Juliet Dye - Jane Harrington

 

Clumps en el mundo real:
¿Qué necesitan los usuarios?

Juliet Dye y Jane Harrington dan al usuario las perspectivas de los
bibliotecarios acerca de los Clumps (en un sistema asociativo de recuperación
de información grupo de palabras basado en la frecuencia con que aparecen
juntas en las mismas obras) y su impacto en los lectores.


Al intentar establecer los requisitos de los usuarios en el contexto de los cuatro e-Lib Clump Projects, decidimos dividir el enfoque en dos etapas. Primero, tratamos de analizar algunos perfiles de usuarios típicos y ver car algunos perfiles de usuarios típicos y ver cuáles solían ser sus requisitos de búsqueda. Después relacionamos estos datos con el resultado de las búsquedas que realizamos. Este artículo ofrecerá al lector algunos datos sobre los méritos –y las desventajas- de estos proyectos. Algunos puntos similares surgen de ambas etapas.

¿Qué quiere la gente?

La primera pregunta que se debería formular es qué buscan los usuarios de los servicios de clumps. Es probable que el objetivo de una búsqueda sea una de estas dos cosas:

* Un artículo específico. Podría ser sólo una referencia bibliográfica o un ítem al que se necesite acceder.
* Grado de exhaustividad por materia.

Entonces, ¿qué preguntas va a hacer el usuario si la búsqueda tiene éxito y devuelve algunos resultados?

* ¿Dónde está ubicado el material?
* ¿Está disponible en las estanterías de libre acceso o el acceso es restringido?

* ¿Puedo ir personalmente a utilizarlo?

* Sirlo?

* Si voy, ¿puedo pedirlo prestado? 

* Mejor aún, si no puedo ir, ¿me lo envían? 

¿Quién es el usuario típico?

Lo que tratamos de identificar después fue si existía un “usuario típico”. Tratando de que no influyera nuestra inclinación académica, reconocimos tres niveles de usuarios que podrían estar interesados en acceder a los clumps:

1. El alumno que tal vez no vive ni trabaja cerca de su lugar de estudio y está buscando un sitio más conveniente. Otra alternativa es que su propia institución no tenga suficiente grado de exhaustividad temática en el área elegida y necesite encontrar otro lugar que le  provea el material adecuado.
2. El investigador/académico que tiene más demandas específicas y necesita hacer una búsqueda bibliográfica bastante amplia o que busca material difícil de encontrar. 

3. El público en general que lo necesita para su trabajo o estudio o que busca material sólo para uso personal.

Perfil de capacidad

No es necesario decir que la capacidad de estas diferentes categorías de usuarios será muy diferente al consultar los catálogos o las bases de datos. Pueden ser usuarios con mucha experiencia en realizar búsquedas, que definen sus términos de forma precisa y no necesitan ayuda, o muy poca, o usuarios que tienen una experiencia muy limitada fuera del uso del OPAC. En este último caso, habrá que ofrecerles toda la ayuda necesaria o diseñar pantallas adecuadas para este nivel de inexperiencia.

¿Qué quieren los usuarios?

Sin embargo, cualquiera sea el perfil, es probable que quieran cosas muy similares de una búsqueda de un recurso bibliotecario compartido. Los lectores deben perdonarnos por utilizar una licencia poética al acuñar la frase “Unica Búsqueda” para definir de qué se trata un proyecto sobre clumps.

* Todos los usuarios exigirán una interfase familiar de fácil uso y aprendizaje, típica de cualquiera de los sitios Web populares con los que el público en general se está familiarizando.
* Tendrán la necesidad de poder elegir entre realizar una búsqueda a través de una serie comqueda a través de una serie completa de bases de datos o ser más selectivos, ya sea por materia o localización, y utilizar sólo las bases de datos apropiadas.

* También es esencial brindar información durante el proceso de búsqueda, lo cual en algunos casos puede demandar mucho tiempo.

* Rastrear las búsquedas anteriores será otro requisito útil para que los usuarios puedan seguir sus pasos cuando lo necesiten.

* Las búsquedas realizadas se deben guardar como futura referencia o para ayudar a refinar la investigación de una manera más precisa.

