Universidad de Chile

FACULTAD DE MEDICINA

ESCUELA DE Tecnología Médica

asignatura de inmunología

 

 

 

 

Apuntes

El sistema inmune: organos, células y moléculas

Prof. Inés Pepper

 

Los órganos que forman parte del sistema inmune adaptativo pueden dividirse en órganos centrales (médula ósea y timo), donde los linfocitos maduran y órganos periféricos (ganglios linfáticos y bazo, SALT y MALT), donde los linfocitos vírgenes son activados por antígenos.


El tejido linfoide ubicado en estos órganos tiene su origen  en la médula ósea que contiene las células troncales para todas las células hemopoyéticas y linfoides. La Médula Osea es el sitio de maduración los linfocitos B y el timo es el órgano donde se desarrollan los linfocitos T

Los ganglios linfáticos son los sitios donde los linfocitos B y T responden a antígenos que son recogidos por la linfa que drena los tejidos periféricos. Los linfocitos en el bazo responden a antígenos transportados por la sangre. Los ganglios linfáticos y el bazo están organizados en áreas de células B (folículos) y áreas de células T (zonas parafoliculares). Las áreas T son también los sitios de residencia de células dendríticas maduras, que son células accesorias especializadas para la activación de células T vírgenes. Las células foliculares dendríticas residen en las áreas B y sirven para activar a las células B durante las respuestas inmunes humorales a antígenos proteicos. El desarrollo de la arquitectura del tejido linfoide secundario depende de citoquinas.

El  sistema  inmune  cutáneo (SALT) consiste células  accesorias y linfocitos capaces de  responder a antígenos ambientales que se encuentran en la piel. Una red de células dendríticas inmaduras, llamadas células de Langerhans, está presente en la epidermis de la piel y sirve para atrapar antígenos y luego transportarlos a los ganglios linfáticos. También hay linfocitos T intracutáneos, que pertenecen en su mayoría a la subpoblación gd. Estos linfocitos tieneN una especificidad mas amplia pudiendo cada uno de ellos, reconocer una mayor variedad de antígenos.

            El sistema inmune de las mucosas está formado  por linfocitos y células accesorias organizadas para optimizar el encuentro con antígenos ambientales introducidos a través de los tractos respiratorio, gastrointestinal y génito-urinario. Las placas de Peyer en la pared intestinal y las amígdalas en la orofaringe son ejemplos de tejido del sistema inmune de las mucosas.

La organización anatómica de las células y tejidos del sistema inmune es ideal para conseguir la activación de linfocitos específicos para la gran diversidad de antígenos presentes en el medio ambiente y en el interior del organismo. Su organización permite al pequeño número de linfocitos específicos para un antígeno cualquiera, localizar y responder efectivamente a ese antígeno, independientemente del sitio del cuerpo donde se introdujo el antígeno.

Células que participan en la respuesta inmune:

 

En la respuesta inmune adaptativa participan linfocitos antígeno-específicos, células accesorias requeridas para la activación linfocitaria y células efectoras que eliminan el antígeno.

Los linfocitos B y T expresan receptores para antígeno muy diversos y específicos, y son las células responsables de la especificidad y memoria de las respuestas inmunes adaptativas. Las células NK son una clase distinta de linfocitos que no expresan receptores para antígeno y cuyas funciones corresponden principalmente a la inmunidad innata. Muchas moléculas de superficie se expresan diferencialmente en diferentes subtipos de linfocitos, así como en otros leucocitos, los que son nominados de acuerdo a la nomenclatura CD.

Las células B y T vírgenes son linfocitos maduros que no han sido estimulados por antígeno para transformarse en linfocitos diferenciados. Cuando ellos encuentran el antígeno, se diferencian en linfocitos efectores que tienen funciones en las respuestas inmunes protectoras. Los linfocitos B efectores son células plasmáticas secretoras de anticuerpos. Las células T efectoras incluyen las células T colaboradoras CD4+ secretoras de citoquinas y las células T citotóxicas CD8+ o linfocitos T citotóxicos CTLs.

Algo de la progenie de los linfocitos B y T activados por antígeno se diferencia en células de memoria que sobreviven por largos períodos de tiempo en un estado de reposo. Estas células de memoria son responsables de las respuestas rápidas y potenciadas a subsecuentes exposiciones al antígeno.

Las células accesorias promueven la activación de linfocitos y realizan funciones efectoras que pueden ser potenciadas por las respuestas inmunes adaptativas humorales o celulares. Las células accesorias incluyen fagocitos mononucleares, células dendríticas y células foliculares dendríticas.

