DARYL C. YOUNGMAN

 

 

REFLEXIONES ACERCA DEL PERSONAL

BIBLIOTECARIO EN LA ERA DE LA TECNOLOGÍA

ELEMENTOS BÁSICOS PARA HACER FRENTE AL CAMBIO

 

 

Resumen

      La tecnología es el hoy y es el futuro. La tecnología cambió para siempre

      la manera en que los bibliotecarios atienden a los usuarios y todo indica que este   cambio continuará. A medida que se instrumentan servicios nuevos, los

      bibliotecarios comienzan a cumplir tareas muy diferentes. El recurso

      humano es esencial para el éxito de un servicio basado en la tecnología y

      las bibliotecas enfrentan el desafío de desarrollar e instrumentar esos

      servicios a la vez que mantienen los tradicionales, casi siempre sin

      aumentar el personal. El soporte de los servicios electrónicos requiere

      una capacitación especial y, en muchos casos, más horas del personal, no

      menos. Cada biblioteca debe encontrar sus propias soluciones para este

      dilema, pero muchas encontrarán útil un modelo que combina tres elementos

      básicos: contar con bibliotecarios experimentados, contratar

      bibliotecarios recién graduados y adoptar prácticas de supervisión

      creativas.

      Introducción

      Las bibliotecas se ven arrastradas por las corrientes de una tecnología

      que cambia rápidamente. Al mismo tiempo que continúan ofreciendo los

      servicios de información tradicionales, los bibliotecarios desarrollan

      nuevas aptitudes y se capacitan en las nuevas funciones que son necesarias

      para dar soporte a los servicios basados en la tecnología. Esta tuvo su impacto en   casi todas las facetas de  las tareas bibliotecarias. Ahora el personal encargado de la actividad de  selección de material debe proveer a los usuarios acceso a los recursos

      digitalizados sin ser propietario de los mismos. Los catalogadores deben

      hacer que estos recursos estén disponibles. Los bibliotecarios de

      referencia siguen ayudando a los usuarios en la biblioteca, pero ahora la

      mayoría tiene otra clientela que accede en forma remota.

      La misión del bibliotecario -ofrecer a los usuarios un excelente servicio

      de información- no cambió, pero la tecnología agregó varias dimensiones

      nuevas a esta tarea. (Grodzins-Lipow, 1997) Cumplir con esta misión puede

      ser difícil. La mayoría de las bibliotecas no está en condiciones de hacer

      modificaciones rápidas. Los presupuestos están relativamente asignados y

      admiten pocos ajustes para los emprendimientos especiales. En muchas

      bibliotecas, la rotación de personal es insuficiente y no facilita los

      cambios rápidos de direcciones. En general, los fondos para crear más

      puestos son difíciles de obtener. Incorporar servicios basados en la

      tecnología generalmente aumenta, en vez de disminuir, las horas de trabajo

      del personal que debe desarrollar y

      mantener servicios efectivos para los usuarios.

      En este contexto, las bibliotecas deben diseñar las soluciones apropiadas

      para las condiciones locales. Si bien las alternativas son muchas, hay

      varios elementos básicos que son comunes a la mayoría de las bibliotecas y

      que se pueden aplicar en muchas combinaciones, según lo requieran las

      opciones de administración y los recursos. La conjunción adecuada de estas

      estrategias de cambio puede ayudar a que las bibliotecas reconsideren las

      necesidades actuales de atención al usuario, mientras se sientan las bases

      para el soporte continuo de un servicio basado en la tecnología.

      Nuevas funciones

      A medida que se instrumentan servicios nuevos, los bibliotecarios

      comienzan a cumplir funciones muy diferentes. El ritmo del cambio es

      asombroso, en especial para las bibliotecas que están acostumbradas a la

      estabilidad en la organización y los fondos. La tecnología está impulsando

      un cambio en todas las responsabilidades de una biblioteca.

