Karen Wielhorski

 

Cómo enseñar a los usuarios remotos a utilizar
los recursos electrónicos de información

Karen Wielhorski
The Public-Access Computer Systems Review 5, N? 4 (1994): 5-20
(Artículo revisado)


1.0  Introducción

Los usuarios remotos dejaron de ser un pequeño segmento de los usuarios de las bibliotecas. [1] Desde las estaciones de trabajo electrónicas en sus oficinas u hogares, académicos y estudiantes acceden a catálogos de acceso público en línea (OPAC) e índices comerlico en línea (OPAC) e índices comerciales, se conectan a sistemas remotos de Internet y bajan información utilizando protocolos de transferencia de archivos que, hasta hace unos años, no eran tan comunes. Envían preguntas a los bibliotecarios de referencia a través del correo electrónico, solicitando las respuestas vía fax. Ya no están limitados solamente al acceso telefónico, sino que navegan por Internet para buscar los recursos que satisfacen sus necesidades. Los empleados bibliotecarios pasaron a ser los usuarios remotos de una variedad de sistemas, incluidos los de otras bibliotecas. Deben enfrentar el desafío de utilizar las nuevas capacidades electrónicas para mejorar los métodos tradicionales de educación bibliográfica y forjarse a sí mismos otra vez junto con los servicios bibliotecarios.

¿Las bibliotecas tienen la misión de educar a los usuarios remotos sobre sus recursos electrónicos de información? Hay bibliotecarios que creen que la formación a usuarios finales no es necesaria debido al desarrollo de sistemas cada vez más fáciles de aprender y utilizar y al creciente conocimiento de computación de los usuarios. [2] ¿Pero confiar en la experiencia práctica de los usuarios es realmente lo mejor? Ess usuarios es realmente lo mejor? Es una extensión lógica de los programas de instrucción bibliográfica llevar las actividades educativas de las bibliotecas al terreno de los recursos electrónicos remotos de información. El crecimiento de las conexiones de ancho de banda alto, que permitirán a los usuarios acceder a capacidades interactivas de audio y video digital, aumentará las oportunidades de las bibliotecas de llegar y educar a los usuarios remotos. Si no utilizamos estas nuevas tecnologías para agregar valor a la información que ofrecemos, demostrando y enseñando nuestras habilidades únicas en el terreno electrónico, habremos perdido una oportunidad de formar parte del futuro digital, así como también nuestras bibliotecas.

Como la tendencia hacia la biblioteca virtual sigue en aumento, los fondos que una biblioteca alberga físicamente deben ponerse a disposición de sus usuarios remotos por vía electrónica. Al pasar a un enfoque centrado en los usuarios, su perspectiva debe cambiar: no son los usuarios los que están lejos de las bibliotecas, sino las bibliotecas lejos de los usuarios. [3] Los servicios requeridos van a ser definidos por los futuros usuarios, para ayudarlos a manejar un entorno de información cada vez másformación cada vez más complejo. En consecuencia, el tema de cuál es la mejor manera de identificar a los usuarios remotos, ponerse en contacto con ellos, difundirles información en forma selectiva y enseñarles, debe ser un aspecto importante a tener en cuenta en el momento de planear servicios bibliotecarios.

¿Cómo podemos capacitar a los usuarios remotos, de forma efectiva, en el uso de los recursos electrónicos de información? Este artículo analiza las categorías y características de los usuarios remotos, los desafíos de la capacitación y las maneras en que se pueden usar las capacidades electrónicas emergentes para mejorar los métodos tradicionales de formación bibliográfica.

2.0  Breve historia del acceso remoto

Se puede definir como acceso remoto al acceso a través de medios electrónicos (ej., acceso telefónico o de red) a recursos bibliotecarios (ej., OPAC, bases de datos bibliográficas, de texto completo y numéricas) o a servicios bibliotecarios (ej., referencia, préstamos interbibliotecarios y distribución de documentos), desde un sitio distante del lugar físico de la biblioteca que provee estos recursos.

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El acceso remoto a las bibliotecas no comenzó con la era electrónica: los catálogos impresos en forma de libro del siglo XIX permitían a los usuarios consultar los fondos bibliotecarios desde sus hogares u oficinas. Pero esto dejó de ser posible con el cambio de siglo, cuando los ficheros comenzaron a reemplazar a los catálogos. [4]

El acceso remoto electrónico en las bibliotecas comenzó con el acceso telefónico, vía módem, a las bases de datos comerciales a fines de los ‘60 y comienzos de los ‘70. En 1972, por ejemplo, Dialog comenzó sus actividades comerciales con 3 bases de datos. En 1975, había 300 bases de datos disponibles; en 1980, ese número se incrementó a 600 y, en 1984,  a 2.400. [5] La última edición del Gale Directory of Databases lista 8.261 bases de datos y subarchivos que están disponibles comercialmente hoy en día, y señala el crecimiento en el tamaño de las bases de datos durante el mismo período: la “base de datos promedio en 1975 contenía 173.000 registros y alcanzó cerca de los 500.000 registros en 1985. El ingreso promedio a una base de datos en 1993 fue de 739.188 registros”. [6]

6]

Según esta misma fuente, la búsqueda de bases de datos en línea orientadas hacia palabras en los principales sistemas de los EE.UU. aumentó de 750.000 búsquedas anuales en 1974 a 51,78 millones en 1992.