            Una característica importante es su constante recirculación celular entre estos compartimentos lo cual aumenta la probabilidad de encuentro entre linfocitos y el antígeno para el cual son específicos. Asimismo, la estructura histológica de órganos linfoides permite la existencia de interacciones celulares necesarias para la respuesta inmune.

                       


 


                        Los linfocitos pequeños son células de 8-10 micrones de diámetro, tienen un núcleo grande, poco citoplasma, escasas mitocondrias y carecen de organelos especializados. De acuerdo al lugar donde se han desarrollado, los linfocitos pueden ser T o B. Durante la ontogenia, células stem provenientes de médula ósea viajan al timo embrionario originando los linfocitos T  o bien   permanecen en la médula ósea madurando como linfocitos B. Los linfocitos T son responsables de las respuestas efectoras celulares y de la inducción y activación de respuestas inmunes humorales y celulares. Los linfocitos B son las células encargadas de las respuestas humorales y las únicas capaces de sintetizar inmunoglobulinas (Ig) de membrana. Se diferencian a células plasmáticas las que sintetizan y secretan grandes cantidades de Ig o anticuerpos. La función de reconocimiento específico de antígeno por parte de linfocitos T y B se cumple mediante receptores de membrana TCR en linfocitos T y receptores IgM e IgD en linfocitos B. Los linfocitos T pertenecen a dos subclases: linfocitos T4 y T8 que difieren en cuanto a su función y moléculas de superficie.

Los linfocitosT4 tienen función helper o cooperadora durante la inducción de la respuesta y de liberación de citoquinas en la respuesta efectora celular tipo HS retardada. Los T8 tienen función supresora en la regulación de la respuesta y citotóxica en la fase efectora.


                       

 


Los linfocitos T maduran en el timo donde se diferencian constituyendo clones y subpoblaciones. Un clon está formado por todos aquellos linfocitos que comparten una misma especificidad la cual radica en receptores de superficie denominados TCR. Las subpoblaciones linfocitarias se distinguen entre sí por la función que ejercen durante la respuesta inmune. Las distintas subpoblaciones presentan diferentes moléculas de superficie denominadas marcadores CD. Así, los linfocitos T CD4+ ejercen la función de cooperadores o bien son liberadores de sustancias solubles denominadas linfoquinas que interactúan con las células accesorias especialmente macrofagos(respuesta DTH). Los linfocitos T CD8+ ejercen la función citotóxica o según algunos autores, función supresora

Los linfocitos B inician su maduración en la médula ósea, conformando clones que salen a la periferia con receptores específicos para antígeno que corresponden a inmunoglobulina M unida a membrana. A raíz de su contacto con este, los linfocitos B sufren cambios isotípicos que los llevan a sintetizar las otras clases de inmunoglobulinas ,las que secretan luego de diferenciarse a células plasmáticas.

De este modo, los linfocitos B conforman subpoblaciones capaces de responder con una de cinco clases de inmunoglobulinas de una determinada especificidad: IgM, IgG, IgA, IgD e IgE . Las inmunoglobulinas neutralizan al antígeno y activan al complemento durante la respuesta efectora.

Las inmunoglobulinas se denominan tambien anticuerpos.


 


            Los linfocitos T CD4+ reconocen a los determinantes antigénicos en el contexto de moléculas MHC clase II en la membrana de las células presentadoras de antígeno. Los linfocitos T CD8+ reconocen al antígeno presentado por moléculas MHC clase I ubicadas en la superficie de cualquier célula nucleada. Los linfocitos B lo hacen directamente a través de su receptor idiotípico.


Un tercer grupo de linfocitos corresponden a las celulas nulas, linfocitos grandes granulares o celulas NK (natural killer). Estas no tienen marcadores T o B y su actividad consiste en lisar células especialmente aquellas infectadas por virus o tumorales sin requerir de reconocimiento específico del antígeno.