      Los bibliotecarios encargados de las adquisiciones aún seleccionan y

      adquieren libros y revistas tradicionales, pero también deben enfrentar

      muchos problemas de acceso sin titularidad con las bases de datos electrónicas alquiladas, los servicios

      de acceso a artículos de revistas en texto completo y otros servicios que

      se adquieren sólo en forma virtual. (Grodzins-Lipow, 1997) Con estos

      nuevos recursos llega un eventual campo minado de problemas de licencias.

      Los bibliotecarios no pueden, ni deben, actuar como abogados, pero el

      análisis hecho por un bibliotecario es esencial para asegurar que los

      contratos de licencia de productos sean apropiados para las condiciones

      locales y los patrones anticipados de uso de los usuarios.

      También los catalogadores están empezando a cumplir otras funciones al

      intentar mejorar el acceso a los nuevos recursos. Ahora no solamente

      procesan libros, sino también CD-ROMs, discos de computación e ítems en

      formatos múltiples. Los sistemas de automatización de las bibliotecas

      crecieron en cuanto a sofisticación. Los catalogadores deben tomar

      decisiones fundamentadas sobre asuntos tales como crear enlaces a revistas

      electrónicas o gestionar conexiones de la colección bibliotecaria a varias

      bases de datos. Además, crean registros que contienen medios múltiples de

      acceso a un recurso determinado. Los usuarios esperan contar con registros

      que incluyan fondos impresos,  

      microformas y accesos directos a una versión electrónica del ítem. Los

      registros deben interactuar perfectamente con el OPAC y con una creciente

      variedad de índices, servicios en texto completo y navegadores.

      La catalogación de Internet es una tarea que ha recaído en los

      bibliotecarios. La aplicación del sistema de metaetiquetas de Dublin Core

      ;todavía en evolución- es una tarea que no existía hace algunos años, pero

      está adquiriendo importancia rápidamente como una función más de los

      bibliotecarios.;No es un conjunto de elementos de metadatos lo que va a

      reemplazar al formato MARC. Va a evolucionar junto a él (Chepesiuk,

      1999) Además de adquirir y procesar recursos en una variedad de formatos

      nuevos, las bibliotecas participan cada vez más de la creación de estos

      recursos. Las iniciativas de una biblioteca digital (un término aún por

      definir) generan muchos recursos de información de contenido local que

      requieren diferentes esquemas de control bibliográfico.

      Ultimamente los bibliotecarios de referencia experimentan un doble riesgo.

      A la vez que siguen atendiendo a los usuarios en los puntos de atención al

      público de la biblioteca, , muchos

      también dan soporte a una clientela creciente de usuarios de acceso

      remoto, esos usuarios más exigentes y menos pacientes que tienen mayores

      expectativas (Rettig, 1993). En muchos casos necesitan una asistencia

      especial, aún cuando utilizan los mismos recursos (electrónicos) que los

      usuarios que concurren a la biblioteca. Las preguntas enviadas por correo

      electrónico y las páginas Web enlazadas exigen la atención del personal de

      referencia, y la operación virtual de referencia puede ser más compleja y

      demandar más tiempo que el servicio tradicional brindado en el edificio de

      la biblioteca. A medida que la tecnología avanza, los bibliotecarios de

      referencia tienen una mayor responsabilidad como instructores de los

      conocimientos de información (Osorio, 1997) Grodzins-Lipow cree que la

      mayor variedad de funciones nuevas se está observando en las áreas de

      referencia.

      El sitio Web universal se convirtió en una herramienta estándar para

      muchas bibliotecas y su uso creó varias funciones para los bibliotecarios.

