La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

Bibliotecas Rurales Argentinas

 

 

El sargento Canuto
Manuel Ascensio Segura

El sargento Canuto
Manuel Ascensio Segura

PERSONAJES
DON SEMPRONIO
JACOBA
NICOLASAsus hijas
CANUTO, sargento
CAZOLETA, cuartelero
PULIDO CEREZO, pretendiente de JACOBA
JUAN, pretendiente de NICOLASA
EL ESCRIBANO (Sigismundo)
TARIMA, mozo del ESCRIBANO
CAMOTE, criado de DON SEMPRONIO

La escena en Lima en 1838
Sala en casa de don Sempronio pobremente amueblada.
ESCENA I
Jacoba y Nicolasa
JACOBA(Quitándose la saya.) ¡Jesús, niña, qué calor!
¡Qué saya tan ajustada!
No he visto cosa prestada
que buena sea. ¡Ay, Señor!
¡Qué demonio! ¡Si te digo
que he estado toda la tarde
con más rabia...! Dios me guarde
de semejante enemigo.
¡Caramba!, pues no es petardo
que nada pueda una hacer10
con libertad! ¿Puede haber
mayor martirio? ¡Estoy que ardo!
NICOLASA Pero, Jacoba, ¿qué ha habido?
Cosas del viejo, sin duda...
Si es preciso estarse muda
cuando él está divertido.
JACOBA No, Colasa, ese demonio
de Canuto, ese borrico
que de cuanto yo practico
ha de dar fe y testimonio,20
es el que me ha hecho pasar
la tarde más endiablada.
¡Si estoy tan acalorada
que no puedo ni aun hablar!
Pegado a mí como liga
se ha estado este majadero,
diciéndome que lo quiero
y se lo oculto; fatiga
me ha dado oírlo, Colasa.
¡Qué gritos, qué dicharachos!30
¡Qué torcerse los mostachos!
¡Qué contonearse! ¡Qué traza
tan extravagante! ¡Necio!
¿Yo había de hacerle caso?
Vaya al diablo el candidaso
que le oiga tanto adefesio.
NICOLASA Si yo hubiera estado allí,
no sufro sus necedades,
y le digo claridades.
que lo pongo como ají.40
¡Buena soy yo!
JACOBA ¡Y qué!, ¿tú piensas
que se hubiera corregido?
¡Si estos hombres son y han sido,
Colasa, muy sinvergüenzas!
NICOLASA No, nunca es malo, porque
son tales estos villanos,
que si una les da las manos,
luego se toman el pie;
y más, al que no se estima,
no se le calla, Jacoba,50
porque juzga que una es boba
y al instante se va encima.
JACOBA De modo que, según veo,
ya no puedo divertirme,
porque ha dado en perseguirme
este hombre en todo paseo.
Bien sabes que si yo salgo
sólo es por ver a Pulido...
¡Pobrecito! ¡Qué aburrido
estaba por decirme algo60
de sus amores! Don Juan
también en el cuarto estuvo,
y con los ojos anduvo
buscándote con afán,
desde el instante que entró;
y no viéndote, al descuido,
me dijo: « ¡Qué!, ¿no ha venido
la hermana de usted?», y yo
conociendo que, al no verte,
se puso como enojado,70
le dije: «En casa ha quedado
con un catarro muy fuerte.»
Se serenó, y al instante
se despidió cortésmente,
y quedamos solamente,
en el cuarto, yo, mi amante,
el tal Canuto y el viejo.
El uno no despegaba
de mí sus ojos; volaba
el militar; y perplejo,80
nuestro padre no perdía
de vista a ningún torero,
relatando con esmero
la diferencia que había
de este tiempo al de Abascal;
y poniendo por los cielos
a un tal «No muchos pañuelos»,
a Breña, y a Cantoral...
¡Ah!, se me estaba olvidando
contarte lo más preciso.90
¿Sabes que ese hombre tan liso
con Pulido está rabiando
y que está con él celoso?
En verdad, tiene razón;
porque le tengo pasión,
y hago bien, que es muy buen mozo.
Yo esperaba a cada instante
que alguna camorra armara.
¡Jesús, Dios mío, qué cara
le ponía!
NICOLASA Habrá tunante! 100
Y dime ¿con qué derecho
te toma celos ese hombre?
¡Jesús, niña, hasta su nombre
aborrecible me ha hecho!
JACOBA Sólo porque le da gana.
NICOLASACierto, que es cosa de ver
que, a la fuerza, ha de querer
casarse contigo, hermana.
Estos tales militares
quieren ser como la espuma,110
porque cargan una pluma
y tres o cuatro alamares.
JACOBA ¡Ay, niña!, mira, lo puso
como el suelo; dijo que era
un mocito calavera;
un pícaro volantuso,
y qué sé yo... tanta cosa,
que si todo fuera cierto,
ya estaría el pobre muerto
y metido en la carroza.120
NICOLASA Pon, niña, pronto remedio;
dile que en vano se cansa;
que pierda toda esperanza
porque a ti te causa tedio.
Háblale claro; más vale
que se descubra el pastel,
y no que vaya al cuartel
y que lo quieres propale;
que ande tu honra por los suelos;
y al fin y al cabo, Pulido130
no quiera ser tan sufrido
y empiece a pedirte celos.
Si lo que contigo pasa,
Jacoba, conmigo fuera,
como el agua le dijera
que no viniera a esta casa.
¡Gracias a Dios!, nadie iguala
a Juan ni lo rivaliza,
que si no, más que de prisa,
lo mandara en hora mala.140
JACOBA ¿Cómo quieres que le enrostre
esas cosas? Nuestro padre...
NICOLASAEl viejo por más que ladre
se callará, al fin y al postre.
JACOBA Lo haré como me lo dices.
NICOLASASí, Jacobita, al momento;
y es preciso que el intento
a Pulido luego avises,
por si tuviera el asunto150
algún fatal resultado.
Pero no hay que dar cuidado,
que acá, en mis mientes, barrunto
que todo saldrá muy bien;
y si no, Jacoba, al fin
habrá la de San Quintín,
que te ayudaré también.
Pero creo que allí viene,
con nuestro padre, Canuto.
Aquí dejar a ese bruto
por ahora es lo que conviene,160
que nuestro plan muy en breve
se pondrá en ejecución,
cosa que de un torozón
el demonio se lo lleve. (Vanse.)