            Las células accesorias son los monocitos, macrófagos, células dendríticas, células de Langerhans, cuya función principal es la de presentar los determinantes antigénicos a los linfocitos T.  Las células accesorias participan en la inducción de la respuesta presentando al antígeno y en su fase efectora, amplificando la labor de los linfocitos y eliminando al antígeno por fagocitosis. Este último mecanismo es inespecífico, ya que no discrimina entre distintos antígenos. Sin embargo, su eficiencia aumenta grandemente al reconocer el fragmento Fc de inmunoglobulinas que recubren al antígeno(opsoninas). Las células accesorias más importantes son las células presentadoras de antígeno, que corresponden a macrófagos, células dendríticas, células interdigitantes, células de Langerhans y células endoteliales entre otras. Estas células están ampliamente distribuidas en el organismo especialmente en los órganos linfoides periféricos, ganglios y bazo, donde captan, procesan y presentan a los determinantes antigénicos a los linfocitos T. Especial importancia tienen las células de Langerhans, ubicadas en la epidermis, que presentan antígenos que ingresan por esa vía y los macrófagos ubicados en las mucosas. Estas células forman parte del sistema linfoide asociado a piel (SALT) y a mucosas (MALT) respectivamente. Las células endoteliales han surgido últimamente como importantes participantes en la respuesta inmune al tener capacidad de presentar antígenos, de secretar citoquinas y de exponer moléculas de adhesión celular que otorgan direccionalidad a la migración y ubicación de las células en los lugares donde son requeridas. Los linfocitos B también tienen la capacidad de presentar antígeno.

 


Durante la respuesta inmune, se produce una serie de interacciones entre las células linfoides y no linfoides que en ella participan. Estas interacciones son por contacto directo de las células involucradas o por liberacion de citoquinas, sustancias solubles que llevan determinados mensajes entre una y otra celula.

Otro tipo de linfocitos que participan en la respuesta inmune son los linfocitos grandes granulares los cuales no son T ni B ni tienen marcadores CD 4 u 8. Estos linfocitos son también denominados NK (células asesinas naturales o natural killer) debido a su capacidad de lisar células ya sea directamente o a través de la unión de sus receptores al fragmento Fc de inmunoglobulinas que cubren a la célula a ser eliminada. Los linfocitos grandes granulares son de gran importancia en el fenómeno llamado "vigilancia inmunologica" al ser los encargados de lisar células que presentan neoantigenicidad, especialmente células cancerosas.

Finalmente, los polimorfonucleares neutrófilos, basófilos y eosinófilos juegan un papel importante en la respuesta inmune. Los primeros presentan un gran poder fagocítico especialmente cuando las partículas a fagocitar están opsonizadas con inmunoglobulinas o complemento. Los basófilos secretan mediadores químicos de la inflamación y los eosinófilos participan especialmente en la respuesta inmune frente a parásitos y en reacciones alérgicas.

            Una característica importante de las células que participan en la respuesta inmune es su recirculación, la cual aumenta grandemente la probabilidad de encuentro entre el antígeno y los linfocitos específicos para él.


                                              

La recirculación linfocitaria es el proceso por el cual los linfocitos continuamente se mueven entre territorios de todo el cuerpo, a través de la sangre y linfáticos y es crítico para las fases de iniciación y efectora de las respuestas inmunes.

Las células vírgenes normalmente recirculan entre los órganos linfoides periféricos, aumentando la probabilidad de encuentro con el antígeno, que es presentado por células presentadoras de antígeno CPAs, tales como las células dendríticas maduras. Las células T de memoria y efectoras son preferentemente reclutadas en sitios periféricos de inflamación donde están localizados los microorganismos.

El proceso de recirculación linfocitaria es gobernado por moléculas de adhesión, responsables de interacciones entre linfocitos y células endoteliales vasculares,  con un patrón de recirculación que difiere entre diferentes subtipos de linfocitos. Las moléculas de adhesión expresadas en los linfocitos que median la recirculación se denominan receptores homing. Células endoteliales en diferentes tejidos pueden expresar diferentes ligandos para estos receptores, denominados adressinas que promueven el homing tejido específico de los linfocitos.

El homing selectivo de las células T vírgenes en los ganglios linfáticos está mediado principalmente por la unión de L-selectina de las células T, a adressinas de las vénulas de endotelio alto (HEV) en los ganglios linfáticos periféricos. Las células T de memoria y efectoras que son generadas por la estimulación antigénica de células T vírgenes, salen del ganglio linfático. Ellas tienen una expresión disminuida de L-selectina pero, aumentada de integrinas y ligandos de E-selectina y P-selectina, siendo estas últimas las que median la unión al endotelio en sitios periféricos inflamados.

