hace hallar con desdén esas sabandijas literarias,, que se revuelcan en el cieno amontonado por sus corazones corrompidos; con el cual, si no atollan, salpican l enos la blancura de las almas que a ellos se acercan. Muy distante está el fundador de este Salón Literario de creerse dotado de los conocimientos, del buen gusto, y tino indispensables para juzgar del mérito de los libros que deban admitirse o rechazarse, pero el éxito que tengan a su publicación, la crítica de los sabios, y el juicio de nuestros literatos, serán el criterio que le guíe, el bieldo que empuñará para separar el trigo de la cizaña, y de la paja. En una palabra, Señores, todo libro que de un impulso notable al progreso social, tendrá un lugar en esta biblioteca: sino, no".
"Segundo: Estableciendo un curso de lecciones, o más bien de lecturas científicas, que tengan por objeto: -ya exponer las altas concepciones filosóficas de los sabios, tales como Vico, Heder Jouffroí; -ya expresar en nuestro idioma los acentos poéticos y religiosos de almas como las de Lamartine y Cheteaubriand: - ya dar cuenta de los progresos de las artes industriales, discurriendo sobre su intromisión y aplicación en nuestro país; -ya comunicar ideas y nociones importantes sobre la religión, la filosofía, la agricultura, la historia, la poesía, la música y la pintura".
"Acabo de exponeros el plan y lo objetos de este establecimiento; pero muy lejos está de haberse llenado completamente desde el día de su apertura. La obra está empezada, el tiempo la llevará a su perfección"....
Mas adelante agrega:
"¡Ah, señores!, si como arde mi alma en el amor de la ciencia, tuviera los conocimientos técnicos, y los talentos literarios que me faltan, yo reuniría aquí todo el saber argentino, y se levantaría una institución científica, de que pudieran gloriarse muchas naciones cultas, y que produciría inmensos bienes a la Patria. Porque yo veo, Señores, que el país ha dado un gran paso hacia su engrandecimiento".
"Porque tengo por indudable que estamos en la época más propia y que presenta más facilidades para dar un empuje fuerte a todo género de progresos".
"El objeto de la educación, prosigue, es dirigir el desarrollo de los órganos, y de las facultades intelectuales del hombre".
"La enseñanza pública, según se ha practicado en nuestro país, es responsable de los males causados a la sociedad por la cultura exclusiva de algunos conocimientos, con perjuicio de otros quizás más esenciales para formar al hombre".
"Empero, dice Marcos Sastre, ¡cuántos hay que abrumados con el rudo peso de las aulas, no han tenido fuerzas ni tiempo para buscar el verdadero camino del saber! Se ha secado su inteligencia, se ha helado su corazón, y no viendo ya en los estudios más objeto que el lucro, salen de las universidades a explotar la sociedad para su provecho; y como los gusanos que no se alimentan sino de muerte y corrupción, tienen que buscar su sustento en las dolencias y en los vicios de los hombre. Estos son, después, los que primero y más obstinadamente rechazan la luz y la verdad; porque a favor de las tinieblas de la ignorancia engordan impunemente con los frutos de la mentira y del error. Estos son los que hallan la moral y la justicia, por tragarse las dignidades y las riquezas. Estos los que tan henchidos de presunción como obstinados, llenos de confianza en su capacidad, y admiradores de sí mismos, se entrometen en dirigir los destinos de los pueblos, creyéndose investidos de tan alta misión, y no hacen más que añadir yerro sobre yerro, absurdo sobre absurdo; todo lo atrasan, todo lo arruinan; porque espíritus tar, (o mediocres cuando más) todo lo hacen por imitación y por plagio. He aquí, Señores, una de las primeras causas de los grandes errores políticos, y de los crueles males que ha sufrido esta tierra".
Por último, después de una serie de consideraciones interesantes, Marcos Sastre termina su discurso diciendo:
"Todos, pues, debemos esforzarnos en sostener la marcha del progreso pacifico de la nación"'.
"A vos, particularmente, juventud virtuosa y sabia, está encomendada la alta misión de dar ciencias, artes, industria y gloria a la nación. ¡Oh, feliz generación, que le ha tocado en suerte el tiempo más oportuno para llegar al templo de lo Inmortalidad y la Gloria! No de esa inmortalidad y esa gloria conquistadas o costa de sangre y de lágrimas; sino de la verdadera gloria, de aquella fatua inmortal que se adquiere al precio de hacer bien a los hombres; de esa fama, de esa gloria pura que no deja en lo humanidad sino dulces recuerdos e inmensos beneficios".
"¡¡¡Jóvenes!!! Medio siglo debe pasar ante vosotros: Considerad cuánto puede hacerse en medio siglo".
"-¡Fé en el porvenir! - ¡Sed el ejemplo de todas las virtudes: -Sed los apóstoles de la paz, de la moderación y de la sabiduría! - y cumpliréis vuestra misión!"
El discurso de Juan Bautista Alberdi llevaba por título:
"Doble armonía entre el objeto de esta institución, con una exigencia de nuestro desarrollo social; y de ésta exigencia con otra general del espíritu humano".
Y por último la disertación de Juan María Gutiérrez se titulaba: "Fisonomía del saber español; cual deba ser entre nosotros".
Las actividades de la institución se realizan con el mayor entusiasmo, en sucesivas reuniones.
Se lee el canto de la "Cautiva'", poema entonces inédito, de Echeverría, Alberdi explica una parte de su obra "Fragmento preliminar al estudio del Derecho" y se da noticias de un libro que prepara Marcos Sastre sobre "Merinos y el refinamiento de las lanas; con un tratado de Economía Rural y Doméstica con aplicación a las necesidades de nuestro país".
La biblioteca se enriquece con obras expresamente traídas de Europa y la afición a la lectura de los buenos libros se intensifica.
Para aquellos tiempos, bajo el gobierno de Rosas, época de odios y pasiones, una institución cultural era como una flor exótica en un clima adverso.
El Salón Literario estaba condenado a tener vida efímera.
Pocos días después de su inauguración el doctor Maza da una broma al doctor Vicente López y Planes diciéndole algo sobre su asistencia a la "función de los muchachos reformistas y regeneradores" y agrega: "Juan Manuel de Rosas, dice que Vd. es demasiado bueno y débil: que ese no era su lugar".
Frecuentaba el Salón Literario el editor Pedro de Angelis, espía de Rosas, quien vigilaba las tendencias de los asociados.
El tirano tolera las reuniones mientras no se hable de política, pero hacia ese plano se van inclinando los ánimos.
Marcos Sastre trata por todos los medios de encauzar las ideas hacia los temas literarios, científicos y artísticos, pero resulta muy difícil.
El 28 de setiembre de 1837 escribe una carta a Esteban Echeverría ofreciéndole la Dirección del Salón Literario, basándose en motivos que expresa así :
"Yo pienso señor Echeverría y me atrevo a asegurar que Ud. está llamado a presidir y dirigir el desarrollo de la inteligencia de este país. Ud. es quien debe encabezar la marcha de la juventud; Ud. debe levantar el estandarte de los principios que deben guiarla, y que tanto necesita en el completo descarrío intelectual y literario en que hoy se encuentra. ¿No se siente Ud. allá en su interior un presentimiento de que está destinado a tan alta y gloriosa misión. Ya es tiempo señor Echeverría de hacer brillar la luz. Es menester no dar lugar a que esta juventud que rompe a gran prisa las ataduras del error de una generación extraviada, vaya a extraviarse a su vez por falta de una guía ilustrada. Ya es tiempo dé que Ud. que reúna a la instrucción, el don de la palabra, el crédito literario y la edad juvenil ponga en acción éstos poderosos resortes y no espere a que se inutilicen, por las falsas doctrinas y las pretensiones de algunas cabezas incapaces de empuñar el cetro de la inteligencia. A Ud. le toca no lo dude; y de aquí nace mi empeño porque Ud., se ponga a la cabeza de éste establecimiento".
"Yo estoy dispuesto a cumplir con lo que he propuesto a Ud. desde el mes entrante ; y creo que Ud. no tendrá más obstáculos que la duda sobre el buen éxito de la empresa, y tal vez la duda sobre mi discreción".
"En cuanto a lo primero no digo más sino que el éxito de toda empresa corresponde siempre a la fuerza de la voluntad, cuando no son cabezas torpes las que trabajan. El hombre puede lo que quiere"'.
"Sobre mi discreción ¿qué más puedo hacer que obligarme con el más sagrado juramento? Si Ud, conociese mi corazón, todo sería decir y hacer. Pero el tiempo le hará ver a Ud, que en ningún pecho puede haber más ardiente amor a la ciencia y a la patria que en el mío".
"Conozco que para dirigir la juventud que aspira al saber, es preciso no descubrir que se pretenda dirigirla; y así el silencio es el más seguro garante del buen resultado en cuanto trabajemos por el bien de la juventud y de la patria. Secreto pues. Por lo que a mi toca jamás se me ha tachado de indiscreto".
La trascendencia de esa carta se presta a profundas reflexiones.
Posteriormente, la policía hace algunas advertencias amenazadoras a Marcos Sastre y éste se ve obligado a rematar su librería y clausurar el Salón Literario.
La juventud resuelve formar una sociedad secreta con el nombre de Asociación de Mayo, Echeverría dirigirá esa juventud, tal como lo había previsto Marcos Sastre, y ha de elaborar el programa, las bases, los objetos y el Dogma por el cual trabajarán.
"Jamás hubo en Buenos Aires y quizá en toda América librero tan desinteresado y altruista como Sastre: (dice Alberto Palcos) desinterés y altruismo pagados con usura. De la jabonería de Rodríguez Peña sale la Revolución. De la librería de Sastre la "Joven Argentina" y, con ésta el pensamiento de continuar aquel sagrado despertar de nuestra nacionalidad.
Marcos Sastre había invertido un importante capital en la Librería Argentina y sufre un rudo quebranto al verse obligado a rematarla precipitadamente.
No eran tiempos aquellos para detenerse a pensar en los bienes de fortuna, y para evitar mayores males se instala en el campo.
Compra una majada de las ovejas más finas del país, sitúa su rebaño en la margen izquierda del Río de las Conchas y construye un hermoso edificio adecuado a las necesidades de ese género de labor.