No es sorprendente que el acceso remoto a las bases de datos en línea comenzara a aumentar rápidamente a principios de los ‘80, coincidiendo con la difundida disponibilidad de computadoras personales en el mercado consumidor. La introducción de los OPAC en ese período, seguida de las bases de datos montadas en forma local, aceleró aún más la tendencia hacia el acceso remoto. El rápido crecimiento de Internet, a fines de los ‘80 y comienzos de los ‘90, también incrementó notablemente el acceso remoto a los sistemas bibliotecarios electrónicos de información, ya que los servidores Gophers y World Wide Web se sumaron a los OPAC.

3.0  Tipos de recursos electrónicos remotos de información

Dado el número creciente de recursos electrónicos de información, conviene contar con un método de clasificación con el fin de analizarlos. Se pueden clasificar de muchas maneras. Una es por su forma de representación de su forma de representación de datos (es decir, palabras, números, imágenes o sonidos), que no incluye recursos tales como los BBS, el correo electrónico o las conferencias electrónicas, ni tampoco los archivos de software que contienen software de dominio público, software especial de ayuda y shareware. Otra forma es por región y país de origen y un tercer método es por categorías de materias. [7]

Para los fines de este artículo, adopté la clasificación de bases de datos de Cuadra en “bases de datos de referencia” y “bases de datos fuentes”. [8] La primera categoría incluye bases de datos de citas bibliográficas que remiten a los usuarios a publicaciones impresas. La segunda  contiene bases de datos con información original (es decir, fuente), como bases de datos numéricas con datos estadísticos, bases de datos numéricas y textuales, bases de datos de texto completo y software. Esta terminología se extiende a los recursos electrónicos que están en otros tipos de sistemas, como los Gophers, y se utilizará el término “recurso electrónico de información” en lugar de base de datos. 

Este artículo se centrará principalmente en lse centrará principalmente en la primera categoría: recursos electrónicos de información que contienen citas bibliográficas. Cabe destacar, sin embargo, que muchos recursos electrónicos de información se comercializan directamente a los consumidores, y las bibliotecas no dan soporte de instrucción para ellos. En el futuro, tal vez resuelvan brindar acceso a estos recursos y también capacitación.

4.0 ¿Quiénes son los usuarios remotos?

Elizabeth H. Dow, en su tesis de 1988, halló que casi el 80% de los usuarios remotos de las bibliotecas tenía entre 24 y 54 años. [9] Esto indica que probablemente sean estudiantes graduados, profesores, personal bibliotecario o investigadores, y no los típicos estudiantes no graduados.

Como cada vez son más los alumnos que llevan sus computadoras personales y módems a la universidad, se está creando un grupo nuevo y extenso de usuarios remotos. Con el crecimiento del uso remoto, los bibliotecarios enfrentan problemas similares a los que se presentan al capacitar a los usuarios dentro de una biblioteca. Son muchos los conocimientos reunidos acerca de cómo enseñar a los usuarios a hacer búsquedas en los OPAC, las bases de datosquedas en los OPAC, las bases de datos en línea y las bases de datos en CD-ROM en la biblioteca. Si bien estos conocimientos son valiosos para comprender y ayudar a los usuarios remotos, todavía resta por hacer una mayor investigación. Sally Wayman Kalin abrió nuevos horizontes al identificar las necesidades y hábitos de los usuarios remotos académicos [10], pero es necesario indagar aún más al respecto.

4.1  Categorías de usuarios remotos

Es útil identificar cuatro categorías generales de usuarios remotos académicos:

1. Usuarios asociados que residen en el campus (usuarios académicos tradicionales).

2. Usuarios asociados que no residen en el campus (personal de centros de investigaciones, estudiantes de educación a distancia y usuarios de otras instituciones dentro del mismo sistema universitario).

3. Usuarios locales no asociados (usuarios de la comunidad).

4. Usuarios distantes no asociados (usuarios con acceso a Internet).

Este artículo se referirá, principalmente, a las necesidades de las dos primeras categorías, aunque las mismas técnicas dte;as, aunque las mismas técnicas de capacitación también se podrían aplicar para las otras dos, ya que las políticas bibliotecarias lo permiten.