 Las características histológicas de los órganos centrales y periféricos del sistema inmune aumenta la probabilidad de encuentro entre epitopo y linfocitos con receptores específicos para él. Estos órganos están formados por una intrincada red de células de origen epitelial o reticular, macrófagos y células dendríticas. estas últimas tienen la capacidad de presentar antígenos en su superficie, con o sin participación de moléculas codificadas por MHC. Los linfocitos circulan a través de esta red celular, teniendo oportunidad de contactar al epitopo que corresponde a su receptor idiotípico

                        En los órganos linfoides centrales, timo y médula osea, se produce la maduración y diferenciación de las células linfoides encargadas de la respuesta inmune adaptativa. Durante la maduración los linfocitos adquieren su especificidad idiotípica y sus características funcionales. Los linfocitos que maduran en el timo se denominan linfocitos T y pueden pertenecer a dos grandes subpoblaciones, los T CD4+ y los T CD8+. Son los encargados de la respuesta celular. En médula ósea maduran los linfocitos B que son responsables de la respuesta humoral o de anticuerpos.

Los órganos linfoides periféricos incluyen a los numerosos ganglios linfáticos distribuidos por todo el organismo, al bazo y a los tejidos linfoides asociados a piel (SALT) y a mucosas (MALT).


                              

La recirculación linfocitaria entre estos órganos a traves de la circulación sanguínea y linfática es permanente, si bien existen áreas en donde predominan linfocitos T o B.  Los linfocitos suelen ingresar desde la sangre a los ganglios linfáticos a traves de las vénulas de endotelio alto. En los ganglio existen zonas donde predominan los linfocitos T (area paracortical) y otras donde se encuentran mayoritariamente linfocitos B (       centros germinativos en la corteza. En la medula se aprecia las células plasmáticas productoras de anticuerpos.            Los linfocitos ubicados en órganos periféricos y aquellos recirculando por los tejidos, pueden tomar contacto con el determinante antigénico correspondiente iniciando la respuesta inmune adaptativa.

 

Moléculas que participan en la respuesta inmune.

 

                        Las moléculas de reconocimiento en la respuesta humoral,inmunoglobulinas, se presentan en dos formas: a) unidas a membrana de linfocitos B constituyendo el receptor para antígeno y b) secretadas por células plasmáticas y presentes en los fluidos orgánicos con función de anticuerpo.


Ambas tienen una estructura básica común estando constituidas por dos cadenas pesadas y dos cadenas livianas unidas entre si por puentes disulfuro formando una estructura similar a un i griega. Las cadenas pesadas y liviana presentan varios dominios, algunos de ellos constantes y uno variable. Este ultimo está ubicado en la región aminoterminal de la cadena

 

 

 


Las cadenas pesadas pueden ser de uno de cinco isotipos : m (mu),g ( gamma),a (alfa)

d (delta) y e (épsilon) definiendo las cinco clases de inmunoglobulinas  IgM, IgG, IgA, IgD e IgE respectivamente.Las cadenas livianas pueden ser l (lambda) o k (kappa). En ambas cadenas existen dominios constantes (4 o 5 en las pesadas y 1 en las livianas) y un dominio variable en cada una. En el dominio variable existe una zona hipervariable que corresponde al sitio de combinación con el antígeno; este se conoce también como idiotipo. La molécula monomérica completa está formada por dos cadenas livianas y dos cadenas pesadas.

Desde el punto de vista funcional, la molécula de inmunoglobulina presenta dos sectores, el fragmento Fc constituido por 2 dominios constantes de las cadenas pesadasy dos fragmentos Fab constituidos por dominio constante y uno liviano de cadena pesada y por un dominio constante y uno variable de cadena liviana El fragmento Fc es responsable de algunas propiedades biológicas tales como activación del complemento, opsonización, paso a través de placenta etc.. En la región Fab se encuentra el sitio de combinación con el antígeno.

El repertorio de anticuerpos en el humano es de alrededor de 1012 especificidades distintas. Este repertorio es generado durante el desarrollo de las células B por recombinaciones en el DNA que combinan y ensamblan distintos segmentos génicos de la región variable a partir de un grupo relativamente pequeño de secuencias para región variable en cada locus. Este proceso es llamado recombinación somática.  Las secuencias de DNA que codifican las regiones variables y constantes de las inmunoglobulinas están bastante separadas en el genoma de todas las células excepto en los linfocitos B en los cuales se han acercado a raíz de las recombinaciones nombradas que ocurren durante el desarrollo. La diversidad aumenta más aún por el proceso de hipermutación somática en células B maduras..