Se dedica a la cría de merinos, estudia el mejoramiento de las lanas, sigue los consejos de Clauz, cuya traducción del alemán acaba de publicar y prospera rápidamente, pero el largo bloqueo francés termina por perjudicarlo.
En el pueblo de San Fernando posee una propiedad, residencia de su familia, desde cuyo lugar, hoy calle Alsina 962, efectúa paseos por las islas y enamorado de sus bellezas, en una de ellas forma una quinta a la cual lleva, desde su casa de San Fernando, las mejores especies de frutales.
Allí realiza largos y pacientes estudios sobre condiciones de la tierra, geología y productos naturales. Observa la vida de los animales que le son comunes y descubre sus costumbres más particulares clasificándolos de acuerdo con la ciencia.
Con ese motivo, bajo el hechizo de un paisaje de vegetación lujuriosa, de colorido fascinante, con un río generoso por la variedad de sus peces y una naturaleza espléndida por la exquisitez de sus frutos, Marcos Sastre describe esas islas como no lo ha hecho otro alguno y difícilmente lo puedan superar.
Es el hombre solitario en un cuadro soberbio de la Naturaleza, que va descubriendo las maravillas más excelsas ante las cuales se detiene, de cuando en cuando, para gozarlas con exquisita fruición.
Es el alma dulce y serena del poeta que no encontrando otra forma de manifestación más digna, se postra y canta.
El Tempe Argentino, su obra maestra, es un poema en prosa de sencillez admirable, verdadera joya de nuestra literatura.
Marcos Sastre lo da a la prensa recién en 1858 en la "Biblioteca Americana". La primera edición de mil ejemplares lleva como subtítulo: "Impresiones y cuadros del Paraná"; se vendió con rapidez y "el autor rehusó generosamente aceptar las utilidades que le correspondían según convenio con el doctor Magariños Cervantes".
De los numerosos y autorizados juicios que aparecieron con respecto a dicho libro, veamos algunos párrafos del Coronel D. J. Tomás Guido, socio corresponsal y honorario de la Sociedad Etnológica y de las Ciencias Naturales de Bruselas, etc., etc.
"El autor ha desempeñado con fortuna el plan que se propuso, y ha levantado la cortina que escondía todavía a los ojos de los extraños y numerosos hijos de este país los tesoros del delta".
"El ha mostrado delicado acierto en las comparaciones de esta región del nuevo mundo con el Valle de Tempe, regado por las mansas agrias del Peneo y que fui para a poesía griega la imagen de los Campos Elíseos".
"Además, los naturalistas agradecerán las nociones peregrinas y prolijas que ese estudio suministra sobre aves y cuadrúpedos que se albergan en las frondosas arboledas de aquellos selváticos sitios. Esos detalles sobre sus costumbres, sus instintos y sus variedades son motivo agradable de especulaciones para la ciencia, y de embeleso para los que aman los placeres sencillos".
Joaquín Requena escribe a Marcos Sastre algunos párrafos como éste :
"He leído tu bellísima obra y rebosando mi corazón de gozo y de entusiasmo, no puedo menos de significarte mi reconocimiento por este nuevo e importante servicio que haces a las ciencias, y por el honor que das a la civilización sud americana, felicitándote al mismo tiempo por el aprecio y distinción que te hará merecer de todo el mundo, ilustrado" .
"Te protesto, mi amado Marcos, que esa lectura ha suavizado mucho mis penas, pues que, repetida varias veces, he encontrado cada vez nuevos encantos que admirar. Ya se ve; es tu escrito tan americano, tan sabio, tan elocuente, tan bello".
El doctor Juan María Gutiérrez le expresa lo siguiente: "Creo que usted ha acertado a escribir el mejor libro que por mucho tiempo saldrá de las prensas de Buenos Aires". . .
"Su Tempe es una prueba de lo mucho que hay que prepararse para poder producir una obra digna de atención".
"Sin las asiduas y espontáneas lecturas que ha hecho usted en muchos idiomas, sobre agricultura, sobre industria práctica, sobre educación, etc., no habría usted acertado a escribir con tanta propiedad; así como si usted hubiese depravado su alma con los ejemplos que no le han faltado, tampoco habría podido comprender ni representar con palabras esos cuadros amenos y pacíficos que unos tras otros se desenvuelven en su libro".
Y, por último transcribiremos sólo algunos conceptos de los muchos vertidos con respecto a esta obra por el sabio naturalista alemán D. Federico Leybold:... "allá el Delta Argentino, cuyas bellezas olvidadas reveló al mundo admirado el profundo observador y elegante escritor que le dio nombre al abrir sus puertas a la industria humana, y cuya fe. de bautismo -El Tempe Argentino- es una de las más ricas joyas que dan lustre y gloria a las letras sur-americanas"-
Fructífero fue este recorrer de Marcos Sastre por las islas y casi negamos a bendecir su mala fortuna que le llevó a refugiarse en el campo, si con ese motivo pudo escribir obra tan delicada y hermosa.
El Tempe Argentino aparece por segunda vez en 1859.
Un decreto público del Gobierno de Buenos Aires firma do por don Bartolomé Mitre, declara al Tempe Argentino "Texto de lectura" y "libro de premio para las escuelas Argentinas" suscribiéndose con la sufra de cinco mil pesos a la segunda edición de la obra, en 1859.
La práctica que tuvo Marcos Sastre en el cuidado de sus ovejas, el estudio de libros especiales y el continuo trato con criadores experimentados lo capacitaron para escribir el "Manual del pastor y criador de ovejas".
En la educación de sus hijos ocupa también gran parte de su tiempo, su familia es numerosa.
Es sin duda mientras educa a sus hijos cuando escribe el hermoso opúsculo "Consejos de Oro", sobre educación escolar y doméstica el cual mereció los más altos elogios de todos sus críticos.
Son consejos tan llenos de sabiduría, que debieran servir de enseñanza a las madres, y los maestros, para los cuales fueron escritos.
La dedicatoria, de ingenua sencillez, es la siguiente:
"Los consejos que os ofrezco, serían de un bajo metal si fuesen míos. Los he sacado de tres libros, después de un estudio dilatado: el libro de la Religión, el libro de la Ciencia, y el libro de la Naturaleza".
La introducción dedicada a las madres, semeja un canto bíblico. Veamos algunos párrafos del capítulo primero:
"Madres amorosas que tanto anheláis la felicidad de vuestros hijos: oíd los documentos que os enseñarán a dirigir sus corazones desde los primeros días de su existencia".
"Seréis verdaderas madres, no solamente porque ellos son el fruto de vuestro seno, sino por haberlos criado a vuestros pechos y haberles inspirado las virtudes..."
... "Y así como se alimentan en vuestro regazo con
la leche de vuestro seno, así también se nutrirán sus almas con los afectos más puros y los buenos sentimientos que sabéis inspirarles".. .
"La infancia es la época más importante para la educación; en ella se desenvuelven todas las facultades humanitarias, y germinan los sentimientos primeros, que son los cimientos de la moralidad futura"...
"No suscitéis en vuestros hijos una emulación peligrosa, madre del rencor o de la envidia. Conservad entre ellos el cariño y la indulgencia fraternal, siendo juez imparcial, aún en sus más pequeñas diferencias, y dándoles a todos una parte igual en vuestro corazón"...
"El amor es la luz, es el aire vital del alma. El principio, el móvil, el sentimiento dominante en el corazón del niño, como en todo corazón puro, es el deseo de amar y ser amado, tan innato e inextinguible en el alma humano, como el sentimiento moral .y el sentimiento religioso"...
No menos sabios son los consejos a los maestros.
En los años de vida retirada, o rural, Marcos Sastre no permanece inactivo, sus tareas hogareñas, literarias y ganaderas le absorben por completo. Sin dejar por esto de preocuparse por el porvenir de la Patria, a fin de librarla del régimen de tiranía que imperaba entonces.
Corre el año 1840, el país se agita en el terror; sus mejores hombres emigraron y los pocos que no logran hacerlo, desconfían y temen. La delación es el arma denigrante, empuñada por almas mezquinas.
Marcos Sastre, hombre culto y estudioso, no había de es captar aún en su oscuro retiro.
Lo clasifican "salvaje unitario" y le confiscan sus bienes. Con tan funesta advertencia, era seguro que la vida corría peligro; Marcos Sastre y toda su familia, se refugia en casa de unos ingleses en Buenos Aires.
Creyendo próximo el fin de su existencia, reune sus do-
cumentos y escribe precipitadamente una obrita con el título de "Cartas a Jenuaria" (Cartas a llenara) la cual hace imprimir con todo sigilo. La tal obra -según Magariños Oervante- no era otra cosa que su testamento y una conmovedora despedida a su familia y a su patria.
Pero el puñal del tirano no había de tronchar la vida de Marcos Sastre, quien obtiene el desembargo de sus bienes y en 1846 toma a su cargo la dirección del Colegio que había sido de los Jesuitas, con el título de Sub-Director.
En esa oportunidad hace un reglamento para el colegio que dirige.
Escribe un discurso, el cual no es aprobado por Rosas después de la batalla de Caseros lo encuentra el doctor Alsina, y tiene la deferencia de entregárselo a su autor. Don Manuel de Rosas solicita la colaboración de Marcos Sastre en la "Gaceta", con el mismo sueldo que el Redactor principal, pero él rehusa terminantemente a pesar del peligro que esto significa para su persona.
Se retira a San Fernando, donde se instala como maestro de primeras letras. Dos años más tarde es perseguido por uno de los hombres de Rosas, don Antonio Reyes.
Marcos Sastre con toda su familia se refugia en Santa Fe, protegido por el general don Pascual Echagüe, quien sabe apreciar los méritos del noble educacionista y le confía la dirección de la enseñanza primaria.
Queda sola su casa y la quinta de San Fernando, que no tardan en ser presa del saqueo y la devastación de la mazorca. Pero su familia y su persona se encuentran a salvo y él puede dedicarse de lleno a las actividades que le son más gratas; la enseñanza y la literatura.
En esta oportunidad y con motivo de inaugurarse el Colegio de San Gerónimo, compone una hermosa poesía para el acto que va a realizarse el 25 de Mayo, la cual lleva el título de "Himno Patriótico" y empieza así :
coro
Juventud emprended el camino
Del honor, la virtud y el saber,
Que el glorioso renombre argentino
En su brillo debéis sostener.