Como los problemas de acceso constituyen un factor importante en la capacitación de usuarios remotos, es necesario analizar los modos de acceso representados por estas categorías diferentes de usuarios.

Los usuarios de la primera categoría (usuarios asociados que residen en el campus) tienen acceso a estaciones de trabajo conectadas en red, en los dormitorios estudiantiles o en los laboratorios de computación del complejo universitario, y se conectan con las computadoras del campus y con las que tienen Internet. En general, los que no viven en el campus acceden a las computadoras vía módem.

Los de la segunda categoría (usuarios asociados que no residen en el campus) tienen acceso, en muchos casos, a las computadoras conectadas a la red del sistema universitario, pero algunos deben utilizar el acceso telefónico.

Los de la tercera categoría (usuarios locales no asociados) dependen del acceso telefónico. 

Por último, los de la cuarta categoría (usuarios distantes no asociados) acceden a las computadoras coneociados) acceden a las computadoras conectadas a Internet por acceso telefónico o a través de estaciones de trabajo conectadas a las redes locales.

4.2  Características de los usuarios remotos

Reva Basch clasificó a los usuarios electrónicos en amplias categorías con rasgos identificables. [11] Este artículo adaptará parte de su terminología, basada en los clientes que abonan un arancel, y la aplicará al medio académico.

4.2.1. El usuario remoto frente a un desafío tecnológico

Estos usuarios, en general, no tienen experiencia con las terminales o los recursos electrónicos de información. Los docentes tienen experiencia en la metodología de búsqueda de sus áreas temáticas, pero se frustran ante los problemas técnicos de acceso. Les interesan los resultados en vez del funcionamiento de la computadora o la mecánica de búsqueda. Los estudiantes todavía no tienen conocimientos completos de computación, y los medios de acceso o el proceso de búsqueda en sí suelen causarles angustia. El “asesoramiento electrónico” es necesario para hacerlos sentir seguros, ayudarlos a resolver los proir seguros, ayudarlos a resolver los problemas técnicos del acceso remoto e incentivarlos a buscar más ayuda cuando la necesitan. [12]

4.2.2. El usuario remoto experto en tecnología

Estos usuarios tienen sobrados conocimientos de computación y están ansiosos por explorar las posibilidades del ciberespacio. Les interesan los aspectos tecnológicos de las telecomunicaciones y las técnicas de acceso remoto, pero no están tan familiarizados con el área temática que buscan o las técnicas efectivas de búsqueda. Están más interesados en los medios que en el fin.

4.2.3.  El usuario remoto sin experiencia en investigaciones

Estos usuarios remotos tienen suficientes conocimientos tecnológicos como para superar problemas de acceso e ingresar a los sistemas bibliotecarios. Una vez conectados, los estudiantes encuentran problemas con algunos recursos electrónicos de información. Por ejemplo, desconocen el alcance y la cobertura de un recurso o no son capaces de construir una estrategia de búsqueda que incluya todas las maneras posibles de expresar el concepto que están buscando. Los docentes generalmente entienden los principios de recuperaci&oactienden los principios de recuperación de información, pero necesitan ayuda con la terminología de un área temática desconocida.

En esta categoría, muchos de los usuarios se desorientan ante el enorme caudal de recursos electrónicos disponibles. Los bibliotecarios tienen la oportunidad de brindar un servicio en estos casos y, al hacerlo, de fijar su posición como navegadores del universo electrónico de información. Los usuarios finales, abrumados por los numerosos recursos, quieren conocer las técnicas para descartar los datos menos útiles y poco confiables. Los bibliotecarios necesitan afianzarse como los profesionales mejor dotados para ayudar en esta tarea.

5.0  Los desafíos de capacitar a usuarios remotos

Trabajar con usuarios remotos presenta algunos desafíos interesantes de enseñanza que requieren nuevas soluciones de alta tecnología. En esta sección se analizan dos tipos de desafíos importantes: (1) proveer un conocimiento procedimental, como acceder y capturar información, y (2) proveer un conocimiento conceptual, como enseñar estrategias efectivas de recuperación de información.

5.1  Conocimiento procedimental Conocimiento

Una tarea clave para las bibliotecas es ayudar a los usuarios remotos, que utilizan diferentes plataformas de software y hardware, sistemas operativos y programas de telecomunicaciones, a acceder eficazmente a los recursos electrónicos de información.