ESCENA II
Don Sempronio y Canuto
(Salen don Sempronio y Canuto.
DON SEMPRONIO (Borracho.) Canuto, ¡si hubieras visto
a un Zapata!, ¡a un Monteblanco!
¡A un banderillero Franco!
Éste sí que era hombre listo.
CANUTO Vayan a un demonio todos,
los toros y toreadores,170
y también los defensores
de esa diversión de godos.
¡Pues estoy fresco!
DON SEMPRONIO ¿Y
Corujo,
que a la primera estocada
hacía al toro ensalada?
Vamos, parecía brujo.
CANUTO ¡Pero hombre...!
DON SEMPRONIO ¡Y Beque!
¡Y Pizí!
CANUTO¡Qué Beque ni qué canastos!
¿Quiere usted todos los fastos
del Acho sacarme aquí?180
DON SEMPRONIO ¡Y aquel negro de la pica!
CANUTO¡Canastos!, ¡que vaya el negro,
Pizí y usted también, suegro,
a picar uvas en Ica!
DON SEMPRONIO ¡Caramba! ¡Hombre, y los despejos!
¡Y esos bailes!, ¡esas cenas!
Canuto, cosas muy buenas
hemos visto acá los viejos.
CANUTO ¡Voto a bríos! La paciencia,
don Sempronio, se me agota.190
DON SEMPRONIOVamos, una media bota
pagaba ahora.
CANUTO ¡Qué demencia!
Dígame usted, por San Pablo,
¿me caso o no con Jacoba?
DON SEMPRONIOPero, hombre, ¿quién te la roba?
CANUTO¡Canastos, lléveme el diablo
con la pachorra y la calma...!
¿Y ese mocoso tunante...?
Si un paso me da adelante
le voy a romper el alma;200
lo agarro y...
DON SEMPRONIO ¡Flema, Canuto
Sí, flema, y ten ancho pecho,
que tú has de ocupar el lecho
de Jacoba.
CANUTO ¿Y como un bruto,
sin decir una palabra,
me he de quedar entre tanto?
¡Vive Dios!, que si levanto
el brazo, ha de hacer que le abra
la bayoneta una brecha,
que le haga, sin ponderar,210
todo un regimiento entrar
por izquierda y por derecha.
Mire usted, esta discordia
proviene de su malicia.
DON SEMPRONIO¿Llegaron a tu noticia
los toros de la Concordia?
CANUTO (Aparte.) Cierto, que tiene este maula
de mi suegro unos resuellos.
DON SEMPRONIO¡Hombre, Canuto!, ¿y aquéllos
de San Francisco de Paula?220
CANUTO Concluya usted de una vez,
suegro, con sus animales.
DON SEMPRONIO¿Ni los de las fiestas reales
que se dieron a Avilés?
CANUTO (Aparte.) ¡Vive Dios, que si me apura!
DON SEMPRONIO¡Caramba, y qué tiempos ésos!
Ahí se botaban los pesos
como quien bota basura;
pero hoy, aun para buscar
el necesario alimento,230
anda uno más que un jumento,
y no lo puede encontrar.
CANUTO ¡Vive Dios!
DON SEMPRONIO La ilustración
es de esos tiempos el oro.
Vamos, juguemos al toro;
ponte, chico, en posición.
Soy el de la espada; embiste.
¡Ah, toro guapo, cochino!
¿El suelo escarbas mohíno?
Aquí está quien te resiste.240
Mi pañuelo es la bandola;
embiste, que aquí te espero
¡Hola! ¿Con que eres matrero?
¿Con que meneas la cola?
CANUTO ¡Canastos, basta de chanzas!
DON SEMPRONIO¿Que no embistes, picarón?
Pues morirás a rejón; ya no
tienes esperanzas.
CANUTO ¡Quite usted...!
DON SEMPRONIO, Es un mala
cuca
esté taimado animal:250
aguárdate, que el puñal
te lo clavaré en la nuca.
CANUTO (Aparte.) ¡Habrase visto borracho!
DON SEMPRONIO¡Qué diversión tan señora!
Me parece que veo ahora
a tanto guapo muchacho,
que eran del Acho el adorno,
y que, despreciando muertes,
una hora sacaban suertes
seguidita al toro, en torno260
de él. ¡Dios sea bendito
por habernos conservado,
aunque tanto han criticado,
esta diversión!
CANUTO ¡Maldito!
DON SEMPRONIO ¡Quién ese día trabaja!
Si no hay en casa una seña
en plata para ir, se empeña
de la mujer una alhaja.
Yo, a lo menos...
CANUTO ¡Voto a tantos!
Diga usted, suegro, ¿hasta cuándo270
se ha de estar usted hablando
de los toros, con mil santos?
Vamos a lo que interesa,
o toco la retirada.
DON SEMPRONIO,Canuto, no temas nada,
Yo lo digo.
CANUTO ¿Y ese pieza
con esa cara de escarcha?
Mire usted, de un puntapié,
don Sempronio, que le dé,
le hago hacer la contramarcha.280
Ese... ese...
DON SEMPRONIO, ¡Tente firme!
CANUTOAunque forme un cuadro doble,
con este brazo de roble
le he de hacer venga a pedirme
perdón de sus insolencias.
Sólo así podrá aplacarme;
que venga aquí a suplicarme
y a escuchar mis advertencias.
DON SEMPRONIO Cierto que es atrevimiento
el del mocito. ¡Zambomba!290
CANUTOLe he de aflojar una bomba
que le sirva de escarmiento.
DON SEMPRONIO Toca acá esos cinco, yerno,
que por tal te tengo ya;
pronto el día llegará
en que hemos de echar a un cuerno
a más de dos pinganillas
tú, con tus pulsos; y yo
con la lengua que me dio
Dios a las mil maravillas.300
Pocas son cuantas hazañas
me tienes ya referidas
de tu brazo, si medidas
se hallasen con las extrañas
de mi lengua; sabe, pues,
que he encendido dos mil llamas,
y quitado cien mil famas
con esta lengua que ves.
Mas, pasando a otra materia,
¿has conseguido tu empeño?310
¿Te muestra Jacoba ceño?
¿Cuando la ves, está seria?
Mira que si dice no
CANUTOAunque sea como piedra,
la dificultad no arredra
a un militar como yo.
¡Pondrele estrechado cerco:
cortaré las provisiones;
veremos, en conclusiones,
cuál de los dos es más terco!320
Escuche usted, don Sempronio;
yo soy viejo militar,
y empezando a pelear
no le temo ni al demonio.
Pues no faltaba más, ¡vaya!
¡Asustarme! ¿A quién?, ¿A mí
que tan grandes pruebas di
de valor en Socabaya?
Ya lo he dicho; sitiaré
por hambre esa fuerte plaza,330
y usando de astuta traza
mis baterías pondré,
de modo que a la enemiga
artillería desmonten,
para que al asalto monten
los infantes sin fatiga.
(Tirando la bayoneta.)
¡Al asalto! Las escalas
de mano estén listas ya
Cegado el foso ya está
Nadie le tema a las balas340
Que venga aquí un batallón
con bayoneta calada
DON SEMPRONIO¡Por Dios!
CANUTO ¡Descarga cerrada,
muchachos, a ese torreón!
DON SEMPRONIO¡Hombre!
CANUTO Silencio!, aquí un tajo...
con mil diablos a la izquierda...
tambor, ¡toca calacuerda!;
todo el mundo venga abajo.
(Se lanza sobre él.)
DON SEMPRONIO ¡Pero hombre!, ¿yo soy muralla?
CANUTOVolando, al paso de trote350
ninguno se me alborote
al desplegar la batalla.
DON SEMPRONIO ¡Mira...!
CANUTO Que toquen fagina
¡Arriba, fuertes soldados,
que el terror de los sitiados
me está dando buena espina!
DON SEMPRONIO ¡Jesús! ¡Jesús!
CANUTO Una guardia
póngase aquí con un cabo.
DON SEMPRONIO(Huyendo.) ¡Este hombre me mata!
CANUTO
¡Bravo!
El frente acá, a retaguardia...,360
que marche un piquete luego
con el cabo Pimentel...
A nadie se dé cuartel...
DON SEMPRONIO¡Por la Virgen!
CANUTO ¡Sangre y fuego!
DON SEMPRONIO ¡Ay, ay, ay!
CANUTO Aquel soldao
lleve bayoneta fija.
DON SEMPRONIOPero hombre, ¿somos yo y mi hija
el castillo del Callao,
para que así a bayoneta...?
CANUTONo, señor; eso proviene 370
de que ese mozo me tiene
trastornada la chaveta.
Así es, que cuando me acuerdo
que es el rival de mi amor,
por vengar mi deshonor
hasta los sentidos pierdo.
DON SEMPRONIO Yo, para otra vez, te advierto
te batas con más cuidado,
pues de un tajo mal tirado
bien me puedes dejar tuerto.380
Que estés tranquilo me alegro;
pues si sigue la ilusión,
al tomar otro torreón
despachas, hombre, a tu suegro.
CANUTO Que hizo usted hazaña fina
en detenerme concibo;
no queda títere vivo
si me tomo la cortina.
DON SEMPRONIO Casi casi una estocada
me soplas en el ataque.390
¿Sabes que eres lindo jaque
para una primera espada?
Mejor es que esas contiendas
las tengas en amoríos,
y reserves tantos bríos
para cuando las emprendas.
Canuto, voy a mandar,
para que des otra acción,
a la muchacha; atención
que te puede derrotar.400
CANUTO Muy bien pensado; ¡a la obra!
DON SEMPRONIOPon en práctica tus luces. (Vase.)