Apareció en el Nº l14 del semanario "El voto santafecino", al día siguiente de la inauguración del Colegio, el 26de mayo de 1849. Consta de dieciocho estrofas y es quizá la única poesía que lleva su nombre al pie.
En esa época sale también a la luz la primera edición de la Anagnosia "costeada por su autor'".En el mismo año 1849, el general don Justo José de Urquiza lo llama a Entre Ríos y lo nombra Inspector General de Escuelas.
Con ese motivo Marcos Sastre lleva su familia y se instala con ella en dicha provincia.
Al frente de la instrucción pública redacta un Reglamento para las escuelas. Publica éste y un sistema de enseñanza primaria.
La provincia se pronuncia contra Rosas el 1º de Mayo de 1851y Marcos Sastre, que goza de la confianza de Urquiza, acepta la Redacción en Jefe de "El Federal", periódico oficial del Paraná.

Simultáneamente colabora 9seribiendo artículos en "Regeneración" de Concepción del Uruguay, y después en el "Iris".
Refiriéndose a esa época el doctor Antonio Sagarna, al hablar sobre Entre Ríos en su conferencia del 8 de Junio de 1941; titulada "Síntesis histórica de la provincia desde la caída de Ramírez hasta la presidencia de Mitre", en la Academia de la Historia, dijo:
"Urquiza prepara el espíritu público para la rebelión, la liberación y la organización por la enseñanza escolar, por las bibliotecas y por la imprenta desde Alcaraz, y aún antes quizá y así, a los datos que sobre escuelas y colegios he mencionado, agregaré que, como lo he manifestado en otra oportunidad, por intermedio de su hijo Diógenes compró -libros a de Angelis, por intermedio de don Vicente López y Planes compró muchos libros y por intermedio de Larroque compró más libros; que antes del año 48 existía el periódico "El Federal Entrerriano", en 1850 salieron "El Porvenir de Entre Ríos", "El Progreso de Entre Ríos" y "La Regeneración", en 1851 surge "El Iris Argentino", y en esos órganos de la prensa escribían hombres ilustres y dignos, como José Ruperto Pérez, futuro constituyente; Isidoro de María, uruguayo; Marcos Sastre, Carlos de Terrada, doctor Juan José Juárez, Diógenes de Urquiza, Juan Francisco Seguí y otros similares".
"Por ley del 29 de Agosto de 1849 se creó una junta directora de escuetas de primeras letras, y en cada departamento, comisiones inspectoras de escuetas y, para toda la provincia, un inspector visitador, con funciones bien fijadas y coordinadas, que permitían el fomento, estímulo y control de la enseñanza. La primera provisión -de cargos se hizo en noviembre lo del mismo año, y las personas elegidas constituían la parte más expectable de cada localidad; el primer inspector visitador fue el Pbro. José María Delgado, de capacidad pedagógica e integridad moral notorias; fue reemplazado más tarde por don Marcos Sastre, el promotor de aquellas tertulias del 37, de las que salieron el Salón Literario, la Asociación de Mayo y, en definitiva, el programa de la Organización Nacional de 1853. La actuación de Sastre fue admirable, y ella sola forma una página luminosa en la historia educativa de Entre Ríos, pues se ocupó de fundar escuelas de la reglamentación general, de los programas y textos, de los consejos escolares, de la edificación, de la chacra-granja de los colegiales, de la ampliación del Colegio Entrerriano, después Colegio Nacional del Uruguay, etc."
Inmediatamente después de la caída de Rosas "el Gobierno de Buenos Aires manifestó al de Entre Ríos en una nota oficial sus deseos de que el señor Sastre viniese a prestar sus servicios a Buenos Aires y en consecuencia aquí se le dio el empleo de Bibliotecario".
En Marzo de 1852 le nombran Director de la Biblioteca Pública y poco tiempo después Regente Fundador de la primera Escuela Normal.
Vióse enredado en intrigas políticas, unas veces de parte de los federales y otras de los unitarios. Estos le envuelven en una ca1ulnnia y le quitan el puesto de Director de la Biblioteca.
"Güelfo entre los Gibelinos y Gibelino entre los Güelfos" decía Marcos Sastre.
Lo encarcelan en su casa, sé incautan de sus papeles, le sellan su biblioteca y por último lo aherrojan en un calabozo, incomunicado.
Mientras tanto dos de. sus hijos, de 14 y 16 años de edad están en. las trincheras defendiendo la ciudad, durante el sitio de Buenos Aires.
Tres años pasó Marcos Sastre en San Fernando, desde 1852 a 1855, sin poder pisar en Buenos Aires.
El Gobernador, General Guillermo Pinto y su Ministro Torres, en el decretó que dietaron para destituir a Marcos Sastre decían que éste "había pasado al campo enemigo a conferenciar con el General Urquiza".
Todo lo cual era absurdo y descubierta la verdad, pronto llegó la justa rehabilitación.
En 1854 el Gobierno Oriental le nombró Director de la Escuela Normal que debía instalarse en Montevideo: "más impedimentos insuperables, dice Marcos Sastre, me obligaron a renunciar tan honorífico cargo".
El mismo año 1854 aún sin salir de San Fernando, el autor de la Anagnoáia da a la imprenta su "Ortografía Completa", de la cual dijo el Rector de la Universidad y Jefe del Departamento de Escuelas, doctor Barros Pazos que "la obra era excelente, que hacía honor al país, etc., etc. ".
En 1855 Marcos Sastre recibe en San Fernando una nota oficial del señor Valentín Alsina con el nombramiento de Inspector General de Escuelas.
Domingo Faustino Sarmiento entra de Jefe del Departamento de Escuelas en 1856.
En 1857 Marcos Sastre recorre las escuelas para dejar fructífera simiente. Docto en la materia, animado de patrióticos propósitos, e iniciativas personales; emanadas del conocimiento práctico de la instrucción primaria, sabe las orientaciones que deben darse a la enseñanza.
Don Isaac Areco dice :
"El señor Sarmiento, dotado de un espíritu ardiente, de una inteligencia fecunda y llena de erudición, devuelto a su patria por la ola de la revolución que derrocó a Rosas y en la que tuvo una gran parte, quiso prestarle el mismo importante servicio que a Chile su segunda patria, levantando la educación de la postración en que se hallaba, y en esta grande obra de regeneración, imposible de llevar a cabo si no se hubieran creado muchos elementos, encontró al señor Sastre que "por su consagración constante a la enseñanza de la juventud, (según el mismo señor Sarmiento ), había adquirido la experiencia que indica los vacíos que han de llenarse para hacer la fructífera y los métodos de enseñanza que mejores resultados producen" .
Han transcurrido cinco años de la calda de Rosas, durante cuyo gobierno la instrucción popular quedó abandonada.
Todo está por hacerse. No hay maestros normales, los edificios carecen de condiciones higiénicas, el moblaje es muy precario o no existe y el material de enseñanza escaso o nulo.
La "Escuela de la Patria", como se la llamaba entonces, sufre el desprestigio, hay escasez de a1ulnnos y asistencia muy irregular.
Con tan ingrata perspectiva, Marcos Sastre emprende la difícil empresa de organizar la instrucción pública.
Una nota de Sarmiento, del 4 de Marzo de 1857, dirigida a los Jueces de Paz y á los Presidentes de las Municipalidades anuncian la visita del Inspector General de Escuelas, don Marcos Sastre, a los distritos. Oficialmente autorizado por ella y por el prestigio moral que acompaña a su persona, Marcos Sastre comienza la obra.
Su experiencia de veinte años de actuación profesional han de facilitarle la tarea.
Debe realizar esfuerzos inauditos y los obstáculos parecen insalvables, pero se entrega con ardor a la acción sin reparar en dificultades e inconvenientes.
Los edificios escolares son inadecuados, poco espaciosos; Marcos Sastre pide colaboración a las autoridades locales y al pueblo para su reforma, ampliación o simplemente con el Objeto de hacerlos habitables.
"Erigid (dice en uno de sus discursos) un edificio digno de su destino, que merezca ser el templo de la virtud y de la ciencia; con capacidad suficiente para todos los que necesitan el pan de la enseñanza; y dotadlo de profesores hábiles y virtuosos, bien remunerados".
La lucha es ímproba para instalar escuelas donde jamás existieron o donde fueron suprimidas durante la tiranía.
Consigue interesar a los jueces de Paz y a los Municipales para que atiendan a las necesidades de la enseñanza popular y, en muchos casos aquellos llegan a -costear los útiles y dar un sobresueldo a los maestros.
Algunos padres se resisten a mandar los hijos a la escuela porque los necesitan en las tareas rurales. Otros tienen como disculpa el inconveniente de la distancia y hay quienes temen ocupen mucho tiempo en aprender lo más rudimentario.
Marcos Sastre encuentra la causa del desinterés de los padres en la deficiencia de la enseñanza e implanta su método, el cual al dar mayor rapidez a la adquisición de los conocimientos evita la deserción y regulariza la asistencia escolar.
Se empeña en familiarizar a los maestros con el uso diario de los registros, compenetrándolos de las ventajas que reporta a la enseñanza el llenarlos con puntualidad y exactitud.
La falta de orden y disciplina obedece, entre otras causas a la inconveniencia del local y de los muebles. Para subsanar esto último Marcos Sastre dice en su informe:
"Me atrevo a proponer a V. S, con este objeto la forma y dimensiones de las mesas que hice construir en 1852 para la Escuela Normal, hoy colocadas en la Universidad. . .
"Siendo Inspector General de las Escuelas de la Provincia de Entre Ríos, en1849, introduje con el mejor resultado en las principales el sistema de mesas y asientos que propongo.
"Cada mesa sirve para dos alumnos; el asiento con su respaldo está adherido a la parte posterior de la meja, sirviendo para la mesa delantera. Esta conformación entre otras ventajas, tiene la de acomodarse a las áreas de todas dimensiones,'y ofrece la comodidad del respaldo, de que hasta hoy carecen los niños en todas las escuelas públicas y privadas; lo que les obliga a una postura incómoda, opuesta a su desarrollo físico y a la conservación de la salud".