Lo primero que deben saber todos los tipos de usuarios remotos es cómo acceder al sistema deseado y cómo llegar a los servicios de soporte técnico de ese sistema. Los procedimientos de conexión, ya sea para el acceso telefónico o a redes, deben ser los primeros pasos. Los detalles técnicos requeridos para los usuarios de acceso telefónico incluyen las emulaciones de terminales que el sistema soporta o necesita, bits de paridad, velocidad en baudios y otras configuraciones técnicas para el programa de comunicaciones. Los usuarios conectados en red deben saber cómo obtener cuentas electrónicas en el sistema de computación universitario, cómo conectarse con los servidores de red y cómo utilizar los comandos, a veces confusos, y las características específicas de la red universitaria. Ambos tipos de usuarios necesitan explicaciones claras sobre los mensajes de error y los “prompts” (N. del T.: mensajes de orientación del software). Es de suma importancia decirlesware). Es de suma importancia decirles cómo obtener soporte, dándoles los números de teléfono para solicitar ayuda inmediata.

Es decisivo que el personal de capacitación bibliotecaria trabaje en forma estrecha y cooperativa con el centro de computación de la universidad, a fin de proveer servicios de soporte a los usuarios remotos. En general, los centros de computación brindan soporte técnico; por ejemplo, enseñan a configurar correctamente el programa de comunicaciones según la plataforma de hardware y las bibliotecas ofrecen ayuda con la búsqueda y el uso de los recursos electrónicos.

¿Los bibliotecarios deben adquirir experiencia en el diagnóstico y asesoramiento a usuarios sobre problemas técnicos complejos, relacionados con las plataformas de software y hardware? El debate respecto de los servicios de soporte al usuario electrónico se centra en el enfoque de la "función única" versus el de la "función complementaria". El primero propone que los bibliotecarios deben desarrollar un soporte técnico interno para responder a las necesidades de los usuarios remotos, así como proveer soporte para buscar y utilizar recursos electrónicos de información. El segundo enfoque contempla a los bibliotecarios trnfoque contempla a los bibliotecarios trabajando juntamente con el personal del centro de computación de la universidad, con el propósito de dar soporte al usuario remoto. En base a su configuración única de recursos y necesidades, las bibliotecas pueden elegir cuál de los dos enfoques implementar, o pueden ver a este debate como un continuo de elecciones y no como una decisión por una opción u otra.

5.2  Conocimiento conceptual

Ayudar a los usuarios remotos a diseñar un modelo conceptual de cómo funciona la recuperación de información es el desafío central de la capacitación a esta clase de usuarios, así como también lo es para cualquier programa de formación de usuarios. El usuario remoto debe aprender a conceptuar su necesidad de información y a pensar en función de cómo está organizado un recurso electrónico de información para poder diseñar una estrategia de búsqueda apropiada. También debe comprender las limitaciones del sistema para evaluar los resultados de las búsquedas. ¿Se utilizaron los mejores términos de búsqueda para explotar la solidez del sistema? ¿El recurso electrónico de información representa todas las búute;n representa todas las búsquedas pertinentes en el área temática?

Si el usuario no comprende el alcance y la naturaleza del recurso electrónico de información, corre el riesgo de suponer que contiene absolutamente todo lo que necesita saber y que cualquier búsqueda traerá como resultado todas las citas apropiadas. Más que en el entorno impreso, el bibliotecario que trabaja en el entorno electrónico debe ayudar al usuario a reconocer que el recurso electrónico es una herramienta para reunir y evaluar información. Para ello, debe explicar las limitaciones, el propósito y el uso correcto de la herramienta.

5.3 Cómo enseñar a los usuarios remotos a realizar búsquedas

Los esfuerzos que lograron capacitar con éxito en las técnicas efectivas de búsqueda se basaron, generalmente, en la enseñanza directa e interactiva ofrecida por el personal de referencia que trabaja con usuarios finales. Hasta que los avances en tecnología nos ofrezcan capacidades electrónicas interactivas similares, dar una formación general a un grupo grande de usuarios remotos, con niveles desconocidos de conocimientos y estilos de aprendizaje, requerirá del uso creativo de las tecnologías so creativo de las tecnologías existentes de capacitación. Se debe hacer una mayor investigación para identificar cómo buscan los recursos electrónicos de información y cuál es la mejor manera de satisfacer sus necesidades.

Un estudio realizado en la Universidad Hofstra mencionó los recursos que no necesitan aprender los usuarios finales: técnicas avanzadas de búsqueda tales como conceptos de anidamiento, utilizar un tesauro de descriptores en línea, o todos los que van más allá de la estrategia de búsqueda booleana más básica. [13]

5.4  Cómo ayudar a los usuarios remotos a capturar y manejar la información

Para dar soporte al uso remoto efectivo de la información electrónica, las bibliotecas deben  examinar la amplia variedad y complejidad del hardware que utilizan los usuarios de acceso telefónico para bajar información, así como las excentricidades de las diferentes clases de programas de comunicaciones que emplean. Es de suma importancia que el personal dedicado a la capacitación trabaje en forma estrecha y cooperativa con el centro de computación de la universidad, con el fin de proveer este tipo de servicio de soporteoveer este tipo de servicio de soporte a los usuarios remotos. Por ejemplo, mientras que en general el centro de computación entrega un programa de comunicaciones e instrucciones para su uso, los bibliotecarios pueden enseñar a manipular la información que bajaron y a formatearla para utilizarla en un procesador de texto, planilla de cálculo o software de bibliografía.