 


La selección al azar de los segmentos génicos para la región variable se fija en el genoma de manera que toda la progenie de un determinado linfocito B va a tener una sóla especificidad. Los segmentos génicos que codifican las regiones constantes  de las cadenas pesadas y que definen el isotipo o clase (IgG, IgM etc) puede sufrir cambios después que la célula ha contactado al antígeno. Todos los linfocitos B inician su actividad expresando IgM. Más tarde, durante la respuesta inmune la misma región variable puede ser ensamblada a otra cadena pesada (gamma, epsilon, delta, etc.)  Este cambio se denomina switch isotípico y es estimulado por diversas citoquinas en el transcurso de la respuesta inmune. La ventaja de este fenómeno es que se obtiene inmunoglobulinas de una misma especificidad con las distintas funciones biológicas que son en resumen las siguientes:

                        La IgM está formada por cinco unidades básicas de inmunoglobulina unidas entre si por una pieza J y se encuentra presente en el plasma. Tiene diez sitios de unión con antígeno y es secretada principalmente en respuestas humorales primarias timodependientes y en respuestas timoindependientes. Es de baja afinidad pero presenta gran avidez por antígenos multivalentes especialmente bacterianos. Es una potente fijadora del complemento, al presentar cinco fragmentos Fc que unen al factor del complemento C1q. La IgM se encuentra también en la membrana de linfocitos B en forma de monómero, constituyendo los receptores   idiotípicos de estas células.

                        La IgG es la inmunoglobulina más abundante en el plasma, es monomérica y es producida en grandes cantidades durante respuestas secundarias a antígenos timodependientes. Sus principales funciones biológicas incluyen fijación del complemento, unión a receptores para Fc en células fagocíticas al opsonizar partículas durante la fogocitosis y unión a receptores en células NK durante la citotoxicidad mediada por anticuerpos (ADCC). Esta inmunoglobulina atraviesa la placenta confiriendo protección al feto durante el embarazo.

                        La IgA se encuentra en lágrimas, leche, saliva y mucosa de los tractos intestinal y digestivo. Está formada por dos unidades básicas unidas por una pieza secretora sintetizada por las células epiteliales de las mucosas. Esta pieza secretora es un polipéptido responsable del trasporte de la IgA a través del epitelio. Ademas la proteje de la acción de enzimas proteolíticas presentes en las secresiones. Es sintetizada en grandes cantidades por acúmulos linfoides y placas de Peyer del intestino. No fija complemento ni es opsonina, sin embargo su importancia es enorme al impedir el ingreso de microorganismos y macromoléculas al organismo.

                        La IgE se encuentra en muy bajas concentraciones en el suero de personas normales, y en mayores concentraciones en individuos atópicos. En estos últimos es responsable de los cuadros de hipersensibilidad mediada por un mecanismo de daño inmunológico tipo I de la clasificación de Gell y Coombs. El fragmento Fc de estas inmunoglobulinas presenta gran afinidad por receptores para Fc epsilon en células cebadas y basófilos. Al estar ubicada en su superficie y recibir el estímulo antigénico, la IgE induce su degranulación iniciando un proceso inflamatorio y produciendo la contracción del músculo liso. En condiciones normales, esta inmunoglobulina interviene en la respuesta inmune protectora contra parásitos especialmente helmintos.


                        La IgD es una inmunoglobulina unida a membrana de los linfocitos B. Su presencia en conjunto con IgM confiere inmunocompetencia a estos linfocitos. Está prácticamente ausente en el suero.

 


 Moléculas de reconocimiento en la respuesta celular: TCR:


            En cuanto a los receptores presentes en linfocitos T, (TCR) se puede afirmar que los mecanismos genéticos responsables de la diversidad idiotípica son similares a los descritos para las inmunoglobulinas. El TCR es un heterodimero formado por dos cadenas glicoproteicas de transmembrana alfa y beta. La porción externa de cada cadena consiste en dos dominios, parecidos a los dominios variable y constante de inmunoglobulinas Existen cerca de 30 000 de estas moléculas altamente polimórficas en la superficie de cada linfocito T , todos ellos de una misma especificidad.