El 17 de Octubre de 1858, Marcos Sastre llega al pueblo de Baradero, observa la belleza y la feracidad del suelo y la buena disposición de sus habitantes para toda iniciativa de educación popular.
Entusiasmado por el ambiente propicio, proyecta una escuela de agricultura. De acuerdo con la Municipalidad, ésta concede una cuadra de terreno dentro del pueblo y resuelve destinar cuarenta mil pesos para la construcción del edificio, y que dicha escuela comprendiese la.,enseñanza teórico práctica de la agricultura. También señaló la extensión de terreno necesario para la fundación de una "Quinta Normal" o "Granja Modelo"; para esta última el autor del Tempe Argentino, cedió un terreno de su propiedad.
Marcos Sastre traza el plano dándole extensión para cuatrocientos alumnos de ambos sexos, el cual reúne las buenas condiciones deseables.
El gobierno acordó la ejecución de dicho proyecto de la primera escuela de agricultura en nuestro país, pero no se realizó debido a que sobrevino la guerra civil.
Continúa su inspección y en todas partes deja huellas de su paso, creando escuelas, uniformando la enseñanza por el reglamento y el "Sistema Sastre", e implanta horarios de clase.
En cuanto a disciplina, proscribe el uso de la palmeta, la cual no se había abandonado del todo y prohíbe las penas afrentosas a los alumnos.
Las escuelas carecen de libros, y crea las bibliotecas escolares.
En la mayoría de los casos los libros de enseñanza no eran adecuados a la mentalidad infantil de nuestro ambiente, o no los había y Marcos Sastre llena esos vacíos con sus propias obras.
Así, faltaba un método conveniente de caligrafía y escribe su "Método ecléctico" necesitaban una Aritmética y él compone sus "Lecciones de Aritmética". Falta un texto sencillo y breve de gramática y Marcos Sastre publica "Lecciones de Gramática Castellana". Y así, sus libros fueron escritos uno a uno para ir llenando necesidades apremiantes.