Resultados de la búsqueda

Si la búsqueda trae demasiados registros se debe poder refinar, posiblemente por idioma, fecha o medio como mínimo. Los resultados se deben clasificar siguiendo una serie de criterios de localización, que es la manera más popular de listar el material. Pero también hay que ofrecer otras alternativas correctas como una clasificación cronológica o alfabética por autor o título.

En primer lugar, hay que darle al usuario una lista concisa con los resultados, que después pueden ampliar si as&iacue después pueden ampliar si así lo desean. En este punto, la localización es fundamentalmente crítica, en especial para las instituciones u organizaciones con sitios divididos. 

Por último, el usuario necesitará acceder a la información sobre los fondos actuales. Si quiere examinar el material o pedirlo en préstamo, debe saber si está disponible. 

Después de la búsqueda

Una vez finalizada la búsqueda, ¿hacia dónde se dirige el usuario? Como el acceso es un tema clave, es esencial conducirlo fácilmente hacia la información requerida. Lo ideal es que haya un enlace directo desde la pantalla de búsqueda a la home page de la biblioteca pertinente o a la pantalla simplificada. Esa pantalla debe contener las respuestas a las siguientes preguntas:

* ¿Sólo puedo consultar el documento o puedo pedirlo en préstamo?
* ¿Puedo solicitar que me lo reserven por pantalla? 

* Si lo puedo reservar, ¿me lo envían o tengo que pasar a buscarlo? 

* Si se trata del artículo de una revista, ¿cuentan con un programa de dist ¿cuentan con un programa de distribución de documentos?

Estos dos últimos puntos destacan áreas que los proveedores de los servicios tendrán que tratar en base a la función exacta del bibliotecario en este proceso. ¿En qué medida es el bibliotecario o la interfase el intermediario? Además, ¿cuál será el mecanismo de cobro si existe un programa de suministro de documentos?

El futuro

El último aspecto a considerar es qué dirección tomarán los proyectos a partir de acá. El término “interclumping” no es atractivo, pero sí lo serían las oportunidades que podría ofrecer. Sin duda, el futuro traerá la posibilidad de realizar búsquedas a través de una serie de clumps o de pasar de uno a otro hasta encontrar los términos de búsqueda.

La experiencia real de hacer búsquedas

Nuestra evaluación de los Clumps no buscaba ser amplia ni rigurosa. No contamos con el tiempo suficiente pero, de todos modos, el fin de nuestro informe breve fue tan solo evaluar estos recursos y presentar nuestras primeras impresiones como bibliotecarios no técnicos. No pobliotecarios no técnicos. No podíamos aparentar ser usuarios inexpertos. No obstante, nuestro contacto diario con ellos, sumado a nuestra falta de familiaridad con los Clumps, nos permitió tratar de predecir posibles problemas.

Algunas observaciones pudieron hacerse sin tener que realizar ninguna búsqueda. Sin embargo, era evidente que necesitábamos un punto común, así que decidimos buscar material sobre “administración japonesa”. Elegimos este tema porque era bastante específico sin ser demasiado restringido. Además podía ser el tema de toda clase de proyecto estudiantil o de una consulta de un miembro del público que está por incorporarse a una empresa administrada de esta manera. No apuntábamos a juzgar la calidad absoluta de la información que encontrábamos; los Clumps están (o estaban) en una primera etapa de desarrollo después de todo. En cambio, tratamos de señalar qué pasaba y qué pensábamos al respecto.

Eramos muy conscientes de la necesidad de resaltar las cosas buenas y las malas (y por lo tanto fue un gran alivio hallar ambas). Aunque planteamos problemas que los gerentes del proyecto Clump no habían pensado o notado, también fue inevitable que algunas críti inevitable que algunas críticas hicieran destacar dificultades que ellos conocían muy bien. Para no perder el optimismo, comenzamos con las cosas “desalentadoras” que habíamos encontrado y terminamos con las características “alentadoras” que nos habían gustado; todas ellas figuran en la próxima sección. En la evaluación no mencionamos ningún Clump en particular y si bien a veces los miembros informados del público identificaban alguno, había varios puntos que se aplicaban a más de uno. La lista que surgió fue la siguiente:

Confusión frente a la pantalla

¿La pantalla inicial nos inquieta o impacienta? ¿Contenía demasiada información preliminar que la hacía ver confusa? ¿En seguida nos dábamos cuenta dónde ingresar la consulta?