 Los linfocitos T reconocen determinantes antigénicos en la forma de cadenas polipeptídicas de 10 a 20 aminoácidos presentados en la molécula MHC clase II ubicadas en la membrana de células presentadoras de antígeno (los linfocitos T CD4+ ) o en MHC clase I en todas las células nucleadas (los linfocitos T CD8+ ). Para ello utilizan as moléculas de membrana denominadas receptores para antígeno ( TCR ) también llamado receptor idiotípico.  Cada linfocito maduro expresa receptores de una sóla especificidad, vale decir capaz de reconocer una sóla conformación MHC-péptido antigénico. Los individuos tienen en su organismo linfocitos con receptores con especificidad para reconocer alrededor de 1012 conformaciones diferentes. Un grupo de linfocitos que comparte la misma especificidad se denomina clon linfocitario. La respuesta inmune se inicia cuando estos linfocitos contactan al complejo antígeno-MHC clase I oII ubicados en la superficie de una celula o una CPA.respectivamente La estructura molecular de los TCR les permite llevar a cabo la función de reconocimiento antigénico.


El TCR está contiguo al complejo CD3 que es un transductor de la señal de activación y presenta la molecula CD4 o la molecula CD8 las que determina si reconoce antígeno en el contexto de MHC clase II o I respectivamente. Además participan moléculas de adhesión.

 


Moleculas codificadas por el Complejo Mayor de Histocompatibilidad

Los antígenos procesados son reconocidos por los linfocitos T al ser presentados por por cualquier célula nucleada en MHC clase I o por las células presentadoras de antígeno en moléculas MHC clase II .


 


Las moléculas MHC clase I también llamadas moléculas o antígenos de histocompatibilidad incluyen las moléculas ( y genes) HLA-A, HLA-B y HLA-C y están ubicadas en todas las células nucleadas otorgando la "identidad macromolecular" al individuo. Su función es presentar fragmentos antigénicos procesados (péptidos antigénicos) a linfocitos T CD8+ o citotóxicos. Estos antígenos se denominan también antígenos endógenos ya que son sintetizados en la célula que los presenta.. De esta manera otorgan restricción genética clase I a la respuesta celular citotóxica. Esto quiere decir que los linfocitos T citotóxicos de un individuo lisan células propias que presenten antígeno propio alterado (por ejemplo, células cancerosas) o antígenos ajenos (por ejemplo, antígenos virales en células infectadas por virus).

Las moléculas MHC clase II incluyen las moléculas HLA-DR, HLA-DQ y HLA-DP y están presentes en células que participan en la respuesta inmune particularmente linfocitos B, macrófagos y otras células presentadoras de antígeno ( CPA ). Su función es presentar antígenos procesados, también denominados antígenos exógenos, a linfocitos T CD4+. Son necesarios para una interacción efectiva entre células pertenecientes al sistema inmune. De esta manera, los linfocitos T CD4+ reconocen "lo propio" ( HLA ) alterado por un péptido antigénico ajeno.

Las moléculas clase III incluyen a los fragmentos C2 y C4 del complemento pertenecientes a la vía clásica y a la proteína B de la vía alterna del complemento. También codifican las citoquinas factor de necrosis tumoral (TNF) y linfotoxina (LT).

Los genes del MHC son extraordinariamente polimórficos contando con más de cuarenta alelos para cada gen individual. La organización de este complejo génico permite que un individuo heterocigoto exprese seis alelos polimórficos clase II y más de seis alelos clase I en cada célula que lo posee. (Ver clase anterior)  

 

Moléculas CD.

                        Son moléculas ubicadas en la superficie de los linfocitos cuyas funciones son principalmente: promover interacciones célula-célula, permitir la adhesión celular y actuar como moléculas de transducción de señales durante la activación.

                        Hasta 1989 se habían descrito 78 moléculas CD ubicadas en linfocitos T, linfocitos B, monocitos, granulocitos, plaquetas etc. Las más importantes en relación a esta revisión son:

CD 4 en linfocitos T cooperadores reconocen MHC clase II

CD 8 en linfocitos T citotóxicos reconocen MHC clase I

CD 3 en linfocitos T transduce señales de activación en  el econocimiento por parte de linfocitos T

CD 2 en linfocitos T y células NK participa en adhesión celular

CD19 en linfocitos B participa en su activación y regulación.

 

Citoquinas : son hormonas peptídicas que participan en la activacion de los linfocitos enviando señales de proliferacion y diferenciación. Las principales son las interleuquina 2 (IL-2), 4 (IL-4) y el factor de crecimiento transformante beta (TGF-ß).

Las citoquinas que participan en la respuesta inmune efectora son el Interferón gamma (IFN-g), la linfotoxina(LT), la interleuquina 5 (IL-5) y el Factor Inhibidor de la migración de macrófagos (MIF).