Después de cinco años de ímprobas tareas tiene al fin la satisfacción de expresar en su informe lo siguiente :
"Era preciso crearlo todo, el banco, el libro, el discípulo y el maestro, era indispensable estimular al niño, hacerle amar la escuela e inspirarle la obediencia; no era menos necesario improvisar preceptores, ofreciéndoles un sistema de enseñanza sencillísimo y métodos al alcance de los más ignorantes.
"¡Y todo esto se ha hecho, señores del Consejo!"
Estas breves y sencillas palabras sintetizan su gigantesca obra.
"Tenemos organizada con elementos propios, agrega, la enseñanza primaria de nuestros hijos. Desde el bufete en que se coloca al niño y el silabario en que aprende a leer, hasta el libro que le inspira amor a Dios, a la virtud y al trabajo, y el que enseña o su maestro de qué modo lo ha de educar para la tierra y para el cielo, como cristiano y como ciudadano; textos, métodos, régimen y doctrinas, todo es argentino".
He ahí realizado su ideal, poseer elementos exclusivamente argentinos, para la educación pública. Todo es obra suya. Y errando la envidia pretende herirle, su alma se entristece; tiene palabras de amargura, pues tal compensación recibe después de cruentos sacrificios por la cultura del pueblo.
Veamos su justo reproche: "En vano se han dirigido contra mí solo todos los golpes de una injusta crítica, como si yo hubiera sido el director o el árbitro en la organización de las - escuelas, siendo así que como Inspector he ocupado siempre un puesto secundario bajo la dependencia del Jefe del Departamento y del Gobierno; y si éstos han tenido a bien aprobar y aceptar mi sistema de enseñanza, mis textos y todos mis trabajos, ha sido porque veían en ellos el fruto de treinta y más años de estudio y de práctica, y porque los juzgaban superiores a los que nos habían legado y nos brindaba la madre patria".
Más adelante agrega: "...la vocinglería que se ha levantado contra la adopción de los numerosos textos del Inspector General de las Escuelas, es hija de la ignorancia y tiene por padre un sentimiento menos puro que el amor a la ilustración".
El hombre al elevarse sobre el nivel común de la gente, proyecta la inevitable sombra de su figura. Ella oscurece a los incapaces de surgir y los convierte en implacables enemigos.
Marcos Sastre sufría esa consecuencia de sus triunfos.
En 1865, nombrado Director de la Escuela Normal que, por segunda vez acaba de fundarse, emprende la ardua obra de su organización; Santa Olalla, el Sub-Director, le dificulta la tarea; y, por otra parte, un decreto del Gobierno le coloca en la alternativa de renunciar a la propiedad literaria de sus obras, o al puesto de Director que ocupa. Se decide a esto último y envía su renuncia con expresiones dignas del filósofo que menciona:
"Al volver a retiro, después de veinte años de consagración a la enseñanza, para continuar siempre en la obra de la ilustración del pueblo, que ha sido la ocupación principal de toda mi vida tengo que suplicar a V.E. haga efectivas las disposiciones vigentes y al amparo de las leyes contra la cábala que intenta aniquilar el legítimo producto de mis trabajos didácticos; único recurso que me queda, y único legado que podré dejar a mi familia. Mas, si aún ese me faltase por el triunfo de la maldad, todavía podré decir a mis doce hijos lo que Séneca, despojado y sacrificado por Nerón, dijo a sus deudos al morir: "Os dejo el único bien que me queda -el ejemplo de mi vida".
Maestro de verdadera vocación, Marcos Sastre amó la niñez con ternura, quiso para ella la escuela higiénica, grande, hermosa llena de aire y de luz, con calefacción en el invierno.
"También convendría, dice, que en las, nuevas construcciones se descuide menos de lo que se ha hecho, la ventilación y calefacción en los salones. Aunque es benigno nuestro clima, hay sin embargo días de invierno muy rígidos".
Deseaba que todas las escuelas estuvieran rodeadas de ángeles.
En cuanto a los maestros, tiene para ellos las mayores consideraciones; quiere su perfeccionamiento y el respeto público por su alta y delicada misión. Solicita se les asigne una retribución honorable, pues la precaria asignación mensual no les permite mantenerse en el rango que les corresponde frente a sus alumnos.
"Uno de los mayores obstáculos para el buen éxito de la enseñanza, dice, es la falta de consideración, la poca importancia que se da a las personas que se consagran a este ministerio. Sin consideración no hay influencia; y sin influencia, ¿Cómo dar impulso a una obra enteramente moral, como la educación ¿Cuál será la influencia del preceptor sobre el espíritu de sus alumnos, si no goza de una posición honorable, sin los padres hablan con desdén del maestro en presencia de sus hijos, si lo tratan como a un mercenario que juzgan demasiado pagado para lo que hacer ¡Tal es sin embargo, la injusticia, y tal la torpeza de la mitad de los padres de familia; tal la injusticia de la Sociedad en general que debiera por interés de ella propia, llenar de consideraciones y comodidades a los hombres virtuosos que se consagran a la misión tan sagrada y grave como ardua y penosa de la educación Y ¿acaso no contribuye a esta injusticia y depresión la ley misma, por la escasa asignación con que retribuye los importantes y honorables servicios del preceptor?
La escasa remuneración que se da a los institutores es de un sombrío presagio, y es el único obstáculo real con que tiene que luchar la causa de la educación. Necesitamos para nuestras escuelas hombres capaces, dignos por su inteligencia y moralidad de que se les confíe la juventud. Paro conseguirlos es menester recompensarlos generosamente y rodearlos de la consideración y el respeto que merecen. Las funciones del institutor deberían ser consideradas y remuneradas como las más arduas y las más honorables de la Sociedad.
Marcos Sastre pide se les de la jubilación a los maestros para asegurarles la tranquilidad en la vejez, dice así :
"También contribuiría sobremanera a relevar la profesión de la enseñanza, a estimular a los que la ejercen, y hacer más llevadera su ingrata tarea y privaciones; una pensión de retiro que pusiera los días de la vejez al abrigo de la indigencia.
"Ya que no hay para ciudadanos tan virtuosos y beneméritos ninguna perspectiva de fortuna ni de honores en su modesta carrera, tengan al menos el consuelo de ver un término a sus fatigas, y asegura-do el sustento y el descanso en los últimos días de su vida.
"Siempre he insistido e insistiré siempre sobre la necesidad y el deber en que están los que dirigen los destinos de los pueblos, de preparar dignos institutores para el pueblo y retribuirlos de modo que puedan, siquiera, vivir con el decoro que corresponde a los segundos padres y educadores de los hijos del pueblo. Mi última palabra al dejar el bufete del Departamento de Escuelas, fue una humilde súplica dirigida al Gobierno y a la Municipalidad de Buenos Aires en favor de la instrucción y la debida remuneración a los preceptores; y la última que como Inspector General de las Escuelas os dirijo a vosotros, señores del Consejo, es la misma súplica; porque sin buena retribución y sin instrucción profesional no puede haber buenos maestros; sin buenos maestros no hay buena educación; y la educación sino es buena, es perversión".
Marcos Sastre dio sabias orientaciones a la enseñanza primaria, fomentó la instrucción cívica, asegurando que la falta de ella es el mayor obstáculo para el mantenimiento de la democracia; y que no debe existir una sola escuela donde no se enseñen los principios políticos que nos rigen.
"La enseñanza pública primaria, dice, en ninguno de sus grados ha atendido hasta ahora a la instrucción política de los que algún día tendrán que ejercer las importantes funciones que les asigna la democracia.
"El sistema republicano que nos rige pone en manos de los pueblos su propia felicidad ; luego es de absoluta necesidad que cada individuo comprenda ese admirable mecanismo social donde. cada uno coopera e influye sobre la felicidad seguridad de todos, asegurando de ese modo la suya propia. No debería salir de las escuelas ningún alumno sin el conocimiento de la organización política de su país y de los deberes y derechos del ciudadano argentino".
Entre otras cosas agrega Marcos Sastre:
"La señal más distintiva, más característica de la época presente, en todas las naciones civilizadas, es la regeneración de las masas populares, antes humilladas, envilecidas, reducidas a la condición del bruto. Hoy por doquiera, más o menos, se las ve entrar por la educación a la vida racional, elevarse a la dignidad propia del hombre. El reconocimiento gradual de sus derechos, la difusión creciente de los medios de progreso y bienestar, hace hoy surgir del seno de todas las naciones cultas una nueva influencia, la mus legítima de todas: LA INFLUENCIA DEL PUEBLO; un nuevo poder, el más irresistible y benéfico para la felicidad de todos: EL PODER DEL PUEBLO.
"Empero, que no olviden los institutores, que no pierdan de vista las autoridades encargadas de propagar y dirigir la educación popular que ésta sin la base de la religión, no hará mas que exaltar el egoísmo en el individuo; y en la sociedad producir el caos".
¿Tendrá razón Marcos Sastre? ¿Es que a los pueblos les faltó el sostén poderoso de la fe cristiana? ¿Es que el materialismo arrasó con los altos ideales del espíritu y debilitó sus más preciosos dones? ¿Dónde están, la fraternidad, la igualdad, altruismo, conciencia y honor? Acaso sean solo expresiones antiguas sin aplicación en el presente.
"La instrucción primaria, dice Marcos Sastre, ha llegado hoy a ser el auxiliar indispensable del progreso de todos los intereses materiales de la civilización moderna. En presencia de este movimiento poderoso que impele a la sociedad hacia las ciencias positivas, hacia los intereses puramente materiales, es necesario hoy más que crítica, para impedir que se pierda con la corrupción del egoísmo, fortificar en la niñez el principio religioso y desenvolver el sentimiento del deber".
"Sin la educación moral no hay educación posible".
"Encaminar al niño por el sendero de la virtud, agrega Marcos Sastre, por medio de la enseñanza de las verdades y de las prácticas cristianas, es el deber principal y más importante del maestro de instrucción primaria. Para llenarlo debidamente es condición indispensable, que él mismo ame y practique la virtud y esté animado de una fe viva e ilustrada, porque convencido de las doctrinas que enseña; ilustrará e inflamará fácilmente el alma de sus discípulos; mientras que en el caso contrario, la frialdad del preceptor y su mal ejemplo harían infructuosas sus lecciones".