ESCENA III
Canuto
CANUTOBien puede hacerse mil cruces,
tengo talento de sobra
para enredarla. Confuso
me tiene este gran tunante.
¿De veras será su amante?
Mas, ¿qué importa un volantuso?
¡Vaya, vaya! Un militar410
que ha llegado ya a sargento,
no se debe acobardar
porque un paisano mugriento
se la quiere barajar.
Un militar tan sin tacha
no recula, ¡voto a brío!
Si ese amorcillo me empacha,
yo llamaré en desafío
al amante y la muchacha;
y de mi acero el rigor420
ha de despacharlos, ¡cuernos!,
a los profundos infiernos
a que allí sigan su amor.
¡Canastos!,desaire tanto
no lo aguantará ni un negro.
La moza se me da un canto;
mas me dicen que el tal suegro
tiene plata que da espanto.
Si acaso el anzuelo traga
don sempronio, nadie ha de ir430
a un viejo soldado en zaga.
¡Ah, que es muy duro vivir,
como estoy yo, a media paga!
¡Que a esto me haya reducido
la ingratitud de mi tierra,
a quien tan bien he servido
en la paz como en la guerra!
En fin, no hay nada perdido.
Si alcanzo con mi pericia
a atraparle a don Sempronio
los talegos, la milicia440
bien puedo dar al demonio
que es para mí una pigricia.
Mas, creo que alguien se acerca...
Es la chica ¡A ella! Canuto,
¡ no hay que perder un minuto
y estrecharle bien de cerca!

ESCENA IV
Canuto, Jacoba y Nicolasa
(Salen Jacoba y Nicolasa, al paño.)
NICOLASA Háblale como una loca.
JACOBANico, pero
NICOLASA ¡Qué manzana!
Háblale sin miedo, hermana,
cuanto te venga a la boca.450
(Quédase al paño un momento y luego se retira.)
JACOBA (Saliendo.) Señor don Canuto.
CANUTOAquí estaba dando,
JACOBA, y cavandoen tu ingratitud,
y en que yo disfruto
sólo tu desprecio,
y un mocoso necio
tu solicitud.
Cual real enemigo
mi pecho destrozas,460
y fiera te gozas
en tu proceder.
¿Un mozo mendigo
a un hombre prefieres?
¿De tan mal gusto eres,
cual toda mujer?
Yo que no respeto,
en una batalla,
la espesa metralla
que arroja el cañón,470
¿he de estar sujeto
a ser el despojo
de un pérfido antojo
de tu corazón?
Pues sabe, tirana,
que mientras desdeñas
mi amor, y te empeñas
en burlarme así;
con furia inhumana,
odio y abandono480
señoras de tono
que rabian por mí.
Vamos, Jacobita,
tú me amas, no hay duda;
por eso se muda
tu hermoso color.
¿Tu pecho palpita?
¡Diana! ¡Qué victoria!
Cubierto de gloria
me tiene el amor.490
Yo soy un sargento,
en el fuego, loco;
y dentro de poco
bien seré oficial.
Diez batallas cuento
a cuál más sangrienta,
sin que entre en la cuenta
la del Gramadal.
Mira, en Yanacocha,
con sólo estas manos,500
ochenta peruanos
al cielo mandé.
Yo y el cabo Rocha
heridos salimos;
pero así seguimos
diez leguas a pie.
Lo que hice en Ananta,
Jacoba, lo oculto,
porque dificulto
no lo sepas tú.510
¡Y en Pampas!, ¡y en Huanta!
¡Vaya, es excusado...!
Yo soy el soldado
mejor del Perú.
JACOBA Basta de simplezas,
señor don Canuto,
que es usted muy bruto
para enamorar.
Ponga esas finezas
y su real persona520
en una rabona,
y no me haga hablar.
Yo tengo ofrecida
ha tiempo mi mano,
y a un hombre tan vano
como lo es usted,
jamás de mi vida
podré hacer el dueño;
y seré a su empeño
como la pared.530
CANUTO Nada, nada avanza
tu genio iracundo;
a pesar del mundo
mi esposa serás;
¿que no hay esperanza?,
juro por mi nombre,
porque no soy hombre
que me vuelvo atrás.
JACOBA ¡Vaya, que usted sueña!
Para mi marido,540
es usted, querido,
muy muñeco, ¡gua!;
un daca la seña;
un simple, un mangajo
un sucio estropajo
que hasta asco me da.
CANUTO Si yo me incomodo,
verás, Jacobita,
lo que es si se irrita
un hombre cual yo;550
y si de ese modo,
y con tanta furia,
se apoda y se injuria
sólo porque amó.
Escucha, estoy hecho
a esas tus rabietas,
y son bayonetas
que al desprecio doy.
JACOBAjamás este pecho
será de Canuto.560
CANUTOBasta; no disputo:
lo veremos hoy.