      Muchas bibliotecas utilizan ahora su sitio Web como plataforma exclusiva

      para el servicio electrónico al público. El aporte de los bibliotecarios

      es necesario una

      interfase Web bien diseñada y una estructura con enlace de páginas que

      facilite el uso eficiente. Una vez creada, el personal debe comprometer su

      tiempo para mantener, modificar y actualizar el sitio Web. Los enlaces van

      y vienen, los URL se modifican y la combinación de recursos ofrecidos a

      través del sitio Web cambia continuamente. La automatización carga con

      parte del trabajo, así como los técnicos de algunas tareas, pero en muchas

      bibliotecas la mayor parte del desarrollo y del mantenimiento del sitio le

      corresponde a los bibliotecarios. El proyecto CyberStacks (sm) ilustra el

      reconocimiento de estas nuevas funciones, entre otras. (Universidad del

      Estado de Iowa, 1999)

      Por lo tanto, las bibliotecas enfrentan la necesidad de utilizar en forma

      efectiva los recursos limitados de personal para responder al creciente

      número de desafíos conducidos por la tecnología. Replantear las normas y

      las tareas existentes del personal, contratar nuevos empleados para

      intercambiar conocimientos y poner en práctica una supervisión creativa

      puede ayudar a encontrar las soluciones que terminen con los problemas

      actuales y que sean lo suficientemente flexibles para adaptarse a los

      futuros cambios.

      Recurrir a

      Recurrir a los bibliotecarios senior

      Un recurso significativo para hacer frente al cambio son los

      bibliotecarios con experiencia. La mayoría de las bibliotecas no puede

      cubrir la cantidad de puestos que se necesitan para  las nuevas funciones,

      de manera que es esencial incluir bibliotecarios senior en los planes de

      soporte de la nueva tecnología. Con sus conocimientos del historial de

      organización, estos bibliotecarios cumplen un papel importante colocando a

      la tecnología en perspectiva con los servicios tradicionales de atención

      al usuario. A la par con el cambio, se debe mantener un equilibrio entre

      el cambio y la estabilidad para asegurar el mejor servicio al público,

      evitar el desgaste y mantener al personal activo.

      Los bibliotecarios con experiencia pueden ser considerados inflexibles,

      pero después de haber pasado un largo tiempo en un puesto, responden de

      una forma bastante positiva al desafío de una serie de responsabilidades

      que incluye las funciones nuevas creadas por la tecnología. Las nuevas

      tareas laborales relacionadas con la última tecnología motivan a los

      bibliotecarios expertos y constituyen un medio excelente de evitar la

      inactividad y el desgaste. (Boyer, 1990) También pueden desempeñar una función importante como tutores de los

      nuevos bibliotecarios incorporados al personal. Esta puede ser la clave

      del éxito en el momento de analizar otro factor para enfrentar el cambio:

      los bibliotecarios que recién finalizan la carrera y que están preparados

      para las nuevas habilidades tecnológicas.

      Contratar nuevos bibliotecarios

      En todas esas extrañas ocasiones en las que es posible contratar personal,

      se debe prestar mucha atención a los aspirantes que traen nuevas

      habilidades críticas directamente desde la escuela de bibliotecarios. Es

      lógico que los responsables de la elección tengan grandes expectativas en

      los bibliotecarios de hoy. Muchos graduados recientes de la escuela de

      bibliotecarios incorporan al mercado laboral habilidades tecnológicas

      específicas que no existían hace unos años. Esta especialización permite

      que una persona que acaba de ingresar sea productiva en una función nueva

      y no tradicional, a la vez que adquiere experiencia en tareas más

      tradicionales basadas en materias. En algunos casos, se crea una sinergia

      en la cual la flamante experiencia y el entusiasmo de un nuevo

      bibliotecario catalizan el interés de los bibliotecarios expertos y los

      ayuda a ver el valor de adquirir y ayuda a ver el valor de adquirir y

      aplicar las últimas habilidades.

      La oportunidad de agregar un puesto o de contratar personal para ocupar

      uno vacante también ofrece la posibilidad de reconsiderar los modelos de

      organización y de contratación de personal en una biblioteca o

      departamento. En muchas ocasiones, las bibliotecas adoptan

      desacertadamente prácticas de empleo de personal que, si bien fueron

      efectivas en el pasado, tal vez no sean las mejores para las condiciones

      actuales o futuras. La contratación de un bibliotecario puede ser un

      momento excelente para revisar el organigrama y reestructurar los puestos

      del personal existente. Un análisis minucioso de las necesidades actuales

      y estimadas puede dar por resultado un proyecto de contratación que

      generará un nuevo miembro realmente efectivo.

