Malabika Das

 

Bibliotecas Públicas y Redes Comunitarias:
¿Se unen sus futuros?

Malabika Das analiza la relación entre las
bibliotecas públicas y las redes comunitarias.


Las bibliotecas públicas sirven a sus comunidades cumpliendo siete funciones básicas:  archivos del conocimiento, preservación y mantenimiento de la cultura, difusión y distribución del conocimiento, recuperación de la información, educación e interacción social [1]. Cada una de estas funciones ofrece al público general la oportunidad de reconocer que las bibliotecas forman una parte integranocer que las bibliotecas forman una parte integral de una sociedad democrática, donde el acceso a información gratuita fue (y sigue siendo) tanto esperado como reclamado. En comparación, las redes comunitarias también tienen ideales similares en cuanto a la atención al público. Se centran en proveer un espacio abierto para la comunicación, la interacción y el intercambio de información e ideas. Por eso, juntas, las bibliotecas públicas y las redes comunitarias luchan por satisfacer las necesidades del público. En este artículo se analiza la relación entre ambas y los motivos por los cuales, con el tiempo, sus futuros se unan.

Función de las bibliotecas públicas

En el pasado, las bibliotecas públicas ponían mucho énfasis en ofrecer material impreso a sus usuarios. El acceso a la información electrónica era limitado, porque era costoso y porque no contaban con el equipamiento físico para poder acceder a ella. El crecimiento de Internet, sin embargo, cambió la opinión general sobre cómo brindar información al público. Muchos gobiernos, instituciones educativas, un conjunto variado de entidades sin fines de lucro y organizaciones comerciales, entre varias otras, reconocen el potencial de Ints otras, reconocen el potencial de Internet para transmitir información a las masas. Por lo tanto, muchas de ellas “se engancharon” rápidamente con el fin de llegar al público. Esta situación llevó a un aluvión de información disponible en forma electrónica y a una proliferación confusa de herramientas de software o programas para acceder a ella.

Para el público general, este crecimiento plantea un problema: dónde obtener la información y, más importante aún, cómo obtenerla. Antes, la mayoría de la gente no tenía módems ni computadoras [2]. Actualmente, son más los usuarios que tienen acceso directo a Internet, ya sea desde el hogar, la escuela o el trabajo [3, 4] y es probable que traten de buscar solos la información [5]. Pero, ¿tienen éxito cuando buscan recursos precisos y relevantes? ¿Qué estrategias de búsqueda y qué herramientas utilizan para recuperar información? Las bibliotecas públicas están preparadas para dar orientación sobre estos temas, y pueden ofrecer sus servicios e instalaciones para posibilitar el acceso a Internet.

Específicamente, las bibliotecas públiicamente, las bibliotecas públicas pueden cumplir varias funciones:

* Actuar como una “red segura” para todos los que, de otra manera, no tendrían acceso. Por ejemplo, los que tienen bajos ingresos, los que viven en zonas remotas o los que no están familiarizados con los sistemas de redes [6, 7].
* Ayudar a la gente a “navegar” y a evaluar críticamente el complejo laberinto de las nuevas tecnologías de la información [6, 8]. Por ejemplo, los bibliotecarios pueden crear guías temáticas y/u ofrecer sesiones de capacitación sobre cómo utilizar el correo electrónico, los motores de búsqueda o los procesadores de texto.

* Ayudar a la gente a desarrollar y utilizar recursos y foros nuevos [6]. Por ejemplo, si desean participar en forma más activa en un medio electrónico, como crear un foro público sobre temas locales, los bibliotecarios pueden ayudarlos a acceder a los recursos locales y remotos.