ESCENA V
Canuto, Jacoba y Pulido
PULIDO (Saliendo.) Buenas noches, señorita.
Señor Canuto
CANUTO Yo digo
¿Qué se ofrece aquí, mi amigo?
JACOBAViene a hacerme una visita.
PULIDO ¿Y usted, señor militar,
es el dueño de la casa?
CANUTO¡Canastos!, si se propasa
usted, le habrá de pesar.570
No lo soy, alma maldita;
pero impido devaneos:
vaya con sus chicoleos
al banco de ña Aguedita.
PULIDO Yo entro en esta casa hace años,
y no ha habido quien me arroje
de ella.
JACOBA Y cuando se le antoje
puede venir.
PULIDO Sus engaños
pronto se descubrirán.
CANUTOEs usted un maricón,580
sinvergüenza y pechugón.
PULIDOSus insultos ya me están
sacando de mis casillas.
JACOBA¡Qué tal lisura! ¡Se habrá...!
CANUTOSi al instante no se va
le hago polvo las costillas.
JACOBA Ya no se puede aguantar
tal desvergüenza. ¿Qué es esto?
Es usted, el que muy presto
se debe mandar mudar590
de aquí... ¡gua!, ¡gua!, pues no es buena
que, porque usa usted casaca,
quiera con tanta alharaca
disponer de casa ajena
como si...
CANUTO Cállate tú,
Jacoba; lo dicho, dicho:
o sale de aquí este bicho,
o a cenar con Belcebú
sin remedio va esta noche.
PULIDONo es lo mismo ejecutar,600
señor sargento, que hablar
como usted a troche y moche.
CANUTO ¡Canastos!, ¡a mí con ésas!
Como que se va saliendo
la bayoneta, y diciendo
que lo reduzca a pavesas.
¡Oiga usted, señor Cerezo!
Digo a usted que se reporte,
porque si no, al primer corte
le boto al suelo el pescuezo.610
PULIDO ¡Esto es ya mucho sufrir!
Ya se verá usted muy bien,
que tengo manos también
para hacerle a usted sentir
que impune nadie me ultraja.
CANUTOPues señor, concluido asunto,
cuéntese usted por difunto
y haga que le den de baja...
Reto a usted y hasta a su abuela.
PULIDOAcepto, señor Canuto.620
CANUTOPues que se vista de luto
ya toda su parentela.
PULIDO Escuche usted; esta casa
es para mí de respeto.
CANUTOYa va aflojando el sujeto.
Esa disculpa no pasa,
amigo.
PULIDO Que se concluya,
amigo, este pleito a solas;
aquí tengo dos pistolas,630
cada uno tome la suya,
y vamos.
JACOBA ¡Por Dios, Pulido!
CANUTOAmigo, yo
PULIDO Fanfarrón,
salgamos pues.
CANUTO No peleo
con esa arma; porque veo
que me pasa la nación
la que llevo, y desairarla
sería, si yo sufriese
que alguno me acometiese
sin poder desenvainarla;640
con ella a todo atrevido
que me ofenda
PULIDO Me convengo;
pero oiga usted, le prevengo
que salgamos.
CANUTO Ofendido,
¡canastos!, he sido aquí;
¡y vive Dios!, que aquí fijo,
la satisfacción exijo
que usted debe darme a mí.
Desenvaine usted.
JACOBA ¡Señor!
Modérese usted.
CANUTO Verás
si se insulta así no más650
a un hombre, al que el Protector
sobre el campo de batalla
hizo sargento segundo;
y que, en su pecho, ante el mundo
luce más de una medalla,
y otras condecoraciones.
JACOBAPulido, te precipita
tu ceguedad.
PULIDO Jacobita...
déjame, mi bien; razones
basten, Canuto, que es mengua660
que dure más nuestra queja.
Veremos si usted maneja
esa arma como la lengua;
este estoque es el que vibro
con la mejor toledana;
toda palabra ya es vana.
CANUTO(Aparte.) Ésta no estaba en mi libro...
Este mocito me admira...
Es capaz de todo.
PULIDO Amigo.
CANUTOAguarde usted... (Aparte.) Si prosigo670
insultándolo, me estira.
PULIDO El tiempo se está pasando.
JACOBA(Aparte, dirigiéndose a la puerta.)
Voy a hacer que venga gente,
porque puede este insolente
hacernos mal.
PULIDO ¿Hasta cuándo
piensa usted, señor Canuto?
¡Fuera toda reflexión!
CANUTO(Aparte.) (Éste me manda al panteón,
si un poco más le disputo.)
Desde el gobierno del rey,680
amigo, esa arma es prohibida.
¡Canastos!, y por mi vida
yo no quebranto la ley.
JACOBA ¡Señor...! ¡Corriendo...! ¡Colasa!
PULIDOPelea usted o ¡vive Dios!
CANUTOHombre, despacio. (Aparte.) (¡Qué voz!
¡Este mocito me embaza!
Cuando menos me desarma...)
Se cansa usted ¡por San Gil!
Yo me bato con fusil690
solamente, porque es mi arma.

ESCENA VI
Canuto, Jacoba, Pulido y Nicolasa
NICOLASA(Saliendo.) ¿Qué hay, Jacoba?
JACOBA
¡Jesús, niña!
Que Canuto casi mata
a Pulido.
NICOLASA No maltrata
su acero en ninguna riña.