El acceso a redes presenta sus propios desafíos para capturar y bajar la información a una estación de trabajo a través de un software de red, como los drivers para usar Telnet de NCSA. En este caso, los bibliotecarios que dan soporte a los usuarios remotos deben concentrarse en los detalles técnicos relacionados con la captura y transferencia de datos desde sistemas de red y ofrecer ayuda para formatear los datos.

6.0  Métodos de capacitación a usuarios remotos

Se deben desarrollar estrategias y técnicas de enseñanza específicas teniendo en cuenta las necesidades de los diferentes tipos de usuarios remotos. Los métodos actuales de capacitación son, entre otros, la entrega de materiales de autoestudio, la formación personalizada y varias formas de educación grupal, que incluyen talleres remotos en línea, talleres pres remotos en línea, talleres prácticos locales, demostraciones y clases en aulas.

6.1 Materiales de autoestudio

Tradicionalmente, muchas bibliotecas tienen paquetes de guías de instrucción, hojas de ayuda, buscadores de vías de acceso, folletos y otro material impreso que envían por correo a los usuarios remotos que lo solicitan. En general, estos paquetes incluyen una hoja de instrucciones sobre cómo acceder al OPAC y a otras bases de datos locales, otra que explica los conceptos y técnicas de la búsqueda booleana y otra con comandos de búsqueda específicos de un sistema y consejos sobre cómo utilizar un recurso determinado.

Con la llegada de las redes electrónicas a la universidad, uno de los métodos más fáciles de distribuir estas guías de instrucción es agregarlas a un Gopher de la biblioteca o de la universidad, desde el cual un usuario puede acceder a ellas fácilmente y leerlas en línea o bajarlas. Un problema frecuente con este proceso es la longitud de la guía. Según parece, los usuarios prefieren los textos breves y una regla práctica útil es limitar las versiones electrónicas de las hojas de ayuda en línea a no más de tres pantacute;nea a no más de tres pantallas.

El Gopher mismo puede ser una herramienta autodidacta eficaz. Las bibliotecas académicas están trabajando con los centros de computación del campus para construir servidores que mejoren la habilidad del usuario de localizar y explorar libros electrónicos de referencia, revistas electrónicas, bases de datos de citas bibliográficas, lectores de noticias Usenet y otras maravillas del espacio Gopher. Se envió una lista de servidores bien construidos a la lista PACS-L. Un análisis de cualquiera de estos Gophers ilustrará su potencial como herramienta de información para usuarios remotos. [14]

El software hipermedial de red, como los servidores World Wide Web y clientes Mosaic, presentan interfases de fácil uso y aprendizaje, enlaces a diversos tipos de recursos de red, acceso a información multimedial digital y ayuda interactiva completa. Estas herramientas posibilitan que los usuarios descubran solos los recursos electrónicos de información. Es  tanta la información que ya está disponible por vía electrónica que es necesario dejarlos que aprendan solos, mediante una exploración guiada, y crear sus propios caminos a través del ciberespacio.

Los bibliotecarios de referencia también deben estar preparados para enviar sugerencias a los usuarios remotos en archivos de texto, directamente a las estaciones de trabajo, por correo electrónico o transferencia de archivos. Sin embargo, una alternativa más fácil es crear un FTP anónimo o un sitio Gopher en un servidor de red de la universidad, al que puedan acceder todos los usuarios remotos. Por ejemplo, un proyecto conjunto de la University Library y la School of Information and Library Studies de la Universidad de Michigan creó un Banco de Datos de Guías de Recursos de Internet orientadas a Materias. Estas guías están disponibles vía FTP anónimo, Gopher y la World Wide Web. [15]

Al haber más sistemas arancelados para usuarios remotos, la capacitación es aún más imprescindible para poder emplear estos recursos electrónicos de una manera costo-efectiva. Con este fin, se pueden crear cuadernillos de ejercitación y cobrar un arancel sobre una base de costo-recuperación. Se pueden retirar personalmente o solicitarlos por correo, y las versiones electrónicas se pueden entregar de todas las maneras antes mencionadas.