Compañero inseparable de los libros, Marcos Sastre, ya en sus últimos años volvió a instalar una librería en la Plaza 6 de Junio, después Arenales, la que trasladó en 1880 a Belgrano para continuar propagando "libros escogidos, a ínfimos precios".
"Con los años, dice Carlos M. Urien, don Marcos Sastre había adelgazado mucho, pero no obstante el peso de los mismos, llamaba la atención aquel anciano de pelo blanquísimo, cuya calva dejaba lucir el brillo exterior de la bóveda craneana y que un tanto nervioso andaba, siempre de prisa".
"Aquel señor Sastre propagador de toda buena doctrina, a quien mucho debían los hombres de su generación y jóvenes que acudían a las escuelas, era un espíritu selecto y un cultor de las bellas letras, elegante y fino como un ateniense".

Marcos Sastre no abandonó jamás la pluma y en la postrimería de su vida escribió su último libro: "Lecciones sobre objetos" de ochenta capítulos y trescientas páginas, destinado a la enseñanza intuitiva.
Este último trabajo agotó sus fuerzas debido a su avanzada edad. Le produjo una. fuerte hemorragia nasal, que al repetirse le causó la muerte.
Falleció a los 78 años de edad en su quinta de Belgrano, calle "Primera" entre Necochea y Pavón, el 15 de Febrero de 1887, cuando era Vocal del Consejo Nacional de Educación; cargo que desempeñaba desde el 9 de Enero de 1882.
Dejó catorce hijos, doce de su primer matrimonio y dos del segundo. Los últimos una niña de seis años y un varón de tres. Con estos menores, quedó su viuda pobre.
El gran maestro supo educar a sus hijos con el ejemplo de una vida austera, llena de amor a la patria, a su hogar y de perseverancia en el trabajo; practicando los más sabios preceptos que le dieron a él salud y fortaleza admirables.
Al fallecer Marcos Sastre, el Consejo Nacional de Educación le rindió justo homenaje.
De la sesión NP 15 del 17 de Febrero de 1887 se labró la
siguiente acta :
"Abierta la Sesión a las 12 m. y después de recordarse por los miembros presentes los altos méritos contraídos por el señor Marcos Sastre en la enseñaza de que fue apóstol constantemente y fervoroso, el Consejo, lamentando su pérdida y en el deseo de tributar justo homenaje a sus dilatados servicios, dictó la siguiente resolución: El Consejo Nacional de Educación, resuelve que la escuela graduada del primer distrito de la Capital (Esmeralda) lleve en adelante el nombre de "Escuela Marcos Sastre", debiéndose colocar su busto en mármol, en el salón principal del establecimiento".

Justo homenaje a Marcos Sastre, pero pobre comparado con su obra, de tanta trascendencia para el bien de la Patria.
El fundador del Salón Literario, germen de la Asociación de Mayo y en "definitiva del programa de la Organización Nacional de 1853" yergue su figura junto a las de Echeverría, Gutiérrez y Alberdi.
Si su acción fue modesta no por ello es menos importante y patriótica.
El hombre que Sarmiento encontró para levantar la instrucción pública de la postración en que se hallaba, el hombre a quien aquél aprobó siempre sin objeción todos sus proyectos, debiera tener un sitio honroso también a su lado, en la gratitud popular.


María del Carmen ALONSO DE D'ALKAINE
Maestra de la Escuela No 14 del O. E. 19º

Buenos Aires, Junio 20 de 1941.