A veces no quedaba claro qué elecciones nos pedían hacer. Elegíamos algo que parecía prometedor, como “sitio web principal”, y luego descubríamos que no había sido la elección apropiada y que teníamos que intentar otra vez. ¿Buscamos “gateway” (pasarela) o “colecciones para investigación en línea”? ¿En qué se diferencian? En ocasiones, una eleccdiferencian? En ocasiones, una elección nos lleva rápidamente de vuelta a la pantalla inicial en una especie de lazo. Esto fastidia a los usuarios que poseen algún conocimiento y tal vez preocupa, o aleja finalmente, a aquellos con muy pocos conocimientos.

Al observar muchas pantallas diferentes notamos que las que están muy cargadas confunden y las que tienen movimiento provocan nausea. Los espacios en blanco combinados con azules, blancos y amarillos son más fáciles de ver. 

Una característica que personalmente nos gustó fue la combinación de un simple mapa y de enlaces actualizados para dar una orientación física inmediata. Sin embargo, ¿no es innecesario dar una ubicación geográfica perfecta?

Terminología

No todo el mundo reconoce de inmediato la terminología profesional relacionada con la arquitectura cliente/servidor. Por ejemplo, algunos usuarios quizá no sepan qué significa “identificador”. Para un no profesional, podría ser una biblioteca, una materia, una colección o un servidor. Nos parece correcto que se utilice un lenguaje estructurado donde sea necesario y efectivo, pero es necesario hacer la aclaración correspondiente. Otro ejración correspondiente. Otro ejemplo fue el término “descripción de colecciones”, que podría haber sido una descripción de todas las bibliotecas consultadas y sin embargo resultó ser una lista de colecciones especiales. De igual modo, “gateway” puede ser una palabra ambigua.

Pero, por otra parte, también encontramos algunos buenos ejemplos de lenguaje común donde se le pide al usuario que complete los espacios en blanco en una oración lógica, como ‘Mostrar cada registro en notación [] clasificado por []’.

Cómo tratar al cliente

La duda es si dejar que el usuario refine la búsqueda para que esta sea eficiente o permitirle  hacer una búsqueda en forma amplia. Es importante aclarar muy bien cuáles son las opciones. Si la búsqueda por defecto se hace en todas las localizaciones, hay que indicarlo al comienzo para que el cliente pueda decidir entre una incursión rápida o correr el riesgo de esperar un poco más para una investigación exhaustiva.

Para el usuario, ‘búsqueda’ es generalmente un concepto más importante que “identificador”. Tal vez el proveedor quiera revertir esa ponderación en beneficio de una búsqueda ordn beneficio de una búsqueda ordenada. Sugerimos que puede ser conveniente psicológicamente incluir a ambas en la misma página.

En algunos casos se alentó específicamente a interrumpir la búsqueda o a utilizar un comodín. No es una técnica que se le ocurra naturalmente a muchos usuarios, pero es útil y nos pareció que  valía la pena destacarla.

Un botón de ‘reinicialización’, que permitía borrar todo y empezar otra vez, fue bien recibido. La repetición de instrucciones importantes al comienzo y al final de la pantalla también fue de utilidad.

La ayuda en línea estaba en diferentes etapas de desarrollo. Encontramos algunas páginas que estaban muy claras, tales como “Cómo utilizar este servicio”, pero también algunos vacíos, por ejemplo en la ayuda para reunir los resultados de varias búsquedas. A menudo había sólo un mensaje diciendo que todavía faltaba escribir esa parte, lo cual es incomprensible. Los problemas de la ayuda en línea no son inusuales en los Clumps. Uno quiere ver en la pantalla lo suficiente como para saber cómo proceder sin tener que hacer clic hacia adelante o hacia atrás continuamente. Pero no queremos que nontinuamente. Pero no queremos que nos hagan perder el tiempo leyendo párrafos enteros de explicación o desplazándonos hacia abajo todo el tiempo.

La experiencia de hacer búsquedas

Inevitablemente tuvimos momentos de confusión, debido quizás a nuestra mala interpretación, inconvenientes conocidos, fallas o variaciones en la indexación básica de los datos fuente, problemas con los sistemas de base o limitaciones en los registros que estaban disponibles en ese momento. Sólo un experto podría saberlo.