Las bibliotecas están diseñando manualestán diseñando manuales en línea para que los usuarios consulten antes de utilizar un recurso electrónico de información. Estos programas de enseñanza, asistidos por computadora, pasaron a ser más eficaces por ser más interactivos. Por ejemplo, SilverPlatter tiene manuales excelentes para las bases de datos ERIC y PsycLit en CD-ROM, que son mucho más detallados que los folletos comunes de las bibliotecas.

Otra opción son los programas de capacitación asistidos por computadora diseñados por la biblioteca, que pueden estar en disquete. Se pueden retirar personalmente o recibirlos por correo o vía electrónica. Con este enfoque, el personal puede adaptar la formación a los  únicos recursos que están disponibles en el sitio de la biblioteca. Lamentablemente, diseñar estos programas lleva mucho tiempo y, en muchos casos, este trabajo se puede evitar ya que la calidad de los manuales comerciales publicados por las editoriales está mejorando.

Las nuevas tecnologías que surgen para dar capacitación, como los videos a pedido, ofrecen posibilidades interesantes para el futuro. Una vez que los usuarios dispongan de este servicio en sus hogares, las bibliotecas quizá puedan usar este mecanismo de distribuciónste mecanismo de distribución con fines educativos. Es posible imaginar un contexto en el cual los usuarios puedan solicitar manuales para aprender a utilizar los recursos electrónicos remotos de información de todo tipo.

6.2. Enseñanza personalizada

A los usuarios que concurren a la biblioteca, el personal puede ofrecerles clases personalizadas, adaptadas a sus necesidades. Previa cita, el usuario podría hacer consultas a los miembros del personal y adquirir, rápidamente, experiencia práctica en las técnicas de acceso remoto, además de tener una idea del diseño y funcionamiento de los recursos electrónicos de información. Esta noción básica ayudaría a combatir los conceptos erróneos comunes de los usuarios remotos y les permitiría convertirse en investigadores más efectivos.

Hoy en día, las herramientas tecnológicas (ej., correo electrónico, teléfono y fax) se utilizan en la educación personalizada para ayudar a los usuarios remotos a solucionar problemas específicos; en particular, problemas técnicos que se deben resolver de inmediato (ej., un prompt o un mensaje de error indescifrable).

Las tecnologías emeror="#FFFFFF">Las tecnologías emergentes proveen oportunidades interesantes para la educación personalizada. La consulta en línea, mediante video digital interactivo, ofrecería un medio electrónico de capacitación a usuarios remotos que realmente llevaría el alcance de la biblioteca más allá de sus paredes y, a la vez, proporcionaría a los usuarios sus medios preferidos de aprendizaje: la interacción directa, en tiempo real, con un bibliotecario experto en el uso de recursos electrónicos de información y el manejo de los datos que se obtienen de ellos.

6.3.  Educación grupal

Si los usuarios remotos pueden ir a la universidad, los talleres constituyen una técnica efectiva de capacitación. Se pueden hacer en la biblioteca o en cualquier otro lugar del campus. Son más efectivos cuando se ofrece una capacitación práctica, ya que así se cubren los dos puntos básicos de la formación de usuarios: cómo acceder a los recursos electrónicos de información y cómo utilizarlos. Cuando no se cuenta con el equipamiento para ofrecer una capacitación práctica, se pueden hacer demostraciones de las técnicas de acceso y búsqueda en línea. Las conferencias, si en línea. Las conferencias, si bien se prefieren antes que no ofrecer instrucción alguna, no son muy adecuadas para enseñar las habilidades en línea. Se pueden utilizar diapositivas y transparencias para simular las pantallas que verá el usuario, pero un enfoque práctico o una demostración en vivo es mucho mejor.

Un mensaje electrónico enviado a PACS-L sintetizó 23 respuestas con respecto a métodos de enseñanza en talleres para un curso de Internet: 13 de los encuestados recomendaron un enfoque práctico, 6 capacitación práctica y demostraciones y sólo 4 sugirieron el enfoque conferencia/demostración. [16]

Las aulas electrónicas "master" son superiores a las aulas tradicionales, porque están equipadas con las últimas tecnologías de video y computación. El aula master de la Steen Library, en la Stephen F. Austin State University, es un ejemplo de un aula electrónica ideal. Posee 20 estaciones de trabajo conectadas en red, junto con 5 impresoras empotradas en estaciones a prueba de ruidos. Hay una estación de trabajo conectada en red, equipada con un proyector y un panel de proyección LCD color para proyectar la pantalla de la computadora del instructor en una pantalla grande. La lustructor en una pantalla grande. La luces de la habitación se pueden oscurecer hasta el nivel más apropiado según la tarea que se está realizando. Con el fin de  brindar una flexibilidad máxima para enseñar una variedad de habilidades y recursos electrónicos de información, las estaciones de trabajo pueden acceder al OPAC de la biblioteca, a todos los recursos electrónicos internos de información y a los recursos de Internet. Las computadoras también acceden a programas de aplicaciones (ej., procesador de textos, planilla de cálculos y software de bibliografía), de manera que los alumnos pueden aprender a cortar y pegar los resultados de sus búsquedas directamente en sus documentos. De esta manera, los alumnos y docentes pueden ver en acción la “estación de trabajo ideal de un académico”. Próximamente, el número de estaciones de trabajo se incrementará a 30 y contarán con acceso a imágenes y a otros recursos multimediales, como video color digital y clips de sonido.