Por supuesto, antes de que las bibliotecas públicas puedan proveer una oferta completa de servicios electrónicos, se deben tratar algunos problemas, que incluyen: 

* Cost/font>

* Costo - Teniendo en cuenta que los fondos públicos para las bibliotecas están disminuyendo, ¿quién va a pagar estos servicios? Algunos costos se relacionan con las adquisiciones de software y hardware (como el mantenimiento a largo plazo del hardware y la actualización del software), la capacitación del personal y los costos de comunicación (es decir, tarifas telefónicas). Programas como el E-rate (tarifa electrónica) en los EE.UU., que existen hoy en día para ayudar a bajar los costos relacionados con la tecnología y las telecomunicaciones, pueden desaparecer mañana cuando el gobierno reconsidere el valor de los programas y su capacidad para financiarlos (ver Apéndice).
* Falta de políticas uniformes – Si bien muchos bibliotecarios reconocen la importancia de proveer acceso a Internet o a otros servicios electrónicos, no hay una ley universal que asegure que las bibliotecas deben proveer determinados tipos de acceso (telnet, FTP, WWW, correo electrónico, grupos de discusión, etc.). Muchas asumen esta responsabilidad por iniciativa propia y, por lo tanto, surgen diferencias entre los sistemas (por ejemplo, diferentes interfases de usuario, órdenes, comandos de acceso, etc.) [9]. La introducción de pol&iac]. La introducción de políticas uniformes facilitaría la estandardización y permitiría compartir recursos entre los sistemas de las bibliotecas. Las últimas iniciativas en este sentido incluyen el uso de Z39.50, Dublin Core y estándares XML.

* Organización de la información - ¿Las bibliotecas deberían actuar como verdaderos “filtros” y dar la información a pedido, al igual que varios servicios en línea? ¿O sólo deberían organizar la información electrónica en bibliografías o índices tradicionales para que la gente los use como referencia? ¿Cómo pueden satisfacer mejor las necesidades de información electrónica de sus usuarios sin afectar su objetivo de proveer los servicios en forma gratuita?

Todo esto describe sólo algunos de los temas que las bibliotecas públicas deberán tratar mientras nuestra sociedad siga integrando la tecnología a nuestras vidas, dependiendo más de los medios electrónicos para acceder a la información.

Desarrollo de redes comunitarias

Las redes comunitarias se basan en la premisa de que el acceso a la información a través de los medios elute;n a través de los medios electrónicos debería ser un derecho público fundamental. Tradicionalmente, las redes de computadoras han sido para una elite: investigadores, organizaciones o cualquiera que tuviera dinero. Se creía que la tecnología era cara y que la información en las redes era exclusiva, sólo para los que tenían acceso y un motivo para ver la información. Las redes comunitarias luchan por cambiar esta imagen. Su objetivo es promover la enseñanza de las tecnologías informáticas y proveer acceso gratuito o de bajo costo a esta información electrónica “exclusiva”. El Instituto Morino, por ejemplo, llamó a este fenómeno “computación de acceso público”, si bien un término más descriptivo para las redes comunitarias es “redes de acceso público”. 

El eje principal de las redes comunitarias es proveer información local o basada en la comunidad [10, 11]. La mayoría de las redes también ofrece al público la oportunidad de explorar otras características, como correo electrónico, grupos de discusión, foros públicos o conferencias electrónicas y acceso a entidades de servicios sociales y profesionales (por ejemplo, enviar una pregunta y recr ejemplo, enviar una pregunta y recibir una respuesta o encontrar un servicio buscándolo en un directorio electrónico). En muchos casos, el acceso a Internet constituye una parte integral de estas redes.

Forjando una nueva relación – Bibliotecas y Redes Comunitarias

En un intento por cambiar la imagen “elitista” y proveer acceso a los que no tienen el equipo necesario, las redes comunitarias muchas veces utilizan a las bibliotecas públicas para instalar terminales. Muchas bibliotecas ya están dando soporte a estas redes comunitarias, respondiendo consultas telefónicas o por correo electrónico. De hecho,  algunas bibliotecas son responsables de la red comunitaria en sí, alojando el equipo y ofreciendo personal para operar y administrar la red.