      Desafiar a los supervisores

      Las dotes de mando constituyen otro elemento que puede tener un impacto

      positivo en los esfuerzos por hacer frente a los cambios introducidos por

      la tecnología. Es indudable que la estabilidad y la previsión no parecen

      formar parte del futuro de las bibliotecas. Como dijo Glenn Brudvig, el

      cambio será demasiado rápido, demasiado complejo y demasiado desorganizado

      como para que los métodos tradicionales de los métodos tradicionales de

      dirección sean efectivos. Los supervisores deberán concentrarse más en el

      diseño de la organización y de sus políticas, orquestar el cambio e

      integrar los servicios y los materiales nuevos con los viejos (Brudvig,

      1992) En ese contexto, deben tratar de formar un personal capaz de

      responder a los objetivos actuales y lo suficientemente flexible para

      desempeñarse en forma efectiva en un futuro incierto.

      Los supervisores pueden comenzar por evaluar las necesidades de los

      usuarios y las aptitudes actuales de su personal. Esta evaluación permite

      identificar las capacidades que son necesarias pero que no se encuentran

      en el personal existente. Las opciones son varias: reconsiderar el

      rendimiento del personal existente, contratar personal nuevo o reorganizar

      los servicios ofrecidos. Las dos primeras se pueden instrumentar como se

      sugiere más arriba. La reorganización de los servicios representa un

      desafío especial para los supervisores.

      Las bibliotecas ofrecen una inmensa variedad de servicios y, en general,

      es muy difícil eliminar uno de ellos por completo. En consecuencia, un

      supervisor que trata de reorganizar los servicios enfrenta un desafío real

      cuando designa al personal y diseña un

      programa para distribuir en forma equilibrada tanto los servicios nuevos

      como los tradicionales. (Biblioteca del Congreso, 1999)

      Las respuestas a este desafío ya han sido pronosticadas. Las estructuras

      de servicio enlazadas y la reasignación de las responsabilidades del

      personal, como lo proyecta Rettig, están pasando a ser algo común en las

      bibliotecas. (Rettig, 1993) Dentro de estos organigramas, los supervisores

      pueden hacer hincapié en los servicios que más necesitan los usuarios y

      que representan lo que más se adapta a la misión y las capacidades de la

      biblioteca. Se puede seguir ofreciendo otros servicios pero en forma

      moderada. Las tareas que antes no se consideraban de oficina pueden

      asignarse a los empleados que estén correctamente capacitados, o aún

      automatizarse. Se pueden mejorar las funciones de los practicantes y del

      personal que asiste a los estudiantes. (Benefiel, 1997) Los proyectos de

      esta naturaleza posibilitan que el escaso personal brinde el mejor

      servicio al usuario.

      Una vez que se determinó el mejor grupo de servicios, el nivel de soporte

      y el organigrama, se pueden instrumentar los planes. Después de modificar

      en forma creativa las tareas individuales,

      los bibliotecarios con experiencia pueden asumir nuevas responsabilidades,

      pero hay que asignar tiempo y fondos para una capacitación formal e

      informal adecuada. (Boyer, 1990) Tal vez haya que modificar los modelos de

      empleo tradicionales para acomodar a los nuevos bibliotecarios contratados

      según sus capacidades. En conjunto, estos elementos colocarán a la

      biblioteca en un mejor posición para responder a los futuros cambios.

      Cualquiera sea el modelo que se diseñe para hacer frente al cambio, las

      bibliotecas deben concentrarse en la flexibilidad del personal y de la

      estructura, y en fomentar una cultura de organización que promueva el

      aprendizaje continuo, con el fin de mantenerse al tanto de los nuevos

      desarrollos y proveer un servicio al usuario que mejore cada día.