OBRAS DE MARCOS SASTRE

"Plano topográfico o croquis coloreado de la ciudad de Santa Fe". - (República Argentina). En que están trazadas todas sus casas con distinción de los techos de paja, teja y azotea, sus templos y edificios públicos, en 1824. Por el estudiante de Latinidad, D. Marcos Sastre.
"La Felicidad". - Disertación pronunciada en la Universidad de Córdoba por el estudiante D. Marcos Sastre, Bedel del aula de Filosofía. Primer discurso en castellano que se oyó en las aulas de la célebre Universidad de Córdoba (1827).
"Compendio de historia sagrada de Lhomond con un diccionario latino-español", por D. Marcos Sastre, Oficial Mayor de la Secretaría del Senado, Montevideo 1832. Adoptado desde su publicación para los estudios universitarios de Montevideo y en la Universidad de Buenos Aires. El Gobierno Nacional (administración Mitre) lo declaró texto obligatorio para las Universidades y Colegios de la Nación.
"Ojeada filosófica sobre el estado presente y la suerte futura de la Nación Argentina". - Discurso inaugural pronunciado por D. Marcos Sastre, fundador del Salón Literario en Buenos Aires, año 1837.
"De la cría de las ovejas y refinamiento de las lanas", por Clausz, traducida del alemán en elaboración por D. Marcos Sastre, (1837 ).
"Cartas a Genauria". - Obrita que Marcos Sastre hizo imprimir secretamente, durante la tiranía de Rosas, como testamento y último adiós a su familia y a su patria. Buenos Aires, 1840.
"Discurso sobre la educación pública". - Por D. Marcos Sastre, Subdirector del Colegio Republicano, Notable disertación dividida en siete partes: 1° Exordio, 2° Necesidad de una educación nacional, 3° De la educación en general, 4° Educación Física, 5° Educación Moral, 6° Educación intelectual e Instrucción, 7° Epílogo.
El presbítero doctor don Francisco Magesté, director del expresado Colegio, presentó el Discurso del señor Sastre al gobernador Rosas para obtener su aprobación, la cual no fue acordada. Después de la caída del dictador, en 1851, el doctor don Valentín Alsina, Ministro de Gobierno, lo encontró entre los papeles del Ministerio, y tuvo la atención de devolvérselo al señor Sastre, acompañado de un pliego de observaciones autógrafas de don Nicolás Mariño, redactor de la "Gaceta de Buenos Aires". (1845).
"Reglamento del Colegio Republicano de Buenos Aires", por su subdirector don Marcos Sastre, Buenos Aires, 1846. Este fue el primer Reglamento que tuvo aquel colegio, en cuyo programa, por primera vez en el país, se introdujo la enseñanza de la Higiene, que fue desempeñada por el señor Sastre.
En el Colegio Republicano fue donde se hizo el primer ensayo del nuevo método de lectura del señor Sastre, conocido con el nombre de Anagnosia. (Buenos Aires, 1846).
"Anagnosia" o "Verdadero Método para enseñar y aprender a leer con facilidad, inspirando a los niños afición a la lectura y amor a la virtud y al trabajo", por D. Marcos Sastre.
La primera publicación fue en el año 1848, en la provincia de Santa Fe, adoptada para las escuelas por el gobernador, doctor don Pascual Echagüe. La segunda edición se hizo en Entre Ríos en 1850, por su gobernador, el general don Justo José de Urquiza. La tercera fue hecha en 1852 a expensas del gobierno de Buenos Aires, administración del doctor don Vicente López por elección "motu propio" del ministro de Instrucción Pública, doctor don Vicente Fidel López.
El gobierno del doctor Obligado, ministerio del doctor don Valentín Alsina, decretó la adopción de la Anagnosia como único método de lectura en las escuelas públicas, a consecuencia de la recomendación espontánea del doctor don José Barros Pazos, Primer director de las Escuelas en la provincia de Buenos Aires.
"Bufetes de escuela". Escritorios para niños (vulgarmente llamados bancas, clases), inventados y propagados en el país por don Marcos Sastre, desde 1850, mucho antes de venir los bufetes o bancas norteamericanas, sobre los cuales obtuvo la preferencia el invento argentino.
En 1871 se presentó en la Exposición Nacional de Córdoba un modelo de dichos bufetes. El inventor no pidió privilegio ni retribución alguna dejando enteramente libre la construcción de los bufetes de escuela.
"Ortografía completa". "Que enseña a escribir correctamente sin el conocimiento de la etimología de las palabras ni el uso del diccionario", por don Marcos Sastre. Buenos Aires (1856).
Obra nueva y original en que por primera vez se determinan y demuestran los principios y reglas de la Lengua Castellana para que todos puedan escribir correctamente sin necesidad de averiguar el origen de las voces ni el uso de los escritores, ni consultar el diccionario.
Con respecto a su obra, dice Marcos Sastre: "Este tratado es un fragmento del curso de estudios que yo había meditado para la enseñanza de la Lengua Nacional en la Escuela Normal de Buenos Aires, fundada en 1852, en que desempeñaba el cargo de regente. Durante la existencia efímera de aquella institución dicté estas lecciones de ortografía, combinadas con las nociones indispensables de ortología; y cuando ya me fue permitido emplearlas para la enseñanza oral, serían útiles bajo otra forma, porque nos falta un libro en que se expongan con claridad las reglas del arte de escribir correctamente".
"Hoy puedo cumplir mi intento publicándolas"...
"¡Ojalá, este pequeño trabajo, fruto de prolijas investigaciones, corresponda a sus nobles aspiraciones... !"
"Vocabulario Ortográfico". "Complemento de todos los diccionarios de la lengua castellana que comprende todas las voces de escritura dudosa pertenecientes a la Historia, la Mitología, la Biografía, la Geografía y el Idioma en general, con expresión de todos los tiempos e inflexiones irregulares de los verbos y Cotejo de todos los parónimos", por Marcos Sastre. Buenos Aires (1856). El autor terminó esta obra en San Fernando, septiembre de 1855.
"Reglamento de las escuelas públicas de varones" de la provincia de Buenos Aires, por su inspector general don Marcos Sastre, aprobado por el jefe del Departamento General de Escuelas don Domingo Faustino Sarmiento en 1857.
"Lecciones de gramática para la enseñanza primaria", por el señor don Marcos Sastre, Inspector General de las Escuelas del Estado de Buenos Aires, adoptadas para la enseñanza pública, por el jefe del Departamento de Escuelas. Buenos Aires (1857). En este libro el autor emplea la forma diálogo-expositiva.
"Reglamento general para las escuelas de educación primaria en el estado de Entre Ríos", por don Marcos Sastre, Inspector General de Enseñanza Primaria. Concepción del Uruguay 1859. Este fue el primer Reglamento que tuvieron las escuelas públicas en Entre Ríos.
"Anuario de agricultura, economía doméstica, higiene, artes, oficios, lecturas amenas", en dos volúmenes que comprenden desde 1860 hasta 1865. Es el primer almanaque de este género publicado en el país.
"El nuevo grigera" o "Manual de agricultura y secretos
industriales", (1861). La práctica agrícola de este Manual es extensiva a todas las llanuras de este lado de los Andes, comprendidas entre los 30 y 37 grados de latitud: Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, San Juan, San Luis, Mendoza y la República del Uruguay. El señor Marcos Sastre da en su Manual de Agricultura reglas especiales para la horticultura y arboricultura de las islas que forman el Delta del río Paraná, que así por los frecuentes riegos de las mareas como por su prodigiosa feracidad, requieren un cultivo diferente del de las demás tierras.
"Reglamento de la Biblioteca Popular de San Fernando". La Primera Biblioteca Popular de la Provincia de Buenos Aires, ha sido la que se fundó en 1862 a indicación del señor Sastre, en el pueblo de San Fernando de Buena Vista, por su vecindario y Municipalidad con la cooperación del gobierno.
"El Talismán de 0romana" o "La felicidad". Imitación de los cuentos persianos. (Buenos Aires 1862).
"Guía del preceptor", precedida de una apología de la obra por los señores don Félix Frías y don Bartolomé Mitre.
"El Guía del Preceptor debe ser el vademecum de los maestros; en él encontrarán estos una fuente pura donde beber preceptos y reglas de enseñanza para mejorar la instrucción que les está encomendada". (El Brigadier General don Bartolomé Mitre dice en "Los Debates". (Buenos Aires 1862).
"Curso de la lengua castellana". (Buenos Aires 1862).
"El señor Sastre nos ha ahorrado un trabajo ímprobo que yo debía tomarme, dice don Benito Hortelano de su Manual de Tipografía," su excelente curso de la lengua castellana reúne todo cuanto se puede apetecer y lo recomiendo a todos los que quieran hablar y escribir con propiedad la lengua castellana.
"Don Marcos Sastre ha prestado un servicio inmenso al idioma de Cervantes, y levantado un monumento para gloria y honra de su patria".
Valiosa obra, fruto de profundos estudios.
"El decálogo de la fortuna" o "Reglas de conducta para enriquecerse". Comentado según la letra y el espíritu de Franklin y de Barnum. (Buenos Aires 1863).
"Instrucciones para la construcción de los edificios para escuelas". (1864). La primera escuela pública construida en la campaña de Buenos Aires ha sido la de la villa del Baradero, promovida y planteada por el señor Sastre en 1858. Es la única escuela que se ha hecho de dos pisos y la más capaz de todas las construidas hasta hoy (1871), puesto que cada cuerpo del edificio puede contener hasta trescientos alumnos. En la erección de este espacioso edificio se han consultado todas las condiciones higiénicas y pedagógicas prescriptas por la ciencia, que son las mismas de las "Instrucciones para la construcción de los edificios para escuelas", que el señor Sastre hizo circular luego que fue nombrado jefe del Departamento de Escuelas".
"El señor Sastre inició en el Baradero (en 1858) la idea de fundar una escuela en que se realizara el ideal norteamericano: la educación común. La Municipalidad y los vecinos aplaudieron el pensamiento; la primera votó grandes sumas con este objeto, y acordó (por indicación del señor Sastre) que se enseñaran en ella los principios de la Agricultura, y que en un terreno que donó al efecto, se estableciera una Quinta Normal".
"El gran edificio de las Escuelas de Baradero consta de dos pisos; el bajo como el alto, tienen dos grandes salones, con techos de bóveda y paredes dobles, que miden 18 varas de largo por 12 de ancho...
"El pasajero que pisa el puerto del Baradero se sorprende al descubrir sobre una de las barrancas que dominan el Paraná, un edificio que por su construcción se asemeja más a un Lazareto que a un Templo, porque se comprende que sus fundadores han buscado en aquella altura, a la vez que los encantos del paisaje, la pureza de los aires y la higiene de una ventilación continuada. Es un precioso monumento..." (D. Santiago Estrada, Inspector General de Escuelas, en su informe de 1867).
"La educación popular en Buenos Aires". Memoria presentada al Consejo de Instrucción Pública por el Director e Inspector General de las Escuelas don Marcos Sastre, socio del Instituto Histórico-Geográfico, de la Sociedad de Amigos de la Historia Natural del Plata, y del Instituto Oriental, miembro del directorio del Círculo Literario, presidente de la Sociedad Propagadora de la Enseñanza Primaria, director fundador de la Escuela Normal y autor de varias obras de educación, etc. Buenos Aires (1865 ) .
"Mapa del Gran Delta del Río de la Plata, el Paraná y el Uruguay". (1867). Este mapa es el que acompaña al Tempe Argentino.
"Lecciones de ortografía". Compendio de la Ortografía Completa para las escuelas, con las reglas de la Academia Española, con una lista de los parónimos y de las voces de ortografía viciosa generalmente usadas en América. 1868.
Sin el auxilio de las nuevas reglas ortográficas de este tratadito no es posible escribir correctamente sino a fuerza de práctica y del uso del diccionario, porque los autores españoles no se ocupan en deslindar el uso de la ll y la y, la z y la s, que se confunden en la pronunciación general del país. Da además reglas claras y completas para el uso del acento ortográfico.
El gobierno de Buenos Aires (administración del Dr. Adolfo Alsina, ministerio del Dr. D. Ignacio Núñez) remuneró al señor Sastre con la suma de 30.000 pesos por la Ortografía completa y este compendio, y desde entonces es libre su reimpresión.
"Selección de Lecturas para la Niñez". Serie de lecturas para la infancia de la cual dice el Dr. D. Miguel Esteves Saguí en su Informe al Congreso de Instrucción Pública, que ellas son: "Ejemplos morales, acciones que estimulan a la imitación por la impresión viva que en los corazones tiernos producen siempre".
"Método Ecléctico de Caligrafía Inglesa". Cada colección consta de treinta y cinco muestras colocadas en diez cartones. Este método de escritura fue adoptado por las escuelas públicas por don Domingo F. Sarmiento, quien mandó hacer su primera edición a expensas del Estado, siendo jefe del Departamento de Escuelas.
"Consejos de oro sobre la Educación", dedicados a las madres de familia y a los institutores, por don Marcos Sastre. Este verdadero libro de oro, según la expresión del doctor Requena, encierra toda la ciencia de su autor en materia de educación. Puede decirse que es el Evangelio de D. Marcos Sastre.
"El Tempe Argentino" o "El Delta de los Ríos Uruguay, Paraná y Plata", por D. Marcos Sastre. La prensa del Río de la Plata saludó con unánime aplauso la aparición de "El Tempe Argentino" que formaba el tomo V de la Biblioteca Americana. Además gran número de escritores le han dedicado artículos especiales, relevando sus bellezas literarias y haciendo conocer el mérito científico de la obra; Magariños Cervantes, Juan M. Gutiérrez, Mitre, E. G. Gordon, J. T. Guido, P. Huergo, los canónigos Piñero y Vázquez, D. Hudson, Favier, Legout, Poucel, Hutchinson Perkins, Leybold y otros han sido sus apologistas.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires (administración del Dr. D. Valentín Alsina, ministerio del general Mitre) decretó la adopción de esta obra como texto de lectura, y libro de premio para las escuelas públicas.
"Catecismo de la Doctrina Cristiana por el P. Astete". Arreglado a la nueva forma diálogo-expositiva por D. Marcos Sastre, con aprobación eclesiástica. 1870.
"Catecismo en Verso". Adaptado a la enseñanza primaria. Con aprobación eclesiástica. 1870.
"La Anagnosia en seis Cuadros Murales". Para la cual se mandó hacer una fundición especial de tipos, 1870:
"Lecciones de Aritmética", para las escuelas primarias. Contiene el sistema métrico y enseña la contabilidad comercial con las pesas y medidas comunes sin necesidad de quebrados. 1871.
"La Cartilla Antigua" expurgada de sus errores ortográficos. Por el autor de la Anagnosia. 1871.
"Reglamento de las escuelas Municipales de Varones y de Ambos Sexos de la Ciudad de Buenos Aires". Presentada por su director D. Marcos Sastre y sancionado por la Municipalidad. (Buenos Aires 1871).
"Horario de las Escuelas Municipales de Varones de la Ciudad de Buenos Aires". 1871. Este horario, presentado en un cuadro sinóptico, abraza el "Sistema Sastre" de enseñanza primaria en todos sus detalles.
El "Sistema Sastre" de enseñanza y los métodos y textos que lo completan, han dado los siguientes resultados:
1° La fácil y pronta preparación del maestro para dirigir la escuela, aunque sea escasa su instrucción, con tal que tenga buena voluntad.
2° Una afluencia numerosa de discípulos, y la mayor concurrencia diaria posible.
3° El amor de los niños a la escuela, y un vivo interés por sus propios progresos.
4°| El rápido adelantamiento de los alumnos. "A los niños no se les debe someter por demasiado largo tiempo al trabajo, y este mismo ha de variarse en lo posible. El sistema (del señor Sastre) adoptado en este sentido por el Departamento de Escuelas es a la verdad muy benéfico haciendo variar las ocupaciones del niño durante las horas de estudio que su reglamento prescribe", dice el Dr. D. J. A. Wilde en su "Compendio de Higiene pública y privada".
"Horario de las Escuelas Municipales de Ambos Sexos de la Ciudad de Buenos Aires". En la misma forma que el de varones. (1871).
"Lecciones de Geografía". Introducción al primer libro de Smith, precedidas de la Geografía de la República Argentina, por el Dr. Marcos Sastre. Texto aprobado por el Consejo Nacional de Educación. Ilustrado con mapas.
"Programa y Clasificado de la Enseñanza Primaria y Elemental con arreglo al Reglamento de las Escuelas Municipales". Buenos Aires, 1879.
"Programa y clasificación de la Enseñanza Primaria Elemental" presentado a la aprobación del Consejo General de Educación, por el Consejo Escolar de la Parroquia del Pilar en noviembre de 1876.
"Lecciones sobre objetos comunes y educación para guja de las maestras y de las madres de familia". Buenos Aires, 1886.
Entre los muchos elogios que mereció este libro aparece un artículo de "La Nación", octubre 19 de 1886, en el cual se expresa lo siguiente: "El señor Marcos Sastre es un infatigable jornalero: hace más de medio siglo, que trabaja día a día, y en edad octogenaria aún no ha dejado caer la pluma de la mano, que gobierna una inteligencia robusta".
"Contraído especialmente a producir obras de enseñanza ha recorrido toda la escala ascendente de sus estudios pedagógicos, desde el abecedario, la ortografía y la gramática, hasta el libro de lectura de bellas formas literarias, con ideas como "El Tempe Argentino".
"Las Lecciones sobre objetos", consta de 315 páginas, y está ilustrado con tres láminas. Su epígrafe, tomado de "Los Consejos de Oro", del mismo autor, sintetiza su plan: Suministrar pábulo continuo a la actividad de la infancia y satisfacer sus cuestiones con claridad y verdad, es en resumen toda la educación".
"El señor Sastre ha producido una obra original de aplicación, según un plan lógico que no ha hecho sino bosquejar. Su objetivo, como él lo declara, era confeccionar un libro metódico de la "educación física y moral por medio de las Lecciones sobre objetos, a fin de completar en la escuela, la educación del niño comenzada en el hogar". "Este método y también la forma es lo que constituye su originalidad a la que imprime su sello individual la larga experiencia del autor en la educación de sus catorce hijos y en los numerosos colegios y escuelas que ha dirigido".
"Biblioteca Enciclopédica de don Marcos Sastre". Buenos Aires 1871. Se compone de cuatro mil volúmenes, casi todos en pasta y media pasta, y en perfecto estado de conservación.
Abraza las siguientes materias:

I

Bella Literatura. Lenguaje. Oratoria. Estética. Poesía. Mitología. Novelas. Geografía Viajes. Historia. Biografía. Historia Literaria. Bibliografía. Crítica Literaria. Miscelánea.


II

Ciencias. Ciencias metafísicas y morales. Ciencias políticas. Ciencias. Matemáticas. Ciencias Físicas. Ciencias naturales. Ciencias medicales. Ciencias misteriosas o falsas ciencias. Enciclopedias. Polígrafos.


III

Artes. Artes agrícolas. Artes mecánicas e industriales. Misceláneas de artes, oficios e industrias. Bellas Artes.


IV

Libros de Instrucción Primaria:
l° Lectura, Escritura, Gramática, Literatura, Biografía,
Historia, Cronología, Mitología.
2° Geografía, Astronomía, Aritmética, Ciencias Exactas y
Naturales.
3° Historia Santa, Religión, Moral, Urbanidad, Ciencias
Políticas.
4° Higiene, Economía Doméstica y Rural, Agricultura.

"Acabamos de examinar el Catálogo de la Biblioteca que ha servido de columna de fuego y de esperanza al autor de "El Tempe Argentino", en ella pudimos hallar muchas relaciones de la sublime tarea decretada por el siglo XIX a las inteligencias que desean remontarse hasta la altura donde ciernen su vuelo las facultades intelectuales del primero de los educacionistas del Plata".
"Según fuimos informados, el señor Sastre, el viejo amigo de ese tesoro de ciencia, de moral, de poesía, encerrado en su bella Biblioteca, y reflejado en sus veinte libros de instrucción primaria, se ve en la amarga necesidad de vender los cuatro mil volúmenes cuyas clasificaciones dejamos señaladas".
"El Municipio requiere que se planteen Bibliotecas populares; ninguna más selecta ni más apropiada para las mil nobles aspiraciones que germinan en el pueblo, ninguna mejor tal vez, que la ofrecida por el señor Sastre".
"¡Una mirada pues hacia las necesidades vitales de nuestro progreso intelectual, y un recuerdo de admiración al naturalista, al poeta, al mentor de la juventud argentina!" (artículo de D. Francisco López Torres, aparecido en "La Discusión", octubre 27 de 1870).

Esta bibliografía ha sido recopilada por la señora María del Carmen Alonso de D'Alkaine.

 

El presente libro ha sido digitalizado por
Norberto G. Ruiz Vázquez