ESCENA VII
Canuto, Jacoba, Pulido, Nicolasa y don Sempronio
(Sale don Sempronio.)
DON SEMPRONIO ¿Qué ha habido? ¿Murió Tirado?
CANUTO¡Canastos!, no le he hecho un daño.
DON SEMPRONIO¡Ah!, ¡ya estoy! ¿Aquel castaño
murió, al fin, desmondongado?
JACOBA Señor, esto es lo que pasa: 700
dar don Canuto ha querido
de estocadas a Pulido.
DON SEMPRONIOVacía estuvo la plaza.
CANUTO Él bien puede agradecer...
DON SEMPRONIO¡Ay, niñas! ¡Jesús me asista!
¿Dónde habré puesto la lista?
¡Se me había de perder!
CANUTO Don sempronio, este bribón
por usted puede librarse710
pero ¿cómo ha de quedarse
sin darme satisfacción?
¡Maldita sea la tregua!
Escuche usted, mocosillo;
si lo agarro del fundillo
lo despacho hasta la Legua.
PULIDO Sí, delante de la gente
se come usted medio mundo;
es sin igual, sin segundo,
y el militar más valiente;
pero cuando no hay testigos,720
¡caramba!, ya es otra cosa.
Allí se acaba la prosa
y todos son sus amigos.
CANUTO(A don Sempronio.)
Como que soy de usted yerno,
que esta casa lo ha librado
a este mocito malvado
de vivir ya en el infierno.
Ya existiera sólo en sombra,
si, al matarlo, no temiera
que la sangre que corriera730
le ensuciara a usted la alfombra.
DON SEMPRONIO ¡Si fue corta la cornada!
CANUTO¡De coraje estoy temblando!
DON SEMPRONIOCanuto, ¿no estás hablando
del cholo de la lanzada?
NICOLASA ¿Que es mi hermana alguna zamba
ha creído este espantajo?
¡Válgame Dios! ¡No es trabajo!
¡Cómo está el tiempo!, ¡caramba!
DON SEMPRONIO Cierto, ya no hay gutifarras; 740
ni se bebe agua de berros;
ni juegan toros de perros...
¡Ah tiempo, tiempo de marras!
CANUTO Don sempronio...
DON SEMPRONIO ¿Qué sucede?
CANUTOPero, hombre, ¿no lo ve usted?
Después que le he hecho merced
de la vida, aún no me cede
el puesto este mo...
DON SEMPRONIO¿Qué cosa?
NICOLASA¡Habrase visto muñeco
más orgulloso y más hueco!750
DON SEMPRONIOLa porfiada, ¡eh!, ¡sí, graciosa!
CANUTO Don sempronio, de una vez
que se haga este casamiento,
que si tarda más, reviento.
DON SEMPRONIO¿Y quién se opone? ¿Quién es
ese atrevido, ese osado?
JACOBASeñor, no quiero marido
DON SEMPRONIONo hay más suplico ni pido,
y aténgase a lo mandado.760
Canuto, un golpe de mano
demos y fuera embolismo:
corre, chico, y ahora mismo
conduce aquí un escribano.
Cerraremos el contrato;
te casarás, yo lo juro.
CANUTOAsí, suegro, duro, duro.
Oiga usted; si no lo mato
es por respeto a esas faldas.
Me voy; pronto volveré;
(Aparte.) Y por si acaso traeré770
quien me guarde las espaldas. (Vase.)

ESCENA VIII
Jacoba, Pulido, Nicolasa y don Sempronio
PULIDO Don sempronio, yo juzgaba
que en esta casa podía
entrar como antes entraba,
con franqueza, y no sabía
que sin causa se insultaba
a un hombre de bien en ella;
pero veo, a la verdad,
que aquí todo se atropella,780
faltando a la urbanidad.
Si yo adoro a esta doncella
es con lícitos intentos;
ella paga mi cariño:
yo sabré mil juramentos
sostener, que no soy niño
que se le asusta con cuentos.
DON SEMPRONIO Sepa usted, caballerito,
que si yo le he permitido,
aunque usted no toca pito,790
entrar en mi casa, ha sido
porque es hijo de Agapito,
a quien debo mil finezas;
pero nunca presumí
que con su amor, sus bajezas,
y su loco frenesí
nos rompiera las cabezas.
Aunque la ira de usted crezca,
ha de contraer matrimonio
mi hija con quien me parezca,800
como me llamo Sempronio.
¡Pues, hombre!, ¡ya estaba fresca,
si con usted se casara!
Mejor la entregara a moros;
otra cosa no faltara
que cuando fuera a los toros
su marido regañara.
JACOBA Si yo me caso, señor,
será con quien me acomode,
que me tenga mucho amor,810
y que en nada me incomode.
DON SEMPRONIO(Fuerte.) Con quien yo quiera, al rigor.
NICOLASA Y yo, señor, si me caso
ha de ser con un buen mozo,
que sea de mi gustaso,
y a quien pueda hacer dichoso.
DON SEMPRONIOVeremos si llega el caso.
JACOBA ¡De otro modo, aunque me maten!
DON SEMPRONIOTú de Canuto serás;
si no mandaré que te aten
como a loca, y no querrás,820
bien lo sé, que te maltraten.
NICOLASA ¿Y yo...? ¡Ay! ¡Dios me perdone...!
DON SEMPRONIOY tú lo harás, bachillera,
con quien yo te proporcione;
con un demonio, tronera,
si a tu padre se le pone.
¡Qué! ¿No es más que esclavizarse,
que convino o no convino,
porque es preciso casarse830
con un mozo sin destino,
que no haga más que pasearse?
¿Y porque fue del agrado
métase en casa un zoquete,
altivo, desvergonzado,
que siempre esté siete a siete
con el bolsillo planchado?
No, señor, no puede ser.
Necesario es que el marido,
que bien quiera a su mujer,
disfrute un sueldo crecido840
para darla de comer.
Y como hoy el caerse muerto
trabajando, no da más
que cálculos sin concierto,
y siempre anda uno detrás
del dinero y del acierto;
y como ni aun ser empleado
en lo político vale,
porque en el sueldo pagado
el año a dos meses sale;850
yo creo haber acertado,
cuando he podido encontrar
un novio para cada una
que bien las ha de tratar;
porque, chicas, la fortuna
favorece al militar.
Todo otro es una polilla
que debe dejarse atrás;
si Canuto a ti te pilla,
como dicen, de un tris-trás,860
eres una pinganilla.
A tu destino, a tu gala
te harán más de un rendimiento
Tú, chica, aunque eres tan mala,
si te toma otro sargento,
pronto serás Generala.
PULIDO (Aparte.) Comido te veas de piojos.
¡Qué malicia tan perfecta!
DON SEMPRONIONo hay más que cerrar los ojos,870
y cuando menos Prefecta.
PULIDO(Aparte.) No saldrás con tus antojos.
NICOLASA No quiero generalato;
lo que gusto es un paisano
que me ame, me dé buen trato;
que esté mano sobre mano,
y no muera como pato.
JACOBA Aunque sea un desatino,
también me quiero casar,
con paisano, sin destino,
que no lo hagan engordar880
y morir como cochino.
PULIDO Si se unen con generales
será por inclinación,
que yo creo que no son,
don sempronio, irracionales.
De otro modo, tribunales
tenemos; decidirán
ellos, si se casarán
con su gusto o el ajeno,
o si forzarlas es bueno890
sólo por el qué dirán.
DON SEMPRONIO Lo haré con el que me cuadre
y que me parezca bien;
a mí me obligó también
a casarme con su madre,
hace treinta años, mi padre...
se cumplen en el que viene...
Y usted, mocito, ¿qué tiene
que reprenderme?, ¡pobrete!
¿Ni quién demonio lo mete900
en lo que no le conviene?