En la era electrónica emergente, el mejor ejemplo de enseñanza grupal, fuera de un aula de este tipo, son los cursos interactivos en línea ofrecidos vía Internet. Estas clases o talleres se anuncian en PACS-L, NETTRAIN y LIBREF-L cada vez con m&a, NETTRAIN y LIBREF-L cada vez con más frecuencia. Por ejemplo, un taller llamado "Navegando en Internet: Vamos a usar Gopher” convocó a 17.769 participantes de 54 países. [17]

7.0  Cómo preparar a los bibliotecarios para trabajar con usuarios remotos

La biblioteca debe definir su función en la capacitación a usuarios remotos. No debe desempeñar este función aislada del centro de computación de la universidad, que a menudo ofrece varios cursos de computación. Por ejemplo, la Biblioteca Butler de la Universidad de Columbia complementa sus funciones con las del Centro de Actividades Informáticas de la Universidad, y no repite la formación existente sobre hardware, telecomunicaciones o aplicaciones básicas como procesamiento de texto. En su lugar, se “centra en las herramientas y procesos avanzados de investigación... y en las aplicaciones específicas de tecnología para la recuperación y organización de información, publicación y comunicación, y el análisis textual”. [18]

Los bibliotecarios que trabajan con programas de capacitación en recursos electrónicos de información deben tener una perspectiva amplia, no s&oa tener una perspectiva amplia, no sólo de los recursos mismos, sino de las técnicas de manejo de información, conocimientos electrónicos y publicación electrónica. 

Los programas de capacitación del personal deben brindar una comprensión de estos temas. Otras áreas que deben abarcar son los comandos específicos del sistema de los recursos electrónicos de información apropiados, experiencia en el manejo de bases de datos personales y generación bibliográfica de información transferida.

También es muy importante que los que trabajan con usuarios remotos comprendan la perspectiva del usuario. Deben experimentar los problemas y mensajes del sistema que encuentran los usuarios remotos al usar los distintos medios de acceso, y desarrollar los materiales de capacitación apropiados para ayudar a los usuarios con cualquier desafío que no puedan resolver.

8.0  Conclusión

Algún día, los sistemas electrónicos nuevos de información tal vez ofrezcan a los usuarios remotos medios de búsqueda más fáciles e intuitivos. Por ejemplo, las técnicas de búsqueda basadas en la ponderación estadístila ponderación estadística (también conocida como clasificación de relevancia) producen una lista de citas clasificadas en orden descendente, con los ítems más apropiados al inicio de la lista. Un ejemplo de este tipo de sistema de búsqueda es WIN de Westlaw. Dialog está desarrollando un sistema similar llamado TARGET, que “cubre un terreno intermedio entre los sistemas de clasificación de relevancia en lenguaje natural y la búsqueda booleana”. [19]

Pero hasta con mejoras substanciales en el sistema, en el desafiante mundo electrónico del futuro, el bibliotecario seguirá cumpliendo una función importante ayudando a los usuarios “a navegar... entre las necesidades de información y los sistemas de recursos de información”. [20

Volviendo a las tres categorías de usuarios antes desarrolladas, los problemas de los que deben “enfrentarse a la tecnología” se pueden superar a través de un diseño mejorado de los motores de búsqueda, interfases de usuario y protocolos de información. Los usuarios “con experiencia en tecnología” y “sin experiencia en investigaciones” se pueden beneficiar con una mayor capacitación bibliotecaria humana y basada en computadoras, y se los debe sada en computadoras, y se los debe incentivar a que exploren y utilicen, de manera efectiva, las posibilidades electrónicas de información del ciberespacio. Con suerte, los bibliotecarios podrán poner más energía en promover los conocimientos electrónicos de información, ayudando a los usuarios a desarrollar las habilidades de por vida de recuperar y manejar los recursos electrónicos de información disponibles desde las bibliotecas y otros sitios remotos.