Por ejemplo, una búsqueda por materia (sobre administración japonesa) devolvió registros de una sola biblioteca miembro. Luego de examinar esos registros, elegimos un libro llamado “multinacionales japonesas”. Una búsqueda por autor/título de ese libro reveló que también estaba en una segunda biblioteca de Clumps.

Sospechamos que el usuario podía llegar a la conclusión de que una búsqueda por materia sobre “multinacionales japonesas” podía ser útil e hicimos una, además de otra sobre “Japón” y “multinacionales”. El resultado fue cero registros, aunque sabíamos que había algo. La explicación ser&iac;a algo. La explicación sería que los servidores Z de algunos sitios todavía no trabajan cuando se trata de búsquedas temáticas. Sin embargo, no inspiraría confianza si resultara ser un incidente habitual.

Los mensajes de error son desconcertantes en cualquier momento, pero en especial cuando no explican realmente el problema; por ejemplo, “error de JavaScript” o “no soporta la combinación de las bases de datos especificadas”.

Era muy alentador darse cuenta de que algo estaba sucediendo: el informe de cómo iba una búsqueda, cuántos identificadores se habían procesado, qué servidores estaban fuera de servicio, etc. Términos simples como “haciendo la búsqueda”, “presentando”, “conectando”, “esperando respuesta”, “no se encontraron registros”, “concluida”, hacen sentir al usuario que tiene una descripción general de la búsqueda y que tiene el control.

Cómo manejar los resultados

Una importante desventaja que observamos fue la falta de información sobre la disponibilidad de un determinado documento. Entendimos el motivo de esta dificultad, pero es probable que a todo aquel que hace una búsqueda por motivos no bibliográficos le interese saber exactamente d&oicos le interese saber exactamente dónde se encuentra lo que busca y si está disponible.

La solicitud de préstamo interno, como un enlace rápido, es excelente desde el punto de vista de un lector. Obviamente será necesario detallar bien las limitaciones de acceso a ese servicio y los gastos asociados en los que se incurre.

Reunir los resultados y hacer algo con ellos implica varias posibilidades. Siempre contábamos con distintas formas de reagrupar y clasificar la pantalla, pero la ayuda respecto a cómo hacerlo no siempre resultó fácil de entender. En el mejor de los casos aparecía un mensaje de orientación; en el peor teníamos que averiguar qué pasaba por nuestra cuenta.

Incluir una indicación de cómo visualizar las búsquedas realizadas es una buena medida. No tuvimos tiempo para investigar qué se podía hacer al respecto, pero hacer doble clic para volver a ejecutarlas o analizarlas sería una preferencia fácil de predecir. Son útiles los mensajes que aconsejan borrar o reutilizar. Otra opción podría ser la facilidad de transportar una búsqueda a otro clump.

Exportar los resultados ocasionó algunos problemas. Copiar y nó algunos problemas. Copiar y pegar en un documento Word funcionó bien en general, aunque a veces aparecieron algunos caracteres o formatos extraños. Sería bueno contar con una ayuda en pantalla. Probamos bajar algunos resultados y junto con ellos obtuvimos también todos los html.

Nuestra impresión general fue que los Clumps podían ser una herramienta interesante y accesible, que refleja la manera en que piensan nuestros usuarios. Nuestra experiencia nos dice que muchos quieren buscar los recursos por sí mismos, aunque también quieren asistencia sobre cómo hacerlo. Además están sorprendentemente dispuestos a trasladarse en busca de lo que creen que necesitan. En nuestra universidad, la guía de bibliotecas de otras instituciones es una de la más populares entre los estudiantes y es común que se consulten otros catálogos en línea. El proyecto Clumps podría tener un impacto importante en esta clase de actividad.

Detalles sobre los autores:

Juliet Dye
Subdirectora del Harrow IRS Centre

Universidad de Westminster

E-mail j.n.dye@westminster.ac.uk

Janefont>

Jane Harrington
Directora de la Biblioteca de Marylebone Campus

Universidad de Westminster

Email: j.harrington@westminster.ac.uk

Copyright Ariadne/autores originales.
http://www.ariadne.ac.uk/issue20/clumps-workshop

Ultima actualización: 22 de junio de 1999

Traducido con la correspondiente autorización de los autores.
Departamento de Informática y Sistemas.
 


Facilitado por la Biblioteca Nacional de la República Argentina