ESCENA IX
Jacoba, Pulido, Nicolasa, don Sempronio, Canuto,
Cazoleta y Camote
(Entran Cazoleta y Canuto, armado con fusil y
cartuchera.)
CANUTO Párate aquí, Cazoleta...
Firme lo mismo que roca;
y si alguno te provoca
métele la bayoneta.
DON SEMPRONIO Acabaras de llegar.
Hombre, ¡qué guapo muchacho!
Creo que lo vi en el Acho
de centinela, al entrar.
CANUTO No, suegro, es mi cuartelero910
que va a resguardar la casa
de bribones.
DON SEMPRONIO Tiene traza
de ser diestro garrochero
¡Cáspita!, invención tan bella,
por Cristo, que pide un trago...
Por beberlo me deshago...
(Llamando.) Camote, trae la botella.
CANUTO Aguarde usted, don Sempronio,
voy a darle la consigna;
este hombre no se persigna,920
y es más bravo que un demonio.
JACOBA Pulido, ¡válgame Dios!
¿Qué es esto?
NICOLASA Jacoba, bulla.
PULIDONo temas, que con la suya
no se han de salir los dos.
CANUTO (A Cazoleta.) La vida aquí caro vendes;
si alguien te atropella... ¡fuego!,
y me llamas luego, luego;
Cazoleta, ya me entiendes,
nadie entra.
NICOLASA ¡Gracioso intento,930
tratar de un modo inhumano
la casa de un ciudadano
lo mismo que un campamento!
Pero ¡de qué hay que admirarse
si lo tiene de costumbre!
(Sale Camote con una botella y se va.)
DON SEMPRONIOCanuto, aquí está la lumbre;
vamos, chico, a refrescarse.
CANUTO Lo dicho...
DON SEMPRONIO ¿Y el escribano?
CANUTO¡Ah!, sí, mira... (A Cazoleta.) don Zenón
vendrá con don Pantaleón,940
o tal vez con don Mariano.
Cazoleta, das las voces
cuando se divisen: « ¡alto! »;
te pones allí de un salto
y vas y los reconoces;
y que entren; mucho cuidado;
mira que si te descuidas,
no te bastan dos mil vidas
para ser afusilado.
JACOBA ¿Qué querrá hacer?
CANUTO ¿Todavía950
está aquí este mocosuelo?
¡Vamos, largo!
PULIDO Por el suelo
te he de mirar, por mivida.
CANUTO ¿Refunfuña usted? Volando
salga de aquí.
NICOLASA No saldrá,
señor Canuto, se irá
cuando guste. Usted ¿qué mando
tiene en esta casa?
DON SEMPRONIO ¡Calla!
PULIDOMe voy. (Aparte.) (Se cree muy seguro...
Yo lo meteré en apuro960
de aquí a un rato, a este canalla.)
Adiós señores. (Vase.)