Es importante que sigamos explorando el uso de nuevas tecnologías para llegar a los usuarios remotos del presente e interactuar con ellos. Pero también deberíamos reconsiderar nuestras actitudes y perspectivas con el fin de reinventar nuestros servicios en este nuevo entorno electrónico. Como sugirió John R. Sack, debemos alejarnos de la visión “ptolemaica” de la biblioteca como centro para aproximarnos a la visión “copernicana” del usuario como figura central. [21] Con esta perspectiva, los bibliotecarios estarán mejor equipados para utilizar las capacidades tecnológicas emergentes que sirvan eficazmente a sus usuarios.

Notas

1. La presentación de una versión anterior de este trabajo se realiz&oa;n anterior de este trabajo se realizó en el IX Congreso sobre Automatización Bibliotecaria de Texas, el 3 de abril de 1993.

2. Mary Jean Pavelsek, “A Case Against Instructing Users of Computerized Retrieval Systems”, College and Research Libraries News 52 (Mayo 1991): 297-299, 301; y Tom Eadie, "Immodest Proposals”, Library Journal 115 (15 de octubre de 1990): 42.

3. El autor quiere agradecer a Tom Wilson, de las University Libraries de la Universidad de Houston, por esta importante observación en el IX Congreso sobre Automatización Bibliotecaria de Texas.

4. Brian Aveney, "Online Catalogs: The Transformation Continues", Wilson Library Bulletin 58 (Febrero 1984): 406.

5. M. Lynne Neufeld y Martha Cornog, "Database History: From Dinosaurs to Compact Discs", Journal of the American Society for Information Science 37 (Julio 1986): 189.

6. Kathleen Young Marcaccio, ed., Gale Directory of Databases (Detroit: Gale Research Inc., 1994), xxi-xxii.

7. Ibid., xxiii-xxvii.

8. Online Database Selection: A User's Guide to the Directory of Online Databases (New York: Cuadra/Elsevinline Databases (New York: Cuadra/Elsevier, 1989), 7.

9. Elizabeth H. Dow, "The Impact of Home and Office Workstation Use on an Academic Library" (Ph.D. diss., University of Pittsburgh, 1988), 63.

10. Véase a Sally Wayman Kalin, "The Invisible Users of Online Catalogs: A Public Services Perspective", Library Trends 35 (Primavera 1987): 587-595; y Sally Wayman Kalin, "Support Services for Remote Users of Online Public Access Catalogs", RQ 31 (Invierno  1991): 197-213.

11. Reva Basch, “The Electronic Client: User Expectations and Searcher Responsibilities”, in Proceedings of the Seventh National Online Meeting (Medford, NJ: Learned Information, 1986), 22-24.

12. También descripto como “psicoterapia de referencia” en: Sally Wayman Kalin, “The Invisible Users of Online Catalogs: A Public Services Perspective”, 590.

13. Domenica M. Barbuto y Elena E. Cevallos, "End-User Searching: Program Review and Future Prospects”, RQ 31 (Invierno 1991): 225.

14. Steven J. Herro, "Summary of Well Constructed Gophers”, mensaje electrónico enviado a pacs-l@uhupvm1.uh.edu, 17 de noviembre de 1993.

< de>

15. Louis Rosenfeld, "New Topical Internet Guides Available”, mensaje electrónico enviado a pacs-l@uhupvm1.uh.edu, 20 de diciembre de 1993.

16. Jim Olivetti, "Summary: Workshop Design Assistance”, mensaje electrónico enviado a  pacs-l@uhupvm1.uh.edu, 21 de diciembre de 1993.

17. Richard Smith, "Navigating Report”, mensaje electrónico enviado a pacs-l@uhupvm1.uh.edu, 30 de noviembre de 1993.

18. Anita Kay Lowry, "Beyond BI: Information Literacy in the Electronic Age”, Research Strategies 8 (Invierno 1990): 26.

19. Información comercial de DIALOG Information Services, Inc.

20. Francis Miksa, "The Future of Reference II: A Paradigm of Academic Library Organization”, College & Research Libraries News 50 (Octubre 1989): 789.

21. John R. Sack, "Open Systems for Open Minds: Building the Library Without Walls”, College & Research Libraries 47 (Noviembre 1986): 538.

Acerca del autor

Karen Wielhorski, Directora de Referencia, Ralph W. Steen Library, Stephen F. Austin State U W. Steen Library, Stephen F. Austin State University, Nacogdoches, TX 75962-3055. Internet: karenw@sfalib.sfasu.edu.

Copyright (C) 1994 Karen Wielhorski. Todos los derechos reservados.

The Public-Access Computer Systems Review. Copyright © 1994 University Libraries, University of Houston. Todos los derechos reservados.
 

Traducido con la correspondiente autorización de los autores.
Departamento de Informática y Sistemas.
 

 

Facilitado por la Biblioteca Nacional de la República Argentina