La semilla del Cardo simbolizando la siembra de cultura

Bibliotecas Rurales Argentinas

 

 

INFORMATICA Y TERMINOLOGIA
La normalización del castellano científico y técnico

Como se dice cada vez con más frecuencia, hasta el punto de que se ha convertido en un lugar común, la informática está dejando huella en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Uno de ellos, y no precisamente el menos importante, es el ámbito de las leng

Una etapa ineludible en el tratamiento de la lengua natural es la creación de grandes bases de datos o bancos de terminología y de lexicografía, denominados también corpus. En la última década las universidades españolas han iniciado una carrera de fondo

En mi intervención voy a hacer un repaso de las etapas históricas en las que estuvo a punto de concretarse en el mundo hispanohablante un proyecto de organización, una planificación del castellano científico y técnico, pero que, a diferencia de lo que ocu

La actividad científica española de los siglos XVIII y XIX dio a la luz vocabularios y clasificaciones de ciencias naturales, principalmente en latín, en el contexto de una preocupación general de los científicos europeos por la proliferación de denominac

Sin embargo, esta decisión no se concretó hasta 62 años después, en 1910. Desde esta fecha y hasta 1921, el proyecto se puso en marcha y avanzó gracias a la labor desarrollada por el sabio español Leonardo Torres Quevedo que tuvo, además, la intuición de

En la ciudad rioplatense lanzó en los medios científicos argentinos la iniciativa de "constituir un conjunto de corporaciones que representasen oficialmente a la ciencia de la América del Centro y del Sur que, unido a la Academia española, abarcase la tot

Como parte de la misma iniciativa, en 1921 se constituyeron en Madrid la Unión Internacional Hispanoamericana de Bibliografía y Tecnología Científica, presidida por el propio Torres Quevedo, y la Junta Nacional de Bibliografía y Tecnología Científicas. La

La Junta Nacional de Bibliografía y Tecnología Científicas fue capaz de concretar una parte de su empeño terminológico gracias a la implicación personal de Torres Quevedo. Como resultado del mismo, en 1930, 82 años después de la creación de la Academia de

Cinco años más tarde, en 1935, pareció que las cosas iban a cambiar y que la organización de la terminología científica y técnica del castellano se iba a encaminar definitivamente. Un real decreto estableció como labor específica de la Real Academia de Ci

La Guerra Civil española, las dificultades económicas y la represión política y cultural de las décadas siguientes mantuvieron en estado de latencia, durante otros 25 años, todas las iniciativas relacionadas con la lengua en general y con la terminología

Me estoy refiriendo a un proyecto, que estuvo activo entre 1962 y 1966, vinculado a la Federación Internacional de Documentación, sección de América Latina. Se proponía la creación de un centro de traducciones científicas similar al que ya funcionaba en l

Diez años más tarde, en 1976, coincidiendo con la eclosión internacional de la terminología, se inició un período de intensa actividad terminológica en todo el ámbito castellanohablante, que puede considerarse como el más rico en iniciativas terminológica

En 1977, se presentó en Madrid el Centro de Terminología Científica y Técnica en Español, HISPANOTERM, de la mano de su fundador, el Profesor Criado del Val. Esta presentación, que atrajo la atención de los medios académicos y de investigación del país, a

La iniciativa de HISPANOTERM es inseparable del gran interés que suscitaba en toda Europa la normalización, especialmente la industrial. La normalización terminológica era una pura necesidad y una consecuencia a la hora de publicar normas industriales de

Como reflejo del interés que entonces despertaba la terminología en las instancias oficiales españolas, en 1979 se convocó en París el "Primer Coloquio Franco-Español de Terminología" por iniciativa de la Unidad Estructural de Terminología del CSIC y con

Pero 1980 fue tal vez el mejor año en cuanto a iniciativas relacionadas con la terminología, hasta el punto de que todos los investigadores españoles involucrados en el estudio de esta disciplina pensaron que había llegado realmente la oportunidad que tod

En Madrid y en Washington, un grupo de investigadores pertenecientes al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), inició, juntamente con un equipo de la Universidad de Washington, un Programa de Investigación Terminológica patrocin

Entretanto, en México, El Colegio de México y el Bureau de Terminología de la CEE firmaron un acuerdo de cooperación en el que estaba prevista la colaboración de dicha institución, equivalente a nuestro CSIC, con el EURODICAUTOM, el diccionario automátic

En 1982 se produjeron dos acontecimientos que, de haber tenido continuidad, podrían haber cambiado radicalmente el panorama de la terminología española e hispanoamericana. Uno de ellos, en el que tuve la ocasión de participar activamente, fue la organizac

El otro acontecimiento tuvo que ver con el Programa de Investigación Terminológica patrocinado por el Comité Conjunto Hispano-norteamericano. Me refiero a la presentación, ante la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica (CAYCIT), del proye

El lento paso de este proyecto por las instancias administrativas, coincidió con la solemne presentación, en 1984, presidida por los Reyes de España, del "Vocabulario Científico y Técnico" de la Real Academia de Ciencias, ciento treinta y seis años despu

Dos de estas lenguas, el catalán y el vasco, consolidaron oficialmente, entre 1984 y 1985, sus proyectos normalizadores, que habían empezado a gestarse aproximadamente una década atrás, en los últimos años del régimen anterior. En Cataluña se constituyó ,

El modelo quebequés se aplicó también en el País Vasco donde la actividad temprana de dos asociaciones del ámbito universitario, UZEI y ELUHYAR, fue la base que hizo posible la creación de EUSKALTERM, centro de terminología nacido con el apoyo económico d Tanto Euskalterm como Termcat mantienen una excelente relación mutua y con los organismos y asociaciones internacionales, así como con los grupos de terminología de Iberoamérica. De no ser por la existencia del Grupo Termesp, del CSIC, podría decirse, par

En 1987 se produjo una reactivación de la actividad terminológica común en el ámbito hispanoamericano con un proyecto colectivo, impulsado por el organismo intergubernamental Unión Latina, cuyo objetivo explícito era dar una solución a la necesidad de no

Diez años después, en 1998, el Manifiesto de Madrid sigue teniendo plena vigencia porque las necesidades que pone de relievesiguen sin cubrirse. Los proyectos surgidos de la Exposición siguen su andadura, especialmente la revista "Terminómetro" que se ha

Justo es reconocer, y así lo hacemos, la creciente actividad terminológica que se está llevando a cabo en varias universidades de toda España que han creado prometedores grupos de terminología en el seno de la recién implantada carrera de traducción e int

Por eso, a pesar de los ciento cincuenta años transcurridos y de los muchos esfuerzos realizados, algunos de los cuales han dado frutos palpables, estamos todavía en los primeros kilómetros de la larga marcha de la normalización de nuestro lenguaje cientí

Pero todo eso podría cambiar en poco tiempo si por fin se produjera una comprensión cabal del problema por parte de las autoridades competentes. Es más, en la Unión Europea ya se están dando las condiciones objetivas para el cambio. Ya podemos decir que l

 

 

 

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