ESCENA X
Jacoba, Nicolasa, don Sempronio, Canuto y Cazoleta
JACOBA Colasa!
NICOLASANo te aflijas, niña, ¡gua!
¿Acaso se ha muerto ya?
CAZOLETAHaga alto ahí. (A Canuto.) ¿Éste pasa?
CANUTO Sí, dale su culatazo
y que vaya a refrescarse
al río o bien a rascarse
a algún tunal.
NICOLASA ¡Simplonazo!
No me han de tapar la boca970
aunque me hagan dos mil cuartos.
¡Yo querer a estos lagartos!
Veremos si se me toca.
JACOBA ¡Colasa, por Dios, hermana,
no me abandones!
NICOLASA Me río
Deja, niña, que confío
que no le ha de quedar gana
de volver aquí a este bruto;
Pulido nos vengará,
y entonces conocerá980
quién es quien se pone el luto.
DON SEMPRONIO Se acabó la gritería.
(Llenando los vasos.)
Aticemos la linterna.
Brindo por que sea eterna,
Canuto, tu nombradía.
CANUTO Y yo, don Sempronio, brindo
porque a todo pinganilla
le pongan una golilla
para colgarlo en un guindo.
DON SEMPRONIO Brindo otra vez. En la fama990
eres, yerno, y en valor
de más pujanza y furor
que un barroso de Bujama.
Brindo...
CANUTO ¡Yo sigo, eso no!,
porque todo ciudadano
tome el fusil en la mano
para que lo mande yo.
DON SEMPRONIO Bien, chico. En tu lozanía
y retorcido bigote,
creo ver al monigote1000
junto con doña María.
Brindo...
CANUTO Ahora yo
DON SEMPRONIO No,
señor
CANUTOA mí me toca...
DON SEMPRONIO Yo sigo...
CANUTONo lo permito; yo digo...
DON SEMPRONIOBrindo...
CANUTO Yo... por el honor
de todo mi regimiento.
NICOLASA¡Qué borrachos!
CANUTO Gime, gime.
DON SEMPRONIOAhora que me acuerdo, dime,
¿hasta cuándo eres sargento?
CANUTO Pronto seré sub-teniente,1010
según se me ha dicho hoy;
escuche usté, y como soy
tan táctico y tan valiente,
y tengo de altas personas
el influjo, yo supongo
que dentro de un mes me pongo
de capitán las caponas.
¡Sí, señor!, y esto no es nada.
Cazoleta, da la voz.
CAZOLETA¡Centinela, alerta!
CANUTO En dos1020
meses que pasen, espero
ser un hombre sin igual.
DON SEMPRONIOMuy bien, yerno, de esa suerte
ya estoy rabiando por verte
vestido de general.
CANUTO ¡Canastos!, y aún no es carrera.
DON SEMPRONIO¡Dale, Canuto, pues no!
NICOLASA(Aparte.) Capitán conozco yo
que, ahora un mes, sacristán era.
DON SEMPRONIO Mira, yerno, antiguamente,1030
¡ya se ve!, ¡tiempos extraños!,
servía uno sesenta años
y aún no llegaba a teniente.
¿Crees que son ponderaciones?
No, señor; conocí yo
a un cadete que cargó
cincuenta años los cordones.
CANUTO ¡Canastos con la tardanza!
DON SEMPRONIOPero hoy, chico, ya se sabe
como quien corre la llave1040
en tu carrera se avanza.
CANUTO Ya se ve, nuestros servicios
nos hacen subir tan pronto;
que el Protector no es tan tonto
para dar premio a los vicios.
DON SEMPRONIO Tienes razón, bien pensado;
entonces no había batallas
tampoco, ni con medallas
se adornaba al buen soldado.
¡Cáspita!, pero hoy más serio1050
se hila, y se sacan ventajas.
Por quitarine allá estas pajas,
bala hay que canta misterio.
CANUTO ¡Mire usted; cada galón
nos cuesta a nosotros, suegro,
sudar lo mismo que un negro
que trabaja en el galpón!
y este excesivo trabajo
nos da derecho, a mi ver,
¡canastos!, para tener1060
siempre al paisano debajo.
No son éstas fantasías
de un militar de mi celo;
¡cabales!, que hasta en el cielo,
don Sempronio, hay jerarquías.
DON SEMPRONIO Bien, Canuto, y si no, palo.
De ese mismo modo opino.
CANUTOSi no valen un comino
ni para bueno ni malo.
NICOLASA(A Jacoba.) Vámonos, hermana.
DON SEMPRONIO
Aguarda,1070
que ahora vas a dar la mano
a Canuto.
CANUTO El escribano...
¡vive Cristo!, ¡y cómo tarda!
Jacoba, si mi constancia,
mi cariño y mi fineza
no han rendido tu belleza...
(A Cazoleta, alto.) ¡Cazoleta, vigilancia!
Y si aún tu amor no disfruto,
ese corazón de acero
lo rendiré a lo guerrero,1080
como me llamo Canuto.
NICOLASA (A Jacoba.) ¡Cierto que saca de quicio
ese modito de hablar!
Si creerá que enamorar
es mandar el ejercicio.
JACOBA Antes me matan, por cierto,
que consienta en ser su esposa.
CANUTOEse escribano raposa
creo que se ha caído muerto.
CAZOLETA ¿Quién vive?
CANUTO ¿Qué hay, Cazoleta?1090
CAZOLETAAhí vienen unos paisanos.
CANUTOObsérvales bien las manos
y ve si uno trae muleta.
CAZOLETA ¡Alto! (A Canuto.) Señor, es un cojo
con otro.
CANUTO Diles que pasen,
(Aparte.) Veremos ahora lo que hacen.
Ya estás, Canuto, en remojo.

ESCENA XI
Jacoba, Nicolasa, don Sempronio, Canuto, Cazoleta,
Pulido y Juan
(Salen Juan y Pulido, disfrazados.)
PULIDOBuenas noches.
DON SEMPRONIO ¡Adelante!
(Aparte.) Tiene este ganso mal ojo.
CANUTO(Aparte.) Él debe ser, pues es cojo.1100
PULIDO(Aparte.) Valga la astucia de amante.
CANUTO Acérquese usted, mi amigo;
(A Juan.) y usted también; yo me alegro
que haya venido éste, suegro,
para servir de testigo.
¡La voz, Cazoleta!
CAZOLETA(Recio.) ¡Alerta!
CANUTOA este hombre nadie lo engaña.
(A Cazoleta.) Frente, chico, a la campaña...
¡Canastos!, hacia la ptierta.
¡A mí burlarme un paisano!1110
¡Un pícaro pinganilla!
DON SEMPRONIOColasa, acerca una silla
para el señor escribano.
Vamos pronto, que ya es tarde
y yo no estoy tan despacio.
Tómala, chico; a palacio
no entra, hombre, ningún cobarde.
CANUTO Pues, ¡a la,carga! Señora,
oiga usted; ya va a cesar
el infinito penar1120
del hombre que más la adora.
JACOBA Déjeme usted, que no quiero.
NICOLASASí, señor, no es de su gusto,
y antes de hacer nada injusto
nos destrozarán primero.
DON SEMPRONIO Eso sí, pico no falta.
Todo ése es tiempo perdido.
¡Arrástrala!; de aburrido,
¡caramba!, el pecho me salta.
Te casarás, sí señor;1130
y esto es tan cierto y cabal,
como hoy el del Naranjal
revolcó al rejoneador.
CANUTO Venga.
JACOBA No quiero... ¡Ay, Colasa!
NICOLASA(A Canuto.) Déjela usted.
PULIDO(Descubriéndose.) ¡Fuera embozo!
Al que chiste lo destrozo.
¡Silencio!
DON SEMPRONIO ¡Quién en mi casa...
CAZOLETA(Pulido le quita el fusil.)
¡Mi sargento, que me matan!
CANUTO¡Alarma!
CAZOLETA ¡Traición!
CANUTO ¡Traición!
PULIDO(A Canuto.) Si habla usted más, fanfarrón,1140
las furias se me desatan.
CANUTO Pero oiga usted...
PULIDO Juan, el sable...
DON SEMPRONIO¡Caramba!, ¡que es fuerte empeño
que quiera usted que ni el dueño
de la casa nada hable!
CANUTO Es un...
PULIDO ¡Chito, chito, al caso!
(A Canuto.) Silencio, porque si no
le haré a usted que calle yo
dándole un pistoletazo.
CANUTO Caballero, yo he estimado1150
a usted siempre y...
PULIDO ¡Atrevido!
CANUTOY aun le he formado partido
para hacerlo diputado.
¿Por qué me trata usté así?