Tom Grundner, fundador del sistema Free-Net, también hizo una analogía que relaciona a las bibliotecas públicas con la función de las redes comunitarias de computadoras en el futuro:

Así como este siglo tuvo la biblioteca pública gratuita, nos resulta difícil imaginar un siglo XXI que no tenga sistemas comunitarios de computación. Además, creemos que la computadora comunitaria, como recurso, tendrá como mínimrecurso, tendrá como mínimo tanto impacto en el próximo siglo como la biblioteca pública lo tuvo en este. [12, p.46] 

Como ya existe una tendencia fuerte de parte de las bibliotecas por respaldar a las redes comunitarias, es lógico reconocer que los futuros de ambas están potencialmente relacionados debido, en especial, a que algunas bibliotecas están ofreciendo servicios de conexión como los tradicionales Proveedores del Servicio de Internet (ISP), acceso al correo electrónico y foros de discusión en línea (ver Apéndice). El término “biblioteca digital” también fomenta la idea de que las bibliotecas se deben centrar más en los medios electrónicos que en los materiales impresos habituales.

Las redes comunitarias también se pueden considerar proveedores de información. Pese a esto, ponen énfasis en la distribución electrónica de materiales específicos de la comunidad,  y no de recursos globales. La distribución de información se basa en la presunción de que un proveedor local de información sabe qué materiales necesitan sus usuarios, crea documentos específicos y después utiliza la estructura de la red comunitaria (por ejemplo, centroa red comunitaria (por ejemplo, centros de documentos o encabezamientos de menúes) para distribuirlos. De alguna manera, esta descripción general es similar a la manera en que las bibliotecas públicas atienden a sus usuarios: saben qué necesitan, crean una colección para cubrir sus necesidades y después colocan estos materiales en una estructura de fácil acceso para todos.

Conclusión

En conclusión, las redes comunitarias y las bibliotecas públicas deberían estudiar sus similitudes y diferencias, y considerar la posibilidad de unir sus futuros. ¿Por qué? Por las siguientes razones:

* La mayoría de las bibliotecas públicas ya están interconectadas, lo cual permite contar con catálogos en línea que muestran la disponibilidad de los recursos locales en todo el mundo. Como el acceso electrónico a los recursos locales es una característica clave de las redes comunitarias, la diferencia entre las dos (las bibliotecas y las redes comunitarias) se está achicando.
* Los bibliotecarios tienen amplia experiencia planeando y desarrollando proyectos comunitarios para satisfacer las necesidades de los usuarios. Las redes comunitarias necesitan este tipo de pla comunitarias necesitan este tipo de planeamiento para tener éxito. Si los usuarios no pueden acceder a él, no lo utilizarán.

* Los bibliotecarios saben muy bien cómo funcionan los sistemas automatizados y cómo  proveer acceso gratuito a la información. Esta habilidad sería útil para las redes comunitarias que se esfuerzan por aprender a utilizar sus sistemas con el fin de proveer información a todos los usuarios. Problemas relacionados con los derechos de autor, la privacidad, los estándares y la distribución de información gubernamental son muy familiares para la biblioteconomía en general [13].

* Las redes comunitarias muchas veces luchan por obtener el financiamiento adecuado. Los bibliotecarios podrían ayudar a determinar qué ítems deberían ser gratuitos y cuáles arancelados (de ser necesario, ya que esto podría violar la misión de las redes comunitarias). Juntar recursos en una red, contra dos o tres redes separadas, podría traer como resultado protocolos estandarizados y la posibilidad de distribuir servicios adicionales a todos los usuarios.

Por último, la fusión de ideales establecidos para las redes comunitarias y las bibliotecas pú comunitarias y las bibliotecas públicas, en el campo de la información electrónica, permitirá (con suerte) que todos tengan acceso fácil y gratuito a las redes de computación y a los recursos públicos de información. 

Referencias

1. Barker, P. 1994. Electronic libraries - Visions of the future. The Electronic Library, 12 (4), 221-229.
2. McClure, C. R. 1995. Public access to the Information Superhighway through the nation’s libraries. Public Libraries, 34 (2), 80-84.