      (Brudvig, 1992)

      Conclusión

      La tecnología lleva a los bibliotecarios a asumir nuevas funciones:

      algunas son agradables, otras no, pero casi todas son en beneficio de los

      usuarios. En la mayoría de los casos estas funciones se suman a las

      obligaciones tradicionales, no las reemplazan. Se seguirán creando nuevos

      servicios, pero muchos de los servicios bibliotecario muchos de los

      servicios bibliotecarios tradicionales continuarán de alguna manera en el

      futuro previsible. Las bibliotecas enfrentan el desafío de cumplir con la

      creciente demanda de servicio con un personal y un presupuesto limitado,

      pero el cambio puede operarse haciendo uso de varios elementos que son

      comunes a la mayoría de las bibliotecas. Cada biblioteca puede desarrollar

      su propio programa de gestión de cambios que tenga en cuenta los elementos

      básicos: personal experimentado, contrataciones nuevas y prácticas de

      supervisión creativas.

      La flexibilidad es la clave del éxito. Las aptitudes personales

      (capacidades, actitudes e ideologías) y profesionales (manejo de la

      información y el acceso a ella) serán decisivas para mantener la

      flexibilidad necesaria para prolongar el éxito en el futuro. (Spiegleman,

      1997) Si aceptan la tecnología, combinan los elementos apropiados para

      operar el cambio y adoptan una postura de cambio, las bibliotecas estarán

      bien ubicadas para hacer frente a los futuros desafíos tecnológicos en la

      atención al usuario.

      Recursos

      Benefiel, Candace R. y otros, 1997. Baseline Subject Competencies f 1997.

      Baseline Subject Competencies for the Academic Reference Desk. Reference

      Services Review (Primavera, 1997): 83-93.

      Boyer, Ernest. 1990. Scholarship Revisited: Priorities of the

      Professoriate. Carnegie Foundation for the Advancement of Teaching.

      Princeton, ssN.J. 

      Brudvig, Glenn L. 1992. Managing the Sea Change in Science and Technology

      Libraries. Science & Technology Libraries 12 (Verano, 1992): 35-50. 

      Chepesiuk, Ron. 1999. Organizing the Internet: The "Core" of the Challenge

      (Dublin Core Metadata Set). American Libraries 30, (Enero, 1999): 60-64. 

      Grodzins-Lipow, Ann. 1997. Who Will Give Reference Service in the Digital

      Environment? Reference & User Services Quarterly 37 (Invierno, 1997):

      125-129

      Universidad del Estado de Iowa. 1999. Virtual Advisory Boards. [En línea]

      Disponible en: http://www.public.iastate.edu/~CYBERSTACKS/advisory.htm [18

      de septiembre de 1999].

      Biblioteca del Congreso. 1999. Reference Service in a Digital Age. [En

      línea] Disponible en: http://www.lcweb.loc.gov./rr/digiref/. [25 de

      septiembre de 1999]

      Osorio, Nestor. 1997. In Distance Learning, Is There a Role? Issues in

      Science and Technology Librarianship. Primavera, 1997. Disponible en:

      http://www.library.ucsb.edu/istl/97-spring/article3.html [24 de septiembre

      de 1999]. 

      Rettig, James R. 1993. Academic Reference Service Astride a Fault Line.

      Wilson Library Bulletin 67 (Mayo, 1993): 53-54.

      Spiegleman, Barbara M. (ed.). 1997. Competencies for Special Librarians of

      the 21st Century. Special Libraries Association, Washington, D.C.

 

Daryl C. Youngman

Presidente de las Bibliotecas de Ciencia

de la Universidad Estatal de Kansas

dyou@ksu.edu

 

       

      Traducido con la correspondiente autorización del autor. 

      Departamento de Informática y Sistemas.

Facilitado por la Biblioteca Nacional de la República Argentina