ESCENA XII
Jacoba, Nicolasa, don Sempronio, Canuto, Cazoleta,
Pulido, Juan, Escribano y Tarima
(Salen el Escribano y Tarima.)
ESCRIBANOÉsta es la casa, Tarima;
pon el tintero ahí encima:
PULIDO(A Canuto.) Mándese mudar de aquí.
CANUTO (Aparte.) (A ver si ahora que hay más gente
puedo.) (A Pulido.)... Señor, no me iré;
¡canastos!, que antes sabré1160
castigar a un insolente.
JUAN Entre usted, don Sigismundo;
(A Cazoleta.) no te muevas de ahí, petate.
Pulido, a ese botarate
despáchalo al otro mundo.
CANUTO ¡Por Dios, hombre! Caballero...
con que yo que soy su amigo...
Mire usted, casi consigo
que fuera usted mi primero.
ESCRIBANO Que se vayan acercando1170
las partes; y tú, Tarima,
ponte a escribir aquí encima,
que éste es el pane luchando.
CANUTO (Acercándose.) Aquí estoy yo.
NICOLASA
Dé usted fe
que con el señor Pulido
se casa mi hermana.
CANUTO Pido...
PULIDO(A Canuto.) Amigo, ¿aún no se va usted?
Ahora lo verá.
CANUTO ¡No, no...
Ya me marcho.
NICOLASA ¡Maricón!
CANUTO¡Cazoleta, qué traición!1180
¡Pronto la vengaré yo!
(Saliendo.) Buen Cazoleta, marchemos.
¡Insolentes, altaneros!
Con cincuenta granaderos
muy pronto regresaremos,
y a bayoneta calada
entraremos en la casa,
y no dejaremos raza
de esta familia endiablada.
(Vanse Canuto y Cazoleta.)

ESCENA XIII
Jacoba, Nicolasa, don Sempronio, Pulido, Juan, Escribano
y Tarima
PULIDO ¡Secretario, vamos, prisa!1190
DON SEMPRONIOPero ¿qué diablos es esto?
Mejor métame en un cesto
o en una caballeriza;
échenme paja y cebada
porque calle y esté quedo...
si ya en mi casa no puedo,
¡con mil diablos!, mandar nada.
¿Qué quiere este caballero?
ESCRIBANOVengo a dar fe y testimonio1200
que la hija de don Sempronio
Tarima, acerca el tintero
va a casarse o desposarse,
que es lo mismo para el caso,
pues que
DON SEMPRONIO Pues, paso entre paso
puede usted de aquí largarse.
ESCRIBANO Deje usté hablar, pues es fama...
DON SEMPRONIOVamos, sea usted lacónico.
ESCRIBANOLo que el derecho canónico
in facie ecclesiae llama...
DON SEMPRONIO¡Qué facies, ni qué patrañas!1210
¿Quién demonios será usté?
Váyase de aquí a dar fe
a otra parte con sus mañas.
(A Pulido.) Escucha tú, ¿por qué agarras
a mi hija?
JACOBA y NICOLASA(Acercándose.) ¡Padre!
PULIDO y JUAN (Acercándose.) ¡Señor!
DON SEMPRONIO(Separándolos.) ¡Diablos!, no soy
templador,
ni toro de las mojarras.
JACOBA Señor quiero ser feliz
casándome con Pulido.
DON SEMPRONIO¡El diablo se te ha metido1220
dentro del cuerpo, infeliz!
¿Con ese zampalimones
quieres casarte, Jacoba?
¿Con ese Juan de la Coba
que no tiene ni calzones?
PULIDO Señor, usted se equivoca;
yo tengo siete mil pesos
de principal, y con esos
y mi industria, que no es poca,
la sostendré; mi difunto1230
abuelo, estas proporciones
me dejó.
DON SEMPRONIO Tales razones
me hacen convencer al punto.
Te casarás.
NICOLASA Yo, señor,
quiero hacerlo con don Juan.
DON SEMPRONIO¡Ésta es otra! ¿No es afán
el de mi hija? ¿No es primor
querer casarse de vicio,
sólo porque al caso viene,
con un mozo que no tiene1240
oficio ni beneficio?
JUAN Está usted mal informado:
míreme usted, don Sempronio:
creo que en el matrimonio
no será usté el engañado.
DON SEMPRONIO ¿Quién eres tú?
JUAN Yo soy Juan.
DON SEMPRONIO¿El hijo del boticario?
JUANSí.
DON SEMPRONIO Pues, señor secretario,
las cosas concluido se han;
pero hay un impedimento...1250
Ese sargento Canuto...
JUANÉse, señor, es un bruto,
(Aparte.) (Válgame aquí el fingimiento.)
Sabe usté, en cierta ocasión
dijo de usted...
DON SEMPRONIO ¿Qué?
JUAN No poco,
que era usted un viejo loco,
y el capeador un bribón;
que era un salvaje aquel cholo...
DON SEMPRONIO¿Cuál?
JUAN El que da la lanzada,
y qué sé yo...
DON SEMPRONIO ¡Bribonada!1260
¿Aguardar al toro solo,
es ser salvaje? Guapeza
dijera el ignorantón.
¡Por Dios, que de indignación.
ya me duele la cabeza!
JUAN Que él había de patear,
dijo, al que hacía la lista;
y hasta del mismo asentista
tuvo al fin que murmurar.
DON SEMPRONIO ¡Eso dijo! ¡Habrá lisura!1270
¡Que tan deslenguado sea!
Permita Dios que lo vea
en el Acho de figura,
y el toro le dé tal tanda
que lo mande a los infiernos,
y que le pase los cuernos
por el cuerpo banda a banda;
que le abra la paletilla;
que después lo desgarreten1280
y últimamente lo fleten
difunto a la carretilla.
¡Dale si los casaré!
Si será, aunque lo he negado.
JUAN¿Aún está usted obstinado?
DON SEMPRONIO¡No, estoy resuelto, ya que
ese bribón de sargento
me engañó con sus mostachos!
¡Vaya, abrácense muchachos!
Vivan llenos de contento1290
unidos, en tal estado,
en la calle y el retrete,
como en el toro el jinete
cuando está bien ensillado.
NICOLASA y JACOBA Padre!
PULIDO y JUAN Señor!
DON SEMPRONIO Nada de eso;
hoy mismo os vais a casar,
y que nadie vuelva a hablar
de ese sargento camueso.
Ya la cosa es acabada.
NICOLASAVamos, Jacoba, a dormir
que tenemos que reír1300
mucho de esta bufonada.
El sargento Canuto
Manuel Ascensio Segura

Copyright © Universidad de Alicante, Banco Santander
Central Hispano 1999-2000

 

 

 

Retornar a catalogo