3. Las encuestas de Nua Internet Surveys (1999) sobre la cantidad de gente que está en línea en todo el mundo se encuentran en: http://www.nua.ie/surveys/how_many_online/index.html

4. U.S. Census Bureau. 1999. Access Denied. Changes in Computer Ownership and Use:1984-1997. Este informe está en:

http://www.census.gov/population/socdemo/computer/confpap99.pdf

5. Lipow, A.G. 1999. "In your face" reference A.G. 1999. "In your face" reference service. Library Journal, 124 (13), p50. 

6. Jordan, J., & Brintle, L. 1993. Coalition for communication: Developing a public communication system. Computers in Libraries, 13 (2), 29-32. 

7. Watkins, C. 1999. Opening the Gates. (Grants to public libraries) American Libraries, 30 (9), 11. 

8. Whitlatch, J.B. 1999. Enhancing the Quality of Reference Services for the 21st Century: Part 3. Reference & User Services Quarterly, 38 (3), 233. 

9. Lago, K.N. 1993. The Internet and the public library: Practical and political realities. Computers in Libraries, 13 (9), 65-70. 

10. Schuler, D. 1994. Community networks: Building a new participatory medium. Communication of the ACM, 37 (1), 39-51.

11. El sitio Web del Community Networking Movement está en http://www.scn.org/ip/commnet/. Para hallar más información sobre redes comunitarias, dirigirse a: http://www.scn.org/ip/commnet/info.html

12. Mattison, D. 1994. Librarians and the Free-Net Movement. Computers in Libraries, 14 (5), 46-50. 

13. Walsh, R.T. 1994. The national information infrastructure and the recommendations of the 1991 White House Conference on library and information services. Washington, D.C.: U.S. National Commission on Libraries and Information Science.

Apéndice

* Para más información sobre el programa E-rate (Servicio Universal) de los EE.UU., ingresar a <http://www.sl.universalservice.org/> (aplicaciones) o a <http://eratehotline.org/>. 

* Ejemplos de redes comunitarias que instalan terminales en las bibliotecas públicas:

National Capital FreeNet (NCF)
Room 402, Dunton Tower
Carleton University
Ottawa, Ontario, Canada
K1S 5B6. 
[Home page]: http://www.ncf.ca/

Terminales Freefont color="#FFFFFF">Terminales FreeNet: en la región de Ottawa, en la Ottawa Public Library, Cumberland Township Public Library, Gloucester Public Library, etc. 

Mountain Area Information Network (MAIN) 
34 Wall St., Suite 407 
Asheville, NC, 28801 
USA
[Home page]: http://main.nc.us/

Acceso a MAIN a través de 35 terminales de acceso público instaladas en bibliotecas rurales.

* Ejemplos de bibliotecas que operan y administran una red comunitaria: 

Southeast Florida Library Information Network, Inc. (SEFLIN Free-Net) 
100 South Andrews Avenue
Ft. Lauderdale, FL 33301
USA
[Home page]: http://www.seflin.org/

Administrada por las bibliotecas de los condados de Broward, Dade, Palm Beach y Martin & Monroe. 

CascadeLink 
205 N.E.b>
205 N.E. Russell St. 
Portland, OR 97212 
USA
[Home page]: http://www.region.portland.or.us/%20or%20http://www.cascadelink.org/ 

Administrada por el Multnomah County Library System. 

* Ejemplos de catálogos en línea (accesibles en todo el mundo):

Queens Borough Public Library
89-11 Merrick Boulevard
Jamaica, NY 11432
USA
[URL del catálogo]: http://web2.queenslibrary.org/

[Base de datos de servicios a la comunidad]: http://web.queens.lib.ny.us/immigrant.html

Detalles sobre la autora

Malabika Das
Supervisora de Servicios En Línea

Queens Borough Public Library

Queens, Nueva York

Queens, Nueva York

Email: mailto:%20mdas@queenslibrary.org
Sitio Web: http://www.queenslibrary.org/

URL: http://www.ariadne.ac.uk%20/issue22/das/intro.html
 

Traducido con la correspondiente autorización del autor. 
Departamento de Informática y Sistemas.

Facilitado por la Biblioteca Nacional de la República Argentina